El profesor Aizawa no tuvo inconveniente con que la chica se presentara siempre y cuando no interviniera ni afectara a sus propias clases.
Cuando Shinsou le pidió a Aizawa que le permitiera que la chica asistiera a los entrenamientos él pensó que ella también querría entrenar pero le sorprendió bastante que ella sólo quisiera ir a ver, Shinsou le dijo lo importante que había sido para él el apoyo que había recibido de la chica y que quería que ella estuviera ahí en cada paso que él diera.
- Quiero que se sienta orgullosa.
- Entiendo.- Dijo el mayor.- Aunque por lo que veo ella ya te sigue con devoción.
- Soy afortunado.- Admitió el chico.- Ella no me tiene miedo.
- Está bien, puede venir, si es capaz de aguantarnos el paso.- Dijo haciendo referencia a las carreras matutinas que tenía planeadas para empezar a fortalecer la condición del chico.
No comenzaron con combate desde el principio, primero fue el entrenamiento físico que a ojos de T/N no era nada piadoso, Aizawa lo citaba cada mañana a las 4 en punto para salir a correr largas distancias.
Shinsou y ella se reunían a las 3:30 AM en su barrio y se dirigían al lugar acordado.
Ella los seguía en su bicicleta como cuando Shinsou entrenaba para el festival, aunque no lo admitiera el profesor encontraba adorable que aquella niña le siguiera con tanto entusiasmo a todas partes, incluso cuando los caminos que recorrían eran algo difíciles de circular y al final del entrenamiento ella también se mostraba agotada pero nunca dejaba de llevarle su bote de agua o pequeños bocadillos que le ayudaban a recobrar la energía.
El profesor creyó que los largos entrenamientos terminarían por aburrir a la chica que permanecía sentada observando pero T/N asistía religiosamente a cada uno de los entrenamientos equipada con agua, comida, un kit de primeros auxilios y una cursi pancarta con el nombre del chico.
Se sentaba en el lugar con sombra con la distancia más prudente y la mejor vista.
Desde las largas jornadas corriendo en las que tenía que seguirlos en bicicleta decidió comenzar cambiarse de ropa para asistir ya que los entrenamientos pasaron a ser después de clases, reemplazaba el uniforme por un atuendo más cómodo, unos shorts holgados de aspecto deportivo, calcetas y tenis, playera de algodón y una gorra con vicera parasol, ésto porque el profesor era muy creativo en cuanto a los lugares de entrenamiento y ella quería estar preparada para cualquier reto físico que se le presentara.
- Vamos Hitoshi...- Leyó el profesor en la pancarta de la chica quien la alzó inmediatamente cuando durante el entrenamiento de combate cuerpo a cuerpo el pelimorado fue derribado. Aizawa esbozó una sonrisa entre burlona y enternecida.- Al menos ya tienes una fan, levántate.- Ordenó dando un paso atrás y colocándose en posición.
- Ella siempre ha creído en mi.- Dijo Shinsou imitandolo.
- Es una bonita pancarta.- Admitió el profesor antes de lanzarse al ataque.
T/N observaba nerviosa como intercambiaban golpes. En todo el tiempo que llevaba Shinsou entrenando nunca había logrado siquiera tocar al profesor.
T/N que había visto el entrenamiento desde el comienzo estaba gratamente impresionada y orgullosa del progreso de su novio pues éste se estaba haciendo cada vez más fuerte y aunque aún no fuera capaz de derribar a su profesor o de asestarle un golpe se notaba bastante más ágil al esquivar y mucho más capaz de resistir el tiempo luchando.
Entonces inesperadamente Shinsou logró dar un golpe a su entrenador, éste volvió a derribarlo casi inmediatamente dando por terminado el entrenamiento y ayudándole a levantarse entre felicitaciones sinceras aunque poco entusiastas en comparación con las de la chica que inmediatamente saltó de su asiento y agitaba la pancarta dando saltos de forma efusiva.
- Ve.- Le dijo el profesor al chico que miraba a su novia con ternura. Le dió una palmadita en la espalda y se fue.
El chico corrió a abrazar a su novia la cual dejó caer la pancarta para abrazarlo por el cuello. La alzó en sus brazos y dió un par de vueltas para luego volver a colocarla en el suelo.
"Eso fue increíble, él no se lo esperaba" Decía con emoción. " Lástima que el entrenamiento acabara justo en ese momento pero sé que lo harás de nuevo la próxima vez."
Él río ligeramente acariciando su mejilla.
- Creo que tiene que ver con que tengo a la mejor animadora de todas.- Dijo de forma calmada.
"Me hace muy feliz que finalmente veas los frutos de tu esfuerzo."
Él volvió a acariciar su mejilla para luego ayudarle a guardar todas sus cosas y tomar su mano.
- Volvamos ya, la tarea no se va a hacer sóla.- Debido a que los entrenamientos consumían mucho tiempo después de clases y ella no tenía obligación de estar en ellos él le ayudaba a la chica con sus tareas al volver a casa y así se aseguraba de que ella no se atrasara por su culpa.
Pasaban las tardes en la sala de la casa de la chica resolviendo juntos las tareas que les habían dejado, era de utilidad que estuvieran en el mismo grupo ya que eran las mismas tareas.
Los padres de T/N se alegraban de ver a su pequeña interactuando con aquel muchacho de forma tan natural y aunque les parecía poco conveniente lo de su relación no se atrevían a intervenir ya que su hija se veía bastante feliz.
Acabada la sesión de tareas de ese día Shinsou se despidió de sus suegros y la dulce T/N para volver a casa.
Ese golpe que logró darle al profesor se sintió como un gran salto hacia su meta aunque a pesar de estar feliz por ello también tenía miedo.
Si lograba ser transferido eso implicaría separarse de T/N, no sería el fin de su relación, por su puesto que no, pero no quería dejarla sola, ella ya había estado sola antes y podría sobrevivir pero él conocía esa vida en soledad y no quería que ella volviera a ello cada día puesto que de ser transferido al curso de héroes también tendría que trasladarse a las residencias de la academia.
Los sucesos recientes que involucraban a la liga de villanos habían obligado a la academia a tomar medidas y de mudarse a la residencia ya no podría acompañarla de vuelta a casa ni hacer las tareas con ella.
Tenía miedo de que esa distancia terminara por separarlos definitivamente.
"¿Estás bien?" Le preguntó la chica una tarde de sábado en la que paseaban juntos por una plaza del centro.
- Sí, sólo pensaba.- Respondió.
"¿En qué?"
- En qué no quiero separarme de tí.
" No entiendo. ¿Alguien intenta separarnos?"
- No es eso. Es que cada vez me hago más fuerte en los entrenamientos con Aizawa Sensei y temo que si me transfieren estaremos lejos.- Admitió.
Ella parpadeó un par de veces dándose cuenta de lo que aquello significaba.
"Es tu sueño, no puedo pedirte que elijas entre lo que siempre haz deseado y yo." Dijo con la mirada triste pero luego su semblante cambió a uno alegre. "Aún así yo estaré siempre dispuesta a intentar que lo nuestro siga funcionando, si tú me apoyas cómo haz hecho hasta ahora podremos superarlo."
- ¿En verdad estás dispuesta a algo que podría calificar como relación a distancia?
" Claro que sí." Respondió. "Yo te quiero."
Él le sonrió dulcemente acariciando su mejilla.
La mirada de la chica se distrajo por una burbuja que pasaba.
Provenía de un grupo de niños que jugaban cerca a hacer burbujas.
La burbuja se posó sobre la nariz de la chica y reventó.
Ella rió con ligereza y él sonrió por la adorable escena.
El señor que las vendía se encontraba cerca así que Shinsou le hizo señas de que esperara y fue con el hombre.
Volvió con dos botecitos de jabón para burbujas y le dió uno a ella.
Ella muy emocionada lo recibió y luego de agradecerle comenzó a soplar con destreza las burbujas más grandes y perfectas que él hubiera visto.
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