Gael Miller.
Isa no volvió a desmayarse en la última función pero creo que la única persona que se daba cuenta de lo mal que estaba era yo.
A penas podía mantener sus ojos abiertos y a kilómetros se notaba que moría por dormir, no lograba entender como nadie más se daba cuenta o como más personas no se enteraban de lo que hacían con ella.
Me sentía feliz por la banda, el haber tocado por primera vez en un escenario repleto de gente era increíble. Thomas e Ian se la pasaban sonriendo a cada rato y disfrutaba eso. Los tres sabíamos que esto recién era el comienzo, pero eso solo aumentaba las ganas de darlo todo y aprovechar todas las oportunidades que tengamos al cien porciento.
De mi familia solo pudo venir Paul, obviamente con su novia, mis padres estaban trabajando y siendo sincero dejé de preocuparme por ellos cuando me dejaron de lado en varias ocasiones durante mi adolescencia.
La familia de Thomas si había venido y como siempre nos trataban a los tres como si fuéramos sus hijos, eso era bueno que por más que trabajen todo el tiempo le dedicaban tiempo a Thomas. En cambio, la familia de Ian nunca estuvieron para él, aunque no es lo mismo a que estén físicamente a que puedas sentir que eres importante para ellos.
Mis dos amigos se habían ido a un bar a festejar y aunque me insistieron en que vaya yo me rehusaba, lo único que quería ahora era tener a Isa a mi lado y que pueda estar bien aunque sea por algunas horas.
Stefan, nuestro mánager había podido convencer a Malik de dejarme pasar la noche en la habitación con Isa.
Me encontraba apoyado en la pared fuera del camarin de ella esperando que se termine de cambiar, ya podría decir que la quería demasiado y de alguna forma también la admiraba, porque no cualquier artista sigue haciendo shows cuando se siente así de mal fingiendo que nada pasaba y con solo demostrar su profesionalismo y la clase de persona que era lograba que me atraiga demasiado.
Luego de varios minutos observé como la puerta se abría para darle paso a mi chica porque aunque no estemos juntos como relación, yo lo sentía así.
Se había quitado todo el conjunto del show, ahora llevaba la misma ropa que esta mañana, me acerqué y la ayudé con su mochila.
─ ¿Vamos? ─preguntó.
Asentí levemente y seguí a los de seguridad con ella a mi lado, habían puesto vallas por todos lados evitando que las personas se junten. Subí a la camioneta junto con Isa y lo primero que hizo fue apoyar su cabeza en mi hombro.
─ Realmente estuviste increíble junto con los chicos. ─murmuró cuando la camioneta empezó a hacer su recorrido hacia el hotel.
─ Tú también lo hiciste muy bien.
Deje un beso en su frente y tomé una de sus manos para entrelazarla. En todo el viaje noté como trataba de no dormirse.
─ ¿Qué quieres comer? ─le pregunté.
─ Nada ─susurró.
─ Debes comer algo Isa, puedes volver a desmayarte, puedo pedir alguna hamburguesa o algo que quieras.
Ella se incorporó en su lugar y me observó fijamente, quería que el brillo que siempre tenía en sus ojos volviera.
─ Una sola.
Reprimi mi sonrisa y asentí, cuando llegamos al hotel bajé primero y tomé sus cosas para luego ingresar al lugar, íbamos con dos seguridad hasta que nos dejaron entrar a la habitación.
─ ¿Te molesta que primero vaya a darme una ducha? ─me pregunto mientras se quitaba las botas.
─Ve tranquila, iré pidiendo la comida.
Cuando se encerró en el baño, observé la habitación, había tres maletas abiertas con toda su ropa desarmada, en las mesas había productos de maquillaje y la cama estaba deshecha, suponía que los del hotel tenían prohibido ingresar aquí.
Me acerqué al teléfono y le pedí dos hamburguesas con papas al room service, me quité la campera y traté de estirar un poco la cama, ni siquiera lo hacía en mi casa y no podía creer que lo haga en un hotel donde había gente que se ocupaba de esta tarea.
Isa no tardó en aparecer se puso una remera bastante grande para su cuerpo con unos pantalones, y dejo su cabello mojado suelto.
─ Si quieres puedes ir a ducharte también, yo recibo la comida ─me sugirió.
─ De acuerdo.
Después de que Paul se vaya en la segunda función fue a casa a buscarme un bolso con ropa, tomé mis cosas y fui directo al baño para cerrar la puerta detrás de mi espalda.
Era todo blanco con manchas grises, típico de hoteles cinco estrellas, estaba la ducha y casi al lado un jacuzzi, luego estaban las demás cosas que no le puse mucha atención. Abrí la ducha y esperé a que empiece a salí el agua caliente para después meterme y comenzar a bañarme.
No tarde tanto en terminar, me coloqué un short deportivo con una remera para dormir y salí del baño. Isa estaba acostada en la cama con dos bandelas a su alrededor concentra observando algo en su móvil.
─ ¿Me has esperado para comer? ─le pregunté sentándome a su lado.
Ella dejó su móvil en una de las mesas de luz para después contestar.
─ Claro que si.
Sonreí y acepté mi bandeja para tomar la hamburguesa y comenzar a comer. Isa mientras comía cerraba sus ojos y me di cuenta que estaba más cansada de lo que ella quería admitir.
Comimos en silencio hasta terminar, deje las bandejas en una esquina del suelo y me acomode en la cama, mientras ella iba al baño, esperaba oír que estaba vomitando pero por suerte no pasó.
─ ¿Quieres que encienda la calefacción?.
─ Si tu quieres esta bien ─le contesté.
Ella tomó un control y encendió la calefacción ajustando la temperatura para luego acomodarse en mi pecho.
─ Ya hay muchas personas que los admiran. ─murmuró mientras acariciaba su cabello.
─ Eso fue rápido.
─ Es lo que merecen son muy talentosos.
Sonreí de lado y dejé un beso en su frente.
─ Descansa Isa.
─ Tú igual gaelito ─escuché como soltaba una leve risa y luego se acomodó en mi pecho.
Segui acariciando su cabello hasta que puede comprobar que se había dormido por completo lo cual no había tardado mucho el tenerla cerca mío me reiteraba que por más éxito que uno tenga sigue siendo una persona con muchos sentimientos y de noche cuando ya ni había nadie cerca notaba como Isa bajaba la guardia y de lograba a percibir lo frágil que podía ser en ocasiones. Cerré los ojos y traté de dormir con un sentimiento de placer al tenerla entre mis brazos nuevamente.
En la mañana me desperté solo en la cama, busqué con los ojos en la habitación algún rastro de Isa pero cuando quise levantarme observé como la puerta se abría y le daba paso a ella con un conjunto deportivo y todo su cabello atado en una trenza.
─ ¿Has ido a hacer ejercicio? ─le pregunte mirando la hora, recién eran las 06:45 am.
─ Ajá.
Me senté en la cama y la observé mientras se quitaba las zapatillas deportivas.
─ Me esperas a que me bañe y luego si quieres podemos bajar al restaurante a desayunar algo.
─ De acuerdo.
Ella buscó en su maleta ropa para después ir al baño, tome mi móvil justo que llego una notificación era un mensaje de Stefan en el grupo que teníamos con los chicos.
─ A las 8 tienen una pequeña entrevista, espérenme los tres en el hotel.
Ian no tardó en responderle con una carita feliz, deje el móvil en la cama y tomé algunas prendas para cambiarme y esperar a Isa.
Ella volvió aparecer con un Jersey gris y unos jeans negros, dejando suelto su cabello.
─ ¿Lista?
Se acercó a tomar una de sus mochilas junto con su móvil y se acercó a mí, iba a abrir la puerta pero Isa tiro de mi mano y unio nuestros labios en un beso largo, tomé su cintura y la pegué a mi siguiéndole el ritmo hasta que se quedó sin aire provocando que se separé despacio.
─ Ya podemos irnos.
Sonreí, abrí la puerta dejando que ella salga primero y la seguí hasta el ascensor, observe como se miraba en el espejo y se acomodaba el cabello.
─ ¿Por qué te lo acomodas a cada rato si lo tienes perfecto? ─le pregunté.
Isa se dio vuelta y me observó.
─ ¿Tú no te acomodas el cabello a cada rato? ─me contestó.
Sonreí de lado, me acerqué a ella hasta que su espalda quedó pegada contra una de las paredes del ascensor, tenía unas botas con un poco de plataforma sumándole un poco a su altura. Sin embargo debía agachar mi rostro para observarla mejor.
─ ¿Me empezaras a contestar con preguntas?
Pude notar como reprimía una sonrisa mientras se estiraba un poco para dejar un suave beso en mis labios.
─ No, puedo empezar a contestarte con besos.
Esta vez no pudo reprimir la sonrisa y acomodé un mechón de su cabello detras de su oreja para después dejar un beso en la comisura de sus labios.
─ No me molestaría, de hecho me harías muy feliz ─le respondí.
Me separe cuando el ascensor se detuvo en el piso del restaurante, esperé que salga primero y la seguí hasta una de las mesas, me senté a su lado y tomé el menú.
─ ¿Qué quieres desayunar?
─ Cualquier cosa.
La observe de reojo y pedí dos desayunos completos, cuando le entregué la carta al chico, me acomode en la silla y la mire.
─ Sabes que no puedo comer tanto ─protestó.
─ Tú has dicho que pida cualquier cosa, además no te hará daño, de hecho recuperarás energía.
Mire a mi alrededor y no había tanta gente desayunando, solo dos familias, una pareja de ancianos y una chica solitaria leyendo un libro. Sentí como la chica a mi lado corría un poco su silla hasta pegarla a la mía y apoyar su rostro en mi hombro, deje un beso en su frente y acomode mi brazo en su respaldar.
─ Malik dijo que probablemente nos acompañen a los shows de Latinoamérica.
─ Nos comentaron algo de eso, pero creo que primero sacaremos las dos canciones que grabamos los otros días.
─ ¿No deberías estar grabando ahora?
─ No, tenemos entrevista ─le respondí acariciando su brazo ─. ¿Tú qué harás?
─ Tengo dos entrevistas y luego las funciones.
Asentí levemente y me concentré en los dos chicos que se acercaba a nosotros uno con una camisa azul y pantalones negros, y el otro con un buzo amarillo y unos pantalones azules.
─ ¿Podemos acompañarlos? ─preguntó Ian.
─ Claro que si ─le respondió Isa provocando que Ian y Thomas tomen asiento frente a nosotros.
─ Hemos pedido dos desayunos completos por si quieren pedir algo ─les sugerí.
─ Yo quiero un batido de frutilla y una torta de chocolate ─dijo Ian a uno de los meseros que se habían acercado.
─ Yo quiero un desayuno completo también ─ordenó Thom.
Observé a Isa mandar mensajes a una persona, y levanté mi vista cuando Ian me habló.
─ Dylan ha dicho que tiene la base para las siguientes canciones, ¿cuándo podemos ir?
─ Ya no decidió nuestra agenda, lo hace Stefan.
─ Tienes razón.
Acomodaron todo el desayuno en la mesa y cada uno empezó a comer lo suyo, excepto Isa.
─ ¿Estás bien? ─le pregunté.
─ Si... solo debo irme.
─ No has desayunado.
─ Lo haré luego, suerte para hoy chicos.
Ella se levantó colgándose su mochila en su hombro y se acercó primero a la barra, noté que hablaba con el mismo chico que nos atendió. Pero algo más llamo mi atención y fue ver a Malik en las puertas del ascensor esperándola.
Ella se acercó a él, se murmuraron algo y se metieron en el elevador.
─ Más para nosotros entonces ─murmuró Ian mientras nos sacaba un poco de comida a todos.
─ Oye no, come tu parte o el de Gael ─Thomas le apartó su plato.
Reí levemente y comencé a desayunar con ellos, cuando habíamos terminado, el chico se acercó y nos comentó que ya estaba todo pagado.
─ Fue Isa ─me dijo Thomas.
─ Lo sé.
Tomé mis cosas y me levanté cuando observé a Stefan acercarse a nosotros.
─ Las camionetas están listas, debemos irnos.
Los tres lo seguimos y había más de diez camionetas negras afuera.
─ ¿Por qué tantas si sólo somos tres? ─le pregunté a nuestro mánager.
─ La de nosotros son dos, las demás son de Isa.
Había varios reporteros cuando salimos del hotel, nos hicieron unas fotos pero no estaban por nosotros, sino que estaban por Isa.
Subimos a la camioneta y escuche como Stefan nos decía las preguntas que probablemente nos iban a hacer para que vayamos pensando las respuestas.
─ Luego de la entrevista, iremos a grabar unas canciones, necesitamos que traten de grabar once o doce para lanzar el álbum lo más rápido posible.
─ ¿Cuándo sacamos la canción piloto? ─preguntó Thomas.
─ Lo más seguro es que la semana que viene, si van bien con las primeras tres canciones sacamos el álbum.
─ ¿Haremos gira de promoción? ─volvió a preguntar Thomas.
─ Exacto, bueno ahora a trabajar.
Cuando llegamos a un edificio de televisión, bajamos y seguimos que Stefan para empezar con la entrevista, los tres tratábamos de hacerlo lo mejor posible aunque sea la primera vez, lo bueno era que nos conectabamos muy bien.