Drabble (capítulo muy corto) • Yandere • Sangre • mutilación • mención de secuestro
.•🔹•.
Inhalé aire entre dientes mientras corría en un intento de que mi respiración no se oiga mientras corría entre aquellas oscuras y vacías calles de la capital, apretando mi brazo roto para no dejar un rastro de mi propia sangre que delete mi ubicación.
Lloriquíe al escuchar mi nombre ser llamado a la distancia con una lascividad y locura que sólo el encapuchado que me perseguía podía proferir. Intenté apresurar mi paso lo más que podía, insultando dentro de mi mente al no poder abrir un portal hacia otro universo o mínimo teletransportarme para ganar algo de tiempo, mi mano buena no respondía en lo absoluto, por lo que sentía, mi antebrazo apenas se mantenía pegado al resto de mi cuerpo por lo que sería considerado un fino hilo de carne.
Los llamados de Murder se hacían cada vez más constantes y agresivos, demandando que deje de correr y vuelva a él. No iba a volver a ese infierno nuevamente, ya me costó un brazo salir de esas frías cadenas que dejaron horribles hematomas en mis muñecas, no había vuelta atrás.
¡Estoy perdiendo mi jodida paciencia, Horror!
Fruncí mi ceño asustado por tal gutural grito que resonó ante la falta de entidades en el vacio universo. No tenía idea de a donde ir, no tenía a nadie con quien ir, pero dejar de correr sólo daría malos resultados. "Quizás pueda perderlo y cansarlo por un tiempo" pensé y me mantuve apegado a ello, si tuviera unos momentos de seguridad podría planear algo mejor, refugio, comida, armas, algo con lo que vendarme, lo que sea...
Algo de seguridad.
Miré al rededor en la gris ciudad en busca de algo que pueda servirme para desviar a Murder, encontrando una intersección entre dos caminos, izquierda o derecha...
No podía ver hacia donde conducían cada uno, el polvo que revoloteaba por toda la capital se hacía similar a una neblina, impidiéndome ver más allá de algunos vagos metros en cada uno. Pero mierda, seguía detrás de mí y no podía perder el tiempo, tal vez tenga suerte y tome el camino contrario a mí, dándome tiempo a separarme aún más.
Gruñí eligiendo el de la derecha, no dándome el lujo de mirar hacia atras, su voz sonando más lejos o más cerca con el tiempo me daría la respuesta sobre si tomé la decisión correcta.
Pero... Nada, su voz que hace unos momentos sonaba tan molesta y constante se había reducido a nada, la duda me invadía e hizo que mirara hacia atrás. Para mi fortunio no parecía estar tras de mí, o al menos eso parecía, el polvo seguía tan denso como niebla. Pero mierda, el miedo haciéndome mirar atrás hizo que prácticamente me estrellara contra una pared.
Solté un fino sonido de miedo al ver que había caminado a un callejón sin salida y mi choque había producido un sonido seco.
¡Izquierda, izquierda, IZQUIERDA!
Di media vuelta para intentar darme una oportunidad de escapar y tomar el camino contrario, pero apenas di dos pasos, aquellos brillantes orbes bicolores me estaban quemando a la distancia.
Oh, ahí estás, cariño...