_Narra Aurora_
Para ser un lugar que no cuenta con sirvientes, se escucha muy bullicioso afuera. La puerta se abre y aparecen dos soldados dando paso a mi padre o mejor dicho el rey lo que me des concentra de mi lectura.
-Como es posible que aún Viendo al rey, no te atrevas a mostrar respeto. - uno de los soldados me lanzo al suelo por no prestar reverencia al rey.
Hagan lo que hagan, no me voy a postrar rostro a tierra frente a un hombre que no merece mi respeto, un hombre que me encerró en este cuarto desde que tengo dieciséis años por el capricho de su hija la princesa Rosalía.
-Tu madre esta muriendo. - lo que el rey acaba de decir detuvo todo los flujos de mis pensamientos. La única persona que me a mostrado amor en este lugar se esta muriendo.
Escuche que la noche que el rey pasa con sus concubinas, ella lo a pedido para pasar el tiempo conmigo en este cuarto oscuro y frío y no tengo la oportunidad de verla en su agonía.
-Te daré la oportunidad que salgas de este lugar y que vayas a verla. - mis ojos se iluminan al contemplar la posibilidad de estar con ella aunque sea por poco tiempo sin embargo estoy consciente que lo benevolente que es el rey, es debido a que también me pedirá algo a cambio. -En el momento que salgas por esa puerta, estarás comprometida con el conde Félix.
Sabía que él no podría ser tan generoso si no le daba algo a cambio. Si la persona que amo esta muriendo, no tengo nada más que hacer en este Reino rodeado de víboras venenosas.
Tomó la decisión de levantarme y no perder más tiempo para estar con ella. El soldado sostiene mi brazo con brusquedad por no responder al rey.
-Aunque no acepte este compromiso, tarde o temprano me vas a vender a cualquiera que de una dote generosa para ti. - él sonríe satisfecho su rostro me da asco así que salgo del lugar en busca de mi madre.
En el cuarto de mi madre se encuentra una doctora, lo que muestra lo inferior que es mi madre para el rey. Los doctores que atienden a la realeza en el Reino de Langdon son varones prominentes, mientras que las doctoras solos se les enseña lo básico para que puedan atender a los sirvientes.
-Madre. - me acercó y ella trata de abrir sus ojos los cuales rápidamente se llenan de lágrima al verme.
-Hija mía, pide a todos que se vayan. - casi sin fuerzas mi madre quiere un poco de privacidad, a fin de cuenta solo están aquí esperando que ella muera para ir lo a informar al rey.
-Ya escucharon a mi madre, retiren se todos. -La doctora alista sus cosas y se marcha.
-Lo siento señorita pero el rey me pidió que me quedará con ella. - escuchar que lo nombra hace que mi cólera explote.
Le doy una cachetada que hace que las paredes provoquen un eco por el sonido del impacto.
-El rey no está aquí, como princesa te ordenó que te largue. - mis palabras son prácticamente un grito lleno de odio, sé que me estoy des quitando con ella todo el odio que siento pero solo quiero cumplirle la última voluntad a mi madre.
~~~~~😢😢 a comparación a nuestro rey Darío, nuestra princesa no está rodeada de amor. ~~~~~