Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.
Mentira mi vida lo que se da y no se mira.
Mentira fundida con miel que evaporó mi piel.
Mentira prohibida debilidad que me domina,
Mentira mi vida, no quiero mas mentirte amor... —Mentira, la ley.
Al día siguiente, Vegeta esperaba a la peliazul en la mesa, mientras ella apresurada preparaba el desayuno. No habían podido hablar después de lo ocurrido, y cada vez la lejanía de la científica le pesaba más.
Decidió romper el silencio entre ellos, que a cada momento se hacía más denso y era imperante que ella supiera de la próxima partida que tendrían y estuviera preparada a tiempo.
—En cuanto acabes de arreglar las naves nos iremos al planeta Zerk, esta vez tú y Suzuke nos acompañarán... — Ella detuvo lo que estaba haciendo y lo miró incrédula, maldijo por lo bajo su impulsividad.
—Vegeta no es necesario que te acompañemos, Suzuke puede perfectamente acompañarte, además aun tengo demasiados pendientes que hacer aquí— Trató de sonar tranquila, que él no se diera cuenta de lo desesperada que estaba por quedarse en la base.
La noche anterior tan pronto le recordó su promesa de irse de ahí, y le lanzó aquellas palabras, pudo ver la conmoción en la cara de Vegeta quien claramente no se esperó nada de eso, técnicamente lo puso en sobre aviso y se arrepentía ahora de su arrebato, pero ya era demasiado tarde.
Bulma entendió que pagaría caro su osadía, sabía que lo mejor era haberse quedado callada, pero después de tanto tiempo sin tener una esperanza, al porfin poder contactar a Tights, se había envalentonado.
Ahora estaba arrepentida de su insensatez, pues por ese motivo el saiyan la arrastraría a su estúpido viaje.
«Simplemente fantástico» fue lo que en forma sarcástica se dijo.
«¡Bravo Buma! Por culpa de tu gran boca ahora don orgulloso será mi niñero» Refunfuñó enojada.
Eso no era su expectativa. Había contado con tener el tiempo suficiente cuando él se marchara para poder ejecutar los planes de su próximo viaje. Si la arrastraba con él a ese viaje, estropearía sus planes a futuro.
—No me necesitas ahí Vegeta, Suzuke puede aprender y luego enseñarme, ¡Deja de ser infantil! — la voz de la ojiazul rezumaba resentimiento.
El saiyajin la miró incrédulo mientras el enojo comenzaba a crecer en él. Sentía que quería gritar de la frustración. ¿Por qué ella siempre tenía que llevarle la contra en todo? ¿Tanto era su resentimiento que prefería una sentencia de muerte al quedarse en el mismo lugar que Kale, sin su protección?
—¡No te dejaré aquí! Kale se quedará y no pienso dejarlas en el mismo lugar si no estoy presente— fue la simple réplica.
A pesar de que debía de intentar convencerlo simplemente estaba furiosa y sin meditar más volvió a retarlo —No es mi culpa que hayas sido un cobarde y no le hayas hablado de mí desde el principio a la estupida simia esa que tienes por mujer, me da igual lo que tengas que hacer para garantizar la seguridad en la base "majestad"— Decía altanera, remarcando sarcásticamente su título nobiliario.
Sabía que tenía que refrenar esa lengua suya pero sencillamente no podía — Si ella me quiere muerta por tu poca inteligencia al casarte y traerme con engaños es tu problema Vegeta, me quedaré y punto.
Ella descaradamente lo retó mientras le daba una mirada altiva haciendo que esos diamantes azules refulgieran mientras seguían en ese duelo de miradas.
El enojo visceral por parte del saiyan iba en crescendo y mientras la cara de enojo resaltaba y el trataba de no contestarle con improperios por su forma deslenguada y descarada de contestar,
«Maldita mujer vulgar y agresiva» Él sabía que ella estaba provocándolo, así que trato de respirar, de oxigenar su cerebro y obtener alguna idea que le permitiera lidiar de mejor forma con la fémina terrestre.
Sonrió para si mismo, la idea llegó de pronto y casi se palmeó la frente por lo simple de la solución, el estrés que ella ocasionaba no le dejaba ver la sencilla respuesta a su problema.
Ya más seguro de sí mismo, decidió cambiar de táctica, conocía a la mujer, su curiosidad podría más que cualquier cosa, así que atacaría su debilidad: El interés por adquirir más conocimiento y por qué no su elevado ego científico.
—¡Vaya! Pensé que eras más inteligente mujer, pero ya veo que solo era pura palabrería tuya. Al parecer no crees que seas lo suficientemente capaz de afrontar el reto de replicar la tecnología avanzada de los zerkianos y por eso no quieres ir, ¿Verdad?
La sonrisa presuntuosa del hombre la irritó. Odiaba cuando el saiyan cuestionaba su inteligencia.
—¡Eres un idiota! Ni siquiera sé para que nos quieres ahí— exasperada decía.
—Si dejas de gritar y lastimar mis sensibles oídos te contestaré mujer vulgar— irritado también por el volumen tan alto de los estridentes gritos de la científica, trataba de callarla.
La curiosidad pudo sobre su sensatez y decidió que no habría nada de malo en averiguar más — ¡Habla ya simio engreído!
Vegeta la miró burlonamente, pero después explicó el propósito de la visita, ella estaba asombrada, y se sentía dividida en dos.
Por un lado su sentido maternal le pedía huir a como diera lugar de ahí. Dejarle creer que no le importaba nada y que no era tan capaz para que la dejara atrás, en la base.
Por otra parte su lado curioso por ser una científica le exigía ir y conocer más de esa tecnología. Hubiera preferido no ir, sin embargo, la ojiazul decidió que tal vez ir a un planeta que no controlaban los Saiyajines, podría ser una excelente oportunidad para escapar, sin contar con el hecho de que le picaban las manos por poder conocer esa tecnología espacial.
Adicional le irritaba que Vegeta cuestionara su inteligencia. Su ego y su curiosidad ganaron.
—Tendré las naves listas en una semana — fue todo lo que confirmó. Sin querer aceptar abiertamente su interés en el viaje.
Vegeta sabía que dio en el clavo, estaba eufórico al saber que ella lo acompañaría sin tener que obligarla, pero debía llevar las cosas con cuidado con la fémina, así que sin decir nada más procedió a desayunar en silencio, no quería que ella supiera lo inmensamente feliz que lo hacía su aceptación al viaje.
Pues a pesar de ese pequeño triunfo, el peliflama estaba inquieto. La situación la noche anterior le hizo entender que necesitaba desesperadamente lograr que ella creyera de nuevo en él. Le había expuesto sus sentimientos y había sido rechazado. Lo cuál lo hería y lastimaba su orgullo saiyajin.
Toda la situación se le estaba saliendo completamente de control, y no sabía como volver a llevar las cosas a terreno seguro. Es por eso que el haber conseguido que ella aceptara ir era un logro que lo ponía sumamente contento.
«Definitivamente Kale se quedará esta vez»
No dejaría que la saiyajin arruinara su reconciliación. Necesitaba reconquistar a la científica y esa maldita saiyajin solo sabía complicarle la existencia.
«Ella, Paragus y la mayoría de los saiyajines se quedarán»
Pensaba llevarse a Radditz, a Nappa, Tarble y a Tooma con él. Los demás se quedarían; sabía que Zerk era un lugar que le encantaría a la científica y eso podría ayudarle a sumar algunos puntos a su favor.
Necesitaba desesperadamente congraciarse con la fémina para poder hablar con ella y que esta vez de verdad pudiera ser escuchado. Cada día era una tortura para él y le costaba mucho no abrazarla, o refrenarse para evitar besarla.
Bulma estaba revisando los últimos ajustes a los drones de exploración que llevaría, aprovechó que Suzuke salió del laboratorio pues fue llamada a la habitación de Kale, se encerró en éste y contactó a su hermana:
—¿Hola B.B, está todo bien? ¿Ya sabes cuándo se irá de paseo el águila real? — preguntaba la rubia. A su hermana le encantaba usar nombres ficticios por si alguien descifraba el canal de comunicación. Escuchó un suspiro del otro lado de la línea.
—Malas noticias T.B, el águila real nos llevara de paseo con él, como los juguetes que somos — la amargura y frustración impregnaron su voz, estaba cansada y le dolía saber lo cerca que estuvieron de fraguar el plan.
— ¿Qué lugar es a dónde van? — Interesada preguntaba la rubia, Bulma decidió revisar de inmediato — te envío las coordenadas — confirmó tratando de parecer tranquila, la realidad es que estaba muy nerviosa de que en cualquier momento volviera la otra científica.
—Interesante lugar... Esto nos conviene más B.B, envíame cuando llegarás, buscaré posibles lugares donde tal vez podríamos llegar a vernos, avísame una vez que llegues ahí, es importante que lleves drones con camuflaje para mapear la ciudad, no hay mapas actualizados de ese lugar de años recientes, son muy celosos con su información — fue todo lo que en forma misteriosa dijo su hermana antes de cortar la comunicación. Ciertamente no podían arriesgarse demasiado...
En otro lugar un par de saiyajines hacían planes, Kale estaba furiosa, pues había sido notificada por Vegeta que esta vez no lo acompañaría, así que ahora estaba indignada contándole a Paragus.
— ¡Ese imbécil! cree que puede pasar sobre mí, ¡Iré le guste o no! —Vociferaba más que indignada la saiyan, comenzó a caminar en círculos airada, mientras seguía su diatriba:
— ¡Necesitamos hacer que la zorra esa desaparezca!— Seguía su monólogo en voz alta — podría ser antes de viajar, la podemos enviar junto con Radditz por un encargo a algún planetoide cercano, les enviaremos algunos mercenarios, por muy fuerte que sea ese idiota no podrá defenderse y defenderla a la vez... ¡Así de una vez nos deshacemos de ella!— feliz exponía su infalible plan a Paragus.
El saiyan respiro profúndame antes de contestar —No es tan sencillo, Radditz es un guerrero de clase alta y no será fácil vencerlo, además será muy sospechoso si de la nada llegan mercenarios, no hay forma que naves enemigas se acerquen a los planetas cercanos sin que los satélites los detecten. De ser así Vegeta no la expondrá — Explicaba paciente el saiyan.
La saiyan explotó, ella no iba a tolerar que ese malnacido la ofendiera así y llevará a la zorra esa en su lugar, ella era la princesa, por tanto es quién debía asistir a esa reunión en Zerk.
—Mi prerrogativa como la princesa saiyajin que soy es ir a ese viaje, ¡Ese imbécil no me puede detener!— La cara de la saiyajin estaba roja por la indignación.
El saiyan no la dejó seguir — ¡No digas estupideces Kale! ¡TE QUEDARÁS! Ya suficiente daño has hecho — Paragus cortaba molesto sus infantiles arrebatos, mientras una temerosa Suzuke los veía discutir.
Kale estaba indignada, e iba a hacer lo que ella quería — ¡Dije que iré y lo haré! — Fue todo lo que pudo decir antes de ser alcanzada por Paragus quién la sujetó del brazo y la pegó en forma amenazante a su cuerpo.
— Escúchame bien Kale, te he permitido hacer todas las cosas que has querido, pero esto se te ha salido de las manos y ahora seré ¡YO! Quién tome las decisiones, ¡Te quedarás aquí, visitaremos a ciertos aliados, es hora de empezar a mover las cosas!
Paragus estaba sumamente furioso, tenía muy en mente la amenaza implícita que el reto traía para su hijo. Si bien sabía que Chard era más fuerte que Trunks, la confianza de la científica peliazul le prendió las alarmas, al final ella igual que Suzuke era muy inteligente y no dudaba que traía algo entre las manos.
Kale, enojada preguntó – ¿A dónde iremos? — Su tono era exigente, estaba furiosa pero por primera vez sabía que el peligro era demasiado y debía ceder. Paragus era buen estratega y seguramente tendría ya un plan para salir de la situación.
—Oficialmente iremos a regulus130, pero después acudiremos a un asteroide cercano a ese planeta para ver a nuestros aliados y por último iremos a nuestra base, necesitamos un avance real y la ultimas actualizaciones no han sido prometedoras.
Tan pronto el saiyain dijo esto Suzuke se espantó, sabía lo que eso significaba, visitarían el planeta donde vivieron hasta antes de llegar con los saiyajines. Sabía lo que ellos deseaban, pero simplemente no podían hacer los avances más rápidos. Ya de por sí tomaban mucha sangre del prisionero, si lo hacían más seguido podrían generarle una anemia severa y matarlo.
—¡Él no está en condiciones de resistir tantas muestras de sangre seguidas! — Se atrevió a comentar la siempre callada y sumisa Suzuke. Simplemente a la Tsufur no se le hacía ético hacer eso, Kale le dio una mirada despectiva — Es para salvar a Chard, siempre deben hacerse sacrificios por la familia.
Paragus no dijo nada, simplemente miró a Suzuke, —Contacta con nuestra base y avisa que iremos en camino, que tenga preparado todo, necesitamos avances y pronto— despidió a la tsufur de ahí, quién decidió retirarse de inmediato. Se detuvo a ver a la saiyajin, la cuál seguía bastante indignada por como la había tratado.
Kale tenía el orgullo bastante herido después de cómo le habló Paragus, y seguía empecinada en su plan — Déjate de estupideces Paragus, luego iremos a donde quieras primero deshagámonos de esa zorra.
El saiyan la miró de mala manera antes de respirar profundamente, —¿Acaso no lo entiendes Kale? Desaparecer a la científica humana sólo logrará que en la mente de Vegeta ella se instale como una víctima, dándole ventaja al bastardo sobre Chard, ¿No te das cuenta lo encaprichado que está ese idiota?
Ella lo miró de mala gana, no aceptaría lo que Paragus decía sonaba bastantes lógico, simplemente quería poder ir y demostrar que ella era la futura reina. El saiyan lo comprendió, era tan pequeña cuando abandonaron el planeta Vegita que su corta edad al huir del planeta no le permitía recordar muchas cosas.
Era momento de darle un poco más de luz acerca de su raza — ¿Sabes porqué el vínculo en nuestra raza es tan importante Kale?— La mirada penetrante del hombre la hizo escucharlo atentamente sin querer interrumpirlo y solo negó con la cabeza.
— Los Saiyajin se destacan de otras razas por que nuestra disciplina y fuerza guerrera nos hacía buscar el compañero correcto para poder continuar nuestro legado. Un Saiyajin de clase alta buscaría a su vez a una hembra de su estirpe y posición con la cuál unirse y así garantizar la continuidad de su linaje. Tenía que ser realmente escrupuloso pues una vez hecha la elección no había marcha atrás.
Kale no recordaba mucho de su planeta solo recordaba que sus padres estaban vinculados. Pero no le sentó nada bien esa información pues sugería a sus ojos que quién decidía era el varón.
—¿Cómo que él debía de escoger? — Decía irritada y altamente ofendida. — ¿Y qué hay de ella acaso no cuenta en la elección?
Paragus miró divertido a su compañera, era gracioso para él ver la cara de enfado de la fémina, sin duda la hubiera pasado mal en el planeta Vegita pues no hubiera podido hacer nada de lo que ella quería.
— No es que no contaran Kale, una hembra fuerte era sumamente valorada, sin embargo cuando era un varón de clase alta, las hembras podrían desafiarse entre ellas para ver cuál tenía más posición y poder, una vez seleccionada la fémina, el varón podría ser desafiado por otro— Antes de poder terminar fue interrumpido por Kale.
— ¿Y al final el varón desafiaba a la mujer cómo ocurrió en mi unión?— Kale intentaba dar sentido a tradiciones que para ella eran lejanas.
— No, eso solo ocurría en la unión del Rey y en la del príncipe heredero y de algunas principales posiciones de poder como los gobernantes de cada estado— Tranquilo comentaba Paragus, tratando de no recordar lo mal que lo pasó en ese momento viendo a Kale ser sometida y reclamada por Vegeta.
—Una vez que se acordaba la unión, los saiyan se emparejaban, eso garantizaba que la descendencia sería solo entre los saiyajines vinculados. — sereno comentaba, tratando de explicar de la mejor manera las cosas.
—¡Que tonterías son esas! Vegeta y yo nos "vinculamos" y aún así logré burlarlo y mi hijo no es de ese malnacido— la mujer sonreía con autosuficiencia.
El guerrero se rió ante su comentario — Fue distinto Kale, escondimos cualquier rastro de olor, incluso cuándo te tome. Los Saiyajines somos altamente sexuales, y más después de pasar por batallas, ante una líbido tan fuerte era común que los varones fueran a los asteroides de placer a descargar su necesidad, o con hembras Saiyajin no vinculadas, aunque evitaban tener más de un encuentro con la misma hembra en un período de 2-3 meses para evitar que su olor se impregnara sobre ella y comenzar a sentir sentimientos de posesión entre ellos.
Ella lo miró desconcertada, cuando él contestó su pregunta no dicha:
— Lo hacían de esa forma en caso de que la hembra tuviera interés en formar un vínculo pronto no fuera afectada su búsqueda de pareja potencial por tener el olor de un macho encima— Fue nuevamente interrumpido — ¿Y si la Saiyajin terminaba embarazada antes de vincularse?
El sonrió arrogante — Difícilmente eso ocurriría, para eso el macho tendría que tener la intención de fecundar a la fémina, la semilla de un saiyan solo es viable cuando el macho Saiyajin está dispuesto a tener descendencia. Es difícil explicarlo pero no era común que eso sucediera.
— ¿Y qué pasaba si sucedía y la guerrera terminaba embarazada?— impertinente volvía a interrumpir Kale.
— Los Saiyajines somos territoriales Kale, si un macho llegaba por error a embarazar a una hembra la marcaba para asegurar que la hembra no copulara con otro varón. Y garantizar así que su descendencia no sería cuestionada ni pondrían en duda la virilidad del macho al meterse ella con otros.
—¡Qué tontos son los hombres !— Se reía — Que las vincularan tampoco les garantizaba que ellas no los engañarían— altanera rebatía Kale, mientras cruzaba las manos a la altura del pecho.
— Ningún otro Saiyajin tocaría a una hembra marcada Kale, el olor del otro varón sobre la fémina sería intolerable — Trataba de explicar lo obvio el saiyan sin desesperarse.
— Pero tú lo haces, soportas el aroma de Vegeta qué hay en mí y en Chard — La sonrisa desafiante de la saiyan irritó considerablemente al varón.
—No es igual Kale, tú no tienes un vínculo real, el aroma es cultivado en ti y en Chard y lo sabes, si realmente estuvieras vinculada a él, el aroma de ese imbécil sobre ti se incrementaría conforme la excitación sexual en ti crece lo que lo haría sumamente insoportable y jamás podría tocarte.
Adicional el vínculo que se desencadena en un inicio en el cuerpo de la hembra al ser marcada, genera un cambio profundo difícil de explicar.
—Intenta explicarte mejor sigo sin entender a dónde va todo esto— Kale encogió los hombros en clara postura de no entender el punto de tanta palabrería.
—Los machos usualmente marcaban a las hembras esto les garantizaba que ellas no copularían con otro varón, pero también generaba de alguna forma difícil de entender hasta que no formas el vínculo, una lealtad por parte de la hembra hacia el macho. Por lo general una vez escogida su pareja y marcada, un macho no tendría hijos con otra mujer salvo que la unión solo haya sido del lado de la hembra y él no la haya dejado completar la unión de su lado. De ser así en caso de que la mujer muriera él podría tomar otra pareja a la muerte de ésta.
— ¿Y porqué no puede ser al revés? ¿Porque ella no lo marcaría mejor a él primero? —Indignada por lo que Paragus decía contestaba agresiva Kale —¿Y qué pasaba si la unión se hubiera completado de ambos lados y ella o él muriera?
— ¡Claro que podría ser al revés! Si es que la hembra fuera más fuerte que el macho y pudiera someterlo Kale, pero ninguna hembra que se respetara se permitiría tener descendencia con alguien más débil, la intención era dar continuidad a su linaje con descendientes superiores no a la inversa, sin un saiyan era más débil que la mujer jamás sería considerado apto para tener descendencia. Y si la
Unión se sellaba por ambos lados y una de las partes fallecía el otro simplemente no podría volver a tener otra pareja de vida ni tener más descendientes.
Kale caminó meditando la información, realmente ella odiaba todo eso relacionado con el vínculo pero debía asegurarse de entenderlo para usarlo a su favor.
—¿Pero eso no condenaría al compañero que sobreviviera al ostracismo? Es decir quien quedara con vida estaría imposibilitado a poder tener compañeros sexuales, ¿Cierto?— Kale estaba sumamente irritada, odiaba pensar que alguien la pudiera dominar de alguna manera.
—Una vez muerto su compañero el olor del mismo sobre la mujer disminuía más nunca desaparecía, de igual forma si el vínculo se forjó completo el olor de la fémina se habría impregnado a él y si fuera quién sobrevivió se mantendría aunque en forma sutil. Esto permitía que él o la saiyan que sobrevivía pudiera seguir teniendo una vida sexual activa pero no era lo suficientemente tolerable para que alguien quisiera emparejarse. Aparte de no ser posible crear un nuevo vínculo, conviviría con el aroma de la anterior pareja. Somos una raza orgullosa jamás toleraríamos algo así. Podría tener compañeros sexuales pero jamás otra pareja de vida.
Ella lo miró suspicaz —¿De alguna forma el vínculo forzaba que surgieran sentimientos entre los saiyajines acoplados?— Dudosa preguntaba la saiyan
El Saiyajin solo se rió de la actitud de la mujer.
—¡No digas estupideces Kale! Nadie puede forzar sentimientos, el vínculo solo intensifica lo que ya existe, si no hay amor jamás lo creará, solo permitirá fortalecer la lealtad entre los vinculados, las reacciones químicas combinadas a las feromonas que se producen generan cambios complejos difíciles de explicar en simples palabras, es algo único de nuestra raza y por eso lo que logramos al invalidar el vínculo que debía existir entre tú y Vegeta es algo formidable, jamás se habría logrado algo parecido.
Irritada Kale volvió al punto, seguía sin entender que tenía que ver el estupido vínculo con sus planes de matar a Bulma.
— Dame un motivo por el cual esta charla innecesaria sea importante para no matar a la zorra humana.
Paragus disfrutaba cuando veía a Kale rabiar, el sabía que la había consentido demasiado mientras ella crecía pero jamás pudo negarle nada, ni lo haría.
—Regresando al tema, sé que odias a Vegeta pero desaparecer a su zorra no nos ayudará en nada. Por el contrario podría hacerlo perder el control de sus emociones y volverse inestable, podríamos poner en peligro la seguridad tuya y la de Chard.
— Sigo sin entender nada, ¿Qué demonios tiene que ver las emociones con que matemos a la zorra y porqué eso pondría en peligro a mi hijo?, ¡No soy imbécil Paragus! Cubriríamos nuestras huellas no sabría que fuimos nosotros
El saiyan resopló molesto — Ya te dije, si la desaparecemos la haremos una mártir a sus ojos, ¿No lo ves? Vegeta no está simplemente encaprichado por la zorra humana, la forma en que la defendió ante todos no es normal, empieza a generar un sentimiento de pertenencia con ella. De alguna manera está formando un vínculo con la científica.
La saiyan lo miró alarmada —¡Eso es imposible! El no se atrevería a morderla, sabe lo que eso implicaría.
Paragus trato de explicar las cosas lo más sencillo que pudo:
— No necesariamente se requiere morderla para activar el vínculo. ¡Te lo expliqué antes! Podría suceder que por error el saiyan embarazara a una hembra sin tener un vínculo, eso generaría que dicho lazo se comenzara a formar aún sin marcarla, pues su instinto ya la ha reclamado, por algo su semilla se volvió fértil, el decidir morderla y vincularla a él simplemente reafirmaría el lazo que previamente se había creado con su compañera al tener un hijo juntos.
Ella lo miró escéptica — Ése imbécil no puede forjar ningún vínculo con ella, ¡Ya tiene un vínculo conmigo! —decía burlona la guerrera.
El saiyan solo se rió — ¡Deja de decir estupideces Kale! — Fastidiado la enfrentó — Ese vínculo es un cascarón vacío y tú lo sabes, no hay nada que lo una a ti realmente, salvo la estúpida creencia de él al pensar que realmente se vincularon, por la cicatriz vacía que tienes en el cuello, y por el olor a él que indujimos sobre ti y Chard— Paragus hizo una mueca de claro disgusto ante eso, realmente odiaba que olor de ese infeliz estuviera sobre su mujer e hijo.
Era algo realmente difícil de tolerar para el saiyan cada vez que abrazaba a Kale o a su cachorro.
Prosiguió su charla —incluso si el muy infeliz hubiera querido tener un hijo contigo jamás habría podido, no sin un vínculo activo, su instinto ya reclamó a otra y sin un vínculo que rompa eso su semilla es infértil para ti.
Kale odiaba sentirse desplazada, no que le importara el sentir de Vegeta, pero ella debería ser la única que él debía tener en consideración, detestaba saber que compartía la atención del que se suponía era su pareja —¿Así que el que tuviera una cría con esa mujerzuela lo hace territorial con ella?
Paragus prosiguió — El escogió de alguna forma a la mujer con la que estar, tal vez no lo hizo consciente pero su instinto eligió por eso la embarazó. Podría haber solo fornicado con su zorra sin que nada pasara, tal vez porque no sabía que había hembras saiyajin su instinto eligió a esa débil criatura. O simplemente es un pobre diablo sentimental como lo era su abuelo — Se rió fuertemente, Kale no entendía era muy joven cuando dejó el planeta y no sabía a qué se refería Paragus ni le importaba.
De pronto él continuó —Una vez elegida una hembra, un saiyajin aunque no esté vinculado a ella difícilmente podrá tener descendencia con alguien más, salvo que el saiyan se vincule con otra persona. De esa forma rompería el lazo que se generó con la madre de ese otro hijo anterior a su vínculo. Aunque a este punto jamás conocí un saiyan que formara un vínculo con otra mujer, que no sea con quien engendró sus hijos. La posesividad de nuestra raza le impediría dejar que alguien más tocara lo que ya marcó de alguna forma como suyo. Su instinto le pediría que su aroma se mantenga indeleble sobre la madre de sus crías. El único que ha intentado eso sin que lo supiéramos es Vegeta, pero debo aceptar que el idiota no debía saber mucho de los vínculos, además la humana llevaba pocos tiempo de embarazo cuando la dejó por venir aquí, no existía seguramente un sentido de posesión fuerte, asumo que por eso tomó todo muy a la ligera. Ese imbécil era muy joven cuando se fue del planeta, la información que debe poseer sobre vínculos debe ser casi nula. De lo contrario, entendería qué hay anomalías en su emparejamiento contigo.
— No me queda claro algo Paragus— Kale lo miraba pensativa, — en un principio el sí me marcó, eso debería anular el lazo con el híbrido, ¿Cierto? no importa que se haya roto el vínculo de mi lado, él vínculo inicial fue activado.
Paragus se rió, — El vínculo funciona en ambos lados Kale, lo que hicimos evitó que la mordida desencadenara los cambios que debía, para que él no pueda dominarte a ti. Por tanto es completamente inválido para él, es solo que el muy idiota no lo sabe. Y pudiera jamás enterarse de no ser por un detalle.
La saiyan comenzaba a inquietarse y a sentirse irritable —¿Qué detalle?¡habla claro! No estoy para juegos Paragus.
El hombre la miró divertido — El pequeño bastardo es la clave de ese lazo, conforme va creciendo va fortaleciendo el vínculo Padre-hijo entre ellos, por tanto cada vez los sentimientos de protección y de pertenencia se irán haciendo mayores e irán impulsando al imbécil a querer marcar a su zorra, lo cuál lo confundirá porque el ya tiene un "vínculo".
Paragus se puso serio, la miró preocupado antes de proseguir —Si de verdad el vínculo de ustedes se hubiera activado en algún momento ese dilema no existiría, él simplemente hubiera pasado de la mujer. El sentido de lealtad a ti por ser su vinculada sería abrumador y no importaría lo que él quisiera no podría desobedecer el vínculo generado entre tú y él, si bien nunca le importarías como algo más tampoco podría hacer algo para dañarte.
—Entonces me estás dando la razón Paragus entre más tiempo tardemos en matarla su instinto cada vez le exigirá en forma más fuerte el marcarla. — La saiyan sonrió triunfal al pensar en que por fin había logrado demostrar su punto.
El saiyan respiró paciente, antes de seguir —Vegeta no tiene en realidad vínculo contigo Kale, el lazo que está desarrollando con su descendiente de sangre genera que él lo quiera a su lado, cuando por culpa de tu impulsividad atacaste a su maldita zorra activaste sus instintos de protección a ella— Irritado comentaba.
—El idiota estaba de por si confundido seguramente y debido a tu acción, hiciste que comenzara a sentirse protector con ellos. Seguramente sentir esa necesidad de tenerla a su lado, darse cuenta que quiere marcarla, lo confundirá, lo hará entrar en conflicto y correrás peligro de que él quiera deshacerse de ti para formar un vínculo con la mujerzuela esa.
Fue todo lo que en forma cansada comentaba el guerrero, Kale se preocupó al entender lo que Paragus había estado tratando de explicarle todo este tiempo —No voy a permitir que eso suceda, si dices que matarla no es la solución ¿Que debemos hacer para evitarlo?
Paragus le sonrió, por fin Kale comenzaba a entender la magnitud del problema al que se enfrentaban — Lo mejor será destruir la imagen que ese imbécil tiene de la furcia humana. Debemos atacarla no a ella, sino a la percepción que tiene el idiota de su mujerzuela, cuando vea que no es más que una zorra que se entrega a cualquiera la despreciará y él mismo la matará; a ella y a su bastardo.
Kale sopesó lo que decía el guerrero, era un plan sumamente brillante, aún así estaba molesta y no quería dar su brazo a torcer — Puede que halla lógica en eso, aunque no sé si Vegeta la mataría, necesito asegurarme que será así — fue todo lo que en forma infantil ella dijo.
El varón sonrió — Conocí lo suficientemente bien al imbécil del Rey, el padre de Vegeta— el saiyan escupió con desprecio las palabras — Lo más importante para él era su querido orgullo Saiyajin Y eso fue lo que le inculcó al bueno para nada de su hijo. Créeme se sentirá tan ofendido cuando se entere que terminará repudiándola y él mismo acabará con sus propias manos a la zorra y a su bastardo. Ese idiota puede tolerar muchas cosas pero que lo ofendan mancillando su honor, no es una de ellas. Si él la halla revolcándose con otro, la mandara a la otra vida en ese momento. Después cuando esté vulnerable harás que él te permita marcarlo y de esa forma tendrás su voluntad dominada, hasta que decidamos matarlo.
Muy seguro decía esto Paragus mientras se reía al imaginar la escena. La saiyajin sabía que él tenía la razón pero seguía enojada por tener que quedarse y aguantar esa humillación: Que en su lugar fuera la asquerosa humana — Aún así yo debería ir— comentó molesta.
Los celos de Paragus se activaron, lo descrito para Vegeta y Bulma aplicaba para ellos también y conforme Chard crecía él se sentía más posesivo de la saiyajin. —¿Acaso tanto deseas volver a estar con ese imbécil?— Más que furioso decía.
Kale entendía ahora porque recientemente había empezado a sentir tanto deseo hacia Paragus, si bien le gustaba acostarse con él, la necesidad sexual que sentía recientemente tenía una explicación, todo era culpa de Chard, ya después se encargaría de asegurarse que controlar al saiyan sin que él la afectara.
Al menos era algo que podía controlar, el deseo. Ella nunca había amado a Paragus realmente así que el vínculo no podría magnificar un sentimiento que no existía, lo de ellos era algo meramente carnal. Se rió descaradamente — ¿Veo que los celos no te dejan pensar, acaso no te vinculaste anteriormente?
Él la miró serio antes de contestar, ella se vinculó a mí yo jamás dejé que me mordiera. Al morir el vínculo de mi parte se perdió, si yo le hubiera permitido vincularse a mí jamás podría haber estado contigo Kale ni tener a Chard, nada me ata a un muerto.
Ella lo miró risueña mofándose de él, — no activaré ningún vínculo entre nosotros, a mi nadie me domina Paragus y sigo pensando que debería ir— decía empecinada.
El varón miró a la guerrera sin decir nada más. Kale podía llegar a ser a veces muy inmadura, pero no podía culparla, ella era joven, inexperta. Su deber era guiarla.
La sentó en sus piernas y comenzó gentilmente a acariciarle la cara antes de besarla, —Necesitamos estar muy lejos de ellos cuando eso pase, la furia de Vegeta será implacable. Habla con Tarble, convéncelo de darle a Sekket la droga, sabrá aprovecharla con la zorra humana.
La saiyan estaba furiosa, pues deseaba ir a Zerk para ver en primera fila la cara de Vegeta cuando descubriera a esa sucia ramera humana revolcándose con otro. Sonrió para sí misma, sin duda eso sería bastante interesante.
Sin embargo, su rostro se ensombreció cuando recordó el confrontamiento que tuvo por parte de Tarble porque ella había atacado a la mujerzuela esa, estaba segura que, aunque la apoyaba en lograr que Sekket se interesara en la terrícola, no aprobaría los medios que usaría.
—¡Ese imbécil no nos ayudará Paragus! Si yo no iré al viaje, entonces necesitaremos que alguien más le dé a Sekket esa droga y lo convenza de usarla— Molesta decía mientras se acomodaba a horcajadas sobre el saiyan y comenzaba a frotar su intimidad sobre la de él, aún cuando estaban vestidos comenzó a excitarlo.
Él quería regañarla más, sin embargo Kale sabía que su sensualidad era la perdición del guerrero.
Paragus sabía que simplemente ella era su mundo, al sentir su intimidad frotarse sobre él se perdió en sus deseos. Lo sabía, por esa hermosa saiyan estaba dispuesto a hacer grandes sacrificios.
Los movimientos se hicieron más y más rítmicos, mientras el guerrero decidió invadir su boca para de esa forma acallar los gemidos que de ellos salían.
— Shhh — la acallaba a la vez que la abrazaba con adoración, mientras sus colas se enredaban entre sí.
Sí, ahí era donde Kale pertenecía, entre sus brazos. Había llegado el momento de ser él quien tomara las decisiones de ahora en adelante, debían de fraguar un plan, estaba harto del "príncipe saiyajin" y una vez que eliminaran de su camino a la zorra humana y a su bastardo, se encargarían de él también.
No permitiría que ese bueno para nada volviera a poner sus asquerosas manos sobre su mujer, Kale era suya y estaba harto de pretender que no era así.
Además, Chard era demasiado bueno y no iba a dejar que siguiera creyendo que ese malnacido era su padre. Se aseguraría de que ese patético príncipe de pacotilla muriera; y una vez eliminado Vegeta, tomaría su lugar y gobernaría sobre el resto de los saiyajines...
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Aprovechó que por fin estaría a solas, en lugar de dirigirse al laboratorio donde sabía que estaría la otra científica fue rumbo a su habitación, necesitaba pensar con claridad y sobre todo debía contactar a Sook.
Activó la comunicación con él, tenía demasiadas semanas sin poder hablar, ¡Cómo lo extrañaba! Pero lo más importante era lograr que se mantuviera a salvo. Si algo le pasaba a él... Entonces ella ya no tenía nada por qué vivir.
Porfin logró que el enlace funcionara —¿Sucedió algo?— A pesar del tono formal y aparentemente desinteresado que escuchó de él del otro lado de la línea, ella lo conocía mejor y había alcanzado a detectar una nota de aprehensión en su voz.
Sook siempre hablaba así lo más impersonal posible; ya suficiente poder tenían los Saiyajines sobre ellos, lo conocía tanto que sabía era su forma de evitar que ellos se dieran cuenta cuan importante Suzuke era para él o podrían dañarla para lograr sus objetivos en forma más rápida.
—Ellos irán para allá Sook — fue lo que la tsufuru dijo y alcanzó a escuchar un jadeo del otro lado, sabía que su compañero no esperaba que ellos fueran en tan corto tiempo.
—¿Porque vienen tan pronto? ¿Qué es lo que está pasando?— Ansioso preguntó. Sólo había una cosa por la cual Paragus y Kale estarían yendo de nueva cuenta a ese sitio. Conocían cuánto odiaba Kale ese lugar, era un planeta inhóspito y realmente la había visto sumamente feliz cuando Paragus y ella abandonaron las instalaciones.
Suzuke lo sacó de sus pensamientos — Necesitan avances más pronto de lo previsto, las cosas se están saliendo de control aquí, jamás contaron con que el príncipe de su raza llegara con un hijo, el lazo entre ellos se está reforzando y en cualquier momento detectarán las anomalías del vínculo entre Kale y Vegeta.
Sook miró a su compañera a través de la video llamada impactado. —Aún así no veo eso en que se relaciona con la investigación.
Suzuke vio a su compañero, — No solo es un hijo extra Sook, hay otra mujer la madre del niño. Ella es la científica de la que te hablé. Kale y ella pelearon y los niños tendrán un duelo entre ellos, así que supongo quieren usar el suero para darle la ventaja a Chard.
Sook la miró con ojos espantados — No puedo dejar que hagan eso, el suero no es estable ¡Podría matar al niño! — Angustiado comentaba el otro científico.
Suzuke lo miró con ternura, ella conocía a su compañero, siempre ávido de conocer más en pos de beneficiar con su ciencia, no se permitiría hacer algo que dañase a otro ser viviente. Y sin embargo, estaba siendo obligado en hacer precisamente eso.
— Quieren avances más rápido Sook, que dupliques tus esfuerzos y hagas más pruebas. — La mirada de Suzuke era lúgubre.
El científico se asustó, el pobre cautivo que tenían no estaba en condiciones de aportar más sangre de la que ya le quitaban cada vez.
—Si hacemos eso lo terminaremos matando, está muy débil, tiene indicios de anemia. Podría degenerar en leucemia. Me niego a eso.
Indignado decía el tsufur. Suzuke cerró los ojos, era eso lo que se temía, que su compañero se negara. A ella también le dolía la situación de ese pobre ser, pero ya había perdido todo, su planeta, su raza, su libertad. No permitiría que también le arrebataran a su compañero.
— ¡Por favor Sook tienes que hacerlo! Ellos no llegarán ahí directamente, tomarán algunas semanas, escuché que antes irán a ver a otros aliados. Hazle transfusiones de sangre con el plasma que hicimos para él. Eso lo reforzará y con suerte evitará que su estado empeore cuando tengas que tomar muestras de sangre tan seguido.
Sook la miró, ¡Como adoraba ver los azules ojos de su compañera! La extraña muchísimo y le dolía tener que lastimar a otros seres indefensos por culpa de los saiyajines. El sabía que ellos no dañarían a Suzuke, necesitaban al menos a uno de ellos con vida—haré eso, es una excelente idea, aún así me negaré, no lo pondré en riesgo de esa manera es demasiado.
Ella miró a su compañero, por algo ella había aprendido a amarlo tanto, — ¡Te lastimarán Sook! Y si ellos te hacen daño y te pasa algo, no tendría razón para seguir— la voz de la científica se quebró, él era todo lo que le quedaba.
El científico Tsufur sentía una gran impotencia, eran débiles y estaban a merced de seres sin escrúpulos. A pesar de sus ganas de revelarse no haría nada que pusiera en peligro la vida de Suzuke. Además odiaba verla sufrir.
—Veré que puedo hacer para intentar salvarlo sin oponerme a ellos — Fue todo lo que dijo antes de cortar la comunicación.
Suzuke respiró aliviada, y decidió arreglar las cosas para su próximo viaje, ella aún tenía un papel que desempeñar. Le entristecía ayudar en acabar la vida de la humana. Sin duda era una mujer excepcional, y a pesar de los intentos de la peliazul, nunca la dejaba acercarse demasiado a ella.
Le daba pánico pensar que Kale se percatara, jamás haría algo que pusiera de nueva cuenta la vida de Sook en peligro. La única vez que eso pasó casi lo mataron y eso fue demasiado para ella.
Eliminó esos recuerdos de su mente y siguió acomodando todo para su próxima partida, la función debía de continuar...
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😱😱😱😱 ¡Hola a todos!
¡Que bomba nos enteramos en este cap! Creo que contesta algunas dudas que muchas (os) tienen y qué tal vez no se explicaban, ¿Cómo es que Kale podía seguir siéndole infiel a Vegeta a pesar de estar marcada por él?
Esto se está volviendo caótico, me encantaría saber sus comentarios y teorías. Recuerden ya viene las últimas dos semanas de hiatus y de ahí vuelven las actualizaciones semanales 🎉👏🏽🎉
Aprovecho para darles un dato curioso, para quién no lo sabe o no lo ha deducido el nombre de Chard lo elegí ya que Chard es una palabra en inglés, en español significa Acelga 🙈🙈🙈.
Bajo la misma variante escogí Pepper, Celery, y Basil.🙈🙈🙈
Mil gracias por seguir leyendo y gracias por continuar a mi lado en esta historia. Sus votos y comentarios son realmente apreciados de mi parte❣️.