La lluvia golpeaba levemente la ventana, observaba todo de manera distante como si no estuviera ahí.
La lluvia me recordaba a ti, todo lo hacía a decir verdad y quería olvidarte, dolía demasiado recordarte y llorar.
Las preguntas siempre eran las mismas: ¿Qué hice mal? Se supone que debo dejarte atrás, pero ¿cómo dejarte atrás si cuando te conté mis metas dijiste que estarías allí? Ahora... ¿Quién estará?