Si me quieren contactar escríbanme a instagram por esta cuenta: celeste.francia
Esta es la que estoy usando por mientras instagram vuelve a funcionar en mi país y me deje entrar a mi cuenta. <3
-----------------------------------------------------------
−No puede ser.
−Mi ciela, la realidad es que sí puede ser.
−Más de alguna vez ambicioné tener poderes y poder destruir todo a mi paso ¡y ahora mírenme! Es increíble.
−Es demasiado para que me lo pueda creer. Oigan... ¿será esta la única habilidad que tengo?
−Siempre hay más de una −interviene Rex.
−En ese caso soy el doble de increíble −Dax adopta una postura de superficialidad y brusco ego.
−¿Significa que también puedo desaparecer científicos malvados? −digo soltando una risilla de niña pequeña entusiasmada.
−¡Sí! −Rex me sigue la corriente.
−¡Déjenme salir! −unos gritos desesperados llegan a nuestros oídos, estoy segura de que provienen del armario.
−Maldita sea ¡necesito aire! −esto solo hace que me estrese aún peor.
−Bien chicos, acerquémonos lentamente, esto se puede tratar de un señuelo por parte de Blackstore, ya que, si mandaron a R7, significa que saben de nuestras intenciones.
El que Rex haya mencionado el nombre de experimento que le dieron a mi difunta hermana gemela, solo hace que me lamente horrible. Ella me odiaba por ser la favorita de mi padre, porque la basura de mi difunto padre, no se dignó en reconocerla como su hija, el dolor se condensó en ella, por ello hablaba tan mal de Junne, por ello me detestaba a mí.
Tengo que admitir que esto, me hace sentir culpable, aunque no lo sea, desde que llegamos al cuarto de vigilancia he tratado de disimular todo.
−Bien, bajen de las camillas sin hacer mucho ruido, caminamos y al estar bastante cerca lo abrimos, en caso de que sea una artimaña, debemos tener preparados nuestras habilidades.
Atendemos al llamado, vamos bajando cuidadosamente de las camillas, lo único que suena es el sonido de nuestros pies aterrizando en el suelo. Caminamos en puntillas como en las películas de espionaje o en las de detectives, por fin estamos en frente del armario metálico beige.
−¡Shh! −Rex sitúa su dedo sobre sus labios a modo de total silencio.
Con cuidado toma el agarradero de metal y lo jala fuerte.
Rex, Dax y yo, estamos en posición de ataque, pero es en vano, más bien no se trata de ningún señuelo, este es otra victima... Y... Esperen... Ay no.
Creo que esta es una de las peores circunstancias para recordar el meme del monito de peluche que dice "ay no", pero bueee, es inevitable.
−¡Tanto costaba abrir una maldita puerta!
−¿Leoncio? −digo aún, haciendo el ridículo en posición de ataque, reacciono y me reincorporo.
−¿Beth?
¡Claro! ¿Cómo no pude reconocer esa voz? ¡Es Leoncio! El chico que conocí en ya no recuerdo qué clase, pero el pobre está con tape gris adherido a sus manos, juntos con una soga, vaya malditos, con mis amigos nadie se mete. Aparte el pobre parece tener golpes en la cara, son leves.
−Leoncio, tienes que tranquilizarte, yo te explicaré todo si quieres con lujo de detalles −trato de no usar el "yo te lo puedo explicar" porque solo hace ver culpables a las personas−. Solo te diré, primero que nada, que somos los buenos ¿sí? −Leoncio asiente−. Mi amigo que está a la par, se encargará de liberarte, no te preocupes, no es peligroso.
Bueno, sí lo es porque puedo asesinar a alguien con tan solo pensarlo, pero, ni al caso.
Rex se encarga de quitar todo objeto que le impida a Leoncio moverse.
−Bien, deja te explico −le digo mientras yo y Rex lo ayudamos a salir del armario.
−Espero que se algo lógico.
Ay mi pana...
−Rex, dale de comer a los niños, por favor.
−Está bien, de una −Rex desaparece de la habitación como fantasma.
−Dime que tú también viste eso, y tú −Leoncio nos señala asustado.
−No pasa nada, si lo vimos, ya te explico, pero por favor jura que esto no saldrá de aquí.
−Palabra de nerd apuesto −alza su mano como gesto de lealtad.
−Solo no te me vayas a desmayar.
−Me pondré detrás de él por si acaso. −Dice cumpliendo lo dicho.
−Esto es tan extraño para mí como para ti. Hace dos años lamentaba haber perdido a la que era mi hermana mayor, resulta ser que ella llevaba una doble vida, además de doctora, era una maniaca científica. Esta es una organización que compra niños de un orfanato, los cuales usa para experimentar en ellos, el que estuvo acá, más los chicos que estaban cerca de mí en la clase y unos gemelos estuvieron en manos de este lugar por un tiempo, por fortuna lograron escapar. Me di cuenta de todo este rollo cuando Matt, el más poderoso de ellos, llegó a mi hogar, los otros cuatro llegaron después.
−No. Puede. Ser −dice Leoncio, estupefacto a su totalidad.
−Ay amigo, esa frase la he dicho y pensado tantas veces que ya se ha vuelto mi favorita, desde que conocí a los chicos, me he dado cuenta inclusive de cuestiones que creía imposibles en el universo.
−¿Hablas de esas cuestiones de poderes, dimensiones, villanos y toda la onda? −dice realzando el brillo que empieza a nacer en sus ojos.
−Claro, de ese y mucho más −le muestro mi mejor sonrisa a boca cerrada.
−¡Ay! No lo puedo creer, después de tantos años buscando una señal del universo, rezándole a todas las religiones y poniendo volitas ¡por fin me escuchaste! −Leoncio señala al cielo, lo mira con furor, bueno, en realidad mira el techo, pero ya saben a lo que me refiero. Esas putizas valieron la pena −dice sobándose el lado derecho del rostro, más que todo, su pómulo.
−¿Beth?
−Si dime Dax.
−¿No es ese el tío de Matt? ¿Darius Frolov?
Tan pronto como señala la televisión, mi corazón da un vuelco exagerado, en la cinta de noticias dice, que Darius ha sido arrestado, la demanda fue puesta por su propio hijo.
−¡Súbele! Bajo el está el control remoto. −señalo la encimera bajo el televisor, me percato de que Rex está alimentando a los niños con unos jugos de cajita y unos negritos, es un biscocho de chocolate ¿a qué niño le gusta el chocolate?
Dax se apresura a subir el volumen del canal, la presentadora informa lo siguiente.
"La corrupción no cesa, hoy, nos han llegado los informes de el presunto caso de Darius Frolov, empresario exitoso con su línea de muebles y demás para el hogar. El "magnate hogareño" como muchos le suelen llamar, usó buen la fortuna de su difunto hermano como inversión en su compañía, la cual pertenece al joven Matt Frolov según el testamento de su hermano. Darien Frolov ha declarado dicho acto impuro en la estación de policía #12 de la cuidad de Samara con las respectivas pruebas en mano".
"Estas fueron las palabras del joven: "Fue anoche, alrededor de las 7:00 pm que descubrí todo, estaba buscando unos papeles importantes de mi matrícula en Desson, al tomarlos de encima del un estante por accidente dejé caer un sobre de manila al suelo, estaba escondido entre diversos papeles, documentos, etc., era imposible que lo notara. Lo tomé y lo abrí, saqué el papel que llevaba dentro, el testamento de mi tío. En ese entonces, quería gritarle a mi padre lo mucho que lo odio ahora, pues el me dijo que toda esa fortuna era de las cuentas que nos heredaron los abuelos y de su primer proyecto; investigué, y por lo visto las dichosas no existen al igual que mi confianza hacia él, desde ya". Esas fueran las declaraciones del joven Frolov, nos ha mostrado al menos que a diferencia de su padre, tiene un buen corazón, y no se deja llevar por la fortuna. El joven Darien anda en busca de su primo Matt Frolov, el auténtico dueño.
−Al menos las cosas empiezan salir bien −dice Dax con enorme optimismo plasmado en su rostro.
−Algo es algo, después le avisamos a Matt.
−¡No! ¡Noooooo!
−¡Por favor nooo!
−¡Aaaaaah!
−¡Malditooos!
Escuchamos gritos desgarradores afuera, Rex corre a la puerta y la abre de golpe, Herodo y Hellier pasan haciendo señas extrañas con sus manos, me imagino que ha de ser la manera en que controlan sus habilidades, volteo a ver al suelo, es sangre y otras partes humanas que ni quiero describir. Gracias al cielo que no estudio para cirujana.
Le digo a Dax que se quede con Leoncio, él no soportará ver este panorama vestido de rojo.
Salgo junto a Rex, no tengo idea de lo que hice, pero deseé verlos inconscientes para que no escucharan nada y no se pusieran de correr ¿y qué creen? Ahora están en ese mismo estado.
El pasillo es extenso, volteo un poco y miro Matt junto a Asher trabajando juntos para desintegrar un grupo extenso de científicos aglomerados, de las manos Matt sale una luz blanca, al parecer eso funciona como un desintegrador personal; sus ojos están grises a su totalidad.
Los científicos y científicas que van siendo desintegradas desaparecen sin dejar rastro.
Asher, por otro lado, detiene a cada científico y científica que se le quiere abalanzar a Matt con arma de fuego e incluso un bisturí.
Poco a poco ese lado se va vaciando, aprovecho para correr y pasar por cada una de las salas, la mayoría están vacías, en una hay dos niñas, en la penúltima hay como cinco.
Me aterra entrar a la última, ya que, en las películas de terror, entrar a la última habitación significa peligro y perdición.
Una científica, un poco más joven que las otras que he logrado ver, sale apresurada de la sala, tanto es el apuro que ni piensa en cerrar la puerta.
Mira con desespero al lado opuesto de donde estoy yo, cuando me mira directo a los ojos, logro reconocerla.
Y no me la quiero creer.
Y deseo que este solo sea un efecto secundario del suero.
Pero si hablamos de la verdad, no se trata de efectos secundarios.
Es la pelirroja de Desson, la misma chica pelirroja que vimos en dicho lugar cuando fuimos a inscribirnos.
La misma que me miró mal cuando iba algo lejos de ella, mientras ella platicaba con un chico en la fila para entrar a la dirección.
Es Samanta.
No pienso dos veces para tenerle piedad, menos ahora que puedo joderla a mi gusto sin interrupciones.
−¿No te duró tanto tiempo el teatrillo, hermanita? −le pregunto con una chispa pronunciada de sarcasmo, hago pucheros.
Esta mujer me provoca dos cosas: rabia y lástima.
−Beth... Yo...Yo... −titubea, su voz se debilita como el valor escaso que le sobra.
−Nada justifica lo que has hecho −le señalo furiosa, dos bombillos estallan detrás suyo, ella se sobresalta, mi estado no es el mejor ahora.
−Eres una desagradecida Beth, ¡yo quería que tú también fueras una de ellos! ¿No ves lo asombrosos que son? Estos experimentos valen la pena −trata de conseguir mi piedad, todo en vano.
−¿A costa del sufrimiento de niños inocentes? ¿Niños que tal vez algún día esperen ver a sus mamás o que alguien los adoptara? ¿Esos mismos niños que tienen heridas en su bracitos, porque no pueden defenderse de una porquería como tú y tus colegas?
−Son gajes del trabajo, Beth.
−¡Tus malditos gajes del trabajo me los jodo! −otro bombillo estalla, las otras luces útiles aún empiezan a parpadear, de pronto se siente bastante viento azotar las instalaciones.
−Eres una desagradecida, Beth −dice poniendo una mano frente a su rostro por la cantidad de viento.
A mí no me afecta, este suero hace de todo.
−Eres una perra malagradecida, eso es lo que eres.
−Tú eres una estúpida y patética persona que pretendía ser mejor que yo con mostrarle tus calificaciones a mi madre, qué poco de tu parte. Cariño mamá me adoraba más a mí que a ti, y seguro lo sigue haciendo, no me extraña, cualquier persona se desmotivaría teniendo una hija como tú.
En otros tiempos, eso me hubiera atravesado cuan astilla clava en el corazón de un vampiro.
No duele, ni un poco, aprovecho para reírme de la situación, como la gloriosa Maléfica lo hace.
−Si piensas que con tan poca cosa como tus repugnantes palabras me harás sentir mal, la que está mal, la que es lamentable, eres tú ¡vaya! No creía que tan... Poca cosa se pudiera elevar hasta las nubes ¿te crees mejor por maltratar infantes? ¿Por dejarlos sin comer? ¿Causarles desnutrición? Si te sientes mejor por eso, querida, solo eres una mierda más en la sociedad. Eres de esas pobres tragedias que se sienten dichosos por conseguir una fortuna haciendo trabajos sucios o mandándolos a hacer, pues si bien es cierto las personas como tú muestran su cara fingida de santa a los demás y no muestran lo que hay detrás del telón. Junne se enterará de todo lo que hiciste.
−Ni se te ocurra −me señala, lo tomo como una amenaza barata.
−Tarde. Ya se me ocurrió. −digo mientras improviso y trato de sacar alguna otra habilidad, lo cual resulta fructífero.
De mis dedos comienzan a salir pacientemente partículas negras, en conjunto son un polvo negro, ese mismo polvo logra llegar a los orificios nasales de algunos de los colegas de Samanta. Uno a uno caen, no resistieron el polvo, significa que es venenoso.
−A ella −impero hacia el polvito negro, este, como si tuviera vida propia se dirige hacia Samanta.
−¡No! ¡Nooo Beth! −llora como toda cobarde cuando ya nota que el asunto no tiene solución.
Pero ya estoy decidida, allá afuera hay suficientes bestias llamadas "seres humanos llenos de codicia, avaricia, envidia, y los demás pecados capitales encarnados en ellos" como para que deje suelta a una más.
Samanta comienza a presentar señales de asfixia, pide a gritos oxígeno con solo sus gestos, todo en vano. Pronto cae de rodillas, presiona su pecho como si eso fuera su única alternativa para sobrevivir. En sus últimos segundos de vida me voltea a ver.
−Mira este rostro, porque sin duda será el último que veas, el mismo que recordarás cada día de tu miserable vida en el más allá.
Ahora lo que necesito es salir de aquí con todos los niños y los chicos, si es que ya acabaron con los otros estorbos.
−Listooo, ya no queda ningún imbécil de bata blanca con vida −asegura Asher.
−En efecto. −le sigue Matt.
Rápido, reúnan a los demás niños y niñas, tenemos que llevarlos mañana a una casa hogar, la que está cerca de mi casa será mejor.
−Y... Díganle a Dax que venga... Solo a Dax. No quiero que Leoncio salga y vea toda las... Cosas, que están regadas en el suelo.
−Una disculpa por eso. −Dice Herodo.
−Disculpen, andábamos furiosos. −Justifica Hellier.
Asher aparece con Dax a su lado.
−¿Para qué soy bueno? −mira al suelo, o mejor dicho, las atrocidades que residen en el suelo−. Ay, ya veo −dice perdiendo el color de sus labios.
−¿Puedes hacer algo con eso? Bueno, te digo a ti, que seguro querías colaborar en algo.
−Gracias por tomarme en cuenta para limpiar las sobras, Beth −sale Mr. Sarcasmo.
−Tú sabes que alguien se debía quedar con Leoncio, a parte no querías ver personas desintegrándose ni gente siento desarmada de la nada.
−En eso tienes razón, no me quiero traumar más de lo que ya.
−Bueno, al menos no vas a tener tantas pesadillas como yo.
−Bien chistosita que eres, linda. Bueno voy a pensar qué puedo hacer con esto.
−¡Tengo una idea! −canturrea Dax.
Lo que veo a continuación no me lo esperé: Dax concentrando su mirada en ese revoltijo de partes humanas que hay tirado en el pasillo, todas esas empiezan a convertirse en cenizas por sí solas, más tarde pasan a ser solo carbón. Y, por si fuera poco, todo ese conjunto de residuos empieza a desaparecer para ir sepa Dios a donde, de manera sincronizada, tal vez a un basurero galáctico o qué se yo.
−¿Cómo te quedó el ojo? −me bromea mi mejor amigo jactándose de sus habilidades.
−Más que cuadrado, guapo −me rio de su arranque de superioridad, quién lo aguanta ahora que tiene habilidades.
Dax mira en la misma dirección donde yace el cuerpo de Samanta inherte, el mismo que no había notado por la pila de atrocidades en el piso.
−¿Esa es?
−¿La idiota bastarda de mi hermana que recibió al karma como niña llorona? Sí, es ella.
−Vaya, y nosotros creyendo que ya descansaba en paz.
−No Dax, con lo que hizo ni tan en paz ha de estar.
−Cierto, cierto.
−Apurémonos a traer a los niños junto con Leoncio para irnos.
−Si, está bien, pero primero, desaparécela a ella también Dax.
−¿Segura? −sus cejas descienden.
−Tan segura como que me llamo y Beth y mi ahora, en serio difunta hermana maltrataba sin piedad a niños inocentes sin sentir un ápice de lástima.
−Tienes razón.
Dax realiza el mismo proceso anterior con Samanta, primero sus restos se convierten en cenizas, luego en carbón, hasta que al fin desaparecen. Y no, no siento el mínimo remordimiento.
Cuando las personas te dañan tanto, si no te cuidas, te llegan a martillar el alma, tanto así que no vuelves a sentir ni lástima por ellas.
Primero fue Junne, luego mi ex, luego Samanta, luego Jensen, mi padre, la basura que tanto amaba y estimaba. Ese si fue un golpe bajo.
Otro rin desperdiciado de parte de la vida.
Pero bueno, que sea como lo demás, algo alucinante que pareciera no tener remedio y en realidad sí la hay.
¿Saben? Ahora siento en parte una pizca de paz, por saber que es mi primera vez en la vida que tomo cartas en el asunto sin ayuda de nadie, sin temerle a las posibilidades, solo arriesgando lo necesario e incluso más. Por primera vez me siento capaz de someter a los que atenten contra mi felicidad, porque antes, yo me enfocaba en la felicidad de los demás, porque según, hay que brindar amor por doquier, y sí lo he hecho, pero me olvidé por mucho de tiempo de regalarme el amor que merezco.
Y ninguna estúpida persona hará que eso se repita.
Ninguna. Maldita persona.
Al que no le guste, me importa un carajo.
Veo a los niños juntos a los chicos juntos muy bien reunidos, como una familia, salgo de mi "distracción mental".
−¿Por qué no me llamaron la atención babosos? −les pregunto riéndome, algo apenada.
−Te mirabas bien interesante, con el cabello ondeando en el aire, como justo ahora.
¡Rayos! No había notado que mi cabello estaba ondeando en la nada. Me encanta.
−Bueno, no se diga más, vámonos y el que pueda hacerlo destruya este lugar. −digo al acercarme a ellos.
−Para eso todos tenemos que pensar que el lugar se destruya y que luego no quede nada.
−¿Yo también puedo hacerlo? −inquiere Leoncio.
−Bueno Leo, si tú quieres puedes hacerlo, no nos ayudará que lo hagas, pero eres libre de pensar lo que desees.
−Auch, un no hubiera bastado −dice con cierto ímpetu.
−Bueno, ya, ya, pensemos todos a la cuenta de tres; uno, dos ¡tres!.
El lugar comienza a temblar, Matt nos envuelve en paquete con su niebla negra e inicia nuestro viaje de regreso.
-------------------------------------
¿Les gustó? jsjsjsjs <3