𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄.
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𝐋𝐎𝐒 𝐎𝐂𝐇𝐎 𝐉Ó𝐕𝐄𝐍𝐄𝐒 𝐂𝐀𝐌𝐈𝐍𝐀𝐁𝐀𝐍 𝐂𝐎𝐍 𝐔𝐍 𝐏𝐎𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐃𝐈𝐅𝐈𝐂𝐔𝐋𝐓𝐀𝐃 entre la nieve, pues no estaban acostumbrados a aquello.
Jacob y Lucy iban contando todo lo vivido y aprendido del fauno, el Sr Tumnus.
Al llegar a la casa de este, la puerta estaba derrumbada, como si hubieran entrado a la fuerza de la peor manera posible.
Los más pequeños corrieron con una expresión llena de preocupación.
—¡Lucy!
—¡Jacob!
Gritaron ambos mayores.
Todos siguieron el paso apresurado de ambos castaños, adentrándose en el hogar de la criatura.
Todo estaba tirado, mal acomodado y algunas cosas estaban rotas.
—¿Qué fue lo que pasó aquí? —quiso saber Madison, aunque no recibió respuesta de aquello, pues nadie sabía lo que había ocurrido.
Peter agarró una hoja que se encontraba en la pared de aquel hogar, dando por respondida todas sus dudas.
—El fauno Tumnus...
Madison salió de la casa sin seguir escuchando las palabras del Pevensie mayor, además de ser seguida por Edmund.
—¿A dónde vas? —le preguntó el pelinegro al ver que la castaña se retiraba tan discretamente.
—Presiento algo malo —observó todo el lugar, para ver si su presentimiento era verdad.
Edmund bufó, y se acercó a la joven.
—¿Porqué no mejor entramos? Resulta que el Sr Tumnus es un fauno encarcelado.
—Basta Ed, hablo enserio.
Un sonido desconocido llamó la atención de todos los niños.
Los que estaban adentro de la casa —que eran todos menos Edmund y Madison— salieron de esta para poder identificar aquello que había sonado.
Andrew tomó el brazo de su hermana y la jalo para poder posicionarla detrás de su espada, para así ponerla a salvo de lo que fuera.
Madison sin acerle mucho caso a su hermano -y su intento de protección- salió por detrás de la espalda de Andrew, caminando ahora por delante de todos.
—Madison —susurró Elodie con cierta preocupación— ven.
Antes de que la morocha respondiera, un castor salió de entre los arbustos, sobresaltando a los joven.
—Es un... Castor —habló Lucy viendo al pequeño animal.
Peter intento llamar su atención con ruidos raros e ininteligibles. Acercaba su mano con el fin de que esta se inquietara con sus diodos y se acercara, aunque en lugar de eso paso algo muy inesperado.
—No te la voy a oler si es lo que quieres —dijo el castor.
Todos se sorprendiero ante aquello.
Madison se alejó de el, caminaba de espaldas sin darse cuenta de que estaba apunto de chocar con cierto pecoso.
—Espera —Edmund la frenó antes de que se cumpliera el pequeño accidente que estaban apuntó de tener.
—Lo siento —se disculpó al darse cuenta de su error.
Los tres hermanos Roussel voltearon a ver la escena de la castaña y el pelinegro, con una extraña expresión... Parecía un rostro lleno de sorpresa.
—¿Qué? —cuestionó Mad al darse cuenta de las miradas.
—En los años que llevo siendo tu hermano, osea —el pequeño Jacob se puso a contar con sus pequeño dedos— once años.
—Tu nunca, jamás... —continuó Andrew, para ser interrumpido por su hermana.
—Habías dicho lo siento.
—B-Bueno, yo... ¿¡A ustedes que les importa?! —Madison explotó de enojo ante la confesión que habían dicho sobre ella.
Sus hermanos -ya acostumbrados su actitud- rieron discretamente.
—¿Lucy Pevensie? —llamó el castor.
—¿Si? —respondió con una sonrisa y sus ojos se abrieron más de lo normal... Absolutamente no es para aquello.
El mamífero extendió un pañuelo hacia Lucy, quien lo tomó, lo examinó y al final dijo...
—Es el que le di al...
Aquella criatura habladora la interrumpió.
—Al Sr Tumnus —volteo a ver al otro menor— y tu debes ser Jacob.
Este asintió con una sonrisa en su rostro.
—Siganme, aquí no es un lugar seguro para platicar —su mirada se dirigía a los enormes árboles.
—Los árboles escuchan —susurró el menor Roussel.
Peter, Andrew, Jacob y Lucy, siguieron al castor si pensarlo dos veces, en cuanto a los demás -Edmund, Madison, Susan y Elodie- se quedaron estáticos en su lugar.
—¿Qué hacen? —Susana fue la primera en hablar.
—Dice que conoce al fauno —dijo Peter, esperando que Susan entrara en razón, sin más, esta es lo suficientemente lógica como para hacerlo.
—Es castor idiota, ¡no hablan! —dijo Madison con poca paciencia.
—¿Esta todo bien? —el castor se asomó entre una ricas para observar al grupo de niños.
—Sí, solo charlabamos —respondió Andrew.
—Será mejor que esperen a estar a salvo.
—Hay árboles de su lado —murmullo Lucy observandolos.
Madison rodó los ojos ante esas palabras.
R. R. Y. G.
@Lun4Lov3g0oD
JAKSJKAJSJAJA tenía tantas ganas de ponerlo al final 🤠☝🏻
A partir de ahora les pondré un meme en cada cap -claro que tenga con el capítulo-
JAKSJJAJAJA plox riánse, k no tengo amikos 😭✋
Wueno eso es todo chao *se va leer un fanfic bien buenardo con Edmund 🏃♀️*