CAPITULO 21 - El supervisor
Universidad Nacional del Sur
(Povs Jimin)
Taehyung y Hoseok me mantuvieron alejado de Jungkook los siguientes días en la Universidad. Recibí al menos tres llamados de mi supervisora exigiéndome buena presencia y predisposición para la próxima Noche Roja. Mi amigo intentó calmarme, diciéndome que era algo normal cuando la organización te tenía en cuenta... pero mi lobo sospechaba que había algo más grande y problemático detrás. Jisoo no era alguien que actuara sin un fin.
Jungkook y yo nos enviábamos mensajes a diario, y sin ánimos de esconder mi frustración por estar lejos de mi alfa, le confesé todo a mis dos hermanos. Minho se enojó, pero sospeché que era por sus celos infundados al creer que era el lobo que debía proteger a nuestra familia. Taemin se alegró, haciendo preguntas sobre cómo había sido experimentar un celo con un predestinado. Todo lo que mis hermanos hacían parecía una excesiva provocación entre ellos... pero ya estaba cansado de planear estrategias para mantenerlos tranquilos, porque yo sabía que de nada servirían.
Podrían haber tomado mi mente y forzar a mi lobo a olvidar a Jungkook, pero yo sabía que no existía posibilidad de que tuvieran éxito. Él y yo ya estábamos unidos. Inoportuno, peligrosamente, o como queramos llamarlo, pero nuestros lobos se necesitaban... así como mi madre necesitó el amor de mi padre en medio de una guerra.
— Dime Taehyung... el profesor de derecho y alfismo, ¿por qué está mirándonos otra vez?
Señalé con disimulo a nuestro profesor alfa en su escritorio. Éramos los últimos en salir del salón... pero debido a nuestra próxima entrega, en la atacaríamos judicialmente al sistema de gobierno de Seung Hyun, no podíamos darnos el lujo de seguir a nuestros compañeros.
— Él nos entrega libros prohibidos. Es un buen lobo. Sabe que estoy dentro del Tridente... y ahora que tú estás a mi lado, debe sospechar que también lo estás.
— Entonces es de confianza.
— Claro que lo es. Es amigo íntimo de la madre de Namjoon. Una ex revolucionaria como tu madre. ¿Acaso no has leído lo que dicen los libros de aquí sobre tus padres? - me sentí orgulloso de Venus y Daehyun, y mi pecho se extendió de amor por ellos.
— No he leído mucho... pero Namjoon me ha hablado sobre la noche en que mataron a Leena, la omega de su madre. Dijo que mis padres pertenecían a ese grupo.
— Exacto. Y nuestro profesor Watson, también trabajó con ellos. Creo que el gobierno no lo ha matado con la excusa de usarlo como espía dentro de la Universidad. Como verás, un paso en falso puede terminar en desgracias.
— Ya veo - respondí, con un nudo en la garganta. No sabíamos hasta dónde era capaz de llegar el Ejército Nacional si descubría nuestro planes. Nosotros no éramos militares, pero estábamos seguros que seríamos tratados como ellos.
— Oye cachorro... no te aflijas. Es peligroso, pero eso es lo que somos. Confía en nosotros, hemos sobrevivido así durante largo tiempo. Me tienes a mí, a Seokjin... incluso a tu alfa. Por cierto... ¿tomaste las pastillas verdad?
¿Había tomado las pastillas? Creía que sí. Cuando le dije a Jungkook que habían partes oscuras que no recordaba de mi celo, me refería a eso: los momentos dolorosos en donde HyeJin y Seokjin debieron arrullarme. Tenía que agradecerles algún día por haberme cuidado y hecho tomar las pastillas, cuando mi lobo me había domado por completo.
— Si, las tomé - respondí, sin estar seguro del todo - llévame a casa Tae. Faltan horas para ir a la próxima Noche Roja.
— Bien. Vámonos ya...
Casa Grande, Bosque Perla.
Jungkook no había respondido mis mensajes aquella tarde, pero lo dejé pasar, porque no podía perseguirlo y ganar su atención por cansancio. No iba a mentir respecto a cómo me sentía... nervioso y muy inseguro respecto a lo que sería de nosotros. Lo único bueno era que habíamos evitado cualquier tipo de celo tardío, al habernos mantenidos separados en los últimos días.
El traje lujoso que Taehyung, Irene y Taemin habían preparado para mi esa noche, era realmente incómodo. Me habían colocado tanta colonia, que mi aroma desapareció en cuanto entré a la Casa Grande. Jisoo me recibió enérgica, y para mi sorpresa, no me llevó a ver a la doctora Shim. Me dijo que el chequeo médico se haría al final de la velada.
— Serás subastado hoy, Park. No aceptaré menos que 10.000 flores* por ti. Así que muéstrame tu mejor sonrisa y no provoques a los guardias. Haz lo que te pidan que hagas. Si quieren que te agaches, te agachas. Si quieren que te quites la ropa, te la quitas...
— Eso no está en el contrato - murmuré atemorizado, sin poder imaginar que clase de humillación me esperaba.
— ¡Ja! - Jisoo me respondió con una sonrisa malvada - ¿Qué contrato omega? Creí que ya habías entendido como eran las cosas aquí. Así que mejor no me hagas llamar a los guardias como la vez anterior. Esta vez no tendrán porqué ser buenos contigo.
Me mantuve en silencio y apreté los puños nervioso. Pensé en Taehyung y en mis hermanos. Pensé en el pequeño frasco de veneno blanco en el bolsillo de mi saco. No dudaría en tomarlo en caso de sentirme expuesto. No permitiría que me hicieran daño.
— ¡Hola mi reina favorita!
Un omega alto y refinado apareció en la habitación donde Jisoo y yo permanecíamos. Traía con él a una beta y dos omegas machos; su mirada era provocadora y muy segura, nada parecido a lo que había visto de los trabajadores de la Casa Grande. ¿Acaso había un omega trabajando para la organización?
— Hola Baekhyun. Lindo material has traído... pero los omegas machos son un poco más difíciles de vender. Por eso nadie te quiso... - Jisoo lo saludó con la misma prepotencia con la que trataba a todo el mundo. Me removí en el lugar, cuando el tal Baekhyun me miró con ojos curiosos - no lo mires, es mi dinero esta noche. Aleja tus pensamientos impuros de él.
— ¿Dónde has conseguido a tremenda obra de arte? - el omega se acercó a mí y olió mi cabello sin un poco de vergüenza - ¡Diablos, es dulce a pesar de la colonia! Este omega no es del Sur.
Lo miré con terror. En solo unos segundos, este lobo había descubierto mis planes. ¿Tendría que correr y tomar el veneno blanco antes de que acabe la noche?
— No me interesa de donde venga este cachorro, Baek. Quiero venderlo, ganar flores, y cobrar por Manoban. Es perfecto, es joven, huele bien, es fértil según la doctora Shim... y su cuerpo es demasiado bello para ser ignorado. ¡Mira! Sus ojos son grises aún cuando no está siendo poseído por su lobo. ¿Te imaginas cómo serán durante un celo? No puedes, eres un omega. ¡Ja!
— Jisoo estúpida. ¿Y qué tal si es un espía?
— ¿Qué tan imbécil crees que soy?
— Demasiado.
Una discusión sin sentido estalló entre Jisoo y Baekhyun, pero supe que no sería descubierto esa noche, porque mi supervisora era experta subestimando mi inteligencia. Me sentí tranquilo por un momento, hasta que mi lobo se mostró angustiado al ver el estado de la beta y los dos omegas frente a mí. Apenas tenían ropa y estaban muertos de frío. Los ojos de la beta estaban rojos de tanto llorar. Era mi momento de juntar información y superar el miedo, porque por eso yo estaba allí.
Me acerqué con cuidado y me senté a su lado. Jisoo me miró y me amenazó, "si intentas algo extraño, te mando con los viejos horrendos de la Casa de Gobierno. No me provoques, cachorro". Se fue, dejando a Baekhyun molesto.
— Cuando los hagan pasar al escenario hacen lo que el relator les pida - encendí mi grabadora para obtener las palabras sucias de este omega - sino cumplen con los pedidos de los alfas, me encargaré de hacerles llegar la cuenta funeraria de sus familias. No solo deberán venderse y dejarse follar por flores, sino también para pagarle un espacio digno a su familia muerta.
Se me heló la sangre por la violencia de sus palabras. Jamás en la vida había conocido a un omega tan hostil y egoísta. Me quise alejar, pero éste me tomó del brazo con fuerza y me sonrió como un psicópata.
— Park Jimin... esperé por conocerte durante estas semanas. Dicen que los Wang van a pagar por ti... pero también dicen que los Jeon te quieren. ¡Oh! ¡es más! Dicen que te has follado al primogénito de JungHwa - ¿Cómo lo sabía? ¿Acaso estaba jugando conmigo, pero en realidad ya sabía que era un infiltrado? - Toma asiento, cariño.
Obedecí y me senté sobre mis propias rodillas. No podía evitar sentir temor, y ahora estaba nervioso por haber cometido el error de prender la grabadora. La apagué por las dudas, ya que si me descubría, nada me garantizaba que este tipo no me mate.
— Soy el único omega que trabaja con la organización. Necesitan de nosotros aunque no quieran admitir que somos superiores. Estudié el triple que el resto, me esforcé, e incluso tuve que chupar algunas pollas para estar donde estoy - tomó mi mentón y delineó mi rostro con cuidado. Estaba buscando algo en mí que lo hiciera confirmar que no era de este país - los alfas son idiotas y no se dan cuenta. Pero yo sí. Tu no eres de aquí... aunque tampoco podría garantizar que fueras del Norte. Eso sería peligroso.
— Soy del Oeste. Mi madre me trajo aquí para abandonarme.
— mmmh... supongamos que te creo. ¿Cómo has llamado la atención de las familias del Sur? Eres un omega macho. Creen que no servimos más que para usar nuestros culos.
— No tengo idea de eso que dices.
— ¡Mentira! - me gritó, y los omegas en la habitación retrocedieron asustados - ¿Te has follado a Jeon Jungkook verdad?
Negué con la cabeza y agaché la mirada... estaba a punto de llorar y de pedir auxilio. ¿Pero quién vendría por mí?
— Empecemos otra vez, tal vez no hice la pregunta correcta. ¿Cómo ha sido joder con Jungkook? Te contaré una intimidad mía, a ver si tú te sientes cómodo conmigo.
— Está bien... - murmuré asustado. ¿Qué estaba haciendo?
— Jungkook siempre me gustó. Estudié con él, con Jackson y con nuestra bella Jisoo. Me acercaba, lo cortejaba, pero el idiota siempre me rechazaba. Se metía con betas que no valían nada... entonces empecé a sospechar que era de esos alfas idiotas igualitarios, que no querían follarse omegas por temor a dañarlos o marcarlos. Entonces un día se fue y no volvió por años. Ahora me entero que se ha emparejado con una omega - me tensé y sumergí en pánico ¿estaba provocándome con mentiras para ver si lograba hacerme confesar? - Jungkook me mintió y me hizo creer que era bueno, para no romper mi corazón. Pero ahora, se ha pasado su moral por el culo. ¿Me entiendes?
— No se que decir...
— ¿No sabes que decir? ¿Estás sorprendido? ¿Creíste que se había enamorado de ti y que no buscaría a otro omega?
— No me follé a nadie. Estoy aquí porque necesito acabar con mi vida miserable.
— Oh por favor niño... ¡con tu belleza no necesitas venderte a estos alfas asquerosos! Dime la verdad y dejaré de molestar. Tienes que prepararte para la subasta.
— ¿Está emparejado? - pregunté como un idiota, dejándome manejar por mi lobo enfurecido y decepcionado. Mi lado oscuro e inseguro pensó en que tal vez, mi alfa no me había respondido por estar ocupado con otra omega, a pesar de saber que eso era imposible... porque nuestro vínculo se vería afectado - solo dime sí o no.
— ¡Bingo! - sonrió y aplaudió como un loco - si lo está. Me enteré recién. Hermosa omega... esa si que no ha sido subastada en un lugar tosco como este. Solo los alfas más poderosos tuvieron acceso a su ficha. Y dime niño, ¿qué tal folla? Aunque esté enojado con él... no hay día en que no fantasee con su aroma.
Baekhyun fingió llorar para agregarle dramatismo a nuestra conversación. Mi estómago se revolvió a punto de olvidar porqué estaba allí.
— No puedo decirte.
— Si puedes, maldita perra - me tomó del cuello con violencia, los omegas en la habitación comenzaron a gritar - ¡Silencio basuras! ¡Por culpa de los omegas débiles como ustedes, estos hijos de puta nos pisan la cabeza!
— Bien - respondí en voz baja, tratando de controlar su genio para que no lastime a los cachorros.
— ¿Bien qué? ¿Folla bien o es un trámite? ¿Qué tal su polla? ¿Te hizo venir? ¿Lo hiciste llegar tu? ¿Cómo lo hiciste? Tu cuerpo... tu culo, tu boca. ¿Cómo lo has hecho? A que no ha usado condón contigo... porque eso es lo que eres, una puta que no merece ni un condón.
Comencé a lagrimear, sus palabras fueron dagas hacia toda la seguridad de mi lobo. Me vi expuesto, magullado y burlado. No supe que decir, y transmití mi terror a mi jodido vínculo. Todo estaba saliendo mal.
— ¡Dime ahora! - un omega no podía tener voz de mando, pero la de Baekhyun se sintió como una - ¡Ahora... o te expondré frente a la organización!
— Me ha follado perfecto, zorra - escupí sin pensar - Lo hice acabar con la boca y con el culo también. ¿Quieres un promedio maldito fetichista? Me ha hecho llegar unas cuatro veces por cada follada. Y puedo seguir... ¿A que no sabías lo rojo que pueden ser sus ojos cuando se viene y grita mi nombre?
— Oh sí cariño. Eso quería escuchar.
Me pegó un cachetazo que me hizo besar la alfombra. Mi lobo gruñó dispuesto a iniciar una batalla con este omega soberbio y desagradable, pero Jisoo llegó enojada y decepcionada de su propio compañero. Le gritó tan fuerte que éste no tuvo otra opción más que alejarse de mí.
— ¡No vuelvas a tocar al omega! Mucho menos en el rostro. No seas idiota, Baek.
— Tienes razón, Jisoo. Será agradable cuando lo compren los Wang... dicen que esos herederos son sodomitas y alfistas al máximo. Buena suerte Jiminnie.
Baekhyun se retiró sin decir una palabra de mi confesión a Jisoo. De todas maneras no importaba, porque si era cierto que sería comprado por los Wang, estaba en problemas.
— Hay un cambio de planes y la doctora Shim te revisará un momento. Solo... no me hagas tener problemas Jimin. No sabes la paciencia que estoy teniendo contigo - me ordenó, pero antes de irse, se llevó a los omegas y a la beta hacia otra habitación.
Jisoo se fue y la doctora llegó alterada. Chequeó mi chip con la máquina especial que utilizaban. Me miró con desaprobación... aunque Hwasa había hecho un gran trabajo escondiendo mi celo, no fue suficiente.
— Tienes suerte de ser vendido hoy. Si los resultados de tu chip fueran compartidos, serías condenado. Jimin... ¿cuántas píldoras tomaste?
— Entre en celo. Cinco días, con mi alfa.
— Mierda... eso es aún más peligroso.
— Tengo miedo doctora - me confesé, y coloqué las grabaciones dentro del bolsillo de su guardapolvo - ahí le dejo pruebas que tienen que llegar al Tridente. Se que estoy siendo un idiota y la estoy poniendo en peligro, pero me van a comprar los Wang... y no tendré forma de contactarme con ustedes.
— Esto es muy peligroso...
— Lo es... - saqué mi pequeña cámara escondida, con la que había juntado fotos durante las tres Noches Rojas, y también se la entregué - todos los omegas de las fotografías están en las listas de desaparecidos hace meses. Las he memorizado. Si mis compañeros obtienen esto, y lo ligan a la información que ya tienen, no tendría porque haber problemas para lanzar el primer ataque.
— Jimin...
— Por favor doctora.
— No, no... Jimin. Escúchame - ella sujetó mi rostro y me quejé debido al golpe previo de Baekhyun - la omega de tu hermano fue vendida, no pude hacer nada. Haré llegar esto a tus compañeros. Dime quien es tu alfa.
— Jeon Jungkook.
— ¿Qué? - gritó sorprendida, probablemente pensando en lo contradictorio y peligroso que eso era - es el hijo de uno de los pilares de toda esta mierda.
— Lo sé, pero él es diferente.
Nos miramos sin saber que decir durante varios segundos, las ganas de llorar volvieron a aparecer. Iba a ser subastado y me quedaría sin tiempo para ver a mis compañeros y a mi alfa. Mi lobo aulló triste y asustado. Estaba acabado.
— ¡Son los próximos! Levanten el trasero y pongan su mejor cara. Doctora Shim... venga conmigo.
Jisoo se llevó a la doctora que asintió con tristeza. Me estremecí y tapé mi rostro nervioso. Los pobres omegas y la beta regresaron a la habitación, mirándome con la misma desesperación que yo emanaba. El omega más pequeño se acercó y besó mi frente, me deleitó con un aroma a frutilla sutil, y mi cuerpo se quedó estático cuando lo oí susurrar: "Hemos escuchado todo desde el otro lado, si aún existe el tridente, tenemos esperanzas. Por favor, tienes que darnos esperanzas. A mí, a mi hermano, y a la beta que está allí"