Dos mundos distintos con las mismas personas, o tal vez dos tiempos distintos, pero poco puedo entender con mi capacidad de pensar actual, una Nayeon que apareció en ese mundo y me hizo sentir todo tipo de cosas con solo tocarme y aquel hombre muy parecido a mí pero perteneciente a otro continente y ahora una chica de ese mundo en este.
-¿Enserio tu nombre es Mina? -pregunté con sorpresa ella solo asintió al instante algo asustada.
-¿No eres de Goryeo cierto? -pregunté al recordar que la Mina de ese mundo era de un País llamado Japón. Ella me vió sorprendida y solo bajó la cabeza con miedo.
-No-no puedo decirle -respondió asustada.
-Tranquila está bien, solo quería saber algo -dije dejándola en paz, me alejé un poco para pensar más claro o evitar que vean mi rostro.
-Mi-mis padres vienen del Sur -grito ligeramente -pero yo nací aquí -añadió bajando el tono de voz.
suspiré tras recordar que sus padres habían muerto y yo hice que hablara de ellos -Esta bien no necesitas responder a más de mis preguntas -dije sonriendo.
-Debemos irnos joven.
-Tienes razón, pasamos mucho tiempo aquí -Dirigí mi vista hacia Mina- no te pediré que vengas con nosotros a dónde vamos tal vez será peligroso, así que puedes tomar mi caballo.
-Y-yo quiero ir con usted -respondió enseguida -Me salvó la vida y además no tengo a dónde ir, pero si usted me acepta quiero servirle.
Me preguntaba que habría pasado si hubiese llegado tarde, tal vez habría estado mucho más traumada, esos hombres se habrían aprovechado de ella, tampoco sabía si iba a estar segura conmigo, vi al señor Jin esperando ayuda de su parte, él asintió con una sonrisa.
-¿Alguna vez subiste a un caballo? -pregunté sonriendo y sin duda aceptando ayudarla.
-Gracias -Dijo emocionada -Estaré con usted y siempre lo ayudaré en lo que quiera.
-Me parece muy bien señorita pero joven ya debemos irnos -Dijo el señor Jin una vez arriba del caballo.
Ven Mina -dije acercándola al caballo.
-¿No-no me va a hacer daño?
-Esta bien, solo lo hace con las personas malas -dije riéndo, la tomé de la cintura y la subí después subí yo sentándome detrás de ella.
-¿Es-esta bien que nos sentemos así?
-De está manera puedo evitar que caigas, necesitamos acelerar el paso a nuestro destino -respondí -Tranquila no pienso hacerte nada, mi respeto hacia las mujeres va más allá de todo -añadí al sentir su cuerpo tenso, poco a poco se sintió más cómoda.
-Sujetate -dije como última advertencia después de dar la señal al caballo de que avanzará rápido.
No sabía lo que me esperaba cuando lleguemos, pero estaba seguro de que iba a luchar con todas mis fuerzas, evité pensar en situaciones que me estresen y solo dejé mi mente en blanco, pero al poco tiempo recordé que Nayeon no me había hablado, seguramente vió todo lo que pasó, sobre todo por la ira, sentí miedo en ese momento.
"Si, lo vi todo" suspiró.
Mi corazón dio un salto al escuchar su voz "¿Entonces seguramente viste a la chica?"
"Si, ella se parece mucho a la Mina del otro Mundo, aunque su voz y su personalidad son algo distintas, pero lo entiendo, después de lo que pasó debe estar muy mal"
"Lo sé, pero no puedo mantenerla conmigo es muy peligroso para ella" Suspiré
"Tengo una idea"
"¿Crees que se sienta cómoda contigo?"
"Cuando vuelvas hablaré con ella, así al menos podré hacer que confíe en mí"
"Si, creo que está bien"
"Pude sentir tu ira, ¿Estás bien?"
"Ahora lo estoy"
"Siento haberte bloqueado" sentí su tristeza y la vi jugar con sus dedos
"Está bien, solo fueron unos segundos" sonreí
"Aún asi siento que hice mal, pero, no podía ver cómo los matabas, pude sentir todo eso, era como si yo los matara y sentí mucho miedo"
"Está bien hiciste lo correcto, tampoco habría querido que sintieras eso"
"Se sintió muy real" sentí su corazón latir con rapidez.
"Entonces lo mejor será que me bloquees cada vez que vuelva a pasar algo como eso"
"No, está claro que no lo volveré hacer de nuevo, aunque solo fueron unos segundos me dolió mucho, sobre todo ahora que estás muy lejos" de nuevo sentí su preocupación y tristeza, a todo eso le acompañaba un deseo.
"Tus sentimientos son muy fuertes, será mejor que los controles o incluso yo me sentiré triste" le hable riéndo.
"Deberíamos preocuparnos"
"Cuando te concentras mucho en nuestra conexión es cuándo puedes sentir todo, mientras no lo hagas será normal"
"Entonces va a ser difícil, siempre estoy muy atenta a ti" pude sentir su felicidad y pena.
"Creo que estoy logrando entender nuestra conexión"
"Me sorprendes, yo ni siquiera puedo hacerte sentir bien"
"Es cuestión de tiempo Nayeon, podrás entenderlo después"
"Eres muy malo" sentí un ligero enojo
"¿Por qué? no hice nada malo"
"Hiciste que me sintiera demasiado bien y ahora extraño eso, cada vez que lo recuerdo me hace pensar en ti"
"Esta bien te lo compensaré cuando vuelva" reí un poco al sentir su emoción.
"Me lo debes, voy a esperarte con ansias"
A veces hay cosas de las que no quería hablar con ella, pero podía sentir incluso sus deseos y necesidades, todos iban hacia mí.
"Si, es mejor que ignores eso, también lo hago" me avergoncé al escuchar eso, sentí lo mismo que ella.
"Deberíamos poder controlar eso" le hablé tratando de mantener mi mente en blanco "A veces se vuelve cansado no poder tener privacidad en mí mente"
"Podemos tener nuestra privacidad, pero tendríamos que bloquear la conexión, ¿acaso quieres que te bloquee para que tengas tu privacidad?"
"No, no me refiero a eso, debe haber alguna manera en la que podamos controlar lo que siente el otro"
"No puedo hacerte sentir bien y tú ya estás pensando en algo más difícil" casi escuché un gritó en mi cabeza
-¿Es ese lugar? -me habló Mina señalando a varios campamentos y muchas tropas.
"No mueras"
"Nayeon tu confianza en mí es muy triste"
"¿Si yo fuera la que estuviera ahí estarías relajado?" habló con enojo.
"Entiendo" asentí
No escuché su voz después de eso, cuando llegamos todas las tropas se apresuraron a ponerse en posición de la defensa.
-¡Joven! -gritó el señor Jin -Parece que llegamos a tiempo.
-¿Pero por qué todos están preparándose para algo? -dije viendo hacia el frente.
-Señor -me saludó el general encargado después de que me fuí -Aunque llegaron a tiempo tuvimos muchas bajas y no dejan de venir, por desgracia algunos pasaron y no podíamos seguirlos debido a que estamos defendiendo este lugar y justo ahora estamos bajo ataque.
-Lo hicieron bien -asentí, bajé del caballo -Traiganme mi armadura -pedí serio.
-¿Qué va a hacer?
"¿Debería preocuparme?" escuché su voz en mi cabeza
-No -respondí en voz alta.
-¿Señor? ¿No que?
-No, digo -suspiré -Señor Jin podrías llevar a Mina a mi lugar de descanso.
-Claro señor, señorita Mina venga conmigo.
-¿Va a estar bien?
-No te preocupes he hecho esto por años.
-Asi es señorita él es muy fuerte aún con su edad, desde que me dejaron a cargo de las tropas me sentí insuficiente reemplazándolo.
-Y aún así lo haces bien -asentí -No te preocupes por mi Mina, volveré en cuanto pueda.
-Tenga su armadura señor -me llamó uno de los soldados.
-Perfecto.
-¿Disculpe?
-No nada, gracias soldado puede volver.
"¿Vas a pelear? ¿enserio?"
"Debo hacerlo, no puedo dejar que más soldados buenos mueran por culpa de la rebelión"
-Abran las puertas -ordené gritando. El general asintió nervioso -Es hora de atacar, los que quieran venir conmigo detrás de mí, si no están dispuestos a morir este lugar no es para ustedes.
Varios de los soldados que estaban en posición de defensa dejaron sus lugares y se posicionaron detrás de mí, abrieron las puertas que nos protegían.
Dejaron de haber ataques por varios segundos, enseguida las tropas enemigas empezaron a correr hacia nosotros, 200 soldados dispuestos a morir detrás de mí contra un Imperio -Cierren las puertas -grité estando fuera -¿LISTOS?
-¡SI! -gritaron los 200 soldados muy seguros.
"No lo estoy" habló una voz preocupada.
"Nayeon, si yo .."
"Cállate, no digas nada"
"Solo bromeo" reí ligeramente.
Levanté mi espada y di la señal de que lanzarán flechas, esas simples flechas lograron muchas bajas, aunque no los suficientes para terminar con la mayoría.
Con un gritó mucho más fuerte ordené que avanzáramos, conmigo en la parte del frente corrimos hacia la muerte, levanté mi pesada espada y con un salto golpeé la espada del primero.
El silencio se transformó en sonidos de espadas y el suelo poco a poco se fue volviendo rojo, cuerpos empezaron a caer en el campo, muchos de esos cuerpos sin sus extremidades, las cabezas de los valientes soldados empezaron a ser usados como piedras, lanzándose como un arma.
No perdí el tiempo a jugar a con la espada, ataque firme y directamente a lugares en donde los matara sin sufrimiento.
La sangre me cubría en los brazos y el rostro, no podía distinguir si era mía o la de ellos.
Me preguntaba cómo sería la guerra en el otro mundo, aún con todos esos monstruos que tenían seguramente las guerras serían mucho más destructivas.
Terminé con el último de los cinco que me estaban atacando y giré mi vista hacia el cielo, el sol se estaba escondiendo, llevamos aquí mucho tiempo, el cansancio empezó a hacerse presente y aún en la oscuridad sería difícil luchar.
-¿Señor?
-¿Qué pasa? -pregunté sin dejar de ver el cielo.
-han acabado con todos, los pocos que quedan huyeron, ya puede volver.
-¿Si? -pregunté caminando de regreso, mire hacia los lados, muchos cuerpos valientes de nuestras tropas estaban en el suelo, en su gran mayoría los que viven estaban caminando de regreso, todos me veían muy cansados y con una gran felicidad y miedo.
caminé por el campo esperando encontrar a algún sobreviviente, pero todos estaban muertos, aproveché para quitarme la armadura.
Cuando al fin volví las puertas estaban cerradas, todos habían entrado excepto yo y unos soldados que vigilaban la puerta.
-¿Pasa algo soldados? -pregunté al verlos impedir mi paso.
Escuché el sonido de una flecha volar a mí lado, pero dio en el suelo, antes de que pudiese reaccionar otra voló hacia mí y me dió en el hombro, llegó una tercera flecha y me dió en el pecho, los seis soldados corrieron hacia mí con la intención de matarme.
"¡Noooo!" escuché gritar la voz de Nayeon.
Sabía que ella podía sentir mi dolor, pensé justo en lo que me prohibió "Lo siento" le hable antes de bloquearla, completamente.
levanté mi espada y luche contra ellos hasta que la muerte me dijera basta, recibí varios cortes en brazos y piernas, enseguida escuché las puertas abrirse y al señor Jin detrás, varias flechas golpearon a los que me estaban atacando y el señor Jin desenvainó la espada contra ellos, la sangre empezó a caer por mis brazos, sentí que mi pecho se llenó de sangre, un sabor extraño corría por mi boca, fue un dolor muy fuerte por varios segundos en cada corte y lugar que habían herido las flechas.
"Lo-lo siento" hablé disculpándome y finalmente volviendo a abrir nuestra conexión.
Lo último que pude ver es al señor Jin corriendo hacia mi, seguido por el general y varios soldados.
Cerré mis ojos y vi a Nayeon acostada en su cama, sentí su miedo y dolor, se había desmayado, poco a poco después de unos segundos dejé de sentir nada físicamente, de nuevo nuestra conexión se bloqueó y a pesar de todo eso pude sentir aquel dolor, sentí que mi alma estaba incompleta, mi corazón se rompía varias veces y la necesidad de escuchar su voz se volvió en mí adicción.
El dolor físico por el que había pasado no era nada comparado con el vacío emocional que sentía.