Maxi daba vueltas en su cama, no podía dormir.
Por más que lo intentara, parecía ser imposible.
Miró el reloj sobre la mesita de noche. Eran pasadas las tres de la mañana.
¿Cómo podría conciliar el sueño cuando había peleado recientemente con su novia?
Y lo peor, es que había sido su culpa. Pero es que... ¡Tenía motivos!
O al menos creía tenerlos.
Suspiró y cerró los ojos fuertemente.
Luego de algunos minutos, el sueño quería ceder. Con suerte caería dormida en algunos minutos.
Pero no.
Un fuerte ruido la "despertó" de golpe. Rápidamente sacó de debajo de su cama el bate de béisbol de emergencia.
Con algo de miedo pero rápidez se puso en pie y se dió la vuelta para encarar al posible intruso, sosteniendo con fuerza el bate en sus manos.
一¡Sal de ahí, cobarde!
一Auch...
Se escuchó una voz femenina y algo chillona.
La ventana estaba abierta y junto a ella, en el suelo, se encontraba la intrusa.
Claro. ¿Porqué siquiera se sorprendía? Se trataba de su novia, quien ahora se sobaba la cabeza con una mano.
Maxi suspiró y rodó los ojos.
一¿Además de infiel ahora robas casas?
Le preguntó, apuntándole con el bate.
Yakkie prontamente subió la cabeza y la mirada, viendo allí al amor de su vida en pijama.
Se trataba de unos pantalones flojos amarillos y una blusa de tirantes un tanto reveladora también amarilla, con estampado de pequeñas lunitas por doquier.
Yakkie dejó entonces de sobarse su cabeza golpeada y levantó las cejas varias veces, portando una pícara sonrisa.
一Puedo ser ladrona si se trata de robarte a ti, preciosura~
Lo próximo que vio fue blanco, o nada. Más bien fue un almohadazo en la cara que recibió.
一¡Cínica! ¡Te metes a mi casa a las tres de la mañana cuando tenemos una pelea aún vigente y encima dices eso! No tienes vergüenza, Yackeline.
一¡Oye! 一se quitó la almohada y finalmente se puso en pie一 ¡No me digas así! ¡Ese no es mi nombre! ¡No me gusta!
一Sé que no te gusta, por eso lo hago.
Yakkie suspiró.
一Ok, Maxi, sé que estás enojada...
一¡No me digas! ¿En serio?
一¡Si! Sé que lo estás porque me reclamaste muchísimo ayer, pero... ¡No lo entiendo!
一¿¡Qué no entiendes!?
一¡Eso! ¡No entiendo porqué estás tan enojada!
Maxi entrecerró los ojos, incrédula. ¿Acaso bromeaba?
一¡Eres horrible! ¿¡Te parece poco haber coqueteado con ese tipo en mis narices mientras estábamos en una cita!?
一¡F-fue un accidente!
一¡Le insististe!
一¡N-no tanto!
一¡TRES VECES!
一¡E... ESTABA EBRIA!
一¡MIENTRAS TE REÍAS Y GRITABAS: "¡Ufff, y eso que estoy sobria!" !
De acuerdo... Se le habían acabado sus pretextos. Y la verdad era que tenía esa pelea perdida desde que inició. Suspiró.
一Ok, ok... ¿Tienes ganas de pegarme con ese bate, no? Hazlo, anda, no me enojaré. Me lo merezco.
Sin mencionar que solo le saldría un chichón caricaturesco y ya está.
El enojo de Maxi subió todavía más con esa sentencia.
Estiró su brazo y el bate, alcanzando a tocar la cabeza de su novia con la madera de éste.
Yakkie cerró fuerte los ojos esperando el batazo.
Pero nunca llegó.
一Ganas no me faltan... 一suspiró también, retirando el bate y aventándolo al suelo finalmente.
Yakkie abrió los ojos y rogó.
一¡No! ¡No! ¡Por favor, hazlo! ¡Solo hazlo y ya!
一Nop 一se cruzó de brazos一. Quieres que lo haga para librarte de la culpa, pero no lo voy a hacer, Yakkie. Además de que nunca te lastimaría.
Yakkie estaba segura de eso, creía en sus palabras. Ya casi tres meses de relación se lo habían confirmado.
Y es que Maxi era un encanto de persona... Quizá demasiado para ella.
Unas pequeñas lagrimillas se asomaron por la comisura de sus ojos.
一Ok... Lo siento. Perdóname Maxi, ¡por favor! ¡Soy una estúpida! ¿Si? Perdón...
No se atrevía ni a mirarla mientras se sentía tan vulnerable. Solamente bajaba su mirada.
Maxi no quería ablandarse, definitivamente no. Pero... demonios. Esos sollozos tan adorables le estaban arruinando todos sus planes de seguir molesta.
Aveces se odiaba tanto a sí misma por ceder tan fácil.
Se sentó en la cama, y con una seña, le pidió a la Animaniac que también lo hiciera.
La chica así lo hizo, del otro extremo de la cama, del que estaba junto a la ventana.
一¿Te gusta ese sujeto? 一preguntó la más alta, de repente.
Con eso, Yakkie subió la mirada y aseguró:
一¡Claro que no! ¡A mí solo me gustas tú, Maxi!
一¿Entonces porqué lo hiciste?
一Yo... No lo sé... Creí que sería gracioso...
Maxi inhaló profundo y cerró los ojos unos segundos, tratando de no exhaltarse por esa respuesta.
Permaneció calmada.
一Yakkie... Era nuestro primer San Valentín juntas, era algo especial. No fue gracioso. Y... Me dolió.
Admitió, para voltear la mirada después.
Yakkie buscó su mirada pero no la obtuvo, solo encontró un rostro lúgubre y triste.
Había herido a su novia. A su encanto de chica y todo por sus locuras.
Esas lágrimas que hace rato amenazaban con salir, ahora sí salieron.
Pero Yakkie se cubrió pronto la cara con ambas manos.
一¡Soy una grandísima estúpida! 一se oyó entre el llanto一 ¡Por eso no puedo tener nada bonito!
Maxine podía manterse como una piedra, pero no ante el llanto. No ante el llanto de su novia. A la que por supuesto aún amaba y mucho. No, no podía más.
Se adentró más en la cama para llegar a su lado y colocar una mano en su hombro.
一Hey-
一¡No! ¡Suéltame, Maxi! ¡No merezco tu tacto! ¡Te hice sufrir, soy una idiota!
No quitaría las manos de su rostro, no mientras aún llorara.
Maxi soltó un largo suspiro.
Rayos. Aún estaba enojada pero no podía ver a Yakkie llorando, eso le dolía todavía más.
Así que a pesar de sus protestas, Maxi terminó de rodearla con su brazo y atraerla hacia su pecho en un abrazo.
Pasaron varios segundos de solo silencio y sollozos en esa posición hasta que Maxi decidió hablar.
一¿Yakkie?
一¿Mm? 一obtuvo como respuesta, entre hipos del llanto.
一Te perdono. ¿Está bien?
Yakkie soltó un llanto aún más grande ante esas palabras y se soltó a abrazar con mucha más fuerza a su querida Chica-Disney.
一¡MAAAXIIIIIIIII! ¡TE AMOOOOOO! ˢⁿⁱᶠᶠ... 一gritó alto, moqueando entre sollozos y viendo a la Goof con enormes ojos llorosos.
Maxi casi se cae para atrás, pues no se esperaba tal reacción.
一¡Shh! ¡C-c-cálmate, Yakkie! Baja más la voz, podrías despertar a mi mamá...
一E-es que Maxi... Eres tan dulce y yo no te merezco y...
一Shh... 一le colocó el índice sobre los labios, haciéndola sonrojar一 Si, si. Mejor dime realmente... ¿Porqué lo hiciste? ¿Solo porque creíste que era gracioso?
一Maxi, yo... En parte si, y en parte... Tengo miedo. Estoy tan asustada.
一¿Uh?
一¡Maxi, estoy asustada de perderte! ¡Tenía miedo de arruinarlo y lo arruiné! ¡Aún no puedo creer que tengo novia seriamente! Me pongo nerviosa, me da ansiedad y termino haciendo tonterías esperando que me ames al menos por hacerte reír pero... ¡No funcionó! Soy un fracaso y tampoco soy chistosa y ya no me amarás...
Nuevamente bajó la mirada, jugando con sus orejas y meneando la nariz.
Maxi oía todo con atención. Sintió que le estrujaron el corazón.
Jamás imaginó que una chica como Yakko Warner que se veía tan segura de sí misma tuviera esa clase de inseguridades.
Le acarició el hombro varias veces tratando de confortarla.
一Yakki... Yo te amo. Por ser tú. Tú me amas con todo y mi risa fea...
一¡Tu risa no es fea! ¡Es hermosa!
一Tú eres hermosa.
La coqueta Yakkie se sonrojó con ese comentario.
一Te amo por eso y más, Yakkie. Por eso te pedí ser mi novia y casi muero de nervios también al hacerlo. Nunca dudes de mi cariño. Y claro que eres graciosa, eres la chica más graciosa que conocí en mi vida. Solo que... Hay algunas cosas que quizá no lo sean tanto. Sobre todo en momentos tan especiales para las dos, ¿Si?
Yakkie simplemente asintió a lo que su alta novia decía, un poco avergonzada.
一Y... sobre todo cuando esas cosas "graciosas" tienen que ver con compartir a mi hermosa novia con sujetos raros en un café, ¿De acuerdo?
Maxi sonrió, y finalmente logró lo que tanto quería; devolverle la sonrisa a Yakkie.
Tomó su rostro entre sus manos y le limpió el resto de lágrimas.
一De acuerdo. Oye, Maxi, yo-
Pero no la dejó hablar más. Esos labios gritaban por ser besados. Y a Maxi también le urgía.
Así que lo hizo. Aún tomándola por las mejillas, la besó lenta y suavemente.
El rojo en el rostro de la Warner aumentó y pronto sus manos se fueron al cuello de la otra chica.
Maxi soltó el beso solo un poco para decir algo.
Yakkie tenía la cara embelesada.
一Shh... Solo dejemos este tema ya, ¿Si? Solo dame unos mimos y estaremos a mano...
Así que, como nueva, Yakkie dejó salir una sonrisa perversa y una mirada provocativa.
一Uh... Está bien, pero... S-sé gentil conmigo, es mi primera vez...
Murmuró, mordiéndose el labio inferior.
Todos los colores en ese momento se le subieron al rostro a Maxi.
一¡Q-qué! ¡N-no me refería a eso! ¡Solo quería besarme un rato contigo!
一Oh, vamos Maxi, no seas penosa... Yo también lo deseo, pero... ¿Aquí? ¿Ahora? ¿En frente de tu mamá?
一¡Ya te dije que yo-...! ¿Mi mamá?
Ups. Tarde ya.
Giró su cabeza y en efecto, la puerta estaba abierta y Goofyna estaba allí, con un palo de golf en la mano.
一¡M-MAMÁ!
一Hi-ija, eh... Yo... Oí gritos, desperté y vine a ver sí se te ofrecía algo, pero ya veo que no te hace falta nada, ajajajahyuk 一soltó su risa, y Yakkie disfrutaba del rostro que esta situación le provocaba a su novia一... S-solo por favor, usen protección siempre y-
一¡MAMÁ, NO!
一¡MAMÁ, SI! Ahyuk. Te he dejado siempre condones femeninos en tu cartera por si-
一¡MAMÁ, YA SAL DE AQUÍ! 一el rostro de Maxi no podía estar más rojo. Quería que la tierra se la tragara, pero Yakkie disfrutaba de todo esto.
一¡Si, si, si! ¡Ya voy, ya voy, Maxi! Ajió ajió 一al fin salió del lugar, cerró la puerta tras de sí, y se oyó un ruido.
Seguro que se había tropezado con el mismo palo de golf o algo así.
一Entonces, Maxi... ¿Buscarás esa cartera?~
一¡C-claro que no! Es más, mejor vuelve ya a tu casa. Tus hermanos estarán preocupados.
一Aww... Te preocupas por mis hermanitos...
一Claro que si. ¿Porqué no lo haría?
En ese momento, Yakkie se le colgó en un nuevo abrazo.
Esas palabras le llegaron al corazón. Esa chica era la indicada, definitivamente.
一Te amo. Te prometo que voy a cuidarte más, Maxi.
La joven perro correspondió el abrazo.
一Y yo a ti. Así que... ¿Sabes qué? Yo te llevo a lo de Warner. Tomaré el coche de mamá. No te vaya a pasar algo. Es muy noche ya.
Los ojos de Yakkie brillaron.
Si, estaba enamorada. Muy enamorada.
Así que Maxi Goof llevaría a Yakkie Warner hasta los Estudios Warner, o al menos hasta la entrada de ellos.
Los noviazgos podían tener peleas, pero si lograbas sobrepasar cada una de ellas, seguro que tendrías una buena relación asegurada.