Bueno, como bien entenderás no conseguimos nada aquel día. O eso parecía. Aquel hombre era un machista misógino muy cerrado de mente por lo que no conseguimos que cambiara de opinión. Una opinión un tanto antigua para mi pensamiento.
Cuando volvimos al trabajo nuestro jefe empezó a cambiar los sueldos. Las chicas de selectividad empezaron a escoger las carreras que ellas querían. Unos años más tarde el pueblo creo un club de fútbol femenino.
Es una lucha de muchos años, pero poco a poco fuimos haciendo diferencia.
Te cuento todo esto desde el hospital. A noche unos hombres intentaron secuestrarme, y en el intento casi me matan. Pero vamos, deberíais verlos a ellos; en la cárcel pudriéndose están los cuatro.
Aún seguimos sufriendo por ello. Pero si no luchamos y no nos hacemos oir, nunca vamos a cambiar nada. Y es una pena que tengamos que luchar por unos derechos, por tener una vida mejor, pero sé que algún día lo conseguiremos. No dejes que te callen.
Me llamo Venus, Venus Torres y esta es mi historia.