¡AVISO! Por favor, leer el mensaje que pondré al final del capítulo, diré los horarios sobre los días que subiré capítulos.
Disfruten del capitulo n.n
Capitulo 8: ¿A los ángeles les da hambre?
Ella tenía su cabeza apoyada en sus rodillas, de nuevo, estaba llorando en silencio, ya extrañaba tantas cosas, como ver la luz del sol.
Escuchó como la puerta se intentaba abrir, las llaves delataban que la puerta tenía una cerradura. Echó un suspiro, ya sabía quién venia, era su tormento, alguien que ella consideraba su mejor amigo y ahora resultaba ser su enemigo, aquel que la tenía prácticamente secuestrada, impidiendo que ella pudiera vivir de nuevo.
Los pasos se aproximaron a ella, como ya sabía quién la esperaba frente a ella, no quiso ni levantar la vista.
Él la miró de mala gana, por querer negarse a dirigirle la mirada. La tomó de la barbilla y la obligó a que lo mirase.
Ella tenía los ojos rojos de tanto llorar, sin duda desde que ella fue depositada en ese oscuro sótano ella solo hacia una cosa: llorar.
- ¿Cuándo dejarás de llorar? – le preguntó sentándose a su lado y acariciándole el cabello.
- Cuando me deje ir, amo – dijo Natalie con obligación.
- No eres feliz conmigo porque no quieres – le dijo Josh dejando de tocarla – tu me conoces, sabes que no soy malo, solo que te comportas de una manera que no me gusta, solo hazme caso y dejarás de estar aquí encerrada.
- ¿Si soy amable con usted me dejará salir de aquí? – preguntó emocionada.
- No, tú ya eres amable, quiero que seas feliz – le dijo y le dio un beso en la frente.
- Será difícil – dijo Natalie volcando los ojos, sin duda ya se sentía mejor.
La compañía era algo que ella necesitaba, aunque fuera la de su tormento pero ella necesitaba saber que alguien estaba con ella.
- ¿Por qué sería difícil? – preguntó Josh de mala manera.
- Usted sabe por qué – dijo Natalie con obviedad.
Josh sabia a la perfección que ella quería ver a Neyén. Aunque eso le irritaba tenía que pensar en qué hacer. Se le ocurrió que podría enamorarla, así ella dejaría de tener ganas de ver a Neyén y así preferiría estar con su amo. Cerró los ojos para repasar su plan nuevamente. Tomó aire, se puso de pie y le extendió la mano a ella. Natalie la vio dudosa, él le dio una sonrisa tierna, indicándole que podía confiar en él.
Después de todo Natalie y él eran mejores amigos, ¿Por qué desconfiar de él? Tomó la mano de él con un poco de desconfianza, pero al cabo de unos segundos se sintió segura, aquel tacto que tenía con él no era malo ¿Cómo podría serlo? Josh no es malo, simplemente tuvo una reacción extraña al ver a su amada que había muerto de nuevo a la vida.
- Ven – le dijo él.
- ¿A dónde vamos? – preguntó ella dudosa si zafar su mano de la de su amo, decidió no hacerlo.
Natalie es lista, sabe que debe de seguir su juego, tal vez así la deje ir con Neyén.
- A salir, no te la pasas bien aquí encerrada… ¿A los ángeles les da hambre? – preguntó curioso.
- Si – dijo ella riendo.
- De acuerdo, ¿A dónde quieres ir a comer? ¡Tengo tantas cosas que contarte! – decía Josh emocionado mientras salía del sótano en compañía de su ángel guardián - ¿Extrañas algún restaurante de aquí?
- ¡Sí! ¿Te acuerdas del restaurante que íbamos siempre con Allison? – le preguntó emocionada.
Él asintió y fueron allí. Estaba feliz, era como tener una cita con ella.
- ¿Y bien? – preguntó Neyén dando golpecitos al piso esperando la respuesta de su amiga.
- Descubrí una ecuación más sencilla para sacar el PH – dijo Anna sonriendo nerviosamente.
- ¡No quiero saber eso! – dijo Neyén alterado moviendo las manos - ¿Qué descubriste?
Ella se llevó las manos a la boca y comenzó a morderse las uñas de los nervios ¿Qué debería decirle a su único amigo? ¿Qué no encontró alguna prueba buena? ¿Qué depositó su confianza en vano?
Neyén al ver como se ponía nerviosa, tomó las manos de su amiga y las separó de su boca.
- Después te quejas porque las uñas no te crecen – le recordó Neyén.
- No es porque me las muerda – dijo Anna haciendo un puchero – es porque así es mi genética, deja te explico – dijo ella queriendo evadir el tema.
- ¡No me cambies de tema, Anna Berta Rotenberg!
Las pupilas de Anna se dilataron, sabía que si la llamaban por su nombre competo era porque en realidad estaba enojado.
- ¡Perdón! – dijo ella avergonzada y abrazando a Neyén.
Neyén se espantó al ver como ella lo abrazaba, ella nunca expresaba ninguna de esas cosas con nadie. Él sacudió la cabeza en modo de culpabilidad, después la abrazó y comenzó a acariciar su cabello.
- Está bien, puedes intentarlo luego, seguro puedes mantener una conversación con él – dijo Neyén tratando de calmarla.
- ¿Qué? – dijo Anna confusa mientras se separaba de él – si hablé con Josh, pero no conseguí tanta información.
- ¡Dime lo que tienes! – dijo Neyén alterado.
- Bueno – dijo Anna volcando los ojos – resulta que está feliz porque tiene “visita” – dijo haciendo las comillas con sus dedos – resulta que la visita lo tiene muy feliz, sé que es una chica y lleva los mismos días allí desde que Natalie dejó de tener contacto contigo, además le llama mucho la atención el tema de los ángeles, no planea traerla nunca, pero sin duda quiere que alguien se enteré de que tiene a una ángel – finalizó con naturalidad.
Neyén estaba con ojos de plato, después su ojo derecho comenzó a hacer un tic. Anna lo miró extrañado. Él se acercó a ella con lentitud y Anna daba pasos para atrás, le tenía miedo a su enorme amigo. Él la tomó de los hombros pegó sus labios a los de ella.
Anna abrió los ojos como de plato y comenzó a alejarlo dándole golpes en el pecho con puños cerrados.
- ¡Eres la mejor! – le dijo Neyén emocionado cuando se separó de ella.
- ¡Puag! –exclamaba ella mientras escupía al suelo -¡Qué no vuelva a ocurrir! – le advirtió con el dedo índice levantado - ¡Qué asco! ¡Tengo bacterias de un hombre!
- Cálmate, solo fue un beso – dijo Neyén riendo al ver la reacción de su amiga.
- ¿Calmare? ¡Me besaste! – dijo ella histérica.
- No fue nada sentimental – le dijo Neyén conteniendo la risa.
- ¡Eso no me importa! ¿Tienes idea de todo lo que se activa en un beso? En un beso se activan hasta unos 30 músculos faciales, 17 de ellos relacionados con la lengua, se transfieren 9 miligramos de agua, otros; 0,18 de sustancias orgánicas; 0,7 de materias grasas; 0,45 de sales minerales, además de millones de gérmenes, bacterias y microorganismos, y se queman, a lo largo de tres minutos, unas quince calorías. – decía ella hablando de manera rápida.
- ¡Deja de leer curiosidades en páginas extrañas de internet! – dijo Neyén asqueado – en fin, perdón, es que ¿acaso eres tonta? – ella lo miró ofendida, esperando una explicación - ¡Es obvio que Josh tiene a Natalie secuestrada! ¡Natalie esta aquí en la Tierra! – decía emocionado – ¿No es genial?
- … - Anna se puso a analizar toda la explicación, siempre pensaba qué decir antes de hablar – bueno, si esa es la situación no creo que eso sea genial – Neyén la miró extrañado, ella suspiró y continuo – si la tiene secuestrada eso no es bueno, además, si la tiene él… eso quiere decir que ahora él es su dueño, amo, o como sea que lo llamen – finalizó.
Neyén se quedó helado, era verdad lo que decía su inteligente amiga. Debía encontrar la manera para rescatar a Natalie. Dejó de pensar al escuchar a su amiga pegar un gritó. Él la miró asustado.
- ¡Es verdad! – decía sonriente – si Natalie esta aquí eso quiere decir que fue desterrada del Cielo… lo que conlleva a… - hizo una pausa esperando a que su amigo dijese algo, pero él solo alzó los hombros y negó con la cabeza, diciéndole que no la entendía, ella resopló – eso quiere decir que Jo también está aquí, ¿no crees? – dedujo ella con obviedad.
Neyén abrió la boca, le sorprendía la inteligencia de su amiga, se aproximó a ella con rapidez y ella se hizo para atrás.
- ¿M vas a volver a besar? – preguntó horrorizada.
- ¡Sí! – dijo Neyén emocionado y acercándose.
- Espera – lo detuvo.
Se llevó las manos a la boca y luego asintió para que se diera cuenta que ya podía besarla. Neyén río pero aun así la beso, bueno más bien sus manos, pero era tanta la emoción que Neyén sentía. Él sabía que estaba de suerte, encontrar a una amiga como Anna era difícil.
Anna le dijo que lo primero que debían hacer era ver a Brandon, para comprobar de que Jo estuviera en la Tierra.
Alexandra subía las escaleras para llegar al departamento que compartía con el Señor John, en eso sale su vecino, quien desde que llegó se enamoró perdidamente de ella.
- Alexandra… hola – dijo él.
- Hola, Mateo – lo saludó sonriendo mientras sacaba las llaves de su bolsa.
- ¿Cómo te fue en la escuela? – le preguntó el amablemente.
- No fui, solo fui a la farmacia.
En eso él voltea a ver la bolsa que ella llevaba, la bolsa donde ella había comprado cosas.
- ¿Estás enferma? – preguntó preocupado.
En su mente ya suponía millones de enfermedades que ella pudiera tener. Antes de que ella le contestara le arrebató la bolsa para ver que medicinas había comprado. Puso ojos de plato al ver que la bolsa solo contenía varias cajas de anticonceptivos de diferentes marcas. Alex se puso roja de la vergüenza. Quería sacar algún libro de hechizos y hacer que la tierra fuera capaz de tragársela, a ella y la bolsa de anticonceptivos. Que su vecino haya visto eso fue sin duda la cosa más penosa que le haya pasado. Él cerró la bolsa de golpe y se la entregó igual de apenado.
- ¡No son para mí! – exclamó ella nerviosa - ¡Ni siquiera tengo con quien usarlos! …¡Son… son para unos amigos! – le mintió de la manera más nerviosa posible.
Mateo asintió con timidez, se le dificultaba ver a los ojos a su atractiva vecina. Por un momento se estaba tragando la mentira de Alex, pero se sorprendió mas al ver al Señor John aproximándose a ella y dándole un apasionado beso en la boca.
- ¿Trajiste lo que te pedí de la farmacia? – preguntó el Señor John arruinándole toda la mentira a Alex.
Alex se quedó con la boca abierta igual que sus ojos. Mateo saludó al acompañante de Alex.
- Buenas tardes… bueno… mejor dicho – decía titubeando – ya esta anocheciendo, buenas noches.
- Si que tendré muy buenas noches, ¿Verdad, Alex? – dijo tomándola de la cintura y llevándosela a su departamento.
Mateo se quedó boquiabierto.
Alex a duras penas caminaba, estaba más roja que nunca, incluso temblaba, sus pupilas aun seguían dilatadas y su boca no podía cerrarla.
Entraron al departamento y el Señor John la miró extrañado.
- ¿Qué sucede? – le preguntó al verla cambiar de color rojo tomate a un blanco papel bond.
Ella se quedó muda, no podía creer lo que acababa de pasar ¿Qué pensará su vecino ahora? Él ya sabía que ella tenía novio, pero él solo conocía a Ian ¿Cómo reaccionaría al ver como entraba a su departamento con el Señor John?
Alex con todas sus fuerzas se fue de la sala y se dirigió a la habitación. El Señor John extrañado la siguió. Vio como se recostaba con lentitud en la cama, se sentó a su lado y le comenzó a acariciar el cabello.
Quería que le contara la razón por la que ella se comportaba así. Sin rodeos Alex fue directa, le platicó lo que estaba hablando con el vecino y lo que le preocupaba. El Señor John se echó a reír en su presencia y ella enojada tomó una almohada y comenzó a golpearlo.
- ¡No hagas eso! – decía el Señor John riendo.
La tomó de las muñecas y la tumbó a la cama, se miraron unos segundos a los ojos. Él se acercó a ella y la besó con desesperación, poco a poco fue bajando hasta su cuello. Alex se estaba riendo y moviéndose de la risa.
- ¿Qué tienes? – pregunto el Señor John sonriendo.
- Me da cosquillas.
El Señor John la ignoró continuó.
- Deberíamos de abrir una de las cajas que compraste – le susurró al oído.
La piel de Alex se le puso de gallina y sus ojos se abrieron como de plato.
- ¡No! Después de la humillación que me hiciste pasar no estoy de humor – dijo ella deteniéndolo.
- ¿Qué? ¿Estás jugando, verdad? Anoche no hicimos nada porque no teníamos anticonceptivos y ahora que los tenemos no quieres. Sería bueno que me entendieras, estuve lejos de ti por mucho tiempo, necesito esto.
- ¡Sexópata! – le dijo ella con los ojos abiertos como de platos – eso no es escusa, estuviste con hombres, seguramente uno te violó – le dijo bromeando.
- ¡Qué graciosa! – dijo el Señor John haciendo una mueca – ahora, tengo 28 años y soy hombre, quieras o no creerme, un hombre como yo necesita de esto – le dijo y continuó besando su cuello.
- ¡Me violas! – gritó ella riendo.
- ¡Cállate! – dijo el Señor John alterado – te escucharán.
Ambos rieron unos minutos y el Señor John continuo besándola. En eso se escucha que tocan la puerta. La escusa perfecta para que Alex escapara de las manos salvajes y depravadas del Señor John.
- ¡Yo abro! – dijo Alex zafándose del Señor John.
- ¡Abres, nada! – dijo jalándola del brazo y volviéndola a recostar.
- ¡Debo abrir! – dijo ella riendo.
- Tu abrirás otra cosa, ven para acá – le ordenó entre risas.
Al final Alex no se negó a ninguna de las plegarias del Señor John.
¡Hola! Quería decirles que ya retome esta historia, aun lo siento por dejarla medio abandonada e.e.
Como les dije aquí están los días que planeo subir capítulos de esta & mis otras historias que tengo en Wattpad.
Lunes: Adolescentes; Poderes & Problemas 2
Martes: -----
Miércoles: Soy una Chica 2
Jueves: Dulce Paz & Tentación
Viernes: -----
Sábado: -----
Domingo: Soy una Chica 2
Gracias por leer esto & nos vemos el próximo lunes con esta historia n.n
- Nora Yajahira Ramírez