🔞[𝐓𝐒] [𝐁𝐅𝐗𝐏𝐈𝐂𝐎]...

By LupitaHaibara

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Dicen por ahí que una acción dice más que mil palabras, sin embargo, las acciones de la persona que más amaba... More

Capítulo 1

Capítulo 2

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By LupitaHaibara

Ambos corrían lo más rápido que sus piernas les permitía, estaban deseosos de poder verse, de hablarse y disculparse por su respectivo comportamiento, finalmente habían comprendido que esa no era la forma de expresar lo que su corazón sufría, estaban totalmente decididos a dejar su orgullo de lado y hablar claramente. 

Sí, eso harían. 

Un pequeño estruendo provocó que se sobresaltaran, pronto comenzaría a llover, pero eso no evitaría que le dieran la cara a sus problemas, llevaban mucho tiempo dándole largas al asunto, un día más y podrían dar por terminada su relación. 

Eso era lo que menos querían. 

Sus piernas repentinamente se vieron obligadas a detenerse, pues la visión frente a ellos les había hecho parar aquella carrera sin rumbo. 

—Pico… 

—Boyfriend… 

Podían sentir como sus corazones latían frenéticos al oír su nombre de la boca del otro, jamás pensaron encontrarse de esa manera, mucho menos cuando no sabían a dónde se dirigían exactamente, simplemente había pasado, su encuentro era inevitable, todo estaba a su favor para que por fin terminarán con eso que les impedía ser plenamente felices, ahora sólo era cuestión de que ambos aceptaran su parte de la culpa. 

Un nuevo estruendo los obligó a salir de su pequeña ensoñación, provocando que apartaran la mirada sin saber exactamente cómo actuar ante esa situación. 

—Yo…— guardaron silencio al percatarse de que hablaban al mismo tiempo, aún sin volverse a mirar. 

Realmente se sentían patéticos. 

—Boyfriend, necesitamos hablar.— murmuró el de cabellera anaranjada, quien apretaba los puños para mantenerse firme a lo que diría. —Sé que seguramente estás molesto, pero tan solo regalame un segundo para poder… 

No pudo terminar la oración, ya que el de cabellera azulada se había acercado para tomarlo de la mano y asentir, ingresando en su compañía al edificio que se encontraba justo frente a ellos, casualmente, el edificio donde él se hospedaba. 

Definitivamente el universo conspiraba a su favor. 

Tras unos minutos ambos entraron al pequeño cuarto donde el de ojos cafés vivía, luego de cerrar la puerta a sus espaldas ninguno dijo nada, la situación era ridículamente incómoda, ya que en todo el camino no habían hecho más que pensar en cómo solucionar sus problemas, sin embargo, ahora que estaban frente a frente no sabían cómo comenzar esa conversación. 

Nadie dijo que amar fuera fácil. 

Tras soltar un profundo suspiro, el de cabellera naranja posó sus iris blanquecinos sobre su pareja, quien no pudo evitar sentir un pequeño escalofrío al tener aquella penetrante mirada sobre él. 

—Realmente no soy bueno con las palabras, tú lo sabes.— murmuró mientras jugueteaba con sus dedos. —Pero lo voy a intentar, iré directamente al grano, pues en verdad necesito aclarar lo que siento, que sepas de una buena vez que yo…— trago en seco, y sin despegar su mirada de él, sonrió. —Te amo. 

Sus palabras provocaron que su contrario se quedara pasmado, tratando de procesar lo que escuchaba, sí, no le había dicho nada del otro mundo, sin embargo Pico no era de esos que expresaban sus sentimientos a cada segundo, realmente le sorprendía que él tomara la iniciativa.

—Sé que seguramente no vas a creerme, pero es la verdad, siempre te he amado, nunca dejé de amarte y nunca dejaré de hacerlo, si no lo decía era porque el miedo me dominaba.— suspiró. —Simplemente, soy un idiota.— sonrió con amargura a la vez que despeinada sus anaranjados cabellos. —Un idiota que no ha sabido demostrar lo mucho que te ama, un idiota que te daña cada que respira, un idiota que se la vive encerrado en su mundo de pesadillas, ignorando que frente a sí tiene todo lo que siempre deseo.— murmuró mientras se acercaba al de ojos cafés quien le miraba totalmente sonrojado. —Porque realmente tú eres lo que más desee...— sonrió. —Mi sueño hecho realidad. 

Boyfriend no dijo nada, simplemente lo observaba con un brillo especial en su mirar, había pasado un año y finalmente le había dicho lo que siempre quiso escuchar, sabía que lo decía desde el fondo de su corazón, ya que por la forma en que respiraba podía percatarse de lo nervioso que estaba, realmente apreciaba el esfuerzo que hacía por expresar su sentir. 

Por eso él también haría lo mismo. 

Tras tomar un poco de aire y dedicarle una dulce sonrisa, llevó una mano a la mejilla de su contrario para así acariciarla con ternura. 

—Yo también tengo miedo, también me la pasaba encerrado en mi mundo de pesadillas, donde hablar contigo sobre lo que sentía definitivamente no era una opción, no porque no confiara en ti, al contrario, porque me aterrada que si llegaba a contarte lo que me pasaba tú te fastidiaras o te molestara mi poca seguridad.— murmuró a la vez que bajaba la mirada. —No soy la persona más segura, tú y creo que todo el mundo en sí lo sabe, por eso preferí guardar mis sentimientos, sufrir en silencio, esperar a que todo cambiará.— suspiró. —Definitivamente soy un idiota por pensar así.— soltó una amarga risa, provocando que el de iris blanquecinos frunciera el ceño. 

—Claro que no.— respondió mientras lo tomaba del mentón para así levantar su rostro y posar su mirada en aquellos cafés que lo volvían loco. —Estabas en todo tu derecho de pensar así, ya que yo no fui del todo honesto contigo y conmigo mismo, no eres idiota, al contrario, yo si que lo fui por no decir nada y casi…— suspiró. —Casi perderte…

Boyfriend no dijo nada, simplemente le dedicó una sonrisa cargada de ternura, jamás se habría imaginado ver así a su pareja, tan dulce, tan sincero, tan él. 

Aún sin responder pego su frente a la del peli-naranja, quien solamente se dedicaba a disfrutar de su cercanía, de sus caricias, de sus acciones que le decían más que mil palabras. 

No había nada que perdonar. 

Tras una muda súplica acortó la distancia que los separaba, depositando así un dulce beso sobre sus labios, que con el paso de los segundos se volvía más necesitado, permitiendo que sus lenguas lucharán entre ellas por el liderazgo, por demostrar aquello que el otro les provocaba. 

—P-Pico…— habló entre besos el de cabellera azulada. —Te necesito.— susurró a la vez que acariciaba el torso de su contrario. —No sabes cuanto…

Ante aquellas atenciones su cuerpo no pudo evitar reaccionar, acorralando al muchacho contra la pared.

—Yo también te necesito...— murmuró contra sus labios, mordiendo su inferior, provocando que él soltara un pequeño gemido ante su acción.

Sin perder más tiempo nuevamente unieron sus labios, reanudando aquel beso que tantas emociones transmitía, un beso apasionado que les decía cuánto amor se profesaban. 

El de anaranjada cabellera permitió que el de ojos cafés, de un salto, enredara sus piernas alrededor de su cintura, llevándolo así a la habitación del mismo para recostarlo en el lecho y colocarse sobre él, continuando con aquella batalla.

—P-Pico...— suspiró. —En verdad te necesito... Ahora.

Una sonrisa se dibujó en los labios del joven, dejando castos besos por todo su cuello. 

—No comas ansias.— pronunció con pillería, acariciando su bien trabajado torso por debajo de la playera que portaba. —Se paciente...

El de ojos cafés, sin querer esperar más, le quitó lentamente aquella prenda superior, dejándolo desnudo de la cintura para arriba, sintiendo inmediatamente como la boca se le hacía agua ante esa vista. 

Le gustaba lo que veía. 

Por su parte, su contrario se inclinó nuevamente sobre su cuerpo para iniciar con un beso cargado de pasión, un beso que transmitía la necesidad de ambos. 

Fue descendiendo por el blanquecino cuello del joven, quien soltaba pequeños gemidos de placer.

Sus pelvis se friccionaban con cada movimiento que realizaban y eso aumentaba la excitación en el de iris blanquecinos, encontrándose desesperado por profundizar aquel contacto. 

—P-Pico, por favor...

El de cabellos naranjas lo despojó con rapidez de la prenda que aún cubría su torso posando así su hambrienta mirada sobre el trabajado torso del joven. 

—P-Por favor… 

El de ojos blancos acercó sus labios al abdomen de su pareja con tal de besarlo y lamerlo, realizando un recorrido directo al borde de su pantalón, causando un sin fin de sensaciones en su pareja.

El cantante desabrochó con rapidez aquella prenda del menor, quitándosela junto al bóxer, liberando en el acto su ya erecto miembro. Con su mano derecha lo atrapó, acariciando lentamente toda su longitud de arriba a abajo, causando pequeños espasmos en él. 

—A-Ah, P-Pico...— suspiró.

El mencionado se acercó a sus labios para así robarle otro beso, sin dejar de masturbarlo, permitiendo que su novio ahogara sus gemidos en medio de aquella apasionada acción.

El mayor no dejaba de acariciarlo, pasó el dedo índice por su falo, notando así lo húmedo que éste ya se encontraba. 

—Vaya, pero mira como te has puesto, y eso que acabo de tocarte...— murmuró con picardía aún contra sus labios. 

—V-Vamos... Deja de torturarme...— suplicó jadeante. 

Realmente se encontraba desesperado por sentirlo, no podía soportarlo más, lo necesitaba.

El cantante siguió un camino de besos hasta quedar frente su palpitante hombría, animandose a pasar la lengua por toda su extensión, deleitándose de aquellos gemidos que brotaban de los labios del joven azabache. 

Continuó lamiendo su falo, dedicándole más atención al escroto, el cual succionaba como si de una paleta se tratara, provocando que él de ojos cafés colocara ambas manos en los anaranjados cabellos del muchacho, tirando de ellos levemente. 

—A-Ah, ¡j-joder!— exclamó entre jadeos, disfrutando de las atenciones que su pareja le brindaba.

El de iris blancos, con maestría, lamió lentamente su glande, escurriendo un poco de su saliva a lo largo del falo. 

—¡Ah! ¡Así!

—Eres una jodida delicia, como no habíamos hecho esto antes...— murmuró cegado por la lujuria, mientras continuaba con sus acciones anteriores. 

—Y-Ya casi.— gruñó entre dientes al sentir como una corriente lo recorría desde la espina dorsal hasta su miembro. 

Una oleada de placer lo envolvió antes de correrse en la cavidad bucal del pelinaranja, quien tragó gustoso aquel espeso líquido, relamiéndose con tal de probarlo en su totalidad. 

—Eso fue...— sonrió a la vez que depositaba un corto beso sobre sus labios... —Asombroso...— pronunció satisfecho el de cabellos azules, recibiendo una mirada deseosa por parte de su contrario. 

—No creas que esto terminó aquí...— rápidamente desabrochó su pantalón, quitándoselo junto al bóxer, quedando así completamente expuesto ante su acompañante. 

Antes de continuar, sabía perfectamente que debía prepararlo para poder realizar su intromisión, así que, sin pensarlo, lo tomó de los muslos para que se sentará sobre su pelvis, rozandose delicadamente entre jadeos y suspiros. 

—Trata de relajarte…— pidió a la vez que adentraba un dedo por su orificio, sintiendo como sus paredes lo apretaban, haciendo imposible su acción. —Puedo lastimarte.— advirtió. 

El de ojos cafés asintió, tratando de relajar su cuerpo, disfrutando así de aquellas placenteras sensaciones que él causaba en su persona, permitiendo que Pico logrará hacerse paso por su cavidad, logrando estimularlo.

—¡J-Joder!— se aferró con fuerza a la espalda de su pareja, moviendo inconscientemente su trasero hacia atrás, provocando que aquellas penetraciones se volvieran más profundas, estremeciéndose por completo.

Definitivamente ya no podía con tanto, lo necesitaba, anhelaba llegar más allá. 

—H-Hazlo ya...— suplicó en un tenue susurró, el cual llegó a oídos del cantante, quién sonrió con picardía al escucharlo. 

—¿Estás seguro?— cuestionó un tanto preocupado, no quería lastimarlo por dejarse llevar. 

—¡Ah! ¡Carajo, si!— exclamó entre jadeos, provocando que toda duda se disipara. 

Había llegado el momento. 

El pelinaranja, sin poder esperar, separó más las piernas de Boyfriend, quería observar a detalle cada una de las expresiones de su amado.

Por su parte, el de ojos cafés emitió un pequeño gemido al sentir como el miembro del cantante se abría paso en su entrada, le dolía, pero mentiría si dijera que aquello no le gustaba.

Lo disfrutaba. 

El de iris blanquecinos, al ver aquel semblante adolorido por su parte, empezó a moverse lentamente, acostumbrándose y disfrutando aquella sensación.

Conforme los minutos iban pasando, aquel dolor fue reemplazado por entero placer, siendo esa la señal de que Boyfriend se había acostumbrado por completo a esa intromisión. 

—M-Más…— imploró entre gemidos. —Muévete más rápido.

El joven se aferró al cabezal de la cama, con tal de aumentar la fricción y las embestidas que le brindaba. 

Era mucho placer para el de cabello azulado, lograba sentir como desde aquella posición su pareja llegaba a lugares profundos de su cavidad; apretó los labios con tal de retener los fuertes gemidos que emitía. 

Mientras tanto, el de iris blancos se inclinó para así besar fugazmente sus labios, sintiendo como una corriente eléctrica lo recorría, anunciando así su próxima liberación. 

—E-Estoy por… 

—I-Igual yo…— interrumpió. 

Ambos estaban por llegar al límite, sus cuerpos continuaban haciendo fricción entre ellos, realizando aquella danza pasional donde una vez más demostraban el amor que se tenían, jurando con sus acciones profesarse un amor que jamás terminaría pese a todos los obstáculos que se les atravesaran. 

Jurándose amor eterno. 

—¡A-Ah!

Un último y agudo gemido resonó por toda la habitación, permitiendo que así ambos estallaran en un placentero orgasmo. 

El de cabello anaranjado sonrió con ternura para luego recostarse a un lado y observarlo atentamente. 

—Con esto vuelvo a confirmar lo idiota que fui al desperdiciar tanto en tonterías, cuando bien pudimos dejarnos llevar todo el tiempo.— sonrió. 

Por su parte el de cabellera azulada se sonrojo, tratando de ocultar su rostro a la vez que se recostaba sobre el pecho de su pareja. 

—Eso se puede solucionar, ahora que ya aclaramos todo, nosotros podemos… Ya sabes.— murmuró avergonzado, provocando que el de iris blanquecinos soltara una pequeña carcajada. 

Amaba todas y cada una de sus facetas.

—Yo solo voy a decirte que ya no tengo miedo de admitir que te quiero conmigo.— susurró a la vez que acariciaba con delicadeza su cabellera. —Te juro por mi amor que quiero estar contigo… 

Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de su amado. 

—Solo te pido que no te compliques más, somos los dos contra el mundo y cada que te sientas mal, estés feliz, o te moleste algo en nuestra relación, dímelo, siempre y cuando quieras contarme.— murmuró mientras pegaba su frente a la de su contrario. —Si tú me llamas iré donde tú me indiques… Estaré aquí para ti pase lo que pase. 

Ante sus palabras y lo ocurrido recientemente, el de cabellera naranja, no pudo evitar sonreír, realmente era afortunado por tenerlo a su lado, a pesar de todo lo que había pasado entre ellos, una vez más demostraron que lo suyo era más fuerte que cualquier cosa. 

Definitivamente a partir de ahora aprenderían a dejarse llevar sin miedo a lo que pudiese pasar. 

FIN

✧༺♥༻✧
¡Hey!

¿Qué onda?
Aquí LupitaHaibara reportándose con el final de este bonito Two-shot, y como mencione anteriormente, nos basamos en un videojuego bastante popular, este es "Friday Night Funkin", donde nuestro shipp principal fue el de Boyfriend×Pico, así que nuevamente advierto que si tú, pequeño lector, no eres fan de este juego o shipp, te abstengas de dejar  comentarios innecesarios ^^ Simplemente omite la lectura, pues como ya notaron, este capítulo fue un poco más fuerte que el anterior, así que si no fue de tu agrado simplemente no critiques ^^

Bueno, sin más que decir, yo me retiro, pero no sin antes recordar que este TS esta dedicado a  SkylarkFN, una de mis mejores amigas a la cual quiero mucho, neta espero te haya gustado, no es mucho, pero es trabajo honesto :'3

Ahora si, me voy, nos estaremos leyendo en otra realidad virtual :3

Bais~♡

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