Otro día más en la caótica ciudad, el abogado de dudosa moralidad miraba a su edificio, no recordaba la razón pero al parecer hizo algo que causó el enojo del menor de los Gambino y este envío a José a explotar el maldito edificio, por suerte Toni se ofreció a pagar los daños, pues Carlo ni podía ni mucho menos quería hacerlo.
Salinas finalmente entró al edificio recién restaurado, al menos se agradecía que el lugar se viera mucho mejor de lo que antes de todo el caos estaba, sin más que hacer tomó su teléfono y procedió a marcar el número de su prometido así podrían hablar un poco.
- Hey Salinas ¿Cómo estas? - respondió el rubio
- Bien, bastante bien
- ¿Ya estás en tu despacho?
- Si llegué hace poco
- ¿Todo bien con el despacho?
- Si por supuesto, no hay ni huella de lo que pasó aquí
- Me alegro, aunque eso me costó un huevo de dinero cabron
- Eso reclamaselo a tu hermanito y tu empleado que se volvieron locos
- También te digo, algo habrás hecho
- Yo no hice nada... O al menos eso creo, ya sabes que tu hermano me odia a muerte y busca cualquier excusa para intentar acabar conmigo
- Solo es un poco testarudo pero ya hablaré con el ¿te parece?
- Si por favor, es urgente que deje de estar deseandome lo peor
- Vale, vale sólo que será después que ahora no se encuentra conmigo
- ¿Dónde está?
- Seguramente en el casino
- ¿Entonces estás solo?
- Si... ¿Quieres que te haga una visita?
- Claro, por supuesto que puedes... Ya sabes para convivir un poco
- Si eso estaría bien... Nos vemos en unos minutos
Toni colgo la llamada, Salinas por su lado comenzó a hacer un poco de limpieza en el lugar y a acomodar los muebles nuevos y aquellos que no habían salido del todo dañados, justo cuando iba por la midad de la limpieza se dio cuenta de que realmente estaba esforzándose en ordenar todo y ello se debía simplemente a la visita del rubio.
Le parecía algo un poco curioso, es decir Toni ya antes había visto lo peor de él, desde lo asquerosa que lucía su habitación como también la poca profesionalidad del despacho en sí, entonces ¿Por qué se estaba esforzando en dar una buena impresión a alguien que ya le había visto en la mierda? ¿Acaso algo estaba cambiando entre ellos?
Salinas se quedó pensativo, tal vez realmente exista una pequeña posibilidad de que se sienta atraído por el rubio o algo así, y si evidentemente fuese el caso, eso no tendría nada de malo ¿verdad? Al fin y al cabo, ese chico sería su pareja sí o sí.
El hombre se acomodó las gafas para enseguida continuar moviendo cosas, mientras asu vez seguía con sus pensamientos, tenía que admitirlo Toni era un chico elegante, en ocasiones algo inocente pues a menudo no entendía las bromas cochinas que su hermano hacía, cosas como referencias al porno ni que decir, Salinas las captaba de inmediato mientras que el pobre rubio no tenía ni la menor idea de que se referían.
Claro que Toni tampoco era un santo, sino más bien simplemente era menos degenerado que su hermano y el propio Salinas y por ende desconocía muchas cosas, ahora que lo pensaba Salinas debía agradecer al cielo que a quien le robó el beso fuese al menos Toni y no su hermano, de lo contrario estaría muerto desde el momento en que eso sucedía.
Pronto escuchó como tocaban el timbre del despacho, por lo cual el abogado salió de inmediato, encontrándose con el rubio dueño de sus pensamientos, el chico le saludó con una sonrisa y un pequeño beso en la mejilla.
- Toni... Hoy estás muy amable - mencionó el pelinegro al acariciar la mejilla que había sido besada
- Yo siempre soy amable Salinas, soy un buen hombre
- Si claro, adelante pasa
Toni caminó por el lugar, mirando a todas partes para examinar el sitio, Raúl simplemente se dirigió a su escritorio en lo que su chico terminaba, al menos había arreglado más o menos las cosas y no parecía el desastre que comúnmente tenía.
- Todo se ve bastante bien Salinas, a ver cuanto tiempo te toma echarlo a perder - comentó el rubio al regresar donde el abogado y tomar asiento
- Todo estará bien siempre y cuando tu hermanito no venga a joderme de nuevo
- Es que tu solo te buscas los problemas
- ¡Pero yo o no hice nada! ¿O sí?
- Hablé con Carlo por teléfono, el dice que te sobrepasaste conmigo y por eso hizo lo que hizo
- ¿Y tu le crees?
- Bueno Salinas tu no eres precisamente la persona más pura del mundo
- Toni... Me duele mucho que desconfíes de mi, yo que soy tu fiel compañero de vida y que lo doy todo por ti, yo quien siempre vela por tu felicidad y cabe recalcar que nunca te he faltado el respeto
- ¿No estás olvidando algo en tu pequeño discurso? - mencionó el rubio levantando las cejas - Salinas por dios ni siquiera estamos casados aún, no te hagas el marido dolido que no te queda en lo absoluto
- Si es cierto que todavía no hacemos la unión como tal pero a pesar de eso... Ten en cuenta que realmente haré lo que tenga que hacer para que seas feliz - dicho esto Raúl tomó la mano del rubio
- Eso suena muy bien, veremos la clase de marido que serás, pero dejame decirte que a la primera estupidez que cometas estando caliente como el viejo guarro que eres, sufrirás la furia de una familia italiana
- ¿Qué quiere decir eso?
- Pues simplemente... - el rubio extendió su brazo y jaló de la corbata al otro para atraerlo - que para nosotros la familia y la fidelidad es algo muy importante... Si tu te atreves siquiera a mirar a otra mujer o otro hombre, no vas a volver a ver la puta luz del sol y lo que llevas entre las piernas desaparecerá y no quiero decir la forma horrible que sucedería - mencionó usado un tono de voz sumamente tranquilo, mientras daba un par de caricias al rostro del hombre
- ¿Es normal que me sienta excitado en este preciso momento?
- Madre mía con la leche - comentó el rubio al soltar su agarre y acomodarse como al principio en su asiento
- Bueno es que nunca me imaginé que fueras así de celoso
- Algo sabías cuando nos conocimos ¿no? Ya sabes mucho cuidado Salinas, tu solo debes mirarme a mi
- Que tóxico suena eso... Lo malo es que me gusta mucho
- Que sucio eres de verdad ¿ves por qué no dudo de lo que me dijo mi hermano? Si es que eres una puta fábrica de leche, no sé que hice para merecer esto... Es verdad en realidad es lo que tú hiciste
- Si y así como tu exiges fidelidad yo también la pido, tu pronto serás mío, vivirás conmigo y dormirás solo conmigo así que ya sabes... ¿Cariño?
Toni simplemente soltó una pequeña risa ante el comentario del abogado, pretendiendo parecer un hombre duro, pero aquella imagen simplemente no le quedaba.
- Suficiente por hoy Salinas, solo sigamos como hasta ahora y esperemos que las cosas salgan bien
- Bueno hay que poner ambos de nuestra parte, solo espero que puedas realmente hacer algo con Carlo antes de que de verdad me mate
- Lo intentaré, pero créeme que es increíble el asco que te tiene, nunca le había visto odiar a alguien tanto como lo hace contigo
- Eso no es algo de que enorgullecerse Toni
- Carlo es complicado... Pero sé que simplemente es así porque de verdad quiere que yo sea feliz y también te digo es normal que dude tanto de ti si nada más tienes que pensar en tus acciones
- Pues yo le cerraré la boca - habló mostrándose con determinación - voy a enseñarle a tu hermanito estúpido que yo soy el mejor esposo que podrás tener, serás muy feliz a mi lado, tan malditamente feliz que sentirá envidia, te haré de comer todos los días, tendremos un michi, nos daremos muchos besos y cogeremos un chingo
- ¿Cómo? - Toni comenzó a reír por las palabras del abogado y la forma en que se exaltaba al decirlas
- Perdón me dejé llevar - dicho esto Salinas sacó de su bolsillo unas cuantas golosinas y se las ofreció al rubio - no tengo más que esto para ofrecerte ahora
- Encantado de aceptarlas - el rubio sonrió ante el pequeño gesto por parte del pelinegro
Salinas escuchó su teléfono sonar, era una notificación de mensaje al abrirla, se encontró de que era por parte de Carlo.
"Por alguna razón me siento increíblemente enojado"
"Así que por si acaso"
"Jodete Salinas"
"JODETE"
Salinas simplemente guardó el teléfono sin responder, ya no iba a darle importancia al berrinche del hermanito menor, después de todo la única cosa que realmente merecía su completa atención, era su relación con Toni. Las cosas parecían marchar poco a poco, pero de una forma muy agradable, siendo así que cada vez la idea de casarse ya no le parecía tan mala idea.
Continuará...