- Hiciste un buen trabajo con los vendajes
- Sí claro – Blake se sentó en el suelo al estilo indio
- Lo digo en serio
- Hubiera preferido no hacerlo
- ¿Tanto me detestas por hablar de tus atri... - Blake lo fulminó con la mirada – cualidades?
- No es eso... me da un poco de... repulsión la sangre
- Theo decía que tenías muchas aversiones – ella se quedó mirando un punto en el piso – y... dime, ¿cómo es que terminaste en este sitio?
Se sintió aliviada de que cambiara el tema.
- Mi tío Dawson nos enseñó a... - se mordió el labio – Cheng y a mí lo que sabía sobre motores, máquinas y demás desde que eramos pequeños, así que no fue difícil decidir lo que haríamos llegado el momento, así fue como nos convertimos en ingenieros. Estuvimos un tiempo con el tío de Cheng en la Weyland, para después cambiarnos a Ryuji Group y papá uso sus medios para que nos asignaran a esta instalación - se quedó mirando un punto en la pared
- Siento mucho que hayan fallecido de esa forma
- Y yo – tomó aire para deshacerse del nudo que se formaba en su garganta - ¿sabes?, es raro pensar que ya no están – se restregó los ojos
Con el fin de redirigir la conversación a terreno seguro, señaló el frasquito que McMahon había sacado de la alforja
- ¿Qué es eso?
- Antibióticos
McMahon sacó una botella de la mochila y le dio un sorbo en el momento que la radio comenzó a transmitir
- ¡McMahon!, ¿puede alguien escucharme?
McMahon se estiró para alcanzar la radio pegada a la alforja médica.
- Aquí McMahon, adelante
- ¿Está contigo June?
- Está a mi lado y está bien, ustedes ¿están bien?
- Ningún herido, después de la explosión fuimos en persecución de la doctora Brooks pero no pudimos darle alcance, algunos tubos de gas y materiales peligrosos se desacoplaron debido a las constantes explosiones, así que nos hicimos con algunas mascarillas, ahí encontramos a Theo y a la a Srita. Turner. Acabamos de cruzar la sección de mapeo, ¿dónde están?
- Nivel 3B al lado de la bodega de máquinas expendedoras – explicó Blake
- Nivel 3B al lado de la bodega de máquinas expendedoras – repitió McMahon por la radio
- No se muevan de ahí, trataremos de llegar lo antes posible
- Tengan cuidado, corto
Dawson guardó el radio en uno de sus bolsillos cuando un crujido a sus espaldas hizo que los cinco se giraran despacio mientras la cola puntiaguda de la criatura salía por el hueco de un conducto a escasos diez metros de ellos.
- ¡Salgamos de aquí! – escucharon a Dawson susurrar - seguiremos recto hasta la siguiente unión y subiremos la escalinata – instruyó
Tanaka y Parks caminaron de espaldas sosteniendo sus armas en posición defensiva mientras los demás se dirigían a la unión tratando de hacer el menor ruido posible. La cola de la bestia volvió a entrar por la abertura y comenzó a arrastrarse con rapidez entre el techo mientras ellos seguían con la mirada los sonidos que se alejaban pasándoles por encima. Tanaka y Theo observaron a sus tres compañeros que corrían a la unión.
- ¡Esperen! – gritó Theo en el momento en que dos largos brazos salieron de la abertura del conducto por donde Dawson, Daisy y O'Brien corrían. Los brazos de la bestia se clavaron al torso de O'Brien.
El cuerpo del chico fue levantado del suelo con tan fuerza que su espalda baja se estrelló contra una de las paredes del conducto haciéndolo soltar un grito estridente de dolor. El rostro de O'Brien quedó a centímetros del hocico de la criatura mientras luchaba con todas sus fuerzas para zafarse su agarre. Tanaka y Parks corrieron con el corazón en la garganta para ayudarlo. Las piernas de O'Brien se movían sin control mientras gritaba y maldecía a todo pulmón. Dawson apartó a una histérica Daisy de enfrente con el propósito de auxiliar a O'Brien halando una de sus piernas. El médico y el chico asiático llegaron hasta O'Brien que no dejaba de sacudirse con violencia y tiraron de sus piernas con la esperanza de sacarlo del conducto y apartarlo de las garras del horrible ser.
- ¡Maldición O'Brien deja de moverte! – chilló Tanaka apretando los dientes
Dentro del conducto la criatura le clavó las garras al chico en la espalda y pecho provocándole un dolor intenso que lo hizo gritar mientras la criatura gruñía y mostraba sus alargados dientes a fin de intimidarle.
- ¡Suéltame maldita cosa!, ¡suéltame!
O'Brien juntó la fuerza necesaria para sacar de la funda sobre su pecho una navaja que clavó debajo del mentón al monstro que aulló de dolor al tiempo que su sangre salpicaba el rostro del chico, su sangre derritió la piel del rostro y pecho del chico.
- ¡Aggggggh!, ¡aaaaaah! – aulló O'Brien con el rostro fundiéndose
La bestia furiosa tiró de O'Brien dentro del conducto haciendo que Tanaka, Dawson y Parks cayeran de espaldas. El ser perforó el pecho de O'Brien haciendo que un líquido sanguinolento mezclado con ácido y otra sustancia viscosa cayeran precipitadamente al suelo.
El pecho de Tanaka subía y bajaba con rapidez mientras que sus ojos se abrían desmesuradamente. Parks respiraba con dificultad, pero al comprender que el chico había fallecido y no había nada que pudieran hacer, se levantó del piso rodeando la abertura del techo acercándose a Tanaka tirando de él hasta ponerlo en pie.
- ¡Demonios! – masculló Tanaka
- ¡Larguemos de aquí! – gritó Theo al grupo
Tanaka comenzó a correr en dirección a las escaleras auxiliares. Al pasar frente a unos aterrado Dawson y Daisy, Parks tomó con rudeza la muñeca de la rubia y salió corriendo a la escalinata.
- ¡Dawson! – Parks intentó llamar su atención.
Cuando espabiló, Dawson los siguió de cerca. A sus espaldas pudieron escuchar que la bestia bajaba del conducto.
- ¡No se detengan! – gritó Parks
- ¡Suban dos niveles! – indicó Dawson tomando una bocanada de aire
En el pozo de la escalera se podían escuchar los gruñidos furiosos de la criatura en tanto ellos seguían corriendo lo más rápido que sus piernas les permitían. Al llegar al descansillo del segundo nivel se encontraron con que la puerta estaba cerrada.
- ¡Tanaka abre esta maldita puerta! – ordenó Parks a su espalda– ¡vamos!, ¡ya! ¡ya!
Tanaka se hizo un hueco entre la rubia y Parks para poder conectar un dispositivo en el panel para piratear los códigos. El dispositivo hizo un ruidillo mientras entraba al sistema.
- ¡Por lo que más quieras date prisa! – rogó la rubia a su lado
Tanaka se secó con la manga el sudor que le resbalaba por la frente.
- ¡Estoy en eso! – respondió Tanaka – denme un par de minutos
- ¡No tenemos un par de minutos Tanaka! – repuso Parks
- ¡No es tan fácil como parece!, ¡esperen! – la pantalla del dispositivo mostró una serie de números – solo un poco más
Dawson se asomó por la barandilla, pero no pudo ver a la criatura
- ¡Shhh!, ¡bajen la voz! – murmuró Dawson
El dispositivo mostró un código de nueve dígitos que el asiático pulsó en el panel. La luz del censor de la puerta parpadeo por unos instantes antes de abrirse por completo. Una sombra alargada se proyectó en el piso del pozo de la escalerilla, Dawson apretó los labios. El pasillo del otro lado de la puerta los recibió a oscuras y una por una las lámparas de emergencia se encendieron. Dawson dio un último vistazo en el momento en que la bestia subía con rapidez por la escalera. El hombre caminó de espaldas a la puerta cuando todos entraban al siguiente pasillo. Tanaka introdujo el código y la puerta se cerró justo cuando la criatura llegó al descanso de le escalera en la entrada y se abalanzo contra la puerta provocando que se estremeciera.
- ¡Alejémonos antes de que la bestia tire la puerta!
Los cuatro trotaron por un amplio pasillo medio iluminado en el que por ambos lados había varias oficinas y doblaron a la derecha en un largo pasillo. Las embestidas cedieron.
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- ¿Quieres que te consiga algo de la máquina expendedora? – Blake se levantó acomodándose el morral en la espalda y sacudiéndose las manos en las perneras.
- ¡Espera! – se apoyó en la pared - iré contigo. Al verle hacer una mueca, Blake se acercó rodeándole el torso ayudándole a ponerse de pie – no es conveniente que andes sola por ahí
Ambos salieron de aquella oficina cruzando un pasillo y entrando a una bodega donde varias máquinas expendedoras aguardaban su turno de ser colocadas en los diferentes niveles.
Blake sacó de uno de sus bolsillos una llavecita que resplandeció bajo las luces. Ambos recorrieron las divisiones entre las maquinas en busca de alguna que tuviera productos apetecibles. McMahon le señaló una de las máquinas, ella se acercó e introdujo la llavecita abriendo la puerta, ambos escogieron varios artículos que luego guardaron en el morral de Blake.
Al regresar a la oficina cargados de artículos varios artículos, escucharon el sonido de la campanilla del ascensor. McMahon apuntó como pudo en esa dirección y al ver que salía una rubia seguida de Tanaka, bajó el arma. Dawson y Parks salieron al final del ascensor. Sonrío al verlos. Dawson se acercó a Blake
- ¿Tu padre?, ¿Cheng?, ¿los han visto?
Ella se mordió el labio mirándolo directo a los ojos. Negó con la cabeza tratando de deshacerse del nudo en la garganta
- ¿Qué sucedió? – quiso saber Dawson
- Una de esas criaturas fue tras ellos – explicó McMahon - Cheng fue herido de gravedad, no pudo soportar sus heridas y murió debido a la hemorragia
- ¿Y Gibson? – inquirió Dawson atrayendo a Blake a su pecho en un abrazo
- Hubo una explosión debido a una granada que arrojó Brooks a la bestia... y debido a una fuga de gas hubo otra explosión, salimos ilesos pero la criatura alcanzó al Capitán... lo atacó y asesino ahí mismo
Dawson abrazó con fuerza a Blake. Sus ojos llenos de lágrimas sin derramar y los de Parks se cruzaron. El médico arrugó la frente.
- En verdad lo siento Blake – dijo Tanaka tocando el brazo de la pelirroja que asintió en agradecimiento.
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Las sobras proyectadas por las luces del exterior se reflejaban en el rostro de la pelirroja que seguía absorta mirando a través de los ventanales. Parks la observaba apoyado en el marco de la puerta. Dos horas habían transcurrido desde su encuentro. Inspiró hondo, y camino hacia ella.
- ¿Estás bien? – preguntó al situarse a su lado
Blake apretó los ojos y tragó saliva, comenzaba a odiar la pregunta
- Eso intento – suspiró abrazándose a sí misma – no sé ni lo que le voy a decirle a Celestine y a sus padres, me da escalofríos solo de pensarlo, quisiera que fuera más fácil, pero entre más lo pienso más se me revuelve el estómago.
Theo le puso una mano en el hombro.
- ¡Dios! – la pelirroja se puso una mano sobre la frente – ahora que lo pienso, tampoco sé que le voy a decir a Bo y Killian, sabes cuánto le querían, y a mi madre
- No deberías torturarte de esa forma, después de todo no tuviste la culpa de que hayan muerto
- Aunque... - sintió la garganta seca
Theo la abrazó.
- Tranquila – no dejaba de temblar y sollozar
- Ya ni siquiera sé que es lo que voy a hacer, suena tonto e irracional que esté preocupada por seguir trabajando en este sitio, pero...
- Es normal que te hagas muchas preguntas, sigues en shock debido a la perdida, no te angusties – le acarició la espalda – en este momento solo debes pensar en salir de aquí, en encontrar la forma y en nada más
Blake se separó de él mirándolo desde abajo a los ojos.
- Pero no hay como, esas cosas están en todos lados y en ninguno
- No pienses de esa forma, ¡no te rindas!, encontraremos la forma de salir
Blake sonrió
- ¿Qué?
- Es solo que, eres la segunda persona que me lo dice
Theo le acarició la mejilla mientras le sonreía
– Ven, vamos con los demás – la haló por el brazo en dirección a la habitación contigua - no es bueno que nos alejemos