Hugo: (soltando una ligera risa) No importa si llevamos haciendo esto por meses - tomó a Violeta desde la cintura apegándola a su cuerpo y delineándole los labios con la punta de sus dedos y una actitud juguetona- Sigo sintiéndome un criminal - bajó la voz casi ronroneando - ¿crees que soy un criminal Violeta?
Violeta: Mm - murmuró atrapando la boca del chico y fundiéndose en un beso casi sin final, uf, le había echado mucho de menos ¡y eso que solo habían pasado dos días!
Hugo y Violeta tenían un acuerdo sagrado, ya que a ninguno le gustaba la atención excesiva y tener al resto de los trillizos Lina y Rosita girando a su alrededor dando dolores de cabeza, la pareja había decidido permanecer en el anonimato, no hablaban en clases exactamente como antes ni trabajaban juntos ya que ahora era todo un lío, siempre que querían concentrarse no podían avanzar. Distraerse era inevitable.
Sobre todo porque Violeta se derretía solo porque Hugo la tocaba y Hugo se quedaba pegado analizando la particular forma que tenían los labios de Violeta cuando se movían al hablar, todo era malditamente irresistible.
Así que por todo eso, entre los dos se habían puesto un ultimátum debido que necesitaban las becas para la universidad y estaban en un momento crucial de su aprendizaje.
Hugo: ¿Cómo fue la investigación?
Violeta arrugó la nariz permaneciendo todavía oculta entre los brazos de su novio.
Violeta: ¿De verdad quieres que te hable sobre eso?
Hugo: Ah - la verdad no era su tema favorito pero...
Violeta: Lo digo enserio Hugo, no me hagas hablar de parásitos tuve suficiente con estar tratándolos por dos días Puaj.
Hugo rio al ver la molestia de su novia, Violeta era hábil en todo lo que se propusiera pero tenía desagrado sobre ese tipo de cosas y Hugo había pensado que tenía que probar todos los extracurriculares antes de decidirse a avanzar. Definitivamente a ella no le había gustado.
Hugo: Tienes razón - le tomó el rostro con ambas manos y comenzó a dar una serie de besos pequeños - Tenemos algo mejor en lo que ocupar este tiempo.
Y ciertamente él tenía muchos planes para esa hora libre.
........................
Rosita: (con los ojos abiertos de par en par) Ellos se...
Luis: (con una sonrisa de triunfo) ¿Besaron? oh sí que debes creerlo, pero mira como se lo tenían guardado.
Rosita: ¡Hugo dijo que llevaban meses! - alegó sin poder creérselo todavía.
Luis: Ja - Le miró - ¿y dices que yo soy el mentiroso embaucador? Todos saben mentir Rous, incluso tú.
Y ciertamente él también estaba sorprendido Hugo era el que no sabía nada de chicas pero por la manera en que se besaban los dos parecían conocerse demasiado bien tanto física como psicológicamente... casi silbó, Luis entendía por qué buscaban tiempo a solas.
Rosita: Pero Hugo... - negó con la cabeza - Violeta nunca dijo que estuviesen saliendo... siempre evitó hablar de Hugo... - arrugó la nariz - ¡Nos mintió!
Luis: Así es. Son culpables - tomó otra fotografía y le dio la espalda a la abertura de la puerta.
Luis y Rosita estaban en un pequeño cuarto adyacente dividido entre la bodega y el salón, era estrecho porque guardaban todo tipo de cajas pero podían estar dos personas de pie, una frente a la otra. Sin querer Luis observó detenidamente a Rosita la que fulminaba una caja como si fuese lo peor que hubiese visto jamás.
Rosita: (soltando un suspiro irritado) Deberíamos irnos.
Luis: ¿Por qué? - arrastró un Ja queriendo divertirse - ¿Acaso te disgusta pasar diez minutos conmigo Rous? Déjame ver ¿tu novio va a enfadarse?
Rosita: (frustrada) No quiero ver a mis amigos besuquearse ¡No soy una mirona!
Luis: ¿Bromeas? ¡Este es el crimen del siglo! - Enseñó su teléfono como un niño - Con esto puedo chantajear a Hugo por años.
Rosita le quitó el teléfono y este intentó atraparlo pero la chica se lo guardo en la camiseta y Luis mantuvo su mano en alto boquiabierto.
Rosita: (con una sonrisita) ¿Qué?
Luis: (respirando muy hondo) Dame mi teléfono.
Rosita: ¿Por qué? - alzó una ceja - ¿Tienes miedo que vea tus planes para la semana?
Luis: (chasqueando la lengua) El que hace planes con agendas es Hugo. Los míos - sonrió - están en mi cabeza.
Rosita: Oh, entonces tu lista telefónica ¿Cuántas chicas tienes aquí? - se jactó sintiéndose venenosa.
Luis: (arrinconándola contra una caja) ¿Por qué? ¿Estás celosa?
Rosita: (sopló un mechón de su pelo) No tengo por qué estar celosa. No es como si quisieras a ninguna de ellas - ni a mí.
Porque esa era la verdad.
Luis: (haciendo un ruidito parecido a un ronroneo) Supongo que es un buen motivo - murmuró acercando peligrosamente su rostro hacia el de ella.
Rosita se paralizó, había estado jugando como Luis lo hacía con ella todo el tiempo pero todo eso ya no estaba siendo divertido ¡Y su estúpido corazón lo sabía! Las mejillas comenzaron a arderle cada vez más.
Él no iba a besarla. Ella no le gustaba.
Luis: (quitándole un mechón del rostro y apartándolo con una mirada brillante) Siempre me ha gustado como haces eso - Rosita le miró espantada mordiéndose el labio inferior.
¿Qué?
Rosita: N-o es verdad.
Luis: ¿de verdad? ¿Acaso ya te gusta el idiota de Paco? - ronroneó - ¿También pones esta cara cuando él te besa Rous? - susurró cada vez más bajo con una sonrisa maliciosa - O peor ¿acaso imaginas que soy yo? ¿Quieres ver como es un beso del Luis real Rosita? - le acarició la mejilla casi con ternura - ¿Quieres?
Rosita se quedó pasmada ¡No, tonta! ¡Él está jugando contigo!
Pero si quiero.
¡Que no!
Pero...
Luis debió leer algo en su negativa porque en un segundo estaba mirándola con gran malicia en esos ojos celestes y al siguiente rozó sus labios con los suyos en un pequeño beso fugaz, una caricia, un saludo, un intento de permitirle si seguir o no. Y para Rosita fue malditamente instantáneo. No eran mariposas los que sentía con Luis, eran avispas asesinas, fuegos artificiales, la bomba de Hiroshima. Sin detenerse allí el trillizo pasó diestramente ambos brazos por la cintura de Rosita jalándola hacia él y bajando hasta las caderas donde la alzó para sentarla sobre la caja más cercana y así tener un mejor alcance de toda ella, todo, todavía con esa sonrisa traviesa de chico malo, en algún momento se escuchó un ruido pero ninguno le prestó atención, y Rosita no se quedó paralizada como con Paco, en el momento en el que el trillizo verde tocó sus labios por segunda vez ella ya le estaba devolviendo el beso disfrutando de ese intenso cosquilleo que le recorría todo el cuerpo. En un segundo la chica solo se vio con los brazos alrededor del cuello de Luis tratando de tenerlo "todo de él"
Una voz racional dentro de ella intentó detenerla.
¡Soy la novia de Paco! ¡Suéltalo!
La otra le dijo "púdrete" y la dominó.
Luis pasó una de sus manos por el cuello hasta la nuca y profundizó el beso hasta que ambos sintieron que les faltaba el oxígeno, besarse era asfixiante, Rosita no sabía eso.
No quiero...
Fue entonces que el beso se cortó. Un gemido.
Rosita: (sorprendida mareada y repentinamente aturdida empujó a Luis el que se desestabilizó y casi chocó con otras cajas) Esa no fui yo - y no había sido ella.
Ambos todavía medio desorientados miraron por la abertura y se quedaron pasmados varios segundos antes de mirar al mismo tiempo hacia la salida y descubrir que en el beso habían tirado unas cosas y la puerta estaba bloqueada.
Rosita: (desesperada con las mejillas muy rojas) ¡Quiero salir de aquí!
Ambos necesitaban irse de allí. YA.
Luis: Ah - en blanco y tratando de ignorar lo que su hermano estaba haciendo en una decente sala de artes - Yo creo que... ah - volteó intentando buscar la forma de salir sin hacer ruido - Creo que no podemos irnos hasta que acaben.
Casi soltó una risa histérica al comprender que tendrían que estar allí oyendo todo de todo.
Rosita miró a Luis con horror y él se mantuvo mirando fijo el suelo mordiendo su labio superior. Oh, carajo. Era la última vez que seguía a su hermano.
¿Desde cuándo su hermano actuaba así? ¡Ni siquiera Luis había llegado tan lejos!
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Lina: Caray, lucen como si hubiesen contemplado un asesinato.
Rosita y Luis no pudieron hacer nada más que ir a clase de cálculo (se saltaron el almuerzo) y Lina al pasar junto a ellos no pudo evitar quedarse de pie. Rosita y Luis no dejaban de ver la mesa, la veían tan fijo como si no pudiesen hacer otra cosa.
Lina: (preocupada) ¿Están bien? - nada - Ey, chicos... ¿Chicos?
Doofus Drake: Hola Rosita - Lina saltó ya que el chico si bien era altísimo y gordito aparecía de la nada.
Lina supo que algo debía ir muy mal si Luis no se había percatado todavía que el chico estaba a su lado.
Doofus Drake: (al ver que Rosita no respondía profundizo su voz) SALUDOS ROSITA VANDERQUACK.
Luis esta vez sí despertó y alzó la cabeza de un tirón hacia Rosita la que lucía muy pálida.
Rosita: Ah... - sus ojos enfocaron a Doofus y soltó un oh con sus labios - eres ese chico del concur... - él la había intimidado ¿verdad?
Doofus Drake: Ven a mi cumpleaños - le entregó una invitación y Rosita se le quedó viendo tomando el sobre.
Rosita: Oh... Wow gracias - sonrió genuinamente - nunca he ido a una fiesta de cumpleaños.
Doofus Drake: Louelly y yo no tenemos muchos amigos reales pero disfrutaremos que estés allí con nosotros ¿Verdad Louelly?
Luis palideció ¡Él no quería ir!
Rosita: (soltando una pequeña risita) ¿Tú eras Louelly?
Luis: (refunfuñó) Luis está bien. Y no... - Miró a Doofus y agachó la cabeza - Tú llámame Luis ¿bien?
Rosita: Eh... - viendo la incomodidad de Luis - vale... nos vemos en la fiesta.
Doofus Drake: (con los ojos entrecerrados y una sonrisita) Los estaré esperando amigos.
Y se marchó en reversa. Rosita notó que todos lo esquivaban mientras desparecía.
Lina: (soltando un Ja) ¿Bromeas Lu? ¿De verdad piensas ir? Verde, sé que Doofus es rico pero ¿no aprendiste tu lección?
Rosita: (sin entender) ¿Pasa algo? Es una fiesta de cumpleaños, habrá pastel, esas son las fiestas de cumpleaños ¿verdad?
Tanto Lina como Luis rodaron los ojos. Luis muy mortificado.
Lina: (suspiró) Igual puedes decir que no.
Luis: ¿Bromeas? Doofus es capaz de ir a buscarme a la mansión - bajó la voz casi abrazándose con terror- él me huele... sabe rastrearme.
Rosita: Eso es un poco exagerado, solo es un chico.
Lina: Pues... si vas a la fiesta no te separes de mi amigo Lu ¿quieres Moñito?
Rosita: Puedo cuidarme sola Lina.
Lina: (encogiéndose de hombros) lo sé, pero Lu no, vigílalo o los Mackpato se trasformaran en gemelos. Adiós verde.
Rosita no comprendió nada pero algo le dijo que Lina no estaba jugando.
Lina: Y ahora ¿van a decirme que pasa con ustedes? Lucen como mis gatos luego de inhalar los polvos coloridos de mi tía Mágica.
Ah. Rosita parpadeó recordando su beso con Luis. Oh cielos. Cielos. Cielos. Cielos. Cielos.
¡Había puesto en segundo plano todo eso!
¡Ah!
¡¡AHHH!!
Lina: Ah carajo, estás roja - miró a Luis que también tenía las mejillas sonrojadas pero por una razón diferente - Y tú igual - alzó una palma - esperen ustedes - los señaló - ¿Qué rayos está pasando aquí?
Ambos: ¡Nada!
Rosita: ¡No es lo que te imaginas!
Luis: estamos en clases - sacó sus libros muy serio aun con las mejillas rojas - ¡Y no hice mi tarea! Tengo que concentrarme, vete a tu asiento.
Lina: ¿Te das cuenta de lo sospechoso que suena todo eso? - alzó una ceja con una risita.
Luis la fulminó.
Lina: Vale - comenzó a avanzar - solo recuerda Lu, las cartas nunca mienten y ahora empiezo a comprender muchas cosas.