Habían ido a comer mientras hablaban de clases que tomaban y que estudiaban. Changkyun lo estaba tratando como siempre pero sin pasarse, no intentaba coquetear o algo.
Estaban por terminar de comer cuando Changkyun recibió una llamada, así que se alejó un poco para contestar.
—He vuelto.
—¿Todo bien? — Changkyun asintió y sonrió ligeramente.
—Soy coach de niños de 6 a 10 años los martes y jueves, pero hoy tengo que ir.
—Oh, suena interesante. — El menor volvió a asentir.
—¿Quieres ir?
—Estaría bien.
—¿Estaría bien?
—Si, está bien.
Changkyun soltó una risa y siguió comiendo. Kihyun espero por si tenía algo más que decir, y cuando supo que no, lo imitó, terminando de comer.
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—Hoy me acompaña un amigo importante para mí, así que espero se comporten, y si lo hacen... quizás él pueda enseñarles algunas técnicas de pitcheo. —Los niños y niñas festejaron la oferta. Mientras algunos decían que si, otros solo daban pequeños saltitos. — No es por nada, pero es de los mejores lanzadores que conozco, así que es decisión suya.
—Yo quiero que él me enseñe.
—Si bueno, lo veremos, ahora, ¿ya corrieron y estiraron?
Changkyun dio dos aplausos mientras seguía preguntándole cosas a los pequeños, quienes comenzaron a correr. Kihyun se instaló en una de las casetas para poder observar de lejos, pero luego se le unió el menor esperando por sus alumnos.
—¿Me ayudarías enseñándoles algunas cosas?
—¿Sé cosas que tú no?
—No lo sé, quizás. Solo quieren que les digas varios, uhm, trucos.
—Me encantaría, quizás te sustituya en un futuro si me acercas demasiado. — Changkyun soltó una risita y volvió con los pequeños.
El pelinegro lucía muy enfocado, de verdad estaba cuidado a los niños; que si la posición estaba chueca, que no jugaran brusco, que si el bat no era para usarse así. En fin, Changkyun de profesor era extremadamente tierno.
Luego de un rato, la práctica había concluido, dejándole aproximadamente veinte minutos para Kihyun.
Aunque eran unos niños, decidió enseñarles cómo sostener la pelota para lanzar slider, recta, entre otras técnicas. Todos los pequeños estaban fascinados, era emocionante ver un grupo mixto tan unido como lo eran ellos.
Media hora después, no había ni un niño en el campo, todos habían vuelto a sus casas, y solo quedaban equipos de ligas más avanzadas, y por supuesto, Changkyun y Kihyun quienes recogían los instrumentos utilizados.
—Gracias por ayudarme, te ganaste algunas fanáticas hoy. — Kihyun resopló y negó levemente. — Claro que les tuve que decir que debían hacer fila, y que para ellas era doble trabajo.
—Y además no soy un enfermo, así que sería triple trabajo. — El menor soltó una risa y asintió. El mayor ya estaba sentado en banca, cuando Changkyun seguía recogiendo algunas pelotas, pero al terminar fue a sentarse enseguida. — Cuando recién te conocí, creí que eras mas serio.
—Soy serio.
—Entonces... ¿más discreto?
—¿No lo soy?
—Hacer referencia a que estás interesado en mí cada que puedes, no es muy discreto. — Changkyun resopló y pasó su mano por su cabello.
—Lo hice siempre para fastidiar, aunque en parte es algo verdad, siempre fue broma. Si te incomoda o molesta, lo dejaré de hacer, lo juro.
—Me agradas, Changkyun. No es que sea incómodo, me alagas en realidad.
—¿Pero quieres que me detenga?
—¿El qué? — Changkyun resopló y encogió sus hombros. Su mirada fue a dar a la del mayor y es entonces cuando comenzó a acercarse. Un par de dedos fueron a dar al rostro de Kihyun, acariciando su mejilla. — ¿Q-qué haces?
—Besarte. — Changkyun se acercó lo suficiente como para que Kihyun pudiera sentir su respiración topar contra él, incluso sus narices topaban un poco. El más bajito trago hondo pero no se movió. Esperaba que en cualquier momento, sus labios serían invadidos por los de Changkyun, incluso la tensión casi lo estaba obligando a él terminar con la tortura y cerrar el espacio, pero en su lugar, una risita le fue regalada. — ¿De verdad me ibas a dejar besarte? —Kihyun se separó en un segundo y golpeó ligeramente el pecho contrario mientras negaba.
—Solo fue la sorpresa.
Changkyun volvió a reír, y consecutivamente, volvió su mano hacia el cuello del mayor, acercándolo de nuevo, pero esta vez no sé limitó. Sus labios se estamparon contra los contrarios.
Aunque Kihyun al principio no hizo nada ya que estaba en algo parecido a un estado de shock, luego, correspondió a ese beso. Sus labios se abrieron unos milímetros para dar a entender que podía proseguir.
Una de sus manos estaba recargada sobre la banca para tener estabilidad, mientras que la otra había estado descansando en su regazo, la cual subió hasta el cuello ajeno, impulsando a un beso un poco más feroz.
Entonces Shownu llegó a su mente. Ni siquiera estaban juntos y eso se sentía como una traición. Ni siquiera le gustaba tanto y se sentía como el peor colega. Ni siquiera le gustaba tanto. Le gustaba tanto. ¿Le gustaba? ¡Shownu le gustaba de verdad! No era ni siquiera nada íntimo o algo por el estilo. De verdad tenía sentimientos algo fuertes hacia él. ¿Por qué se estaba enterando mientras estaba compartiendo saliva con otra persona?
El beso fue terminado por el mayor, su mano alejó su toque e incluso intentó mover su cuerpo un poco más lejos.
—Ki...
—Ya me tengo que ir, Changkyun.
—Te llevaré.
—No, no te preocupes, tengo que hacer varias paradas, llamaré un taxi. — Este se puso de pie, preparado para salir de la caseta cuando fue llamado.
—Kihyun, lo siento. — El mayor lo miró un segundo y le sonrió negándole.
—No te apures, Chang, nos vemos luego.