¿Alguna vez has pensado que hubiera pasado si las cosas hubieran sucedido de otra manera? ¿Has imaginado lo que te hubiera gustado que sucediera? ¿O que las cosas hubieran sido diferentes para que al final todos fueran felices? ¿Has ido a ese mundo imaginario que creaste en donde todo lo que te hubiera gustado pasó?... es en ese momento cuando te preguntas ¿Qué hubiera sido si...?
El sol entraba por la ventana de esa gran habitación iluminando gran parte de esta, en la cama aquella platinada dormía pero su respiración era agitada mientras que unas pocas gotas de sudor invadían su frente en donde tenía marcado su ceño fruncido de preocupación.
-No Anna, Jack- dice levantándose de golpe sentándose en su gran cama aún con su respiración acelerada, al ya estar despierta miro extrañada la habitación -¿Qué?... ¿Todo fue un sueño?- pregunta viendo todo a su alrededor para después con sus manos revisar su cabeza asegurándose de que no fuera otro sueño. Pero su atención se fue ahora con el ruido que comenzó a escucharse afuera de la habitación, cuando de repente vio como la puerta se abrió dejando ver aquella pelirroja con una gran sonrisa.
-Buenos días hermana- dice feliz
-¿A-Anna?- pregunta confundida Elsa levantándose de la cama rápidamente.
-Pues sí ¿Quién más te llamaría hermana?- dice evitando reírse cuando inesperadamente la patinada la abrazo como si hubiera pasado mucho desde la última vez que se vieron. Elsa al sentirla comenzó a soltar pocas lágrimas, aún no podía creer que en verdad su hermanita estaba ahí.
-Te extrañe demasiado Anna- dice en susurro abrazándola con un poco más de fuerza.
-¿Extrañarme?- pregunta sin entender -¿Pero que dices Elsa? Si anoche cenamos juntos- dice confundida cuando comenzó a sentir su hombro mojado sabiendo al instante que su hermana estaba llorando -¿Estas bien Elsa?- pregunta preocupada tomándola por los hombros alejándola para poder ver su rostro.
-Sí Anna solo que- dice mientras se limpiaba las lagrimas -Me alegra saber que solo fue un sueño- dice cuando una gran sonrisa apareció en su rostro, tranquilizando a Anna.
-Oh ya veo, una pesadilla- dice despreocupada -Sí solo fue eso, entonces no habrá motivo para cancelar la boda- dice regresando nuevamente aquella sonrisa al rostro de la pelirroja.
-¿Boda? ¿Aún no ha sido tu boda Anna?- pregunta confundida Elsa.
-¿Qué estas diciendo Elsa?- dice Anna entre risas -La mía fue hace un año, estaba hablando de la tuya- dice dando pequeños saltos de emoción.
-¿Mi-mi boda?- pregunta aún más confundida sentándose en la cama intentando entender lo que estaba pasando.
-Enserio Elsa ¿estas bien?- pregunta Anna acercándose a ella, notando que estaba sonriendo -¿Elsa?- ve cómo reacciona.
-Ah sí, es cierto Anna, ya recuerdo todo- dice con una gran sonrisa -Hoy es mi boda- dice levantándose de la cama feliz.
Dos meses atrás...
La reina Anna al saber de su embarazo hace nueve meses todos los del reino se emocionaron al saber del nuevo integrante de la familia real, un príncipe, ya ha pasado un mes desde la nueva llegada del lindo bebe, aquel pequeño de cabello pelirrojo como el de su madre, piel y ojos como el de su padre que al instante enamoro a todos por tan lindo hijo. En Arrendell cuando llega un nuevo heredero se hace una fiesta de recibimiento y festejar la continuación de la familia real.
-Kristoff y Anna, reyes de Arrendell, hoy el pueblo recibe a su hijo como futuro heredero del reino, por eso su responsabilidad será formar a un gran hombre con responsabilidad y valores, para que en su futuro sea un rey honorable, como lo están haciendo ustedes. ¿Aceptan ese futuro para su hijo?- dice el sacerdote.
-Lo aceptamos- dicen ambos.
-Ya que los reyes aceptaron, hoy día pueblo de Arrendel les presento al hijo de los reyes, el príncipe Sammuel- dice el sacerdote mientras que Kristoff y Anna se dan la media vuelta permitiendo que los invitados vieran al pequeño en brazos de su madre.
-Bienvenido príncipe Sammuel- dicen todos para después comenzar a aplaudir, finalizando así la ceremonia.
La celebración continua con una gran fiesta en el pueblo para que todos tuvieran la oportunidad de conocer al pequeño príncipe, como en todas las fiestas hubo comida, música y baile, demostrando que el reino estaba completamente feliz. Pero ese día no solo habría un motivo para festejar.
-Oye Elsa ¿podrías cuidar un momento a Sammuel? Necesito ah bueno checar unas cosas- dice Anna entregándole a su hijo con cuidado.
-Claro Anna-dice Elsa con su sobrino en brazos con una gran sonrisa ya que desde que ella lo vio lo adoro con todo su corazón.
-Gracias, no tardo- le sonríe y comienza a dirigirse hacia donde estaba su esposo quien estaba hablando con aquel peliblanco -Listo, ya está con Sammuel- ambos asienten, después los tres continuaron con lo que ya tenían planeado.
Elsa mientras hablaba con algunos invitados aun teniendo en brazos a su sobrino se percató que ya había pasado unas horas desde la última vez que vio a su pareja, y no era muy común que se desapareciera sin decirle algo a ella, además de igual manera desde que llego Sammuel a él le encanta pasar el tiempo cuidando del pequeño. Pasaron las horas y la noche ya se estaba haciendo presente, el momento ya estaba cada vez más cerca.
-Elsa!- grito Anna mientras se acercaba a ella trotando.
-Anna, pensé que no tardarías- dice entre pequeñas risas.
-Lo siento, no me percate del tiempo- dice mientras extendía sus brazos recibiendo a su hijo -Además ya extrañaba a mi pequeño- ambas ríen un poco.
-Por cierto, Anna ¿Has visto a Jack? ya han pasado unas horas y no lo he visto- dice mirando alrededor en busca del peliblanco.
-Creo que lo vi en el jardín del castillo, vamos lo más seguro es que Kristoff este con él- ve como Elsa asiente y ambas comienzan a dirigirse al castillo. Al llegar ambas hermanas se encontraron con Olaf y Sven.
-Hola Elsa y Anna- saluda Olaf -Y hola, pequeño Sammuel- dice con voz tierna.
-Disculpen ¿alguno de ustedes dos ha visto a Jack?- pregunta Elsa.
-Jack creo que esta en el jardín, será mejor que vayas Elsa- dice Olaf ocultando su emoción.
-Gracias- dice para comenzar a caminar, al llegar ve como Kristoff salió del jardín -Kristoff hola-
-Ah hola Elsa ¿Qué pasa?-
-¿De casualidad has visto a Jack? me dijeron que estaba aquí en el jardín-
-Sí de echo estaba hablando con él y me mando a decirte que ¿si podías acompañarlo?- dice ocultando su gran sonrisa.
-Entonces que bueno que vine a buscarlo- sonríe -Gracias Kristoff- ambos se despiden. Pero cuando Elsa entro al jardín se llevó una gran sorpresa, y era que había un camino echo de linternas iluminando la nieve del que había en el suelo y un poco en el pasto, sin entender comenzó a caminar por aquel camino que la llevaba a uno de los árboles del jardín que era el favorito de Elsa en donde iba a sentarse y leer un poco, al acercarse comenzó a notar que de aquel árbol caían pequeños copos de nieve agregando que el árbol tenía de igual manera linternas colgadas en sus ramas haciéndolo lucir muy hermoso, al llegar pudo percibir como habían pequeñas notas colgadas en algunas ramas del árbol, curiosa empezó a abrirlas para poder leerlas. Al tomar la primera para poder leerla una sonrisa se dibujó en su rostro "¿Recuerdas cómo nos conocimos?" al leerla siguió con las demás que de igual manera contenían preguntas como "¿Recuerdas cómo me contaste tu pasado?" "¿Recuerdas aquella noche donde comenzó nuestra amistad?" "¿Recuerdas como inicio nuestra relación?" "¿Recuerdas nuestro primer beso?" Elsa al leer todas aquellas notas sus recuerdos pasaban como si de fotografías se tratara recordando cada momento mientras que aquella sonrisa lo único que hacía era crecer más, y así fue hasta que termino de leer todas las notas.
-Bien Jack, ya puedes salir- dice cuándo comenzó a escuchar ruido entre las ramas del árbol, viendo como de estas salía su peliblanco -Ahora entiendo porque no te vi casi todo el día- dice mientras se acercaba a él.
-Como ya viste, estaba ocupado- dice sonriendo dulcemente -¿Sorprendida?-
-La verdad es que sí, no me esperaba que hicieras esto- dice volviendo a ver todo con asombro -No esperaba esta sorpresa Jack- regresa su mirada a él.
-Y aún no termina- Elsa confundida nota como él suelta un suspiro para comenzar a inclinarse sacando una pequeña caja que fácilmente pudo notar que estaba hecha de hielo, Elsa al sorprendida llevo sus manos a sus labios al no poder creer lo que estaba haciendo Jack -Elsa se que no ha pasado mucho tiempo desde que comenzamos nuestra relación, pero... desde el momento en que pudiste verme se que nuestro destino era conocernos para estar juntos, ya que cada día que pasaba me enamoraba más de tu maravillosa personalidad y del gran corazón que tienes, y hoy al pedir tu mano no es para apresurar las cosas entre nosotros, solo quiero pasar el resto de mis días a tu lado ya que al tenerte me siento completo, contigo no me faltara nada- al terminar abre la caja dejando ver un hermoso anillo plateado con un lindo diamante, Elsa aún sorprendida las lagrimas comenzaron a juntarse en sus ojos -Por eso, Elsa de Arrendell ¿Me aceptarías como futuro esposo para amarte el resto de mi vida?- Jack sin aún saber la respuesta sentía como los nervios hacían temblar su cuerpo, cuando vio como su platinada asentía para después retirar sus manos de su boca.
-Sí Jack, acepto- dice mostrando una gran sonrisa mientras aquellas pequeñas lagrimas salían, estira su brazo viendo como el peliblanco le colocaba el anillo quedando a la perfección en su dedo. Ambos platinados se abrazaron para después besarse sintiéndose demasiado felices por dar aquel paso juntos en su relación. Al confirmar su compromiso felices fueron con los demás para darles la gran noticia alegrando a la familia que los felicito con un gran abrazo, después ambos platinados aprovecharon que el pueblo estaba reunido por la festividad del pequeño príncipe para darles la noticia emocionando a todos...
Un mes después
Los invitados en sus lugares resignados esperaban felices a que el momento llegara, los del pueblo igual lo hacían esperando las campanas de la iglesia sonar asegurando que el compromiso fue exitoso, las mucamas seguían asegurándose de que todo estuviera perfecto a la hora de la celebración, los guardias protegían y se aseguraban de que todo siguiera en orden. Elsa por la pequeña ventana del carruaje veía como su pueblo estaba decorado y las personas miraban pasar el carruaje con felicidad, aún no podía creer que el día de su boda ha llegado, ella siempre pensó que Anna sería la única de las dos quien se casaría y tendría una familia, ya que muchos príncipes la consideraban realmente una reina de hielo ya que a ninguno de ellos les dio alguna oportunidad de acercársele, aun así ella no perdía la esperanza de algún día encontrar a alguien quien la amara de verdad y así fue, aquel peliblanco con similares poderes la enamoro sin que ella lo hubiera imaginado, fue el quien le enseño lo que era estar realmente enamorado de una persona sin el miedo de que algún día te abandone o te lastime. Al pensar en eso una sonrisa se dibujó en su rostro, pero aun así sus nervios no disminuían.
-Tranquila Elsa, todo saldrá bien- dice Anna mientras tomaba su mano.
-Losé es solo que... espero no arruinarlo-
-No lo harás- le sonríe brindándole confianza.
Mientras las hermanas ya estaban en camino a la ceremonia, aquel peliblanco quien ya estaba listo sentía como su cuerpo no dejaba de temblar por los nervios al sentir la mirada de varios de los invitados agregando que temía en que su traje tuviera algún daño o que al momento de que dijera sus votos se equivocara, al pensar en todos aquellos detalles sus nervios aumentaban, su amigo podía notarlo ya que el comprendía como se sentía estar ahí parado.
-Tranquilízate Jack- dice Kristoff en susurro mientras ponía una de sus manos en el hombro del peliblanco -Todo estará bien-
-Eso espero, no quiero cometer ningún error- dice igual en susurro.
-No lo harás, repasamos tus votos mas de diez veces, tu traje luce fantástico y bueno solo es cuestión de esperar- ambos asienten, haciendo sentir un poco más tranquilo a Jack. Al instante las campanas comenzaron a sonar dando señal de que la novia estaba a punto de llegar y que la ceremonia ya iba a comenzar.
Todos los invitados emocionados comenzaron a guardar silencio poco a poco, cuando el coro de la iglesia comenzó a cantar la puerta se abrió y todos los invitados se pusieron de pie, la primera en entrar fue la reina quien era la dama de honor y en sus brazos traía al pequeño príncipe y todos miraban con ternura al pequeño, Anna al llegar al altar los del coro dejaron de cantar para ahora escuchar la típica canción de entrada a la novia haciendo que todos pusieran su atención de nuevo a la puerta, el peliblanco aún con los nervios soltó un suspiro relajándose esperando ver a su futura esposa entrar. Elsa comenzó a caminar hacia el altar tomada del brazo del general Matthias ya que al igual que Anna ella quería que él fuera quien la acompañara, la platinada como era de esperarse, creo su propio vestido y este de la parte de arriba era liso de color blanco pero debajo de sus brazos una capa echa de escarcha salía, la parte de abajo igual era liso pero la falda estaba cubierta de igual manera de escarcha y pequeños copos de nieve haciéndolos lucir como pequeños diamantes y en su cabeza una tiara de color plata con adornos de copos de hielo hacia deslumbrar su hermoso cabello, todos al verla quedaron maravillados por lo hermosa que se veía pero el que quedó más maravillado y enamorado fue el peliblanco quien al verla todos aquellos nervios desaparecieron para ahora simplemente sentirse feliz, Elsa aún algo nerviosa sonrió al ver a su peliblanco esperando en el altar, y como siempre lucia tan apuesto. Al llegar el general Matthias tomo la mano de la platinada para entregársela al peliblanco, ambos le sonrieron en forma de agradecimiento iniciando así la ceremonia que duró aproximadamente una hora llegando al momento en que los novios tenían que decir sus votos.
-Al estar hoy día viviendo este momento contigo mi corazón no para de decirme que siempre has sido la chica correcta en mi vida, desde que nos conocimos no paraba de decírmelo ya que cada día que pasaba más me aseguraba que quería estar siempre contigo y hoy no hago más que sentirme feliz y afortunado de tener a mi lado a una mujer maravillosa que será mi futura esposa, estaré para ti para siempre apoyarte en tus sueños y protegerte de todo mal que atreva a lastimarte, asegurándome de que nunca pierdas ese brillo que te hace tan especial, te amo Elsa Arrendell- al terminar le dio una tierna sonrisa a su platinada quien de igual manera le sonrió a escuchar tan dulces palabras.
'-Al conocerte nunca imagine que llegaríamos hoy día a tomar esta decisión de compartir nuestros días juntos, hoy día al tenerte frente mío me siento segura de querer compartir mi vida contigo ya que tu has sido el que me demostró como se siente el amor y el ser feliz con tan solo escuchar decir que me amas, de igual manera al tomar esta decisión se que no me arrepentiré ya que contigo he podido ser como soy y tú me has aceptado y amado tal cual, como yo lo he hecho contigo y tenerte como mi futuro esposo me haría la mujer mas feliz, te amo Jack Frost- ambos nuevamente se vuelven a sonreír.
-Al terminar de decir sus votos, llego hacer la pregunta definitiva... ¿Jack Frost, aceptas a la princesa Elsa de Arrendell como esposa para siempre amarla y respetarla? -
-Acepto-
-¿Elsa de Arrendell, aceptas a Jack Frost como futuro esposo para siempre amarlo y respetarlo?-
-Acepto-
-Por el poder que me concede, ahora en adelante Jack Frost será parte de la familia real considerado oficialmente príncipe y esposo de la princesa Elsa de Arrendell, puedes besar a la novia- ambos platinados se acercaron para besarse y ser oficialmente esposos, todos aplaudieron alegres por la pareja. Al finalizar la ceremonia continuaron con la fiesta que inicio por el pueblo quienes se acercaban felices a felicitar a la pareja.
-Muchas felicidades sus majestades- dice la señora Dunkan.
-Espero y les hayan gustado los caramelos que personalizamos por su boda- dice el señor Dunkan.
-Oh muchas gracias por sus felicitaciones y claro que nos gustaron sus caramelos- dice Jack con una sonrisa.
-No por otra cosa les pedimos que a ustedes los caramelos- dice Elsa.
-Nos alegra oír eso sus majestades, con permiso- los esposos Dunkan se despiden.
-Jack y Elsa, quien diría que al final si se casaron, cosa que todo el pueblo ya se esperaba- dice aquel joven moreno mientras se acercaba a los dos platinados junto con esposa e hijo y su madre -Pero cabe mencionar que yo fui el primero en predecirlo- dice mientras reía un poco.
-Miren quien llego, el alma de la fiesta- dice Jack con algo de sarcasmo haciendo reír un poco a los demás.
-Vamos, no vas a negar que me extrañaste pelos de nieve- ambos amigos ríen y se saludan con un apretón de manos para después abrazarse dándose aquel típico saludo de palmadas en la espalda -Felicidades amigo- se aleja de él para ahora abrazar a Elsa tiernamente -Felicidades Elsa-
-Gracias Albert, me alegra verlos aquí-
-Bueno querida no nos íbamos a perder tu gran día- dice la madre de Albert mientras se acercaba a ella para abrazarla -Tú madre y padre deben estar felices y orgullosos de ti mi pequeña-
-Gracias Irma, tener su compañía hoy día fue como tener una parte de mi madre presente- ambas se sonríen dulcemente.
-Y tú joven Jack has sido afortunado de poder ganarte el corazón de Elsa- dice Irma haciendo reír un poco a los demás mientras igual lo abrazaba.
-Eso lo se muy bien señora Irma- dice igual abrazándola.
-Muchas felicidades a los dos- dice Flor la esposa de Albert quien tenía en sus brazos a su hijo de dos años -Demian igual esta feliz por ustedes ¿verdad?- dice mientras el pequeño reía un poco estirando sus brazos hacia el peliblanco. Desde que nació el hijo de Albert, Jack y Elsa cuando iban al pueblo pasaban con ellos para charlar y visitar al pequeño Demian, quien le agarro un gran cariño a los dos platinados, pero más que nada con el peliblanco ya que él siempre lo hacia reír agregando que lo entretenía con sus figuras de escarcha. Jack cargo al pequeño mientras lo elevaba un poco haciendo reír al pequeño.
-Que bueno que los niños te quieran Jack, esa es una buena señal para cuando tengas a tu primer hijo- dice Flor, sorprendiendo a ambos platinados.
-¿A si? No sabia eso, pero ahora que lo sé espero y así sea- dice Jack con una gran sonrisa entusiasmado.
-Así será- dice Irma sonriéndoles. Mientras que Elsa en tan solo pensar en ya tener un hijo la asustaba un poco, pero de igual manera pensaba que sería muy tierno.
La fiesta siguió el resto del día con música, baile y comida, el ambiente era alegre con tan solo de ver a todas las personas disfrutando de la celebración, los platinados no pararon de recibir felicitaciones agregando que todo el pueblo se alegraba por ver a la princesa Elsa feliz con aquel joven quien no solamente se gano la confianza y cariño de ella, sino del todo el pueblo ya que desde que fallecieron los reyes el pueblo fue quien protegió y cuido de las princesas queriendo siempre lo mejor para ellas, pero al saber que la princesa Elsa tenía poderes les asustaba y preocupaba que los príncipes simplemente se fijaran en eso o en las riquezas del reino, pero Jack les demostró que sus intenciones nunca fue dañar a la platinada, al contrario desde que llego el joven a Arrendell la princesa Elsa ha estado más feliz. Al llegar la noche un barco estaba esperando a los dos platinados para llevarlos a su luna de miel.
-Que se diviertan y recuerden que los vamos a extrañar y que los estaremos esperando con un gran abrazo- dice Anna despidiéndose de ambos.
-Ya lo dijiste tres veces Anna- dice Jack entre risillas mientras cargaba a Sammuel.
-Me da igual, se los seguiré diciendo- dice abrazando nuevamente a Elsa, cuando todos escucharon como el capitán dio la orden de abordar el barco -Te voy a extrañar- dice en susurro.
-Tranquila Anna, solo serán unos cuantos días- dice Elsa entre pequeñas risas, a veces Anna exageraba las cosas.
-Elsa Sammuel igual quiere despedirse de ti- dice Jack acercándose a las dos hermanas.
-Oh mi pequeño Sammi- dice mientras lo cargaba -Yo igual te voy a extrañar mi lindo sobrino- dice viendo como el pequeño le sonreía alegremente haciendo lo mismo ella. Después de despedirse todos, los dos platinados subieron al barco para emprender viaje viendo desde lejos como todos seguían despidiéndose con la mano mientras que ellos hacían lo mismo. Al pasar los minutos vieron como cada vez estaban más lejos de Arrendell, y Elsa al sentir mas lejos su hogar se sentía algo extraña ya que nunca había viajado tan lejos de su hogar, Jack pudo notar algo de nerviosismo en ella.
-¿Te sientes bien Elsa?- dice mientras la abraza por la espalda.
-¿Qué? Ah sí, es solo que... nunca me había alejado tanto de Arrendell, este es mi primer viaje fuera de mis tierras- dice viendo el gran mar -Y no es que sienta miedo es solo que, cuando era niña, un día me prometí viajar a mas lugares fuera de Arrendell, conocer el mundo... pero en convertirme reina y tener el accidente que provoque con mis poderes, no me favoreció ya que varios reinos preferían venir a Arrendell en lugar de que yo fuera al suyo y todo por el miedo de mis poderes, creando que tuviera más inseguridad. Anna me dijo que no le tomara importancia, pero en tan solo pensar como la gente temía de mí, me hacia creer que lo mejor era quedarme encerrada el resto de mi vida en mi habitación... Dos años después esa inseguridad iba desapareciendo cuando deje en claro que lo que más me debe de importar son mi familia y mi pueblo, pero aquel sueño de querer viajar lo olvide, y ahora que estoy aquí es vivir dos sueños hechos realidad-
-¿Dos sueños?- pregunta Jack sin entender viendo como Elsa asentía.
-Uno es el poder viajar y el otro es poder hacerlo con el hombre que amo-
Al decir esto sintió como Jack la abrazo con un poco más de fuerza para después sentir sus manos en su cadera para que diera la vuelta quedando uno enfrente del otro mirándose con una tierna sonrisa para después juntar sus labios en un tierno y largo beso. Tal y como dijo la platinada era como vivir en un sueño...
Pasaron los cinco días y en aquel puerto los reyes y su pequeño hijo junto con el muñeco de nieve, el reino y el pueblo ansiosos esperaban la llegada de los platinados ya que hace media hora la torre de vigilancia anuncio la próxima llegada del barco, al esperar otros minutos más pudieron percibir mejor el barco comenzando a saludar con sus manos siendo notorio los ansiosos que estaban por recibirlos. Cada vez estaban más cerca y los platinados igual de emocionados saludaban a todos, cuando el barco llegó finalmente al puerto una pelirroja feliz espero con ansias a ver a su querida hermana junto con el peliblanco, al verlos bajar rápidamente con sus brazos extendidos abrazó a ambos platinados.
-Anna!- dice Elsa mientras ríe un poco.
-Les dije que los estaría esperando con un gran abrazo- dice alejándose de ambos.
-Nos alegra ver que regresaron con bien- dice Kristoff mientras cargaba a su hijo.
-Igual a nosotros nos alegra que el viaje no haya tenido ningún inconveniente- dice Elsa.
-Jack, Elsa obedecí lo que me dijeron, Sven y yo cuidamos bastante bien a Sammi ¿Verdad Sven?- dice Olaf viendo como Sven asentía mientras movía su diminuta cola.
-Que bueno Olaf, como siempre ayudando a los demás- dice Elsa mientras lo abrazaba.
-Bien echo Olaf- dice Jack mientras él y el muñeco chocan sus manos, o mejor dicho mano y ramita.
-Igual tu Sven, gracias por ayudar a Olaf- dice Elsa mientras ella y el peliblanco lo acariciaban.
-Bien es hora de regresar al castillo, queremos saber como les fue, que tal el hospedaje, todo- dice Anna mientras entrelazaba su hombro con el de su hermana mientras caminaban.
Mientras iban de camino al castillo los del pueblo saludaban con alegría a los platinados quienes de igual manera lo hacían, estar de vuelta en su hogar los hacia muy felices. Ya estando en el castillo Anna les dio la gran sorpresa de su nueva habitación para los dos platinados, esta tenía las paredes de un azul claro para que hiciera conjunto con las cortinas, muebles y cama que eran de color blanco o plateadas.
-Wow Anna es hermosa- dice Elsa mirando a detalle la habitación, notando como ya las cosas de ambos se encontraban en la habitación.
-¿Les gusta? Es nuestro regalo de bodas- dice Anna mientras se acercaba a Kristoff, ambos con una gran sonrisa al ver como los platinados estaban sorprendidos por tal regalo.
-Nos encanta Anna- dice Jack al ver la gran vista que daba la ventana. Anna sabia que a Jack le gustaba ver los amaneceres ya que más de una ocasión lo vio en el techo viendo como el salía, por eso decidió que la habitación debía de tener una gran vista al fiordo donde los amaneceres eran más lindos.
-Que emoción, nos alegra saber que les gustará- dice Kristoff.
-Bien, dejaremos a que se instalen en su nueva habitación y los estaremos esperando para cenar- dice Anna para después salir junto con su esposo e hijo.
-No imagine que se lucieran en arreglar esta habitación- dice Jack viendo mas a detalle la habitación.
-Lo sé, igual pensé lo mismo... es un gran detalle la verdad- dice mientras se acerca al peliblanco quien regreso su mirada a la ventana -Igual tal parece que sabían que te gusta mucho mirar el fiordo-
-Si... ahora no habrá necesidad de que suba al techo- ambos ríen un poco para después abrazarse mientras ven como el sol comienza a ocultarse. Al tener esa imagen mientras se abrazaban era la mejor sensación para ambos, pero esto solo era el inició de su nueva vida, algo inesperado y de sorpresa llegara para alegrarles sus vidas a ambos platinados...
Han pasado tres meses desde que los platinados habían llegado de su luna de miel, los días han sido tranquilos y felices, de igual manera calurosos ya que el verano había llegado. Cada día que pasaba el pequeño Sammuel crecía más, aproximándose su primer año, como responsables reyes Anna y Kristoff asistían a las juntas con los demás encargados o líderes de otros reinos o del mismo propio, mientras asistían, los platinados junto con el muñeco de nieve o el reno cuidaban del pequeño príncipe, en ocasiones iban a pasear por el pueblo, incluso iban al bosque mágico al pueblo para pasar el rato con Yelena o sus dos amigos, quien el mes pasado se casaron siendo felicitados por ambos reyes y platinados. Definitivamente los días en Arrendell y en el bosque han sido los mejores de la platinada al ver lo feliz y afortunada que ha sido al tener tantas personas que formar parte importante de su vida...
En los ultimas días Elsa no ha sentido demasiado bien, varios lo han podido confirmas ya que sus vómitos y ascos frecuentes no son normales, igual se ha notado que ha bajado de peso, al principio se negaba a que la visitara un doctor, pero al ver que sus mareos eran mas frecuentes acepto, además no quería tener preocupados a los demás.
-Que bueno que hayas aceptado de que te checara el doctor- dice Jack quien estaba sentado en una silla a lado de Elsa quien estaba recostada en la cama -Espero y no sea nada grave- dice preocupado.
-Tranquilo Jack, tal vez y solo comí algo que me hizo mal creando una infección, no pienses cosas tan malas- le da una tierna sonrisa tranquilizándolo, cuando ambos escuchan como alguien toca la puerta para enseguida entrar a la habitación.
-Listo, el doctor ya viene en camino- dice Anna quien al cerrar la puerta se acerco a su hermana.
-Gracias Anna- dice Elsa.
-Creo que la que debe de agradecer soy yo, por aceptar que viniera el doctor- dice haciendo reír un poco a los platinados.
-Pensamos lo mismo Anna- dice Jack cuando escuchan como una mucama da el mensaje de que el doctor ya estaba aquí.
-Adelante por favor- dice Anna viendo como entra -Bueno Elsa, que todo este bien- dice tomando por un momento la mano de ella dándole ánimos.
-Igual estaré esperando a fuera- dice Jack, pero antes de salir beso la frente de su platinada.
Ya estando fuera los dos, el doctor comenzó a revisar a Elsa para diagnosticar su enfermedad. Paso media hora desde que el doctor llego, mientras los demás seguían a fuera de la habitación esperando mientras jugaban con el pequeño Sammuel, cuando escucharon como la puerta se abría.
-Doctor ¿Cómo esta? ¿Todo en orden?- pregunta Jack preocupado.
-Descuide su majestad, su esposa esta bien, por el diagnostico que saque no tiene nada grave-
-¿Y cuál fue su diagnóstico?-
-Si gusta pasar- dice dejando entrar al peliblanco que al hacerlo noto como Elsa tenía una expresión en su rostro que jamás había visto.
-Cariño ¿Estas bien?- pregunta viendo como esta reacciona al sentir el tacto en su mano.
-Bueno sus majestades, solo me queda decirles felicidades a ambos. El diagnostico que saque de la princesa Elsa fue que esta embrazada- al decir esto el doctor el peliblanco sin notarlo puso la misma expresión que tenía la platinada al no poder creer tan maravillosa noticia, antes de irse el doctor les dio las recomendaciones a ambos para la princesa, como por ejemplo no hacer demasiada fuerza, descansar y comer lo suficiente, y de igual manera tomar vitaminas. Al irse los demás entraron ansiosos por saber como estaba la platinada.
-¿Qué les dijo el doctor?- dijo Anna preocupada.
-¿Cómo te sientes Elsa?¿Mejor?- pregunta Olaf.
-¿Qué fue lo que les dijo?¿Porque esas caras?- pregunta ahora Kristoff.
La habitación quedo en silencio unos segundos cuando Jack con una gran sonrisa miro a Elsa quien le asintió para darles la gran noticia.
-Elsa esta embarazada- dice con la misma gran sonrisa cuando al instante Anna de la emoción soltó un chillido.
-¿Es enserio? Elsa dime que esto no es un sueño- dice Anna a punto de soltar lágrimas.
-Te aseguro que el doctor no lo dijo se abroma Anna- dice viendo como su hermana se acerca a ella rápidamente para abrazarla.
-Seré tía Elsa!- dice soltando al fin las pequeñas lagrimas de emoción.
-Hurra! Ahora nuestra familia será mas grande!- dice Olaf felizmente dando pequeños gritos.
Por tal gran noticia la familia felicito a ambos platinados teniendo un momento de alegría al saber que un nuevo integrante se unirá a la familia. Pero nadie estaba más feliz como los platinados quien en cinco meses serían padres, tendrían aquella familia con la que un día soñaron tener.
El tiempo ha pasado rápido y durante este tiempo han sucedido varias cosas, en el primer mes los platinados dieron la gran noticia a todo el reino emocionando a todos por la gran sorpresa realizando una fiesta en el pueblo para festejar al futuro integrante, igual ambos fueron al bosque mágico para darle la noticia a los del pueblo quienes de igual manera se emocionaron realizando una comida todos juntos para festejar, de igual manera Yelena hizo una petición a los espíritus del bosque para que el hijo del quinto espíritu naciera fuerte y sano. En el segundo mes el vientre de la platinada ya era cada vez más notorio, todos podían notarlo, pero para ella era mucho más ya que el peso en su cuerpo aumentaba mientras pasaban las semanas. En el tercer mes ambos platinados comenzaron a ordenar la habitación de su pequeño o pequeña, al no saber que será escogieron el color favorito de ambos que era el azul, combinaron el azul claro y azul rey con blanco para tener un equilibrio, al ser apenas un recién nacido su cuna junto con su ropa la establecieron en la habitación de los platinados ya que al ser muy pequeño necesitara demasiada atención y cuidado. En el cuarto mes ya era demasiado notorio el vientre de la platinada, tanto que ella ya no aguantaba caminar demasiado o ir al bosque mágico, pero los espíritus del viento, agua y fuego iban al castillo para visitar a la platinada sintiendo seguridad de saber que el bosque y los del pueblo están bien, además Yelena, Ryder y Honey le mandaban pequeños detalles con los espíritus, de igual manera en este mes como Jack y Anna no paraban de cuidarla en todo momento pero los entiende ya que así estaba ella cuando Anna estaba embarazada, además cada vez ya era menos tiempo para que se acercara el día del nacimiento de su hijo. En el último mes, ya Elsa descansaba más de lo habitual, en ocasiones solo iba al jardín o al comedor haciendo las menor fuerzas posibles, igual durante este mes ambos platinados han estado pensando el nombres para su hijo, ya sea si fuera niño o niña ya que solo faltaban unas semanas de su llegada poniendo ansiosos y emocionados a todos, en ocasiones Elsa se cuestionaba si sería buena madre pero gracias al apoyo de su esposo y familia mantuvo la certeza de que no debía por qué temer, igual mientras los platinados platicaban sobre algún nombre les entro la duda de que si su hijo nacería con los mismos poderes como el de ellos preocupándolos un poco ya que al no tener eso seguro debían estar más atentos por si cualquier situación llegara a tenerlos y no se lastime.
-Flor, me haces el favor de subir este cuadro al ático por favor- dice Elsa
-Claro su majestad- dice la mucama subiendo al ático de la habitación dejando dicho cuadro -Listo su majestad ¿desea algo más en la que le pueda ayudar?-
-No te preocupes Flor, por ahorita estoy bien, además no tarda en llegar Jack y el podrá seguir ayudándome- le sonríe.
-Esta bien su majestad, cualquier situación estaré atenta a su llamado, con permiso- hace una pequeña reverencia y se retira de la habitación. Elsa al sentirse un poco cansada de su espalda con una de sus manos comenzó a sobarla mientras que con la otra acariciaba su vientre, al voltear por accidente tiró un oso de peluche, soltó un pequeño suspiro de frustración ya que por su gran vientre se le dificultaba mucho más agacharse, al hacerlo sintió un dolor en su entre su pierna pero no le tomo demasiada importancia al levantarse el dolor se hizo más insoportable haciendo que se quejara -Auch- dice bajamente, pero sentía como el dolor no disminuía cuando sin esperarlo sintió como sus piernas se mojaron viendo como en el suelo ya había un charco de líquido asustándola -Flor! Flor!- decía desesperadamente mientras soltaba quejidos ya que el dolor solo aumentaba. Cuando escucho como entro rápidamente la mucama a la habitación.
-Su majestad! ¿Qué sucede?- pegunta preocupada mientras se acercaba a ella ayudándola.
-El bebe, el bebe ya viene- dice entre quejas mientras caminaba hacia la cama con la ayuda de Flor.
-Iré con la reina a avisarle- dice ayudándole a acostarse a Elsa en la cama para después ir rápidamente a la oficina de Anna. Mientras que Elsa su respiración era muy agitada sintiendo más dolor cada minuto que pasaba, tres mucamas más entraron a la habitación para comenzar a preparar la habitación y las cosas para la llegada del bebe.
-Bueno Conde Arturo, en estas temporadas de invierno las cosechas fueron las suficientes para soportar una vez más esta temporada, como verá- explicaba Anna cuando escucho como desesperadamente tocaban la puerta de su oficina -Disculpe- dice al Conde y se acerca a la puerta algo apresurada -Flor ¿Qué pasa?-
-Disculpe la interrupción su majestad, pero la princesa Elsa ya tendrá a su bebe-
-¡¿Qué?!- dice preocupada -¿Ya fueron ha llamar al doctor?- dice desesperada.
-Si su majestad ya dos guardias fueron-
-Conde Arturo, discúlpeme, pero tendré que posponer nuestra junta ya que mi hermana ya tendrá a su hijo y necesito estar con ella-
-No se preocupe su majestad, entiendo la situación, que todo este bien con su hermana y sobrino- dice amablemente mientras hace una pequeña reverencia.
-Muchas gracias, Flor por favor que un guardia lo acompañe a la puerta- dice sin más para salir rápidamente de su oficina y dirigirse hacia la habitación donde estaba su hermana -Flor avísale a Kristoff y a los demás ¿Jack aún no regresa del bosque?-
-No su majestad, la princesa Elsa dijo que ya no tardaba en llegar-
-Espero y así sea sino- no termino su frase ya que en las escaleras vio a aquella melena blanca -Jack!- grita viendo como este volteo.
-Anna! ¿Qué haces aquí? Pensé que ya estarías con Elsa- dice preocupado ya que no hace mas de cinco minutos que llego y una de las mucamas le dijo que su esposa ya estaba dando a luz.
-Apenas me avisaron- dice cuando ambos comienzan a caminar hacia la habitación rápidamente.
Al estar a punto de llegar ambos escucharon los gritos de desesperación de la platinada preocupándolos más.
-Elsa!- dicen ambos al entrar y acercándose a ella para apoyarla. Notoriamente Elsa estaba asustada, pero al ver a ambos llegar sintió alivio de no seguir sola en su parto. Ambos ayudaban a la platinada a tranquilizar la respiración ya que eso hacia que perdiera fuerzas y cuando el momento llegara de pujar debía de tener todas las fuerzas posibles, no pasaron más de diez minutos cuando llego el doctor y sin esperar más tiempo empezó a preparar las cosas, afuera de la habitación ya estaban Kristoff, Sammi, Olaf y Sven esperando a que todo saliera bien con la platinada, mientras que Anna se negó a dejar a su hermana sola durante el proceso, Jack obviamente debía estar ahí para ella y su hijo. Ya había pasado una hora para que Elsa estuviera lista para pujar, al hacerlo sus gritos se hacían mas fuertes pero el proceso iba todo bien.
-Una vez más princesa Elsa- dice el Doctor esperando el momento de que el bebe llegara a este mundo, Elsa obedeció cuando al instante sintió un alivio en su cuerpo cuando de igual manera la habitación se llenó de un chillido, rápidamente el doctor con ayuda de las mucamas limpió al bebe mientras que Elsa, Jack y Anna querían saber cómo estaba el pequeño.
-Felicidades sus majestades, es una niña- dice entregando a la pequeña en brazos de su padre quien, al recibirla con demasiado cuidado, este soltó pequeñas lagrimas de felicidad al tener a su hija en brazos, al voltear Elsa vio aquel bebe en brazos del peliblanco sintiendo como su corazón solo quería conocerla al fin.
-Mira Elsa, es nuestra pequeña- dice Jack con una tierna sonrisa entregándole con cuidado al bebe a ella, quien al tenerla en sus brazos lagrimas salieron de sus ojos mientras una gran sonrisa dibuja su rostro.
-Hola mi pequeña- dice dulcemente mientras él bebe tranquilizaba aquel llanto.
-Es tan hermosa Elsa- dice Anna al verla quien igual con pequeñas lagrimas miraba a su sobrina -¿Ya saben como la van a llamar?- ambos platinados se miraron y asintieron sabiendo ya la respuesta.
-Elena- dicen ambos felices, regresando su mirada a la pequeña.
Desde la llegada de la princesa Elena, la vida de los platinados fue más feliz y ocupada ya que el tener un hijo no era nada fácil, pero definitivamente era lo mejor que en sus vidas les pudo haber pasado. El tiempo ya había pasado rápidamente, tanto que ahora el príncipe Sammuel ya tenía nueve años y la princesa Elena tenía ocho años.
-Elena ¿Dónde estas?- pregunta Elsa buscando a su hija en su habitación. En esta había dibujos pegados en la pared, varios juguetes estaban tirados en la alfombra y varios peliches se encontraban en la gran cama, cuando inesperadamente salió la pequeña debajo de la cama asustando a la platinada.
-Buuu!- grita la pequeña para después empezar a reír.
-Elena, que susto me diste- dice Elsa exagerando el susto haciendo reír más a la pequeña, para de igual manera reír ella.
-Igual de traviesa como el padre- dice Jack quien entro de igual manera a la habitación riendo un poco.
-Pues de quien más pudo haberlo sacado- dice Elsa riendo un poco más.
-Bueno en algo debe de parecerse a mi ¿no?- dice Jack cargando a su hija mientras ambos reían ya que él empezó a volar.
Hace tres años cuando la pequeña tenía cinco años demostró que al igual que sus padres tenía poderes, al saberlo se sintieron aliviados al saber que su hija saco su don a esa edad, así sería más fácil de poder ayudarla a controlarlos, la pequeña de ojos azules, cabello platinado como su madre y piel clara como el de ambos padres, pudo controlarlos a corta edad facilitando usarlos.
-Bueno ya debemos bajar, ya que los demás nos están esperando para cenar- dice Elsa. Jack y Elena obedecieron, al llegar Anna, Kristoff, Sammuel, Olaf y Sven ya estaban en el comedor.
-Ya llegamos, perdón la tardanza, pero ya sabes como es Elena de traviesa-
-Ni me lo digas ¿De donde crees que saco lo travieso Sammuel?- dice Anna mientras que todos voltean a ver al peliblanco.
-¿Ahora resulta que soy una mala influencia para los niños?- dice riendo un poco.
-No, pero quien más es el único menos maduro de los adultos- dice Kristoff haciendo reír a los demás.
-Bueno empecemos a festejar que hoy hace ocho años llego mi querido sobrina a darnos felicidad a nuestras vidas- dice Anna abrazando a la pequeña.
-Muchas gracias tía- dice con una gran sonrisa.
-De igual manera quiero decirles que al tener a todos ustedes mi vida es lo más feliz que me hace, sino fuera por ustedes yo seguiría en aquella habitación encerrada temiéndole al mundo, pero cada uno de ustedes me ha enseñado a perder ese miedo, además Elena al tenerte en mi vida ha sido la cosa más maravilla, nosotros estamos muy felices de tenerte como hijo y tenerlos a ustedes como nuestra familia- dice Elsa mientras tomaba la mano de Jack y acariciaba la mejilla de su hija.
-Un brindis por nuestra familia- dice Anna. Los adultos chocaron sus copas mientras que los pequeños junto con Olaf chocaron sus vasos.
Aquel ambiente era tan dulce y alegre que cualquiera quien lo viera sonriera... Pero todo esto lo sucedido solo fue creado por la mente de aquella platinada que se encontraba en la habitación del peliblanco, quien después de conocer aquel pequeño castaño y verlo tan alegre y feliz con Jack en su mente llego aquella pregunta ¿Qué hubiera pasado si Gothel no hubiera aparecido en su vida?...
Holaaa a todos! :D lose, lose, nuevamente demore demasiado en subir capítulo pero aquí lo tieneeen
Enserio espero y les guste ya que últimamente no he tenido la inspiración suficiente de escribir... pero eso no fue impedimento de seguir con esta historia que ya esta en sus últimos capítulos!
Por cierto, les quiero agradecer a todos quienes me apoyan con su voto y comentario, enserio al ver todo el apoyo hace que quiera seguir y acabar bien esta historia :)
Nos vemos en el próximo capitulo byeee, Los quieroooo <3 <3 <3
Pdta: Aquí unas imágenes extra nomás porque si xD :) <3