Idea para un futuro fic "Entre Ópera y amores"
Primer Acto
—¡Eres un chico insoportable y espero que nunca regreses a este pueblo! — decía una chica de unos aproximados 14 años, de cabello oscuro azabaches y ojos color ámbar
La cual solo trataba de levantarse de un charco de barro
La pobre había sido empujada al barro por un chico que solo era un año mayor que ella
Aquel bullying era un chico apuesto de cabellos blancos, tes blanca y su rostro parecía tallado por los ángeles
Y sus hermosos ojos azules ... tan azules como el cielo... solo reflejaban el rostro furioso de la pobre chica
—¡Yo se que volveré algún día! — dijo este con una gran sonrisa en el rostro
—¡Gojo! ¡Eres un gran idiota!— grito la chica lanzándole una bola de barro, pero este pequeño logro esquivarla
—¡Mejor puntería para la siguiente!— le dijo el peli blanco sacándole la lengua
La chica se levantó de ahí como pudo, sujetando las puntas de su sucio vestido y empezó a irse de ahí muy molesta
—¡En serio, Espero que nunca regreses! ¡Que bueno que ya te largas de aquí!— decía está dando pasos apresurados
Mientras trataba de huir de ahi, la chica fue tomada de la mano... aquel adolescente la había detenido
—Claro que regresare algún día Utahime... porque — decía sonriente aquel joven
La joven solo volteo a verlo, estaba muy molesta
Pero las palabras que soltó aquel joven le sorprendieron
—"Regresaré para casarme contigo, porque te amo"— dijo este sonriendo tiernamente bajo aquella luz de sol
Los ojos ámbar de la joven se abrieron como platos ante aquello y un leve sonrojo le impregnó sus delicadas mejillas
—¡Es una promesa!— decía aquel chico sonriendo maravillosamente y tratando de unir sus dedos con los de ella para entrelazar sus manos
La chica no sabía que pensar ante aquellas palabras
Conocía a aquel chico desde hace años y siempre la trataba mal o le hacía demasiadas bromas... pero ¿Amarla? Eso parecía otra broma
Gojo empezó a acercar su mano a la mejilla de Utahime, la cual estaba manchada de lodo
Y cuando los dedos de este iban a tocarla... está le dio un golpe a su mano
—¡Nunca! ¡Espero nunca casarme con un idiota como tú!— grito la joven mientras arrebata su mano
La chica solo se fue corriendo de ahí, entre lágrimas de coraje y confusión
Aquel chico solo sonreia y la miraba irse... él sabía que volvería algún día... y aunque debiese pasar años, él estaba muy seguro de que él se casaría con ella
Aquella vez fue la última en que aquel chico de cabellos blancos y aquella chica llena de barro se vieron...
A la mañana siguiente una noticia llegó a los oídos de todos en aquel lugar
"La familia de los condes Gojo's ha dejado el pueblo... "
Era la noticia que los diarios daban y los rumores eran variados como equivocados
Algunos de esos rumores dictaban que aquella familia estaba huyendo de un asesino...
Hasta había rumores que decían que aquellos condes se iban por asuntos políticos
—Vaya... asi que se fueron ¿eh?— decía Gakuganji, abuelo de Utahime, el cual estaba leyendo aquella noticia en su modesta sala
—Es una "lastima"— decía este dándole un sorbo a su te —Pero es mejor así, sobre todo por qué ya no tendremos que estar soportando a ese "niño engreído" que en años se convertirá en conde y tendrá privilegios en este reino—
En ese momento, su nieta estaba mirando por la gran ventana de su pequeña residencia... estaba melancólica ...
Miraba con pesar hacia aquella ya vacía gran mansión, viendo como los últimos carruajes reales salían de aquel lugar
—Si...— dijo Utahime en voz muy baja
En aquel momento, por su mente pasaba las últimas palabras que le dijo ese joven antes de partir..."me casare contigo, porque te amo"
—¿Utahime?... ¡Utahime! — llamaba el viejo Gakuganji
Pero la joven seguía perdida en sus pensamientos
¿Acaso ese niño cumpliría su promesa? La joven no dejaba de pensar en esa pregunta y se cuestionaba que aún era muy joven para entender todo aquello...
¿Qué era el amor? ¿Acaso sentía algo siendo tan joven? ¿Amor?
—¡¿Utahime me estas escuchando?!— grito su abuelo
Utahime salto un poco del susto
—Lo siento abuelo, si te estaba escuchando— dijo está alejándose de la ventana
—Bien, ahora que ese mocoso ya no nos molestara más, es hora que sigas practicando sin interrupciones... necesitamos que tus próximas presentaciones sean exitosas para que la realiza nos volteen a ver — ordeno su abuelo
—Si abuelo...— dijo está regresando al lado del piano
—Bien, es hora de que continues... y 1...2...3...— ordeno el abuelo golpeando el suelo con su bastón
En eso la chica junto a la música de aquel piano siguió en sus prácticas de canto
La canción que canto aquella vez era de triste melodía...