Capricornio
Chasquee la lengua nuevamente, obviamente en mi mente o la profesora de literatura me haría tragarme mi propia lengua.
Estaba aburrido, no quería leer este libro de literatura clásica, me parecía extremadamente aburrido y poco interesante; y cabe aclarar que a mí me encantaba leer. Ya vería como haría para aprobar este semestre sin leerme esta tortura.
De seguro las letras estaban agonizando por lo triste que era su vida en ese libro.
Miré mi mano y suspiré con cierta sonrisita. La mano de Acuario era muy suave y tibia.
¿Eh?
Moví mi cabeza rápidamente de un lado a otro, ¿en qué demonios estaba pensando?.
Miré hacia arriba en busca de que la profesora me estuviera viendo pero la pude divisar dispersada en su mesa durmiendo. Hice una mueca ante eso; y se suponía que ella era la encargada de educar al futuro del país, luego se quejan de nosotros.
Alguien tocó mi espalda y me giré para ver a la chica, de la que hacía poco me había enterado que gustaba de mi desde hace años. Crystal me veía con una sonrisa genuina y yo con una muy nerviosa e incómoda.
-¿Lo pensaste...? —movió el lápiz entre sus dedos.
-Ehm... —me aclaré la garganta y justó sonó el timbre. Ella se despistó un momento y tomé es libro horrible levantándome rápidamente. -¿Qué tarde que es no?, ya no llegaré a mi otra clase —dije simulando preocupación. -¡Rayos y centellas!
-¿Desde cuando dices esas estupideces? Pareces dibujito animado —me dijo con el ceño fruncido.
Giré mi cabeza hacia la puerta y vi como Acuario se dirigía hacia ella con sus libros y apuntes. Tomé carrera sin prestarle atención a Crystal y llegué hasta Acuario, que se quedó en modo ¿Qué océanos te pasa? —que sabía que había dicho eso en su cabeza— cuando agarré sus libros en mis brazos y salí por la puerta con la atención de la mayoría de mis compañeros y los chicos en el pasillo.
-¿Qué océanos te pasa? —lo dije~
-Tú solo camina —le murmuré y los dos salimos rápido, o bueno yo caminaba rápido y a Acuario no le quedaba de otra que seguirme el paso.
-¿Ya me dirás o seguirás secuestrando mis cosas? —miré hacia atrás y no veía signos de Crystal pero si muchas miradas de todos al ver que llevaba libros y atrás mío colgaba mi mochila, dando a entender que las cosas eran de Acuario.
-Ayer, hablamos con Crys fuera de casa —ella enarco una ceja hacia mí.
-Lo sé, te quería preguntar eso, ¿qué te dijo? —una sonrisita se escapó de mi boca.
-¿Por qué tan curiosa? —ella apartó su mirada de mi rodando sus lindos ojos. -¿Celosa, Sea?
-¿De que se supone que esté celosa, idiota?, te pregunto porque ayer los ví casi discutir —volví a sonreí.
-Lo que usted diga mi princesa —ella volvió a rodar los ojos. -Te quedarás bizca si sigues rodando los ojos. ¿no te duelen?
-¿Me dirás o no? —su tono de voz cambió a uno pequeñamente molesto.
-Uy, bueno, no quiero que atraigas un tsunami, cálmate —suspiré y me volví a girar para ver si mi mejor amiga de la infancia no andaba por ahí. -Ayer se me confesó, no sabía que responderle. Y después me invitó a salir a ver si me decidía
-¿Por eso discutieron?
-No, me quería cortar un trozo de cabello porque según ella tenía una goma de mascar —ella abrió su boca un poco sorprendida. -No digas nada, nunca se comportó tan... tan...
-¿Psicopata, obsesionada con tu persona? —iba a reclamarle por llamarla así pero mis palabras se quedaron en la punta de la lengua porque tenía razón.
-Si... —me rasqué la nuca con incomodidad.
-Es que nunca tuvo una amenaza hacia su futuro casamiento contigo y de seguro sus 4 hijos —iba a hablar pero abrió la boca para seguir. -Sin contar sus 3 mastines napolitanos, cada uno de distinto color y su hamster que iban a adoptar cuando fueran a vivir juntos
¿Pero qué?
-¿Cómo sabes que pensó en todo eso? —me vio como si no entendiera el por qué.
-¿En serio me preguntas?
-Pues no te hice una pregunta para decirte ¡Mentira, si sé porque! —ella achinó sus ojos hacia mi y luego negó con la cabeza.
-Porque es algo obvio viniendo de tu propia acosadora. No digo que esté mal imaginarte un futuro con alguien que te gusta pero eso también se llama ser alguien muy obsesivo. Y esas personas dan muchísimo miedo, ahora porque no estás en pareja con ella pero luego se transforman, y a la mínima chica que te hable se vuelven unas tóxicas totales —hizo una mueca como si recordara algo. -Pero bueno, solamente te advierto
-¿Advertirme de qué?, ni siquiera es mi novia y ya me anda persiguiendo con una tijera para cortarme el cabello y de seguro clonarme en su laboratorio súper secreto —eso hizo reír a Acuario y sonreí, tenía una linda risa.
El timbre sonó nuevamente y caminamos unos cuantos metros hasta llegar al laboratorio. Me iba a ir a sentar con Acuario pero ella me sacó sus libros de la mano y me sonrió en forma de agradecimiento, la seguí con la mirada y me quedé algo confundido al ver cómo se sentaba al lado de Shawn Bake, un chico común y corriente que no solía destacar en nada, pero si era un amigo mío.
Negué con la cabeza y me fui al mesón de al lado, no era porque quería escuchar, claro que no. Simplemente me daba curiosidad como Acuario cambiaba de aires al estar al rededor de él.
-Hermanito —la voz de Piscis me hizo sacar de mi ensoñación y dejé de ver de reojo a los otros dos.
-¿Eh? ah, hola Pi —mi hermano levantó una ceja por mi tono de voz que sonaba perdido. Alzó un poco su cabeza y sonrió al ver a quienes teníamos al lado.
-Con que es eso —sonrió de lado y se posicionó bien, sentándose en el pequeño banco de nuestro mesón.
-No sé de qué hablas —le susurré para que él también lo haga. -El gimoteo del burro no es en bajo volúmen
-Uy perdón, me olvidé que andas de malhumor y nos pueden escuchar entre tanto palabrerío de la clase —lo dijo de manera sarcástica a lo último, por lo cuál rodé los ojos con una pequeña sonrisa. -¿Desde cuando andas tras la menor de las Sea?
-Desde nunca, solamente me dió curiosidad saber desde cuándo se conocen —Piscis me vio de manera incrédula pero lo dejó pasar.
-Lo que tú digas, Capri —vi a su novia que entraba con su amiga.
Piscis ni siquiera la miró pero ella a él si. Rápidamente mi cuñada apartó la mirada con malhumor y sabía que Piscis, por más que estuviera súper centrado en la mosca que había en la mesa, sabía que su novia lo había visto, se notaba en su mandíbula tensa.
-¿Siguen enojados...? —le murmuré al ver que podía matar al pobre insecto con la vista.
-Me terminó ayer —justo en el momento en el que lo dijo la clase decidió quedarse callada.
Piscis alzó la vista y todos los ojos, menos los de Lissa, nos miraban como si les hubiéramos dado el notición del año. Inclusive Acuario sentía que nos estaba viendo, aunque era un poco más disimulada. Genial, ahora todo el instituto estaría con esta noticia por tres semanas.
Hice una mueca a todo el mundo, eso hizo que volvieran a sus asuntos aunque hablaban muchísimo más bajo. Palmee la espalda de Piscis, quien me vio con un poco de tristeza pero aún así me sonrió. Les aseguro que me dolió ver por un instante esos ojos vulnerables de mi hermano menor, pero no podía hacer mucho por él en este momento.
Ahora mismo de seguro Miles de ideas y recuerdos lo inundaban. Había pasado mucho tiempo con Lissa; aunque haya sido un noviazgo sumamente tóxico, Piscis la quería muchísimo y ni siquiera las cosas malas opacaban ese cariño, la verdad no sabía si la había amado, porque de seguro estaría peor.
O capaz la amó en su momento pero se fue cansando poco a poco de sus cosas, nunca nadie lo sabrá, solo él mismo —aunque dudo que hasta él sea consiente de sus sentimientos—.
-Que calladitos, así me gusta —ingresó el profesor de química sin siquiera notar el aire tan tenso que envolvía el curso.
Pesqué a Lissa viendo a Piscis pero mi mirada la hizo dar vuelta rápidamente. Yo apuesto a que volverán en dos semanas, después de todo aún se seguían queriendo.
Aunque debo de decir que está vez me quedé algo shockeado, que yo sepa estos dos jamás terminaron, aunque haya un atentado y la única forma de que no muera nadie es que ellos terminen, jamás lo hubieran hecho.
Pero bueno, las vueltitas de la vida.
•••
Estaba en la azotea, acostado y mirando el cielo completamente nublado, pero estaba bastante húmedo el clima, tanto que a veces tenías que respirar profundamente para que tú cuerpo deje de crear esa ilusión de asfixia. Mis brazos estaban cruzados tras mi cabeza y mis pies se movían lentamente chocandose las puntas de mis tenis entre si de vez en cuando.
Shawn Bake, eh.
Era un buen chico, era bastante guapo, si tenía que definirlo en una sola palabra era esa. Tenía el cabello de un color medio rojizo pero rubio y también era medio enrulado, su nariz era pequeña y tenía un piercing en esta —el cuál le quedaba bastante bien—, era bastante alto pero aún así yo lo superaba por unos cinco centímetros y también tenía bastante masa muscular, eso lo podía notar cualquiera. Su tez era súper blanca y tenía varios lunares en el cuello y pecas en su cara, tampoco olvidemos sus ojos que eran de un extraño color, justo como el de Virgo pero el de ella era aún más extraño.
Lo extraño es que no era popular, era bastante normal comparado al resto de amigos que teníamos y a nosotros. No sabía el porque, pero al parecer Acuario se había fijado en él y Shawn parecía muy feliz con su compañía.
-Tch —hice un sonido con mi boca.
-¿Molesto? —vi como Tauro subía por la escalera de incendios de mi habitación.
-Para estar molesto debo de tener una razón y no la tengo, así que no —Tauro se sentó al lado mío en forma de indio. No lo miré simplemente me concentré en todo lo que había pasado hoy. -Lissa lo dejó a Pi
-Lo sé, todo el instituto está hablando de eso —volví a hacer ese sonido con mi boca. -¿Ahora sí es de molestia?
-Sabes que Piscis se peleó con varios chicos por Lissa, y ahora que ella está soltera, así que no dudarán en ir tras la Focatúa —Tauro se rió por el apodo que nuestro hermanito le había puesto a su novia, pero lo decía solo cuando se enojaba con ella.
-¿Lissa sigue queriendo a Piscis? —hice una mueca ante eso. -No digo que por lo que pasó ahora pero... ya sabemos que sus actitudes demostraban tantas cosas...
-Lo sé, pero creo que si. Tal vez un poco menos pero es obvio que le vas a tener cariño a alguien con quién pasaste mucho tiempo. Y duele, debe dolerle a Piscis un montón, porque después de todos los sacrifcios que hizo por ella es recompensado de esta manera por una decisión que ni él tomó —dije refiriéndome a las hermanas. -Y que ni siquiera sabía del todo bien.
-No lo sé, Capri —se quedó callado por un momento. -No se lo digas, pero estoy feliz de que hayan terminado. Mamá tiene razón sobre ella, hasta nos odiaba a nosotros.
Coincidía completamente con él, pero no sabía cómo prefería verlo a Piscis. Porque era obvio que Liss amo le hacía bien pero para él, lo hacía la persona más feliz —según nos planteó varias veces hace ya bastante tiempo—.
-¿Qué pasó con Shawn? —eso me dejó helado y dejé de pensar en mi ex cuñada y mi hermano.
-Que maldito chismoso es —Tauro se rió y estiró la palma de su mano donde cayó una gota bastante pequeña. -No es nada, simplemente me llamó la atención
-Para llamarte la atención debe de haber una razón ¿no?
-No uses mis propias palabras en mi contra —me levanté ya que las gotas que caían me daban justo en la cara y casi me deja ciego una porque ingresó a mi ojo. -Y no, no pasó nada
-Shawn es guapo —se levantó también siguiéndome el paso ya que estaba por bajar las escaleras hacia mi habitación.
-Ya lo sé —dije de mal modo sin querer. -Digo, si, ya sabía eso —cambie mi tono pero Tauro volvió a reírse. -Cuando te ríes en estos casos, me dan ganas de tirarte de la azotea
-Oye, no soy Shawn, cálmate —y aunque lo fuera, era mi amigo, jamás le haría eso.
-Es mi amigo, nunca le haría eso —dije mientras veía hacia abajo para no caerme de la escalera de metal.
-Ah, pero a tu querido hermanito mayor si —alcé la vista y vi que asomaba su cabecita por el borde de la azotea y me veía modo dramas y ofendido.
-Si, no te tengo tanto apego —salté el último escalón y caí a mi balcón. -¿Bajas o te darás un baño en la azotea? —alcé la voz para que me escuchara mejor.
-Nadaré un poco y voy —dijo sarcásticamente a lo que sonreí negando y entré a mi habitación antes que se largara más fuerte la lluvia.
Suspiré y fui directo al baño de mi habitación para poder despejarme un poco y quitarme toda la suciedad del día; y si, en esa suciedad entran esos pensamientos de Acuario y Shawn.
[🌸🌸🌸]
¡Aloha mis amores!
Volví con más uwu, me encanta escribir esta historia, hace muchísimo tiempo no me emocionaba tanto escribir uwu me gusta que les guste. Gracias por tanto apoyo :3 <3 espero que les gustara este capítulo, ya hay más escencia a romance y espero que les este encantando este clima romántico uwu.
Los amo muchísimo, nos vemos dentro de poco. Sin más me despido, ¡Aloha mis amores!🌸💖