Bien. Había conseguido lo que quería, ahora... ¿qué seguía? Jamás había llegado tan lejos. Debía admitir que estaba nervioso, bastante nervioso, el chico que tenía en frente miraba la carta como si no supiera lo que había en el menú y él sabía que sólo lo hacía para no incomodarlo o tal vez temía entablar una conversación aburrida. Bien, dejaría al lado sus tontos nervios y hablaría de una vez por todas.
—No diré "¿Trabajas aquí?", sería muy estúpido de mi parte —el castaño levantó la vista, dejando a un lado la carta y agradeciendo que JungKook cortara el silencio —Pero no tenía ni la menor idea que tu padre haya fundado esta cafetería. —Tae soltó una pequeña risa nasal.
—Kim Seung Kwan* —suspiró —Según muchos es un hombre de palabra, poderoso, amable y todas esas cosas —rió sin gracia. Odiaba hablar de él, odiaba que hablaran de él y más odiaba que lo compararan con él.
—Esta cafetería me llamó la atención por el nombre, no por el hombre que la fundó —habló sin pensar muy bien sus palabras —Es diferente. Libros de café ¿no? —Tae asintió ante la respuesta asertiva de Kook.
—Mamá le puso el nombre —sonrió al recordar cómo había surgido aquel nombre —Tal vez suene algo ridículo, pero fue un lindo recuerdo en su momento.
"En su momento"
Resonó en la mente de JungKook, los recuerdos no siempre eran lindos, eso estaba claro, pero un recuerdo que cause una sonrisa y luego una mueca de dolor siempre tendrá una historia detrás ¿cierto?
—¿En su momento? —dijo sin darse cuenta que habló en ves de pensar.
—Oh... sí —se percató de la mirada curiosa que JungKook portaba.
—¿Por qué? —su mente y curiosidad hablaron por él.
—Si la curiosidad mató al gato, fue la satisfacción lo que lo trajo de vuelta. —había sonreído al ver como JungKook agrandaba sus ojos al darse cuenta de lo que había preguntado.
—O-oh, y-yo no medía mis palabras —habló nervioso —Lo siento mucho, Tae... s-sólo- —fue interrumpido por Tae.
—Vuelvo a repetir —aclaró su garganta como si fuera a dar un importante discurso —Si la curiosidad mató al gato, fue la satisfacción lo que lo trajo de vuelta —dejó que JungKook meditara aquellas palabras. No esperaba que alguien entendiera su forma de expresarse, pero al ver como JungKook siempre entendía o trataba de entender lo que quería decir, le hacía sentir algo nuevo y... diferente. Agradablemente raro.
—E-entonces... —mordió la uña de su pulgar, terminando de descifrar lo que Tae dijo —Puedo ¿volver a la vida si conozco qué pasó? —dijo confundido, pero algo emocionado. Confundido porque no sabía si estaba correcto lo que dijo, y emocionado porque, tal vez, iba a saber algo nuevo sobre aquel chico misterioso.
—Sabrás cuando sea tiempo. Entenderás cuando te des cuenta. Comprenderás lo poco que realmente quieres comprender —debía volver al trabajo, cerraban tarde, pero en la noche era cuando se llenaba bastante el café y la noche caía más rápido que la nieve que se asomaba por las nubes de ese lindo invierno. —Debo seguir trabajando, JungKook —sonrió —Espero nos ve- —fue cortado por JungKook.
—Quiero entender, ya me di cuenta. Sabré cuando nos volvamos a ver. Y quiero comprender, aunque sea lo más mínimo —habló con seriedad, pero la ilusión en sus ojos era más grande que la estrella mayor —Sólo quiero saber si tú quieres que yo sepa —se enredó un poco ante eso. Sus ilusiones a mil y su corazón bombeaba con fuerza. El quería comprender de una vez por todas.
—Bien —sonrió sin demostrar la emoción que cargaba en su mente, no diré corazón, el sigue molesto con los sentimientos que está desarrollando TaeHyung —Ahora yo quiero saber cuándo quieres conocer, saber y comprender —en lo que él hablaba, había escrito una pequeña cita en la libreta que llevaba, la cual usaba para tomar pedidos. Arrancó la hoja y la dejó en la mesa antes de despedirse —Nos veremos pronto —fue a su lugar de trabajo cuando vio a alguien entrar y agradeció a su compañero, el cual le cubrió mientras él estaba con Kook.
Tomó el papel que Tae había dejado en la mesa y leyó lo que estaba escrito.
"El alma tiene sus ilusiones, como el pajarillo sus alas: Son ellas quienes las sostienen."
—Victor Hugo.
La caligrafía de TaeHyung lo había embelasado, mas las palabras lo habían dejado algo confundido.
¿De dónde había sacado la ilusión?
Lo que no sabía era que Tae había visto más allá que sólo sus ojos, logró leer una pequeña parte del alma de Jungkook, las ilusiones que cargaban a su alma lo hacían completamente diferente a todos aquellos a los que había conocido. JungKook no sólo quería entender, él quería comprender. Se ilusionaba cuando tendría las respuestas que tanto había buscado, pero era una desilusión cuando volvía al mismo lugar.
"No dejaremos de explorar y al final de nuestra búsqueda llegaremos a donde empezamos y conoceremos por primera vez el lugar."
Tomó el pedazo de papel y lo guardó con cuidado dentro de su chaqueta. No había pedido nada y se iba quedar con ganas de tomar un rico café, pero no quería molestar a Tae de nuevo. Se estaba haciendo de noche y el frío empeoraba al caer esta misma.
Salió del café lleno de alegría e ilusión, sonriendo hasta un punto en que sus mejillas dolían y tarareando una suave melodía que había escuchado hace ya mucho tiempo.
Obtendría las respuestas que tanto deseó, comprendería lo que su padre alguna vez le dijo y tal vez podría conocer al chico misterioso.
Su corazón desembocaría de tantas emociones que estaba sintiendo, unas eran nuevas y otras indescifrables.
Era diferente. Era agradable. Era... nuevo.
Cerró con llave la puerta de la cafetería. Sus compañeros le habían dicho que ellos podían hacer eso, él no debía hacer ese trabajo, pero ¿por qué no? ¿por qué su padre era el dueño? odiaba tanto eso, lo detestaba, por eso decidió que él cerraría la cafetería cada noche.
Su padre era un patán, un aprovechado, un jodido imbécil que le había jodido la vida.
Has de pensar "Ha de tener una vida fácil ¿no?. Hijo del dueño de las mejores cafeterías, dinero fácil y una vida fácil" ¡Ja! Pues espero ese no sea tu pensamiento.
Su infancia no fue simple, su adolescencia fue una mierda, era un chico sobresaliente, pero sus notas sólo conllevaban rumores, malditos rumores. Se graduó con honores y a eso se le sumaron más rumores. Y la universidad... sólo imploraba para que fuera diferente.
Su infancia fue una pesadilla colorida. Su padre era la pesadilla y su madre eran los colores que la pintaban. Su padre le gritaba por cada error que cometiera y si era un grave error, según el criterio de su padre, de eso dependería el estado de su piel y la cantidad de gritos que recibiría. Su madre no podía hacer nada, recibiría un castigo igual o peor.
Debía aceptar que no había sido del todo mala, pero todo cambió cuando él cumplió ocho años, su padre ya había fundado la primera cafetería "Books Of Coffee", su padre se convirtió en alguien diferente, alguien desconocido por él y su madre.
Su adolescencia estuvo llena de Bullying, sólo un amigo estuvo en ella, pero fue el mejor amigo que pudo tener. Fue una de las peores etapas de su vida y no iba a seguir recordando, no quería lastimarse después de haber tenido un lindo día.
Llegó a su apartamento, esta vez se sentía un lugar seguro, tal vez habitaba el mismo sentimiento que se ha sentido desde que YoonGi se fue, pero esta vez no lo hacía sentir miserable ni triste, logró ignorar aquel sentimiento.
Se sentía bien, agradable. Recordar la sonrisa de JungKook y la ilusión que en sus ojos se reflejaba lo hacía sentir bien y se alegraba más al saber que podría cumplir algunas de las ilusiones que JungKook llevaba en su corazón. Las pocas veces que cruzó con él, lo hacía sentirse pequeñito, como si algo lo venciera, pero no demostraba lo que en realidad sentía, siempre debía haber una barrera entre demostrar y sentir.
Estaba emocionado, quería saber cuándo JungKook quería que se volvieran a encontrar y sabía que su corazón le estaba reprochando y que pronto lo haría añicos, pero el lo ignoraba, su emoción era más grande y su alegría era algo inevitable.
Tal vez...
Él también estaba ilusionado.
No sabemos bien qué pasará, sólo predecimos algo que no sabemos. Jamás conoceremos lo que el destino quiere que hagamos y cuando vamos en sentido contrario del que el destino quería que fuéramos, siempre lo arreglará para que todo vaya conforme el lo planeó.
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*No es Seung Kwan de Seventeen. Sé que él se llama Boo Seung Kwan, pero no hay relación entre el "padre" de Tae y el Seung Kwan de Seventeen n.n
Estaba emocionada por subir capítulo nuevo jsjs.
Creo que hoy no hubo tanto relleno y tal vez las cosas no van ni muy rápidas, pero tampoco muy lentas, pero considero que el desarrollo de cada personaje es fundamental para la historia, para conocer el trasfondo de esta misma.
También estoy algo desesperada para que haya alguna interacción más cercana, pero hay que aprender que Tae no se le tirará encima a Kook, su corazón sigue viendo a su primer amor, pero su mente y sentimientos están viendo a su primer verdadero amor (me puse poética, sorry).
Este capítulo salió de la nada c:
También cambié el separador, así que... Créditos a quien le pertenezca (lo encontré en Pinterest, my safety place ♡).
No alargaré más esto.
Besitos y yo me despido aquí. ♡
Citas:
"Si la curiosidad mató al gato, fue la satisfacción lo que lo trajo de vuelta."
—Holly Black.
"El alma tiene sus ilusiones, como el pajarillo sus alas: Son ellas quienes las sostienen."
—Victor Hugo.
"No dejaremos de explorar y al final de nuestra búsqueda llegaremos a donde empezamos y conoceremos por primera vez el lugar."
—Thomas Stearns Eliot.
—Apuleius ♡