❛❛ Cuándo los encuentran intimidando/teniendo sexo ❜❜
Advertencias: Si, sexo explícito.
Numero de palabras: 680.
No supo cómo ni cuándo, pero lo habías convencido y ahora estabas saltando sobre su pene duramente, mientras él sostenias tus caderas con fuerzas.
Te había extrañado y claramente tu tambien, por eso ahora no podían dentenerse. Aún cuándo sentías los gritos de Hendery al otro lado de la puerta o a Ten regañar a Yangyang por haber robado sus audífonos.
—Shhh—silenciaria tus chillidos. —No quieres que te escuchen, bebé—diría besando tu cuello.
Enseguida te abrazaste a su cuello, aún con tus movimientos que lo volvían loco. Kun levantó tu rostro para mirarte, dándote una tierna mirada.
—¡La comida ya llegó!
Xiaojun abrió la puerta de la habitacion, encontrandote en las piernas de Kun.
—¡Ahhh!—chillaris antes de cerrarla rapidamente y salir corriendo. Podían escuchar cómo Xiaojun maldecía.
Pero no podían parar, estaban tan necesitados de ustedes y de sus cuerpos, que no les importo. Simplemente, siguieron, luego, hablarían con Xiaojun.
Estaban en un viaje con los chicos, iban a visitar a la familia de Sicheng y estaban muy emocionados. Ten había estado molesto desde hoy en la mañana, tratando de llegar mas allá. Pero no querías hacerlo con los miembros tan cerca.
Sentiste la mano de Ten meterse entre tus piernas y rápidamente las cerraste, apresionandola ahí. Levantaste tu mirada, advirtiéndole, pero él siguió tocando tu carne con una sonrisa picara.
Podías oler sus intenciones, estaban más que escritas pero no podías dejarlo. Una de tus manos, tomó la suya, corriendola. Ten puso un puchero, acercandose a tu oido.
—Vamos, nena, Yangyang está dormido, no lo notará—susurró sensual. Todo tu cuerpo se paralizó. Estaban en el ultimo asiento de la van, con Yangyang, para su suerte, roncaba cómo si no hubiese mañana.
Otra vez, la mano de Ten llegó a tu entrepierna, esta vez, sobrepasando tus limites. Tocando mas allá, justamente donde comenzaba a doler. Insegura, pero necesitada, abriste un poco tus piernas dándole acceso y agradeciste que traías un vestido suelto. Ten comenzaba a acariciar tus paredes, mientras escondías leves gemidos, mirando a tus costados para no ser descubiertas. Ahora los dedos de Ten bombeaban tu caliente centro, mientras besaba tu cuello.
Un bostezo te hizo entrar en pánico y cuando miraste al menos, comenzaba a abrir sus ojos. Golpeaste la espalda de Ten rapidamente, avisándole, pero él pareció no entenderlo. De hecho, comenzó a meter y sacar sus dedos con mas rapidez.
Yangyang sintió un jadeo y se giró a verlos, con una cara de asco, para luego tapar sus ojos.
—¡Quiero cambiarme de lugar, ya!—chillaba mientras se paraba. Ahora todos los miembros los miraban. —¡Lo hicieron mientras dormía, no tienen respeto por nadie ya!
—Oh, querido amigo. No es la primera vez, así que no te enojes tanto—le contestaba tu novio divertido, mientras tus mejillas comenzaban a arder de la vergüenza.
Estabas preguntandote si esto era lo correcto. Pero, aún asi, disfrutabas del pene de Sicheng. Entrando y saliendo de tu intimidad, murmurandole lo bien que te lo hacia, en la oscuridad del estudio.
Tus uñas clavadas en su espalda mientras su pecho se presionaba contra el tuyo. No podías evitarlo cuándo Sicheng aparecía con su rostro natural y su pelo despeinado, tan hermoso y caliente cómo siempre. Tu novio seguia embistiendo tu punto con violencia, besando tus labios como rudeza, tratando de silenciarlos a ambos, ya que cualquier ruido podía traer problemas.
Habían perdido la noción del tiempo y del momento, estaban tan sumidos en el placer que fueron sorprendidos cuando la luz del estudio fue prendida. Y varios gritos los asustaron.
Agradeciste que ambos estaban vestidos, solo con lo necesario, pero podían pasar desapercibidos, bueno, no tanto.
—Hay olor a sexo aquí dentro—el tailandés se acercó olfateando cómo un gato. —Si, definitivamente ustedes tuvieron sexo, aquí—se burló.
—¿Quienes tuvieron sexo en el estudio?—apareció detras de el, Kun. —¿¡En mi estudio!?
Tu cuerpo se calentó de la vergüenza, Kun parecia decepcionado pero a la vez divertido, Ten estaba disfrutando el momento, mientras Sicheng solo reia de ellos.
¡Hola, tanto tiempo!
Espero que lo disfruten.
Publicidad gratis jeje ¡vayan a chusmear mis dos nuevas historias! ;)