Grito inaudible

By Marcosdaniel02

4.4K 1.4K 2K

Un asesino en serie con un pasado que cree recordar a la perfección. Una extraña voz tan desconocida como fil... More

ATENCIÓN, NECESARIO PARA COMPRENDER
Capítulo I - Grito inaudible
Capítulo II - Pilar de bondad
Capítulo IV - Gauss
Capítulo III - Azote de tormenta
Capítulo V - Golpes de espada
Capítulo VIII - Funeral
Capítulo VI - Su voz
Capítulo VII - Catarsis
Capítulo IX - Contra reloj
Capítulo X - Pequeño regalo
Capítulo XI - Estruendo
Capítulo XII - Orden
Capítulo XIII - Ayuda externa
Capítulo XIV - Mi fin
Capítulo XV - Walt
Capítulo XVI - Locura
Capítulo XVII - El mayor de dos

Aquel niño

78 16 29
By Marcosdaniel02

Tom Graves, 3 de mayo 1990
Un día como cualquier otro, la presión por las deudas familiares cae sobre mis hombros, nuestro padre solo las empeora. Pero mi pequeño hermano sigue ajeno a todo este infierno.
Hoy he visto a alguien cometer un crimen, o bueno, al menos yo lo considero uno. Chantaje, lo escuché por error. Un hombre adinerado le repetía a uno más pobre, una y otra vez que "lo vio con sus dos ojos", y le enseñó unas imágenes, me gustaría hacer algo, pero no soy un asesino.

4 de mayo, 1990.
Mi situación familiar no varía, de vez en cuando puedo escuchar gente golpeando la puerta por las deudas de mi padre, mi madre vive aterrorizada.
En cuanto a la persona de ayer, no la he visto a pesar de él estar en mi escuela.

5 de mayo, 1990.
El estudiante Misael Días ha sido encontrado muerto, con una soga rodeando su cuello. Algo así fue el informe impartido a sus compañeros de clase.
En ese momento lo supe, yo lo maté con mi silencio.

6 de mayo, 1990.
Comprendí que todos somos cómplices si callamos. Pero solo los valientes actúan. ¿Merecen morir los débiles indefensos? ¿O quizás los que abusan de su poder?

7 de mayo, 1990
Necesito hacer algo.

10 de mayo, 1990.
Según la prensa soy un asesino. Algunos me dicen "La caja negra", otros, "El químico", debido a mis peculiares formas de proceder. El cadáver fue encontrado ciego, con ácido sulfúrico en sus ojos, solo yo sé el porqué. Sí, fue el extorsionador el que murió.

11 de mayo, 1990.
No me siento culpable por nada. En estos momentos solo pienso en el cumpleaños de mi pequeño hermanito.
__________●○●________●○●_____________
...

Algo me detuvo a seguir a seguir leyendo.

—¿Tom? —busqué hablarle

Pero no escuché respuestas.

Yo llevaba ya un buen tiempo desempleado y tenía que encontrar un trabajo provisional. Por suerte tenía un amigo en la biblioteca y me consiguió empleo, para cubrir a uno que se encontraba enfermo. No coincidía con mis horarios de clases por lo que acepté.

Empezaba al día siguiente.

La mañana después de clases la pasé con Sophie, un tiempo realmente agradable, por la tarde, me esperaría mi primer día de trabajo.

Tomé mi nueva chaqueta negra, la anterior nunca la encontré, mi vestimenta parecía de funeral, pues el negro es el único color que me gusta vestir.

Linus, mi amigo, me señala el puesto de trabajo y me da explicaciones a grandes rasgos, parecía ocupado, así que solo retuve la mayor cantidad de información posible mientras me acomodaba en lo que sería mi nuevo trabajo.

—Buenas tardes—dijo una señora que aparentaba unos trintaipico —¿Podría ayudarme a decidirme por un clásico literario?

—¿Como de qué género le gustaría? —contesté.

—Romance, pero no es para mí, es que mi esposo es muy fan de ese género, y aunque sé que lo ha leído, me gustaría saber si tiene la primera edición de alguno.

—Espere 5 minutos, por favor.

—No hay problema —respondió sonriendo.

Consulté con mi amigo...

—Está usted de suerte, señorita —dije en un tono afable.

—Ja, no me trate de usted, soy Megan, mucho gusto —extendió su mano, y las estrechamos.

—Ha sido un placer atenderle —la despedí.

Así pasó el día.

Pero a solo cinco minutos de cerrar puedo ver a un hombre a la distancia, leyendo con unos niños, parecían estar en una especie de proyecto.

—Se rumorea que abusa de ellos.

—¿Perdón?—pregunté extrañdo a Linus por ese comentario tan repentino

—Artur, profesor de una escuela, pocos lo notan pero se puede ver en sus ojos la lujuria con la que mira a los niños, bajo una apariencia de piedad—dijo apretando el puño—pero nunca hay pruebas y los niños no hablan.

—Son manipulables, les mienten y los amenazan, pero como son niños, no saben que es solo un farol —le respondí poniendo la mano en su pecho y haciéndolo retroceder un poco —no vale la pena, dejemos que su propio karma lo mate.

—La ley no hará nada—relajó su puño y se fue.

Ese día me tocó cerrar.

Pude ver cómo se llevaba a los niños, ¿los llevará a sus casas? ¿o usará la excusa de un proyecto para retenerlos con él?

—¿Qué piensas, Tom?

...

—¿Tom?

No escuché respuesta alguna

Es como si se hubiera esfumado de repente

No puedo resistirme a seguir a aquel "honrado" profesor.

Me tranquiliza un poco, fue a llevarlos a sus casas, parece que solo era un rumor...

¡Espera!...

Lo que parecía ser la última casa en donde dejaría un niño, no era precisamente el tipo de hogar de ese crío notablemente pobre (que por su vestimenta y pulcritud distinguí)

Decido esperar su salida a una distancia prudente

Merece morir

—¿Tom?

Silencio nuevamente

Estoy seguro de que en el diario encontraré alguna explicación razonable a todo esto

La hay, estás loco, y eres demasiado sensible, yo diría que es un poco de ambas.

—¿A qué te refieres con sencible?

...

Comenzaba a ser molesto este vaivén en mi mente, descontrolado de Tom.

Sea lo que sea, de momento solo me queda esperar, mientras que, desesperadamente, busco las respuestas que necesito en el diario.

12 de mayo, 1990.
Con parte del dinero que tenía ahorrado, me dirigí a una tienda cercana, "Yourbook", si mal no recuerdo. Compré solo un libro: "El principito", y regresé a casa, al llegar...

...

Siento un pesado dolor de cabeza

No puedo continuar leyendo, cada vez se hace más insoportable. Comienzo a respirar e inspirar forzosamente para normalizar mi ritmo cardíaco ya acelerado.

Es como si parte de mí intentara protegerme, y a pesar de lo mucho q intentaba, no podía continuar, al menos no por ahora.

Aún no salía nadie de aquella casa. Me inquieta la idea de ese niño solo, con aquel señor. No eran familia, pues la diferencia de la ropa y aspecto lo delataba.

Camino hacia allí, me acerco a la puerta.

Era una casa de amplias ventanas de vidrio, con cortinas ostentosas, la puerta era de cedro, de un color marrón, no había timbre, solo una aldaba con una figura plateada de león.

Pese al aspecto intachable de aquel lugar, podía sentir que emanaba maldad, era una sensación extraña que en ocasiones creo que solo yo puedo sentir.

Toco dos veces.

Nada.

Insisto.

Nuevamente solo se escuchaba silencio, como si no hibiese nadie.

—¡Artur! —Alzo la voz, preguntando directamente —es el primo de Dilan, me dijeron que estaba tomando clases aquí, su madre me mandó a buscarlo.

Puedo escuchar unos pasos amplios, seguidos de unos más pequeños veloces para poder seguirlo.

Abre la puerta.

—Dilan, tu primo te busca, recuerda venir temprano, continuamos donde lo dejamos —dijo sonriente, con una amanilidad aparente que se vio deslucida por la siguiente escena.

Se asoma un niño, pobre, tímido y con la mirada apartada de todos, incapaz de ver a alguien a los ojos.

—Hola, campeón, vamos, tu mamá me mandó a por ti —dije poniéndome a su nivel, buscando contacto visual con el pobre crío.

No vaciló, enseguida fue hacia mí, como si me conociera; aunque no comprendiera lo que pasaba a su alrededor, aquel niño tenía claro que no quería estar en ese lugar.

Pero aunque por hoy hubiera acabado su martirio, solo bastaban pocas horas para que comenzara de nuevo.

Por eso el mal debía ser arrancado de raíz.

Tomo de la mano a aquella criatura y me voy alejando de esa casa, con una única idea en mente, y esa era la justicia que se debía hacer.

Le pregunto dónde vive, y lo llevo a su hogar.

Dilan nunca me contó nada, pero sabía que así sería; así obran los que abusan de niños: primero los vigilan, luego se aprovechan de su inocencia y amenazan a ellos y a sus padres, con cosas ilógicas, pero que un niño no puede percibir, y termina creyendo a todos los faroles.

La rabia me consumía, pero aún así, permanecí sereno, pensando con claridad mi próximo movimiento. Pero era complicado, necesitaba pasar desapercibido por su casa. No podía secuestrarlo, tenía que asesinarlo allí.

Tampoco podía llevar todas mis herramientas, y necesitaba también una forma de entrar.

Me acosté con esa única idea en mi cabeza, y al día siguiente, encontré la solución perfecta, la forma de pasar desapercibido y al mismo tiempo llevar las herramientas necesarias para aquella catarsis. Y solo dependía de un pequeño factor.

*Nota*
Perdón por demorar en actualizar

Dejadme vivir :'v

Continue Reading

You'll Also Like

22.2K 1.3K 27
El tiempo pasa rápido cuando no esperas nada de nadie. "Mi padre me rompió el corazón, es por eso que me enamoro de todos los chicos que me demuestr...
2.5K 66 15
Hay un Dicho muy conocido "𝘏𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳𝘭𝘦 𝘮𝘢́𝘴 𝘮𝘪𝘦𝘥𝘰 𝘢 𝘓𝘰𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘰𝘴" pues el hombre es el...
91.8M 8.5M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
4.8K 345 29
Observaba la rutina diaria del instituto Eeriavale con mi habitual curiosidad. Era un lugar familiar, lleno de rostros conocidos y conversaciones tri...