Por la mañana, ninguno de los dos fue capaz de hacer acto de presencia en el desayuno.
Todos los alumnos de la clase de 1A desayunaban juntos antes de asistir a clase.
Se ocupaban de preparar la comida en turnos de dos, haciendo rotaciones toda la semana, de manera que todos hicieran las tareas correspondientes.
Y ese día, los encargados de preparar la comida eran Momo y Sero.
— Yaoyorouzu, eres la mejor amiga de Jirou, ¿no es así? — dijo el chico haciendo la masa para las tortitas.
— Amm, sí bueno, supongo que sí — asintió tímida la chica — Pero supongo que eso tendría que decírtelo ella. ¿Por qué preguntas?
Momo abrió la nevera sacando los ingredientes para hacer el chocolate caliente que Uraraka y Mina habían insistido tanto en tomar para el desayuno.
No le importaba hacerlo, le gustaba mucho cocinar y además consideraba que Sero era un gran compañero para ello.
— Verás, es que no sé cómo explicártelo — exclamó echando la mezcla en la sartén y dándole la forma redonda con un cazo — ¿Tú sabes si a Jirou le gusta Kaminari o algo así?
La chica de la cola no se imaginó ni en mil años que Hanta Sero pudiera preguntarle algo tan personal sobre su mejor amiga, así que, de la impresión, se le escurrió la taza favorita de Hagakure de entre los dedos.
Suerte que el chico reaccionó a tiempo y salvo la taza de gatitos blanca y rosa de estrellarse contra el suelo.
— Uf, salvada — dijo secándose las gotas imaginarias de sudor de la frente y posando el recipiente sobre la encimera — No me gustaría ver a Hagakure enfadada.
Le guiñó un ojo a la peli negra.
— ¡Que chiste de tan mal gusto, Sero - san! — exclamó Momo entre risas.
— Bueno, centrémonos en lo importante. Entonces, ¿le gusta Denki?
— Bueeeno, no sé si soy la persona indicada para preguntar sobre eso. Quizás deberías decírselo a ella, pensaba qué erais amigos.
— Y lo somos, pero es mejor si se lo cuentas tú. En caso afirmativo claro.
— Entonces podemos afirmar que sí.
— Bien por qué tengo que contarte est...
El discurso de Sero fue interrumpido por otro alumno que llegaba a la sala.
Era bastante extraño que Kaminari se despertara tan pronto, incluso un lunes.
Tenía el uniforme mal puesto y de su brazo derecho colgaba su bolsa de cuero con los libros, de forma desganada.
Había decidido no peinarse y tenía el cabello rubio totalmente revuelto.
Momo y Hanta se miraron entre ellos en señal de completa preocupación.
Les costó reconocer lo que estaba mal en el chico soleado.
Tenía los ojos completamente rojos, al igual que la nariz. Además, unas profundas ojeras negruzcas decoraban su rostro.
— Denki qu... - el chico cinta fue interrumpido por la mano de Kaminari, como si no quisiese seguir escuchando a su amigo.
— Estoy cansado de verdad, no me apetece hablar — susurró cansado tomando una reluciente manzana roja de un recipiente de la mesa central— Me voy a la U.A
Acto seguido, se dirigió a la puerta de la sala y desapareció tras ella.
Ambos adolescentes se contemplaron entre ellos y, en silencio, terminaron de hacer el desayuno para los demás.
Con la mirada vacía, ambos se sentaron en la mesa principal antes de que el resto se despertara para desayunar.
— Ha pasado algo con Kaminari, y parecía grave — dijo preocupado Sero.
— No ha pasado una buena noche, eso seguro. Es demasiado raro ver al chico más feliz y sonriente de la clase 1A tan apagado y sin vida — Momo movió la boca y puso una mueca de tristeza — No me gusta nada esto Sero - san.
— Tengo que hablar con él, soy su mejor amigo. No puedo permitirme verlo así y no mover ni un dedo por él.
— Esperaré a que Jirou - san se levante para hablar con ella. Me da en la nariz que tiene algo que ver con ambos.
El peli negro asintió. Como ya estaba vestido y preparado de antes, solo agarró su mochila por un asa y con la otra mano se despidió de Yaoyorouzu.
La chica se quedó pensativa mientras oía cómo sus compañeros se despertaban en sus habitaciones.
Tenía que hablar con su amiga inmediatamente. Y,posiblemente, con Hanta también.
El barullo y los gritos de sus amigos empezó a inundar los pasillos y sala del comedor.
Intentó dejar de pensar en esos asuntos y cuando todos llegaron señaló la gran mesa de madera blanca con el chocolate caliente en una olla y los platos con tortitas.
Pudo ver como incluso a Todoroki y Tokoyami le brillaron los ojos ante tal manjar.
Pero ni rastro de Kyoka.
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Los alumnos recogieron los restos del desayuno y toda la cubertería.
Momo acabó de fregar la olla grande y se secó las manos con un trapo.
Todos los demás recogieron sus mochilas y el resto de pertenencias y salieron ordenadamente hacia la U.A. mientras conversaban.
Iida estaba esperando a qué la chica de la coleta terminara sus que haceres para ir con ella.
Se habían acompañado a las clases durante semanas. Y al chico era algo que le agradaba.
Podían hablar de cantidad de cosas ya que eran muy parecidos: los libros, los numeroso viajes, el té, cosas de clase, rutinas de ejercicios e incluso habían descubierto que a ambos les gustaba la jardinería.
— Yaoyorozu, ¿quieres que te espere? Pareces agobiada.
— Ah sí — dijo la chica sonriéndole dulcemente — Será mejor que vayas yendo tú, te alcanzo en un poco.
Iida hizo una pequeña reverencia y se marchó solo del edificio de los dormitorios.
Yaoyorouzu recogió su cartera con los libros y se encaminó a la habitación de Kyoka.
Esperaba encontrársela completamente dormida pero, sin embargo, cuando abrió la puerta, la vio sentada sobre la alfombra, con las piernas cruzadas y con un montón de papeles repartidos por el suelo.
— Jirou - san, ¿estás bien? — murmuró Momo con voz baja.
La peli morada giró despacio la cabeza en dirección a la entrada de su dormitorio.
Creati observó que Kyoka tenía exactamente la misma cara que llevaba Kaminari.
Los ojos rojizos de haber llorado y unas profundas ojeras por no haber dormido.
La cara aún más pálida de lo normal y los labios cortados.
La chica musical de sonrisa estelar había desaparecido.
Ahora solo había una sinfonía rota.
Momo cerró la puerta tras ella y se arrodilló delante de su amiga.
— No has dormido nada ¿verdad?
— Ni un poco — respondió Kyoka con la voz entrecortada.
— No vayas a clase, échate a dormir, hablaré con Aizawa.
— Yaomomo yo... — Jirou se arrojó a los brazos de Yaoyorouzu sorprendiéndola.
— Shhh, tranquila, ya me lo contarás después — dijo besando su cabeza y acariciando su corta melena — Ahora procura descansar.
La chica asintió y levantándose poco a poco del suelo, se echó sobre su cama.
Yaoyorouzu se incorporó también y despidiéndose de ella, se marchó de los dormitorios.
Era una urgencia hablar con Sero, y seguramente con Kirishima también.
Y a este paso, tendría que tener una charla con Kaminari.
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Holaaa! Cuánto tiempo!! Siento haber tardado tanto en actualizar, tenía muchísimos exámenes y muy poco tiempo.
Respecto a la historia, estoy un poco confusa ya que no sé si continuarla. La he editado y he reescrito algunas cosas por si queréis verla desde el principio (poca cosa), pero es cierto que estoy un poco triste, no sé si está gustando mucho y no sé si está yendo a algún lado.
Me gustaría que me dijeseis qué opináis sobre esto, anyways, estoy escribiendo dos historias más y estoy intentando disfrutar de escribirlas y tomármelas con calma para traeroslas pronto y que estén bien hechas.
Si os interesa una es Bakudeku (por lo general no me gusta el ship pero en este fan fic es una idea que me encanta) y otro Kamijirou que es realmente precioso.
Hasta la vista <3✨