Se acercó agachándose a mi altura y me tomó del cuello del traje. Intenté forcejear lo más que pude pero además de que era muy fuerte me dio otro golpe en el estómago y eso me debilitó.
Podría resistir cualquier golpe en cualquier lado pero desde que era una niña ese había sido mi lugar más sensible. Tal vez porque no solía comer bien.
Aun así traté de patalear pero ahora el otro triángulo me tenía los pies.
¡Malditos hijos de puta!
_ Quédate quieto, o lo haces menos divertido._ se burló.
_ ¡Suéltame!_ chille con la voz enterrada.
Y cuando apoyó su mano sobre mi máscara las puertas se abrieron con toda la fuerza y entraron un equipo de cuatro círculos con un cuadrado delante.
_ ¡Es suficiente!¡Sepárense!_ vociferó el cuadrado y al instante obedecieron, dejándome bruscamente.
Me tomé la panza dolorida y me senté.
_ ¿Que creen que están haciendo?¿Cómo se atreven a pelear en la oficina de control?_ rugió avanzando hacia nosotros.
_ Lo siento señor, él nos provocó y no pudimos mantener la compostura. Lo sentimos._ Todos hicieron una reverencia y yo solté una risa amarga.
Cobardes.
_ No me interesan los motivos ni las excusas. Estaban a punto de romper la norma de revelar la identidad de un militante y eso no solo provocaría su muerte si no también la de ustedes._ expresó con dureza y los triángulos se encogieron.
_ Pero él..._ quiso replicar uno.
_ ¡Ya dije que no me interesa lo que ella haya hecho!_ gritó haciéndonos saltar del susto.
_ ¿Ella?_ inquirió el "líder".
Entonces este era el cuadrado que me recibió, ¿qué le pasa?Está por cagarse en mi identidad.
_ Ahora todos vayan a sus habitaciones, por hoy el día ha terminado._ ordenó suspirando pero ninguno se movió _ ¿No me oyen?¡A sus cuartos!_ volvió a gritar y salieron corriendo en fila.
Yo me levanté como pude para seguirlos pero el cuadrado me detuvo.
_ Triangulo número 30._ me llamó _ Espera un segundo._
Mierda, ahora tal vez sí que me castiguen.
Le hice caso a regañadientes y en cuanto las puertas se cerraron él se me acercó.
_ ¿Estás bien?_ pregunto revisando mi cuerpo pero yo me alejé aturdida.
¿Que con este tipo?
_ Oye, ¿quién te crees?Acabas de casi revelar mi género y eso ya comenzaría a cagarme la estadía aquí.¿No que me advertiste de no llamar la atención?_ le reproché.
_ ¿Lo dices cuando te acabas de meter en una pelea?_ retrucó tomando mi brazo para atraerme hacia él.
Me sobresalte alto ante su acción pero al final recalcule que no había fallas en su lógica.
_ Pero ellos estaban diciendo cosas simplemente desagradables así que..._
_ No me importa, te dije muy claramente que hagas oídos sordos y vista gorda a cualquier cosa._
_ ¿Y por qué debería obedecerte?_ me crucé de brazos.
_ Porque es la única manera de que sobrevivas._ declaró y no pude decir más _ Por eso ahora tu rango será el de un círculo y estarás en la cocina central, no puedes volver aquí._
_ Pero, ¿Y si no soy buena cocinando? De cualquier forma, no necesito tu ayuda, me las arreglaré sola._
_ Sé que la cocina es una de tus habilidades pero hay algo que no sabía y es que eres muy terca. Si quieres morir entonces ya deja de resistirlo, si no hazme caso._ habló irritado.
_ Bien, bueno, te haré caso._ me rendí porque sabía que no tenía opción.
Aunque igual no podía confiar del todo en este cuadrado.
Luego de eso se largó y me uní a la inmensa fila de guardias rojos yendo a los cuartos.
***
El cuarto era un espacio casi asfixiante de lo pequeño que era, sin una sola ventana. Con solo una cama, un inodoro y un escritorio con una bandeja de comida. Más un reloj grande en la pared.
El ambiente me hacía sentir un poco incómoda, parecía una cárcel futurista.
La puerta a mis espaldas se cerró dando un pitido que indicaba que estaba trabada.
Creo que subestime este lugar, no sería para nada fácil escapar. ¿Debería rendirme?
Sobre mi cama vi una máscara con un círculo blanco y no pude evitar sonreír.
Ese cuadrado,¿que ve en mí que me cuida tanto?
De cualquier forma, gracias cuadrado, te debo una.
Escondí mi otra máscara bajo mi cama e intenté dormir sin pensar en nada.
Aunque el cuadrado y el tipo de máscara negra ocuparon mis pensamientos hasta quedarme dormida.