T/n
Delores...
—¡No hables así de Delores! — Grito muy enojado.
Me empujo el muy tonto, solo por pelear, realmente es mas imbécil de lo que pensé.
Quiero odiarlo, pero realmente hay algo que me lo impide a gritos, mi cabeza quiere explotar cada vez que quiero borrarlo de mi conciencia. No puedo puedo sentir nada por nadie.
flashback...
—Reginald, te lo digo es muy raro, ella no puede sentir ese afecto que tu y yo sentimos. — Patric pone cara de preocupación — Michael estuvo con ella ocho meses y es lo que una persona promedio dura para enamorarse y no hubo nada, la estudiamos mientras dormía y no hay nada — Esta preocupado.
—Solo tiene 14 años Patric, seguramente estará enamorada para cuando cumpla los 15 — Dice padre algo preocupado.
—Reginald entiende, este es el tercer chico que se acerca a T/n, ella no muestra ninguna atracción.
—Patric, solo hay que estudiarla mas, no te preocupes ella se enamorara algún día. — Padre toma su saco y yo me escondo detrás de la estantería. — Solo no le digas nada ok, no quiero que sepa esto. — Se va y yo salgo de la estantería haciendo que Patric se asuste.
—T/n, ¿Qué te dije de espiar?
—Que es de pervertidos, lo se, pero fue inevitable — Lo miro y él empieza a caminar. —Pero estaban hablando de mi, así que en si es mi problema también — Me mira serio y camina mas rápido. — Patric espera.
—Lo siento T/n no puedo decirte. —Camina por el pasillo.
—Esto es importante para mi, yo no he podido sentir nada por nadie.
Se detiene y cuando va a volver a caminar le suelto: — No soy un experimento en el que tu y papá tienen autorización, a pesar de que soy meta humana puedo sentir lo mismo que tu y que él. —Se detiene y me mira a los ojos.
—No eres un experimento, no vuelvas a decir eso — Se acerca a mi y toca mi mejilla mientras suspira. — Tienes Alexitimia.
—¿Ale que?
Rie un poco y me mira serio nuevamente. — Es un trastorno que impide enamorarse al 10% de la población, se caracteriza por una dificultad en la regulación e identificación emocional...
Fin del flashback...
—¿T/n, estas bien?— Me pregunta Vanya y yo asiento.
— Cuéntanos el chisme, así que Cinco le dio unos muy buenos golpes a Diego —Asiento y ella sonríe. — Es que mi Cinco es toda una maquina de pelea.
—¿Tu Cinco? — Levanto mi ceja y ella se pone roja como tomate. — ¿Tienen algo ustedes dos? — Le suelto y se escucha muy rudo.
—T/n, tranquila, cualquiera diría que estas celosa —Diego me mira y yo miro para otra parte, ¿Qué me pasa? — ¿Por que te interesa tanto si Cinco y Vanya tienen algo?
—No me interesa él para nada.
Lo corrijo y mi subconsciente me dice lo contrario. —Mencionaste un maniquí en mi habitación, ¿a que te referías? — Eso no era lo que iba a preguntar, se suponía que no hablaría mas de él.
—Ah, hablas de Delores — ¿Delores? —Es lo que lo mantuvo cuerdo según Cinco, aunque mas bien esta mas loco de lo normal.
—Pero dijiste que perdió su virginidad con ella — Diego sonríe y yo no entiendo nada.
—Exacto, te dije esta loco. — Realmente si lo esta.
Diego y yo nos quedamos hablando de todo un poco. Nos reímos muchísimo, es alguien muy gracioso y encantador, sabe como hacer reír a una chica, es muy amable.
[...]
Me levanto y los miro y digo:— Me divertí, pero mañana tendré un día muy pesado y pues debo descansar.
—No te vayas por favor — Me pide y yo niego con la cabeza.
—Ya tengo que irme Diego, pero nos vemos en casa — Le doy un beso en la mejilla y se pone rojo como tomate — Bye chicos. — Me despido y ellos igual.
—¡Adiós perra! —Allison se despiden mientras me nalguea ambos.
—¡Ay! — Me quejo y salgo de la cafetería bajón la mirada de Diego.
Diego es lindo, pero no me llama la atención como para que tengamos algo mas que una amistad.
Camino por la calle fría y sola, es temprano y no hay nadie, que raro.
Mi cabeza esta inundada del mismo pensamiento, son las palabras de Patric — "un trastorno que impide enamorarse al 10% de la población" — inundan mi mente. Nunca me había afectado la idea de no poder enamorarme, pero ahora que lo pienso, es una mierda no poder hacerlo.
Llego a la academia y me voy directo a mi habitación, veo fotos donde Vanya y Cinco salen juntos, Padre no las puso, seguramente fue Grace.
No me gusta ver estas fotos donde salen juntos leyendo o posando como pareja... No, esto es normal de hermanos.
Subo las escaleras y veo que mi habitación esta abierta, no la cerré cuando me fui y el imbécil de Cinco no fue capaz de cerrarla. Me acerco y lo veo encima de mi cama con una botella de Vodka.
—Esto se llama invasión de propiedad — Me mira y tuerce los ojos y me río — ¿Qué haces en mi habitación patán?
—Viendo tu Instagram — Me sorprende lo miro a los ojos —Feliz de estar aquí. - Lee la descripción de mi foto y me la muestra.
Miro la foto y me gusta como me veo, no es por presumir pero me veo muy bien.
—Veo que te gusto, porque le diste me gusta— Se queja para luego levantarse de la cama.
Cae cuando da un paso y yo me aguanto las ganas de reír. —¿Tan borracho estas que no te puedes sostener tu mismo peso?
—Cállate y ayúdame — Se enojo, que tierno.
—¿Cual es la palabra mágica?— Se ríe sarcásticamente.
—Vete al carajo — Me dice y yo me acuesto en la cama.
—No, esa no es así que te quedas ahí patán — Me hala del brazo y caigo a su lado. —Ay, eres un patán.
—Dime algo que no me hayan dicho — Me pongo de lado y noto como su cara esta manchada con sangre seca. —¿Que me estas haciendo? —Susurra tan cerca de mi boca que puedo oler el olor a vodka emerger de su boca.
Me alejo y lo ayudo a pararse, lo siento en la cama y él me mira.
—Te voy a limpiar esa herida — Camino a mi baño luego regreso con alcohol y algodón.
Paso uno por su herida y quito la sangre seca, con otro algodón mojo su herida con alcohol y él gruñe. —Mierda si que arde.
Rio un poco. —Quien te manda, no debes pelear así, aunque dejaste peor a Diego, él no hizo nada malo y tu...
Guardo silencio cuando siento sus labios rosar con los míos, puedo sentir su respiración en mi boca. Me alejo lentamente y él me agarra del pelo pegandome a su boca.
Su beso es desesperado, pero después se vuelve muy dulce. Su boca sabe a Vodka y sus manos suben mi barbilla.
Separa sus labios de los míos. —No soporto que hables de ese baboso — Vuelve a besarme, siento algo en el estomago y lo agarro del cuello queriendo mas de este beso.
El beso empieza ser más apasionado cuando su legua se interpone, danza con la mía de una manera gloriosa.
Cuando estoy llenando mis ansias alguien interrumpe mi beso. —¡UJUM! — Es Vanya —¿Interrumpo? — Se ve molesta.
Nadie contesta.
—No para nada — Cinco rompe el silencio mirando mis labios que deben estar rojos e inchados por la fricción del beso.
Vanya se va dejándonos incómodos y dudosos de su comportamiento.
Mierda.