17 de Julio del 2011
La primavera estaba terminando y las clases con ella. Dos jóvenes caminaban tranquilamente por la calle dejando que el manto del atardecer los acompañara. Ambos en silencio y sin nada que decir. Los dos son hermanos, gemelos idénticos, compartían un mismo vientre, una misma cara, una misma vida que los unía, eran los mejores amigos hasta hoy.
El hermano mayor tenía un listón rojo en su mano derecha y le gustaba usarlo como un recuerdo de alguien importante para él; mientras que el menor usaba lentes y aunque el otro también ocupaba, se abstuvo por mucho tiempo de usarlos en la calle.
-Hyunwoo. -habló el mayor a su hermano menor. Ambos detuvieron su paso.- ¿Estás seguro de lo que dijiste? -su hermano menor lo miró con aquel rostro serio que poseía. Las palabras de su hermano resuenan en su cabeza.- ¿Por qué...?
-Deja de ser tan sentimental, Wonwoo, sabes bien que somos diferentes. Mamá y papá lo saben, soy mejor que tú en muchos aspectos. No necesitas estar con cursilerías, ¿hasta cuándo te darás cuenta de que ambos ya crecimos? Deja de verme como "tu hermanito". -Wonwoo se quedó en silencio por aquella respuesta que no esperaba.- Solo porque somos hermanos idénticos no quiere decir que lo seamos en todo. Para ya con esa estupidez.
-¿Acaso no ves lo que nuestros padres están haciendo? De un momento a otro nos han tratado diferente para obligarnos a hacer esto. Competir entre nosotros, ¡somos hermanos, no rivales!
-Justamente porque somos hermanos, es la razón por la cual te detesto tanto. -Wonwoo se quedó sorprendido por sus palabras, Hyunwoo mantenía una sonrisa llena de cinismo. El mayor estaba herido por su propio hermano, no sabía en qué momento su hermano cambió demasiado, parecía que fuera de la noche a la mañana.- Nos vemos. -se despidió con burla y siguió caminando sin ver a Wonwoo.