La ojiazul divisó la segunda puerta al encender la luz del pasillo, aún sujetando la mano de Chat Noir.
Ella no pudo evitar dar una bocanada de aire y correr a lanzarse contra la puerta, tratando de abrirla con su cuerpo, chocando vergonzosamente contra la misma.
Y como era Marinette, no se dió por vencida, lanzándose repetidas ocasiones contra ella.
Si no la abría con el primer impacto, seguro la abriría con el segundo, o con el tercero... o con el séptimo. En fin, Marinette logic.
En una de tantas, la diseñadora perdió su equilibrio, creyendo que iba a caer de sentón, hasta que sintió como su cuerpo fue sostenido por unas manos con garras.
-Te tengo.
Fue por un momento cuando giró a mirarlo, que vio en el rostro del héroe, el de su amado Adrien.
Siempre lograba atraparla cada que podía.
Y parándose de un salto, volvió a lanzarse contra la puerta al sentirse levemente sonrojada, tratando de que con los golpes, sus descompuestas mejillas se arreglaran.
El transformado héroe la detuvo en cuanto reaccionó que se estaba haciendo daño.
La tomó de los hombros y la hizo mirarlo, observando extrañado como después de estamparse más de nueve veces contra la puerta, su rostro parecía intacto.
¿Acaso era de goma? Su cara seguía sin lastimarse. Igual de fina y bonita.
-Marinette, basta. Te vas a lastimar. No se va a abrir.
Ella al sentir como el chico tenia sus manos en sus desnudos hombros, sobre los tirantes de su pijama, se detuvo respirando agitada, comenzando a pensar.
-Tienes razón, así que este es el plan. Usa tu cataclismo y destruye una pared que no tenga escombros por fuera. Pasas al baño y te destransformas, alimentas a tu kwami y sales a combatir. Así tendrás tu cataclismo listo para la pelea.
El ojiverde asintió hasta que su atención se enfocó en algo que la diseñadora había dicho.
-¿Cómo sabes que es un kwami?
Ella palideció y no lo pensó antes de sacar su plan Z.
-Oh Chat Noir estoy enamo... espera, esta vez sí tengo una buena excusa.
La ojiazul detuvo su plan, recordando lo que la salvó de volver a cometer esa locura. Él al escucharla, le miró confundido dejándola continuar.
-Digo, Lady Bug me dio un miraculous. El del ratón. Por eso lo sé.
Le dijo mientras agradecía no tener que decirle que estaba enamorada de él una ocasión más.
El entrecerró los ojos pero luego asintió. Claro. Era tan lógico.
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Frente al gran agujero que había en la pared de la panaderia, que daba a la calle, Chat Noir ya transformado y recargado, se preparaba para salir a combatir.
-Sabes Marinette, pasé un excelente rato a tu lado.
Le dijo con una sonrisa realmente sincera mientras ella la correspondía.
-Si que lo fué. Suerte.
Ambos sintieron un sentimiento extraño en su interior. Como si les hubiera faltado algo por hacer.
El héroe se dio la media vuelta y con lentitud sacó su arma, esperando que la ojiazul lo detuviera o le dijera algo.
Ni siquiera sabía que quería escuchar de sus labios. Solo sabía que le faltaba algo.
La chica con un nudo en el estómago, sentía como reprimía con fuerzas a las palabras queriendo salir de su boca.
No pudo más. Su cuerpo actuó por sí mismo. El ya había avanzado su primer paso, tomándolo de la cola, observando cómo el giraba con una sonrisa
-Espera, yo... emm, ¿Te gustaría después de la batalla venir a comer galletas?
Le preguntó mientras él extasiado, asentía feliz.
-¿Por qué no?
Y saltó prometiendo regresar.
Continuara...
Ay que bonito el Marichat :)
Por cierto. Fuerza a los colombianos. Se que la situación está difícil. Les deseo lo mejor de todo corazón.
Pronto sus voces serán escuchadas y se hará justicia.
En fin, disfruten.