El lunes se había pasado demasiado rápido, tal vez tener a su extrovertido amigo ocasiono eso ya que hasta salieron a comer a algún restaurante y aunque Pol quería seguir la ocasión yendo a algún bar, Kakyoin logró convencerlo de no hacer eso y mejor irse a casa. Ahora era martes, el pelirrojo terminó su jornada de trabajo y tal como pidió Jotaro iba por Jolyne a la escuela para después llevarla a casa y ver en que la ayudaba con el tema académico.
En cuanto estaciono el auto, pudo ver a la susodicha saliendo al lado de un chico algo pequeño de estatura, llevaba una gorra de algún equipo de baseball y aunque la llevará, su cabello rubio se podía ver y tras de ellos las otras dos amigas, solo las conocía de vista y por eso las reconoció "¿Si Jotaro viera a su hija con chicos sería el tipo de padre que le da un infarto o se pondrá intenso en querer conocerlo?" pensó Kakyoin intentando imaginarlo en ambos escenarios, llegando a la conclusión en no saber que hacer. Salió del auto y con su celular en mano, llamo a la adolescente, vio como está mientras conversaba con el grupo se interrumpió para sacar su celular de su mochila y notó su expresión de confusión al ver quien la llamaba.
-¿Diga?- Fue Jolyne quien inició la conversación mediante la llamada.
-¿Ya terminaste de hablar? Vine por ti- Contestó Kakyoin y como esperaba, ella empezó a ver a su alrededor buscándolo y cuando lo hizo, él alzo su mano para saludarla al igual que al resto del grupo que dirigieron su vista hacia donde lo hacía su amiga por mera curiosidad.
La chica se despidió de su grupo y fue directo con el pelirrojo, le saludo nuevamente y él solo le señalo la otra puerta para que subiera al auto y así lo hizo.
-Oye- Llamó Jolyne la atención del contrario aprovechando que este también ya había subido -Me acabo de dar cuenta que sin pensar me metí a tu auto.
-No es la primera vez- Mencionó -Recuerda que ya tuvimos un paseo, sobrina.
La mencionada se río y recordó eso, lo había olvidado y le sorprendía que después de tanto ya hasta su papá es amigo de él o bueno, ella cree que ya son amigos -Es cierto, pero así suelen empezar algunas películas de secuestros y no sería muy listo de tu parte tu manera de hacer el crimen. ¿A dónde vamos?
-¿Qué?
-Hay testigos, mis amigas ya te conocen y a mi papá también entonces les dirían con quien me fui y mi papá sabe donde vives así que fácil te atraparían...- Aunque ella se sentía orgullosa de su gran explicación y que supo resolver un "crimen" mientras Kakyoin le preocupaba lo que se le ocurría.
-Muy linda tu historia, pero creo que deberíamos hablar y limitar lo que ves- Jolyne le dio un golpe en el hombro y se río -Pero en serio, se te ocurren demasiadas cosas desde que me conociste estás diciendo criminal.
-Siempre hay que estar alerta, nunca se sabe- Le sonrío burlona, en realidad sabía que no él no era capaz de mucho aunque parecía algo formado seguía siendo delgado y esa cintura parecía que se rompería en algún movimiento brusco- Ahora, fuera de sospechas de cualquier crimen- Kakyoin se río ya resignado a sus ideas -No me molesta verte claro, pero ¿A dónde vamos?
-A tu casa claro- La sonrisa de Jolyne desapareció por completo y la decepción se hizo ver en su mirada- ¿Tú papá no te dijo?
-Oh mierda- Kakyoin volteo a verla sorprendido por su vocabulario -¡No hagas como que te sorprende!
-Perdón, no es de todos los días que alguien hable así conmigo- Bueno, no era cierto, Pol contaba con un magnifico léxico de esas palabras y más si eran francesas además había escuchado a varios de sus alumnos maldecirlo después de algún examen o haber entregado calificaciones -Me imagino que no te dijo nada, entonces.
-Si me dijo, pero no pensé que lo fuera hacer- Contesto con fastidio, apretando su mochila contra su pecho -Me dijo que le preocupaba que no me estuviera preparando para mi examen pero no es como que me diga "Si quieres yo te ayudo" él prefiere mejor mandar a alguien más...
Kakyoin no estaba seguro de si hablar o solo escucharla, pero jamás le gusto ver a alguien triste cerca de él jamás aprendió a lidiar con ello, ni siquiera cuando era él quien estaba tenía el problema emocional, puso su mano sobre la cabeza de Jolyne aprovechando que no tenía su extravagante peinado y le dio unas palmaditas para animarla un poco.
-¿Te gustaría que solo te deje en casa y ya después vemos como hablas con tu padre de esto?- Ella solo negó con la cabeza y solo se hundió más en el asiento escondiendo un poco su rostro con su mochila -Bien, vamos a tu casa y vemos alguna película ¿Qué te gustaría comer? No es por sonar presumido pero cocinar es uno de mis mayores cualidades.
-Como quieras, está bien- El tono de voz incluso cambio, sonaba más triste y ahora dirigía su vista hacia la ventana que había a su lado.
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El camino fue bastante silencioso, parecía algo de nunca acabar y era algo incómodo, Kakyoin se sentía mal por aceptar pero jamás espero la reacción de Jolyne pero comprendía su sentir, claramente en el tiempo que lleva conociendo a los Kujo era evidente que no eran una familia muy unida, había un divorcio de por medio después de todo, no juzgaba pero le preocupaba como le pudo haber afectado a ella y que tanta fue la distancia que tuvo con uno de sus padres, aún no sabía la historia y no se metería en eso. Al llegar a la casa, estaciono el auto y en cuanto lo apago, Jolyne salió y fue corriendo a meterse, ni siquiera cerró la puerta así que eso el pelirrojo lo tomaba como que seguía invitado a entrar, él bajo más tranquilo del auto, bajo su maletín y las bolsas que había dejado ella la última vez que estaba con él, cuando entro a la casa, cerro la puerta y empezó a buscarla pero solo encontró la mochila tirada en el suelo junto a unos zapatos.
Él se dirigió a lo que era la sala de estar y en la pequeña mesita que estaba ahí dejo las bolsas, no estaba seguro si debía sentarse así que solo se quedó de pie mirando los sillones, la lampara o lo que sea que estuviera ahí, incluso se tomo el momento para ver a la pequeña mosca que estaba volando por ahí.
-¿Kakyoin?- El mencionado se asustó por la sorpresiva voz que le llamaba, era Jolyne que estaba en las escaleras, se había soltado el cabello y tenía en mano una toalla -Me voy a bañar si quieres por mientras puedes sentarte o no sé que quieras hacer.
-¿No te gustaría comer?
-¿Tú comerás?- Él asintió -Bueno, si quieres solo comemos algo de ayer para que no te tomes tanta molestia.
-Nada de eso- Kakyoin tomo las bolsas de la ropa de ella y se las dio -¿Qué te parece si nosotros comemos algo de hoy y a tu papá le dejamos algo de ayer?
Jolyne tomo las cosas y sonrío por la idea de él, ya no dijo nada y solo subió de nuevo, el pelirrojo se sintió mejor al hacerla sonreír y fue empezó a navegar por la casa hasta llegar a la cocina que por suerte no tardo tanto. Al estar dentro empezó a buscar que podría preparar, revisando en cajones, la alacena y el refrigerador encontró pasta, unas cuantas verduras y unas albóndigas congeladas para solo calentar le servía así que tomo todo, arremango las mangas de su camisa y empezó su labor.
En una olla sirvió el agua y la llevo a hervir, la verduras que tenía reviso cuales parecían más frescas y a las seleccionadas empezó a picarlas para llevarlas a la licuadora y hacer una salsa en la que calentaría a las albóndigas para cambiarles el sabor a uno más hogareño, además, capaz y porque a alguno de los dos no le gusta y por eso no las han comido, mientras dejaba que tomaran más sabor de la salsa, el agua estaba lista así que echo la pasta para que se cocinara más rápido.
Estaba terminando de condimentar la pasta y en eso escucho como se abría y cerraba de golpe una de las puertas en el piso de arriba y con ello los pasos apresurados de Jolyne, llegando casi corriendo, aún con el cabello goteando porque aún no lo secaba e incluso estaba descalza, al menos estaba bien vestida.
-¡Estás haciendo albóndigas!- Se acercó al sartén destapándolo y dejando que el olor de la comida llegara a ella -¿Cómo las hiciste tan rápido? Mi papá siempre tarda como al menos unas tres horas.
-Un chef jamás revela sus secretos- Sonrío el pelirrojo, agradeciendo a su suerte por haber tirado la caja antes de que ella bajara -Ahora, ve a secarte el cabello para que me ayudes a poner la mesa y ya comas.
No faltaron más palabras para que ella asintiera y fuera corriendo de vuelta a su habitación, Kakyoin notó que la comida estaba lista así que apago las sartenes y empezó a buscar los platos y otros cubiertos que ocuparían, se puso a limpiar la mesa con un trapo de cocina que vio ahí cuando tuvo la mesa lista, Jolyne nuevamente ya había bajado y le ayudo a acomodar los cubiertos, parecía que la comida le hizo olvidar la tristeza y con eso él se sentía mejor.
Ambos ya se habían servido y tomado asiento, ella estaba comiendo muy feliz, incluso bailaba un poco con cada bocado que daba a su comida tal vez estaba acostumbrada al recalentado porque de lo que vio Kakyoin en el refrigerador era bastante comida de algún restaurante o algo cocinado de días pasados, le alegraba que al menos le haya hecho olvidar un poco lo de hace rato, mientras estaba pensando en si poner alguna película sería buena idea y así perder tiempo para cuando llegue Jotaro parezca que estudiaron lo que sea.
-Oye Kakyoin- Jolyne hizo su plato de lado un momento y lo volteo a ver -¿Mi papá te va a pagar si vienes?- Como él tenía comida en la boca y se tardaría en masticar solo asintió con la cabeza -¿Vendrías todos los días? -Él negó con la cabeza -Bien, entonces podríamos usarlo a nuestro favor.
Como pudo, paso la comida que tenía y antes de hablar tomo un poco de agua para que se le bajara bien -¿Y eso como sería?
-Te tiene la confianza para que estés aquí- Menciono -Y aunque sea para algo que no me agrade igual estando tú aquí te podrás hacer más su amigo y podrías llevarlo a conocer a alguien.
-¿Aún enojada con él piensas en eso?
-Es mi papá después de todo- Soltó un suspiro de resignación -Además, no sé igual me da pena porque yo regresaré con mamá.
-Aww, la niña de papi- Menciono burlón Kakyoin y recibió un golpe por debajo de la mesa de parte de Jolyne -Esta bien, entiendo pero ¿Cómo piensas decirle a tu papá que estás lista para tu examen?
-Lo tengo cubierto- Sonrío confiada como si tuviera todo un plan perfecto -Tú no te preocupes por eso, ahora te quiero poner en contexto por lo que hay que apurarse.
Kakyoin solo se quedo a escucharla por el resto de la comida, Jolyne le comentó del gran evento que hacía la sede de Jotaro algo así como una fiesta de caridad y como para hacer una celebración por los logros del año y cosas así, le comentó que la única forma en la que él iba porque lo convencía la mamá de ella pero después fue la separación y obviamente no va pero según de lo que ha escuchado es que ahora le han dado de cargo dar una especie de discurso así que no podría huir de esa responsabilidad, pero sería vergonzoso que fuera solo sin alguien que lo acompañe así que tendrían que aplicarse en eso.
Ambos terminaron de comer y ella se fue a su habitación diciendo que iría a recoger algo para mostrarle, él no se quería quedar solo a esperarla sin hacer nada, así que se levanto y se puso a lavar los trastes así no había evidencia que cocinaron y tal como dijo, Jotaro como castigo comería recalentado. En pocos minutos, Jolyne regreso y le enseño un cuaderno, bastante decorado con stickers, diamantina y fotos como él no podía tomarlo ya que tenía las manos mojadas, ella lo abrió y dejo ver que tenía un montón de apuntes de todas las materias.
-¿Esto es lo que decías?
-Así es, mi mamá me paso la guía de estudio en cuanto salió y me puse a estudiarla desde el principio -Le mostró el temario que tenía pegado en el interior de una de las pastas -El viejo nunca ha revisado nada de esto y como te habrás dado cuenta, no es como que lo intente.
-Ya veo, al parecer la inteligencia no parece venir de él, ¿No?- Jolyne asintió -Está bien, tendremos una coartada entonces ahora, ¿A la señorita le importaría ayudarme a secar los platos?
Jolyne puso el cuaderno en la mesa y con el trapo que usaban para secar los trastes, empezó su labor para guardarlos en su lugar antes que su padre llegara, por mientras, empezaron a platicar de otras cosas, ella le contaba de los lugares a los que su papá iba con su mamá cuando vivían aquí aunque le dijo que pensará bien si lo llevaba ahí no vaya a ser que se ponga nostálgico o algo así, le comento que le gusta la cerveza así que tal vez si lo pone a beber pueda sacarle más plática y que incluso él mismo vea que la mujer que se le acerque sea buena para su papá.
La misión "Amor para Jotaro" daba comienzo después de tantas recomendaciones de Jolyne.
Todo parecía ser que no podría fallar.
¿Verdad?
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¡Buenas! Espero estén muy bien por allá desde donde leen esta humilde historia, espero les guste.
Si me dicen algo por lo de la comida, no sé, no cocino mucho y no sé describirlo jaja pero hice un pequeño esfuerzo. Lamento también si es algo corto, el tiempo me esta ganando pero tengan paciencia, esto es de poco a poco.
Les quiero, ¡muchas gracias por seguir por acá!