—¿Seguro que no estás ocupado? —preguntó Niall por teléfono.
—No, tengo que estudiar un poco pero no me distraes —le aseguró Liam.
—Vale, voy para allá.
Había pasado un año desde aquel beso que Liam le había dado como un cierre para la relación que habían tenido pero en ningún momento desde entonces habían perdido el contacto. A Niall en muchas ocasiones le seguía pareciendo extraño lo bien que parecía acoplarse en su vida la presencia de Liam, no imaginaba que volverían a verse tan seguido que cualquiera podría asumir que eran compañeros de piso de nuevo, en ese momento se dirigía a su apartamento solo para pasar el rato como hacía la mayoría del tiempo que no estaba en el rodaje de una película en la que a pesar de tener un rol principal se sentía por completo ignorado.
El camino era corto, Niall había dejado aquel elegante complejo de apartamentos para mudarse a un lugar más discreto y que se ajustaba mejor a su presupuesto, aunque en realidad una de las razones de mayor peso era que cada día que pasaba sin una llamada de Zayn sentía que lo necesitaba más y todo en ese lugar le recordaba lo mucho que habían compartido en un período tan corto de tiempo.
—Espero que tengas hambre —sonrió en cuanto Liam abrió la puerta, había comprado su comida favorita en compensación por molestarlo cuando tenía que estudiar para un examen.
—No tenías qué, pero gracias —lo dejó entrar y se dirigió a la cocina para dejar la bolsa plástica que Niall le acababa de entregar.
La mesa de centro de la sala de estar estaba hecha un desastre, la superficie estaba cubierta de libros y apuntes que probablemente estaban más allá de cualquier intento de ordenarlos, sobre las hojas los bolígrafos y resaltadores de colores brillantes estaban dispersos.
Niall se dirigió al sillón para poder observar de cerca los bonitos dibujos de anatomía humana con los que Liam complementaba sus apuntes, no eran necesarios en la mayoría de los casos pero adoraba volcar la imaginación y técnica en esos detallados bocetos.
—Siempre has tenido una vena de artista ¿no es así? —preguntó Niall admirando los trazos finos pero firmes.
—Supongo, pero no me llama lo suficiente —le devolvió la sonrisa y con amabilidad recuperó la hoja que Niall había tomado entre sus dedos.
A partir de ese momento Liam tomó asiento en el piso justo entre la mesita de centro y el sillón para dedicarse a estudiar, Niall se entretenía revisando su teléfono y creando la lista de supermercado, planeaba pasar después de esa visita si es que no se extendía y terminaba por dormir en el apartamento de Liam. A ratos no podía evitar husmear en las anotaciones de las hojas blancas que Liam tomaba y descartaba, no entendía la mayoría de los términos complejos que el otro memorizaba de manera tan sencilla y entonces desviaba su atención a la trabajada espalda que cubría la camiseta blanca de algodón, el cuello tan terso por el que tantas veces había pasado sus brazos y el nacimiento de su cabello, con aquellos rebeldes y pequeños rizos chocolate; en esos momentos no pensaba en nada que no fuese atraerlo hacia sí y besarlo para dejar que todo terminara como hacía siempre cuando aún compartían apartamento, pero en un par de segundos cambiaba de idea y casi se sentía avergonzado por pensar eso.
Su amistad con Liam había sido turbulenta en un inicio, cada vez que lo veía tenía la sensación de que estaba traicionando a Zayn debido a la naturaleza de su historia pero tras semanas y semanas esperando una llamada, un texto o al menos un recado con Louis Niall había comprendido que se había ido, conservaba la esperanza de que algún día le llamara para al menos contarle como iba su nueva vida en Inglaterra (se había enterado gracias a una revista de escándalos y a las fotos de fans que a veces lo encontraban por la calle de que había cambiado su domicilio de manera tan radical), la serie que había grabado, o su aparente próxima incursión en la música pero la parte realista y consciente de su corazón le recordaba que eso no iba a suceder y con el paso de las semanas que se convirtieron en meses las cosas volvieron a la normalidad con Liam, a una que era más cómoda de lo que esperaba, que le hacía reír y que le recordaba que las cosas podían ir bien incluso con un corazón roto. Era por eso que Niall atesoraba la amistad que había encontrado en Liam, había estado para él en un momento difícil y la gratitud que tenía hacía su persona por ello le impedía arruinar esa relación solo por un momento de estupidez en el que se moría por contacto físico.
Volvió la vista a su inconclusa lista de compras y suspiró. Quizá era mejor centrarse en una lista de pendientes con el desastre en el que se había metido al prometer visitas y favores que no estaba seguro poder cumplir, pese a ello ahí estaba, intentando recordar si aun tenía suficiente pasta en casa o debía comprar un poco. Era complicado ser adulto.
Continuó con otros artículos que recordaba necesitar y maldijo en voz baja en cuanto su móvil comenzó a sonar con ese molesto tono de llamada que recordaba haber desactivado tantas veces.
No conocía el número pero no tenía registrada a la mayoría de gente que había conocido en el nuevo trabajo, simplemente solía recordar las últimas cifras si era alguien importante.
—Lo siento —le murmuró a Liam quien asintió con comprensión.
Se dirigió al pequeño cuarto de baño intentando reconocer el número pero no logró asociarlo con ninguno que hubiese visto antes.
—¿Hola? —saludó dudoso, quería terminar con eso cuanto antes.
—Hey.
Nada lo pudo haber preparado para el puñetazo en el estómago que esa simple palabra significó, la manera en que había cambiado su voz y el acento había vuelto a su tono, la casual manera de hablar que le revolvía el estómago en una disputa de emociones negativas y positivas, él, todo.
—¿Niall? —la duda en su tono, la incertidumbre del silencio y el peso de un momento que Niall sabía decisivo lo habían dejado mudo pero tenía que hablar, debía forzar las palabras.
—Ajá —murmuró apenas con un hilo de voz, había hablado con firmeza pero su cuerpo no había cooperado para que sonara de esa manera.
—Hola —volvió a saludar Zayn, era evidente que ninguno de los dos tenía idea de que decir en esa conversación.
—Hola —repitió Niall y esa vez se escuchó mejor, casi sin nervios.
—¿Cómo estás?
La pregunta era normal y lo que se esperaba en una conversación pero a Niall le pareció por completo fuera de lugar ¿pues cómo iba a estar si lo ignoraba por un año y después volvía tan campante a llamarle para arreglar las cosas? Bueno, en ningún momento Zayn había mencionado eso, simplemente lo había asumido ¿y si no era para arreglar las cosas, quería simplemente llamarlo y ser amigos? Resultaba peor.
—Bien —respondió intentando no sonar cortante, tenía tantos sentimientos encontrados que estaba impresionado por su capacidad de mantener la compostura en el momento.
—Es bueno escuchar eso —en la pausa que siguió a las palabras de Zayn Niall se preguntó si quizá debía también preguntarle cómo estaba, no tuvo oportunidad—. Estoy en Nueva York y pensé que podríamos vernos.
No habían salido por mucho tiempo pero el corazón de Niall se estrujo en su pecho con un efecto doloroso pero a la vez emocionante, como extrañaba sentir algo así de intenso. Reconocía la dificultad que existía en el tono de voz de Zayn, sabía que sí aceptaba podía ocurrir algo importante, no sabía si era bueno o malo pero le resultó imposible decir que no.
—Sí, sería bueno —aceptó con voz serena.
—Vale —acordaron los detalles en un par de minutos y Niall no podía creer que iba a ver a Zayn en dos días, era magnífico y aterrador.
Salió del cuarto de baño aún con la respiración agitada, presentía que toda la ciudad podía escuchar los latidos de su corazón, y si no todos por lo menos Liam sí notó lo alterado que estaba.
—¿Todo en orden? —preguntó tras echarle un rápido vistazo, enseguida volvió a ver esos apuntes de letra descuidada.
Niall asintió un par de segundos hasta que pudo ordenar sus pensamientos un poco más.
—No, era Zayn —dijo señalando al teléfono, aún tenía la respiración agitada y la mano que sostenía el aparato temblaba ligeramente.
—¿Zayn el verdadero?
Por supuesto que no existía otro Zayn pero Liam se encontraba tan impactado como su amigo, en parte le alegraba que lo contactara y en parte quería que no se volviera a acercar a él por haberlo dejado de esa manera, pero sabía que era la felicidad de Niall.
—¿Y qué te dijo? —preguntó Liam con impaciencia, miró por última vez los apuntes y volcó su atención en Niall.
—Claro, eso. Fue muy casual, me preguntó cómo estaba y todo eso, me pidió verlo, o sea vernos, lo entiendes – balbuceó recordando la llamada, si se concentraba lo suficiente casi podía escuchar la voz de Zayn.
—¿Aceptaste?
—Pues sí, quizá me quiere devolver algo —se encogió de hombros esperando que eso hiciera más convincente su mentira.
Zayn no se había llevado ninguna pertenencia física suya y la estabilidad emocional que le había quitado por meses no era algo que le pudiera devolver en una cita para caminar por el parque, pero incluso después de todo ese tiempo no se sentía del todo correcto hablarle de Zayn a Liam, era como contar como habías hecho trampa en el examen al profesor de Matemáticas. Sabía que Liam no lo juzgaba y estaba genuinamente feliz por él pero no le veía el caso a escarbar en el pasado junto a alguien más.
—Un buen golpe por todo lo que le hiciste pasar —rio Liam causando un sonrojo en Niall quien se incomodaba de solo pensar en la persona que había sido un par de años atrás.
—Dejando eso de lado, ¿será algo bueno o malo? Es que no sé, pasó mucho tiempo ¿no? —caminaba por la sala con el nerviosismo a flor de piel y las palabras brotando casi sin control.
—Depende de que consideres bueno o malo y de tu percepción del tiempo, lo sigues queriendo ¿no? Sé que sí aunque mientas, en ese caso un año no es mucho tiempo —se encogió de hombros Liam y comenzó a subrayar algo con la concentración de alguien que reconocía una oración valiosa en un texto.
Era fácil asumir que un año no era mucho, lo cierto es que no lo era pero Niall había besado a un par de personas y tenido algo casual con otra gente en ese lapso y no estaba seguro de que pasaría en cuanto viese a Zayn ¿sería capaz de volver a aceptarlo en su vida? ¿Lo seguiría queriendo como la noche que lo dejó en Chicago? Ni siquiera sabía que le diría Zayn y ya estaba creando posibilidades de la nada, necesitaba calmarse, no podía hacerlo.
Esa noche durmió en el apartamento de Liam, la sala era más cómoda de lo que aparentaba y el compañero de piso de Liam rara vez estaba en casa, la primera vez que lo vio ahí el chico lo saludó de manera normal aunque algo en su mirada gritaba que intentaba recordarlo de algún lugar. Fue después de medio año que le preguntó de la manera más casual si no era aquel chico que salía con el protagonista de la película de ciencia ficción que estaba siendo una sensación, Niall estaba por completo desconectado del mundo de la ciencia ficción pero le dijo que sí. Eventualmente vio la película en cuestión y Zayn ni siquiera aparecía, sólo alguien que se le parecía un poco. A partir de ahí el chico pareció confiar un poco más en Niall y a veces hablaban más allá de un saludo aunque preferían mantener las interacciones cortas y formales.
El siguiente día fue tan largo que creía que estaba viviendo cinco horas en una, pero a la vez fue un borrón confuso que pasó en unos segundos. Ansiaba ver a Zayn y a la vez quería dejarlo plantado para mudarse a un lugar montañoso porque le atemorizada que le dijera algo que no quería escuchar, como que estaba casado con una bonita actriz y solo quería invitarlo al primer cumpleaños de su hijo, sabía que eso no podía ser cierto y que se estaba poniendo más nervioso de lo necesario pero cuando se trataba de Zayn siempre hacía más de lo necesario, pensaba en todos los escenarios y terminaba por recibir una sorpresa.
Esa noche volvió a su apartamento y pasó horas intentando escoger la ropa adecuada, pero todo le parecía demasiado formal, demasiado vago o simplemente demasiado incómodo. Decidió que podría resolver eso a la mañana siguiente y se fue a dormir, o a intentarlo.
Pasó un par de horas pensando en todo lo que podría salir bien y en todo lo que podría salir mal, formulando respuestas para cada posible escenario y al final sin darse cuenta por fin se quedó dormido.
Por la mañana despertó bastante temprano con un dolor de estómago que claramente le había causado preocuparse tanto. Eran las seis de la mañana y había quedado de ver a Zayn a las nueve, era un poco temprano pero habría accedido a ver a Zayn en el más insólito de los lugares y a cualquier hora solo porque se trataba de él.
Se duchó tomándose su tiempo, quería lucir presentable pese a que aún no había resuelto la situación de la ropa que usaría, desayunó ligero por el temor a que el leve dolor de estómago fuese algo más que su emoción, finalmente eran las ocho de la mañana y volvía a estar frente a su closet sin tener idea de cómo decidir.
Probó al menos una decena de opciones sin que ninguna le convenciera, todas tenían miles de defectos que no había notado hasta ese momento. Al cabo de lo que parecían haber sido veinte minutos revisó su teléfono, quizá Zayn le había mandado un mensaje. No había nada más allá de la alarmante advertencia de que eran las nueve de la mañana con dos minutos. Estaba jodido.
Aún tenía que recorrer el camino hasta el parque que le tomaría por lo menos veinte minutos. Estaba muy jodido.
Tomó los pantalones deportivos grises que estaban en la cima de la pila de ropa sucia, la sudadera negra que no le había devuelto a Liam desde un mes atrás y el primer par de tennis que pudo encontrar entre la capa de ropa limpia que cubría el suelo. Ni siquiera se vio una última vez al espejo porque no tenía tiempo para cambiar el desastre que sabía vería.
Intentó detener un taxi pero el tráfico a esa hora era un infierno, en esa y en todas las partes de la ciudad, ni hablar del subterráneo, ninguna estación quedaba cerca de su destino. Comenzó a caminar tan rápido como le permitían sus piernas, intentó llamar a Zayn pero como cereza en el pastel de su mala suerte el teléfono tenía tan poco batería que ni siquiera lograría marcar el número, así que corrió. Había intentado volverse un poco más atlético pero nunca había sido su fuerte el correr, le ardían los pulmones y las piernas, el aire le parecía insuficiente a cada inhalación y el sudor que le comenzaba a mojar los cabellos lo hacía querer llevar un gorra.
Tras quince minutos corriendo y diez más caminando finalmente llegó al parque, no había mucha gente pero era un lugar un poco grande, afortunadamente recordaba que Zayn le había dicho que podían verse en la sección norte, frente a esa tienda de libros que en realidad vendía más juguetes y artículos de colección. Eso no era tan malo, sólo estaba a unos pocos metros.
Le preguntó la hora a una mujer que llevaba a una niña tomada de la mano. Nueves treinta y tres.
Eso era mucho retraso, estaba por llegar cuando vio a un hombre vendiendo flores, ¿debía llevar flores? Lo pensó unos segundos pero concluyó que eso era quizá demasiado intenso.
Llegó al lugar que Zayn le había descrito, al borde del parque con una de las típicas bancas metálicas e incómodas que todos los parques compartían, cruzando la calle estaba la librería que había mencionado y no había otro lugar que pudiera encajar mejor con la descripción, pero Zayn no estaba. No le sorprendía tanto, había tardado demasiado.
Suspiró con la intención de recuperar algo del aire que le había faltado antes y revisó una última vez a las personas que estaban cerca, terminó por sentarse en aquella banca. Revisó su teléfono, no había nada nuevo.
No tenía la esperanza de que Zayn apareciera de la nada, simplemente estaba intentando recuperarse de aquella carrera y pensando en el mensaje de disculpa que le enviaría a Zayn, si era convincente podrían quizá verse otro día.
Estaba tan ensimismado que no notó ese habitual sonido, el de los pasos de una persona que conoces, ya sea en los escalones de casa o por el pavimento húmedo, siempre los reconoces.
—La cajera se hizo un lío con tu nombre.
Su corazón dio un vuelco, súbitamente ya no sentía las piernas cansadas sino llenas de adrenalina y el estómago adolorido se revolvía de una manera por completo positiva.
Zayn le entregó el vaso de cartón que llevaba un nombre que empezaba con N pero distaba de ser el suyo, tomó asiento y le sonrió a modo de saludo.
Tenía el cabello corto, tan corto que Niall sintió la necesidad de acariciarlo solo para sentir cosquillas en la mano, iba mejor vestido que él y por el cuello de la camisa que no estaba del todo abotonada era posible ver nuevos tatuajes pero incluso con esos evidentes cambios Niall se centró en su mirada, parecía tan nueva pero familiar.
—Perdón por la tardanza —murmuró sin saber que más decir.
—Está bien, yo te hice esperar un año —bromeó Zayn.
Niall no pudo evitar reír, era el mismo Zayn de toda la vida pero justo en ese momento le parecía la persona que más ansiaba conocer.
—Lo siento por eso —añadió Zayn, Niall sabía a que se refería.
—Lo entiendo, era lo mejor para ti —eso había sonado más agresivo de lo que pensaba, no quería sonar así.
—Para ambos.
Ninguno dijo nada por un rato, el sonido del trafico, la gente y las aves que cantaban en algún lugar era lo único que ambos escuchaban.
Al fin estaba sucediendo y no era tan malo, pero Niall temía que fuese una despedida, que esa fuese la última vez que se veían y todo el rato transcurriera en silencio, quizá Zayn se había convertido en una de esas personas que creían que un silencio era más valioso que una charla pero Niall no, tenía que hablar.
—¿A qué viniste? —preguntó sin rodeos.
—A verte.
Oh, ¿no podía Zayn decir algo torpe y fuera de lugar? No podía mantenerle el paso a este nuevo chico pero tampoco podía mandarlo al carajo de una manera tan sencilla, y no quería.
—No me digas que te vas a casar —pidió Niall, pero su tono de voz era más un ruego que una broma.
Zayn rio y finalmente le dirigió la mirada.
—Te ves bien —le dijo procurando ignorar las arrugas en la tela gris de sus pantalones.
—Entonces ¿sí te vas a casar? —no podía quitarse de la mente la idea de que Zayn solo le llevaba la invitación a su super secreta boda en su mansión en Francia.
—No, siendo honesto no pensé en traerte un anillo, no creí que lo aceptaras en este momento, pero traje algo.
Niall sonrió con incredulidad, ¿había insinuado lo que creía? Probablemente se iba a desmayar en cualquier momento. Zayn metió la mano en el bolsillo de su abrigo y la llave del anterior apartamento de Niall apareció en su palma.
—Aún la tienes —mencionó Niall negándose a tomarla, le dio un sorbo al café y se resistió a hacer una mueca, estaba caliente como el infierno.
—Siempre la guardé —sonrió Zayn y dejó de estirar la mano—. Me recordaba que tenía que cumplir algunas cosas antes de volver.
De nuevo ambos guardaron silencio y Niall no entendió del todo el significado de sus palabras.
—Niall, siento haberme ido de esa manera y siento no haber llamado en todo este tiempo.
Sentía que el mundo alrededor iba demasiado rápido porque escuchar a Zayn pronunciar su nombre de nuevo le afectó más de lo esperado, había escuchado el resto de la oración pero no terminaba de entenderla.
—Lo hice porque no merecías cargar con todas mis dudas y te extrañé cada segundo, pero sabía que si escuchaba tu voz al menos una vez iba a regresar a la primera oportunidad incluso si no había terminado de resolver todo —se detuvo un par de segundos ante la atónita mirada de Niall—. Te quiero, siempre lo he hecho.
Niall intentaba hallar un significado lógico a todas esas palabras, las había escuchado fuerte y claro pero dudaba si las había alucinado.
—¿Sí dijiste todo eso?
—Cada palabra —asintió Zayn con una sonrisa.
—Ya.
Zayn necesitaba escuchar una respuesta pero Niall parecía muy concentrado en su bebida y en los carros que pasaban frente a ellos y los segundos se convirtieron en minutos.
—Te extrañé —mencionó finalmente cómo si estuviera reacio a decirlo.
—También yo.
—Pero me alegra que te hayas tomado el tiempo para despejar tus dudas —admitió y lo pensaba en verdad, estaba feliz de que Zayn ya no fuese ese muchacho que se cuestionaba todo y que asumía que todo era su culpa pero no estaba del todo seguro de como terminaba de encajar en esta nueva vida que Zayn parecía llevar.
Niall volvió a quedarse callado, ojalá se le hubiera hecho más tarde así no tendría que estar sentado en ese banco junto a Zayn sin saber que decir ni a dónde iba esa conversación.
—No has terminado de entender lo que quise decir ¿verdad? —preguntó Zayn con la paciencia de quien le explica a un niño lo que está pasando, recibió un sincero asentimiento como respuesta.
Zayn suspiró casi con diversión.
—Niall me fui porque no quería lastimarte pero apenas estuve lejos de ti entendí que hacía todo eso porque quería ser una mejor persona para ti, sé que ha pasado tiempo, quizá demasiado, pero no podría vivir en paz si no volvía a verte, si no intentaba una última vez que fueras parte de mi vida. Siento todo lo que te hice pasar pero quiero que al menos volvamos a ser amigos, entiendo que es muy probable que tus sentimientos hayan cambiado pero siempre podemos ser amigos ¿no?
—Te esperé un año —dijo Niall esperando que esa oración expresara todo lo que quería decir.
—Lo sé.
—Todos los días esperaba que me llamaras pero nunca lo hiciste, todo el tiempo pensaba que no ibas a volver nunca, creía que me considerabas una carga o que tendría que conformarme con besar a desconocidos en fiestas porque no iba a encontrar a nadie que me hiciera sentir como tú y ahora vienes tú a decirme que quieres que seamos amigos.
Zayn hizo una mueca, no sabía que Niall se había sentido de esa manera pero entendía si no lo quería volver a ver.
—Estás por completo loco si crees que voy a aceptar que seas solo mi amigo —rio Niall incrédulo—. Te fuiste un año, no voy a dejar que pase otro sin besarte cada mañana.
La tensión con la que Zayn había escuchado la respuesta se evaporó en un segundo, ni en el mejor escenario que había imaginado Niall decía esas palabras y sin embargo acababa de suceder, todo eso realmente había sucedido y no pudo evitar acercarse a besarlo con toda la euforia que sentía.
Era un beso suave pero tan feliz que Niall sintió ganas de llorar, había extrañado tanto sentirse de esa manera, sentir que el mundo bajo sus pies estaba en orden porque estaba con la persona correcta y que todo iba a estar bien, todo estaba bien. Zayn no quería separarse de Niall ni un segundo más pero se alejó un poco para sonreírle.
—Entonces Niall ¿aceptas salir conmigo?
Niall solo rio un poco y lo besó de nuevo. Al fin estaban bien.