16 de Enero - 13:46 PM
- Bien. ¿Están listos?
- Adelante, cuando quieras
Sostenía a master hall entre mis manos. Los párpados me pesaban debido al cansancio. No pude pegar ojo en toda la noche. De no ser por algo llamado "café", ya habría cedido ante el sueño. Por suerte, la cafeína hacia bien su trabajo: todos mis sentidos estaban alerta. Aunque sabía que mi aspecto no era para nada agradable, pues Burgh se espantó al verme llegar, mientras que Iris reía a carcajadas. Seguramente tenía unas ojeras espantosas.
Drayden, en cambio, me lanzó una mirada severa de desaprobación.
- Muchacho, ¿qué estuviste haciendo durante la noche?- Había preguntado con voz ronca, para clavar sus ojos en Touko un momento.
- ¡Nada de eso!- Mi pequeña saltó a defenderme casi de inmediato -Yo... No podía dormir. Natural se quedó despierto hasta que logré conciliar el sueño. Después, tuvo que contactar a Ruga para traer a todos estos voluntarios
- Mmm... Está bien
No mentía. Tras hablar con el sabio, ordené a unos pocos soldados que vinieran al punto de reunión (en el Santuario Abundancia). Ahora, estaba rodeado por mis subordinados, Burgh, Iris, Drayden y Touko. Me miraban con expectación, esperando mi movimiento.
- ¿Están todos listos...?- Apenas reprimí un bostezo mientras hacia la pregunta. Necesitaba otra taza de café... -Recuerden: no estamos tratando con cualquier Pokémon. Se trata de un Reshiram incluso más poderoso que el de nuestra región. Si al sacarlo de la poké ball se muestra demasiado inquieto o intenta escapar, necesitaré que lo contengan para devolverlo
- Lo sabemos- Iris se estiró, temblando levemente en proceso -¿Por qué lo repites?
- No es algo con lo que lidiar a la ligera- me crucé de brazos -Lo entenderás al verlo
La chica desvió la mirada y sonrió ampliamente.
- Lo siento, pero se me es imposible tomarte en serio con ese rostro demacrado que tienes
Tanto Burgh como yo suspiramos, mientras su abuelo cerraba los ojos. Decidí darle inicio de una vez por todas al experimento. Apreté el botón de la master ball mientras sentía mis manos temblar. Tragando saliva, la lancé hacia el aire.
- ¡ROAAAAAAAR!
Inmediatamente después, un feroz rugido nos ensordeció. Zekrom, que estaba detrás de mí, se agazapó. La turbina de su cola desprendía chispas azules.
Reshiram mantenía los colmillos apretados en un gruñido. Estaba inquieto, nervioso.
- ¡Wow! ¡De verdad es otro Reshiram!- Exclamó Iris, encantada.
- ¡No te muevas!- Espeté al ver que daba un paso -Dale espacio. Deja que se acostumbre a nosotros. Tiene que entender que no suponemos un peligro
El intruso miraba a su alrededor. Sus ojos azules de clavaron en Zekrom varias veces. No hacía ningún movimiento además de ese.
Entonces, sin previo aviso, alzó el vuelo veloz como un relámpago.
- ¡Zekrom, atrápalo!
Mi compañero obedeció de inmediato. Mientras tanto, Drayden e Iris habían sacado un Hydreigon y un Dragonite —respectivamente— para salir tras la persecusión del legendario. Si escapaba, nos meteríamos en un buen lío.
Esta vez, Reshiram sí atacó. Aprovechó la altura para lanzarnos una lluvia de fuego encima. Zekrom contrarrestó las llamas con Dragoaliento mientras yo miraba hacia abajo. Touko seguía allí junto con Burgh y algunos de mis subordinados. A lo mejor requerían de ayuda. Sin embargo, mi pequeña sacó a Zeraora y Greninja mientras ella y los demás se dispersaban. Minutos luego, cuando el humo que las llamas habían provocado protegió de mi vista el suelo, una figura amarilla apareció a toda velocidad junto a Zekrom. Reconocí a Zeraora de inmediato. Y, por lo que alcancé a ver, Touko estaba aferrada a su lomo... Bueno, hasta que saltó al vacío.
- ¡Maldita sea, Ze...
No fue necesario, sin embargo. Apenas un segundo luego, un Swanna salió de la poké ball que llevaba en la mano, atrapándola en el aire mientras chillaba. Un suspiro aliviado escapó de mis labios mientras Pokémon y entrenadora se situaban junto a nosotros.
- Se cuidarme sola- Soltó ferozmente, antes de elevarse y hacia donde Reshiram y Zeraora se habían enzarzado en combate. Parpadeé varias veces, desconcertado por su repentina agresividad, antes de seguirla.
- «No puedo evitar preocuparme por tí»- Repliqué mentalmente -¡Rayo Fusión!
Drayden, Burgh e Iris repelían los ataques de área, mientras que Touko y yo nos centrábamos en hacer retroceder a Reshiram. Mis subordinados —los que tenían Pokémon voladores—, en cambio, formaban un círculo amenazador alrededor de Reshiram para que no escapara. El legendario cedió a los ataques, quedándose estático en el aire.
- Tranquilo, tranquilo...- Susurré. Sabía que no era capaz de entenderme, pero si mis gestos no eran amenazadores y mi tono de voz calmo, podría transmitirle un mensaje sensitivo para que dejara de estar tan a la defensiva -No te haremos daño
El dragón blanco miró a su alrededor. Sus ojos reflejaban pánico y angustia. En ese momento, quienes rodeaban al legendario comenzaron a acortar distancias.
- No, esperen- Hice un gesto, y Zekrom gruñó en advertencia -Está asustado. No hagan movimientos bruscos
- ¿Él asustado de nosotros?- Iris parecía perpleja -Bueno, ahora que lo pienso...
Fue interrumpida por un rugido. Era más agudo que los otros, y menos amenazador. Emitió varios chillidos que vibraban en el aire de forma desagradable. Ni siquiera sabía que Reshiram era capaz de emitir esa clase de sonidos.
Otro rugido quebró la quietud del aire. Para sorpresa de todos (yo incluido), provenía de Zekrom. El legendario se tambaleaba, y comenzó a avanzar hacia su contraparte, rompiendo la formación.
- ¿Qué haces?- Le di unas palmaditas a mi compañero -¿Zekrom?
Él gruñó. Dando un giro en el aire, perdí el pie y caí de su lomo, no sin recibir un coletazo de su parte antes.
-¡Natural!- Touko fue la primera en reaccionar. Extendí el brazo, y ella logró atraparme antes de tocar el suelo. Aterrizamos a duras penas. Swanna jadeaba, al igual que yo. Mi pequeña, en cambio, miraba hacia arriba. Sus ojos estaban abiertos de par en par.
Confundido, seguí su mirada. Y comprendí su impresión de inmediato. Zekrom atacaba con ferocidad a nuestros compañeros, cooperando con el Reshiram intruso.
- ¿Qué...? ¡Zekrom!- Saqué una poké ball de mi bolsillo. De ella salió Archeops. Subí a él, mientras Touko llamaba a Swanna para seguirme.
- ¿Qué le pasa?- Mi compañera estaba escandalizada -¿Por qué nos ataca?
Miré a la joven a lo ojos, mientras me encogía de hombros. Ella apretó los dientes al escuchar un rugido de Zekrom, y ver tanto al dragón negro como a su contraparte lanzarse de cabeza contra Drayden.
- ¡Abuelo!- Chilló Iris, lanzando un poké ball con furia -¡Hydreigon, Ventisca!
Burgh se sumó al ataque.
- ¡Yanmega, Zumbido!
- ¡Swanna, Viento Afín!- Mi pequeña no se quedó atrás -¡Zeraora, Enfado!
Mis subordinados también atacaron, lanzando ataques conjuntos para distraer a los legendarios. Me aferré al lomo de Archeops con fuerza, temblando de arriba a abajo por la tensión. Lo que estaba a punto de pedir era muy peligroso.
- Acércame a Reshiram y a Zekrom
Los furiosos dragones prepararon una Llama y un Rayo Fusión especialmente peligrosos, pero el Reshiram intruso cayó duramente al suelo cuando Zeraora lo embistió con toda su fuerza. Por inercia, mi amigo descendió junto a su contraparte, dispuesto a protegerla de nosotros.
Ese comportamiento era muy extraño... Zekrom no acataba órdenes. Se limitaba a seguir a Reshiram y apoyarlo en sus ataques. No lograba entender... ¿Qué impulsaba esa conducta? ¿Por qué enloqueció luego de que Reshiram emitiera esos chillidos tan extraños? Trataba de escuchar la voz de mi amigo, pero no había nada allí. parecía ser una simple marioneta que cumplía las órdenes de Reshiram a ciegas... y gustoso. Pero... ¿Por qué? No lograba entenderlo. Mi cabeza era un lío.
Los soldados en tierra sacaron a sus Pokémon, guardando la distancia con los dragones. Todos sabían lo peligrosos que podían ser. La única persona que contaba con un Pokémon lo suficientemente fuerte como para plantarles cara era Touko.
- ¡Zeraora, Voltio Cruel!
Zekrom apuntó un Pulso Dragón contra mi compañera, más el Haxorus de Iris se interpuso entre el ataque, arrastrando a Touko fuera de peligro en el proceso. Solté un suspiro, aliviado.
- ¡N!- Bramó entonces Burgh, llamando mi atención. -¡N, sal de ahí!
No comprendí su escandalizado grito hasta que sentí unos afilados colmillos clavarse en mis piernas y hombro. Apreté los dientes al encontrarme de cara con el Reshiram intruso. Sus ojos azules llameaban de furia, mientras me mantenía firmemente sujeto con sus fauces.
- ¡Natural!- Chilló Touko, escandalizada. Todos detuvieron los ataques, conscientes de la delicada situación. Si alguien se movía, podría ser mi fin. Salvo por...
Un chillido resonó en en claro, dejando a todos paralizados. Acto seguido, dos figuras golpearon a Reshiram en las patas, provocando que me soltara con un aullido de dolor. Caí duramente al suelo, mientras sentía que me alejaban del dragón. Al abrir los ojos, tragué saliva en seco.
- Esos son...
- ¡Madre mía! ¡Cobalion y Virizion!- Exclamó Burgh, impresionado.
Los legendarios me miraron de reojo, antes de encararse a Reshiram y Zekrom con ferocidad.
- Aléjense. Nosotros nos encargamos. N- Añadió Cobalion -Devuelve a Reshiram a la poké ball en cuanto tengas una apertura.
- Eso haré- Repliqué, levantándome pesadamente para situarme junto a mi pequeña.
Los Espadachines Místicos iniciaron un asalto conjunto, atacando especialmente a Reshiram. Zekrom trataba de interferir, más Zeraora lo mantenía a raya.
No muy seguros de qué hacer, mis subordinados ordenaron a sus Pokémon atacar a Zekrom junto con Touko desde una distancia prudente, mientras Drayden, Iris, Burgh y yo ayudábamos a Cobalion y Virizion tanto como podíamos.
El aire parecía crepitar con los rayos electrizantes de Zekrom y las llamas calcinadoras de Reshiram. Ambos legendarios poseían una energía vital que parecía inagotable. Resultaba muy díficil atacarlos sin sufrir daño, pues los ataques de ambos dragones devastaban todo a su paso, destruyendo la belleza del Santuario Abundancia.
En un descuido, Reshiram tropezó con una de las embestidas de Virizion y Cobalion. Lanzó una Llama Azul al aire, con intenciones de calcinar todo el bosque, pero lo atrapé antes de darle la oportunidad. En ese preciso momento, Zekrom dejó de oponer resistencia, sacudiendo la cabeza con incomodidad. Sus ojos parecieron recuperar su brillo, y capté perfectamente la pregunta que formulaba en su mente:
- ¿Qué sucedió aquí?
Miré alrededor, valorando los daños. Al Santuario Abundancia había dejado de ser el majestuoso bosque de antaño. Aunque muchos de los árboles no habían sufrido daños, muchos otros estaban completamente calcinados, y la tierra ennegrecida. Los cálidos aromas del bosque fueron reemplazados por el acre tufo a madera y vegetación quemada. Pese a que Zekrom había vuelto a la normalidad, mis amigos seguían recelosos, lo que alteraba al dragón.
- Tranquilos...- Suspiré, temblando de arriba a abajo -Volvió a la normalidad tras devolver a Reshiram a la master ball...
- ¿Estás seguro?- Drayden no parecía convencido, al igual que Iris.
Touko asintió, mientras miraba cómo mis subordinados se movilizaban comprobando si habían más daños en el Santuario, o si la destrucción había alcanzado rutas cercanas.
- Miren sus pupilas. Es nuestro Zekrom otra vez
Al escuchar su nombre, el dragón se acercó. Seguía confundido. Iba a preguntarle qué mosca le había picado, pero Cobalion acortó distancias con mi pequeña y conmigo, con Virizion a la saga. Sus ojos estaban muy serios.
- Joven N, joven Touko, volvemos a encontrarnos- El legendario inclinó la cabeza -Es una lástima que no haya sido en las circunstancias más agradables
Asentí con la cabeza.
- Y que lo digas. ¿Qué hacen aquí? Sé que cuidan de nosotros, pero... Creí que no interferirían
Virizion fue quien habló.
- No podíamos dejarte desfallecer. Además- Prosiguió con mayor seriedad -Requerimos de su ayuda otra vez. Un gran peligro de cierne, no solo en Teselia, sino en el mundo entero- Miró hacia el cielo azul, cubierto por algunas nubes de humo que fueron provocadas por la refriega de hace unos minutos -Terrakion y Keldeo han ido a buscar ya a sus antiguos Entrenadores para convocar una reunión. Será esta noche, en el bosque junto a Pueblo Ocre
- E... Espera- Touko se puso en pie -¿No pueden decirnos de una vez lo que es este nuevo peligro? ¿Están seguros de que es tan grande como dicen? Tal vez...
Enmudeció cuando Virizion le lanzó una significativa mirada. Ella asintió.
- Ejem- Drayden se cruzó de brazos, haciéndose notar. Su expresión delataba molestia.
Cobalion se volvió hacia él, sin amilanarse.
- Esta información es confidencial. Sólo los cuatro elegidos y los héroes de Teselia pueden escucharla. Las dimensiones de este problema son enormes: solo ellos poseen el poder suficiente para salvar a la región y al mundo del caos que se avecina
- Drayden- Natural llamó la atención del Líder de Gimnasio -Nosotros nos haremos cargo. Ya salvamos Teselia una vez. Podremos hacerlo de nuevo
Él suspiró.
- Está bien. Sólo estoy preocupado por todo esto, es todo- Confesó -Las actitud de ese Reshiram que me acabas de mostrar no es para nada como el de nuestra región
- Entiendo que estés exaltado- Virizion se situó junto a su hermano -Ustedes, Líderes de Gimnasio, también tienen un importante papel que jugar en todo esto... Todos los humanos en realidad- Añadió, volviéndose a Iris y Burgh, para luego cerrar los ojos -Si Pokémon y Humanos trabajamos juntos, evitaremos el desastre y salvaremos nuestros hogares
- Te creo- Touko sonrió ampliamente, acariciando la cabeza de Virizion -Ya nos han advertido anteriormente de una catástrofe y salimos victoriosos. ¡Lo lograremos de nuevo!
Cobalion, sin embargo, fulminó a mi pequeña con la mirada.
- Tienes confianza en mí misma, y también eres orgullosa. Ese puede ser tu mayor fuerte, pero también tu más grande debilidad- Dijo con voz solemne -Este tipo de peligro no se asemeja para nada a la amenaza que suponía Gechis. Tendrás que prepararte para llevar tus capacidades al límite, y llorar pérdidas
Aquella predicción me hizo sentir helado por dentro y, a juzgar por la expresión de Touko, a ella también. No me gustaba el augurio que daba Cobalion. ¿Qué era exactamente este nuevo peligro? Parecía como si el largo período de paz que vivió Teselia nunca hubiera existido. Aquí estábamos de nuevo, a punto de encararnos a un peligro tan grande que incluso asustaba a Cobalion y Virizion. Podía sentirlo en su agitación interior. Tragué saliva en seco. ¿De verdad dependía de nosotros salvar Teselia... Y el mundo? ¿Tendríamos la fuerza suficiente para hacerlo? Sentí pánico al no encontrar una respuesta clara a ello.
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¡Buenas, gente!
He vuelto luego de mucho tiempos sin actualizar. Lo lamento muchísimo, de verdad. He estado con bloqueo artístico, y muchas tareas, lo que también me ha quitado tiempo y ganas para escribir...
Me costó lo suyo escribir este capítulo y ponerle emoción. Gracias por el apoyo la paciencia, espero que hayan disfrutado la lectura.
Nos leemos en el siguiente capítulo~ <3