CAPITULO 64
Los dos se encontraban en la cama poniéndose ungüento sobre sus cuerpos, curándose las heridas de la noche anterior.
Ginny, tenía marcadas las manos de Harry en sus muslos, nalgas y en los antebrazos, grandes hematomas de donde él se había sujetado de ella. Los dientes de Harry estaban marcados sobre sus hombros pecosos, dejando toda una hilera de moretones . Era difícil ver aquellas huellas sin olvidar los gemidos y suplicas de ella, para que él no parara de penetrarla.
— No me cures los moretones de las nalgas — soltó ella — ¿acaso no son sexis?
Harry sintió remordimiento cuando vio la piel de Ginny con grandes hematomas generados por él. Ella pareció adivinar lo que pensaba en ese momento, porque se giró y le miró de frente.
— Yo te pedí que me apretaras con fuerza ¿lo recuerdas?
— No creí que mis manos se fueran marcar de esta manera sobre tu piel — Harry acarició los glúteos de su esposa, con mucho amor — déjame los curo — y bajó hacia ellos dándoles pequeños besitos que le hicieron enternecer a Ginny. Ella se sonrojó como una adolescente —
— No quiero que por culpa de tu maldito arrepentimiento, descartes de volverme a hacer el amor tal y como anoche lo hicimos — le dijo ella mirándolo con ternura — ¿recuerdas bueno que estuvo todo? Deseo que las cosas no cambien, solo recuerda que no me hiciste ningún tipo de daño que yo no te pidiera que hicieras.
Harry la miró aceptando lo que ella había dicho. Le besó la frente aferrándose a ella una vez más.
Aquel momento que habían tenido en el The Majestic, había dejado a la pareja con aire bastante romántico y había logrado que él se olvidara por un momento, de los hechos que había ocurrido días antes en su departamento, cuando Yovkov Draganov había querido entrar a su casa. Harry y Ginny cruzaban miradas de confidencialidad cada vez que podían.
Y es que a presencia de Teddy, no les quedaba más que sonreírse cada vez que sus miradas chocaban. Todo esto era respuesta de que Harry había descubierto la clave para que Teddy no se mostrara odioso con él, por desgracia, el secreto era muy simple: mantener la distancia con Ginny.
Esta situación, lo hacía sudar ya que Harry constantemente estaba buscando tener cualquier tipo de contacto con su esposa y ella parecía también necesitarlo, sin embargo, los dos parecían estar en una lucha constante, en contra de sus propios instintos, solo para que Teddy no se sintiera incómodo frente a ellos.
Los tres habían disfrutado de una tarde de Xbox e intercambiado risas y en algún momento de la tarde, Teddy y él se unieron para atacar a Ginny y así poderle ganar en el juego. Una pelirroja furiosa amenazó con vengarse y así lo haría media hora después ganándoles ella misma en el Fifa.
En casa, las cosas parecían ir de maravilla. Sin embargo, cuando Harry salía a tirar la basura o sacaba a Gastó a hacer sus necesidades, regresaba mucho más tenso de lo que Ginny podía recordar.
Era obvio que Harry estaba buscando pretextos para salir de su hogar y encontrarse con los reportes de sus compañeros que habían estado patrullando los alrededores de su hogar.
Un problema se avecinó justo a mitad de la semana. La falta de movimiento en la zona, hizo que la vigilancia se relajara bastante y como consecuencia de eso, los aurores fueran llamados para cubrir y patrullar otras zonas, deribado a una crisis por falta de aurores que había traído como consecuencia la pasada misión de Siberia.
Solo Thomson y Creevey fueron dejados a cargo para la seguridad e Ginny Weasley.
— Conozco a Draganov, no en persona, caro, pero estuve analizando su perfil — soltó Stevens después de avisarle a Harry que había sido asignado a otra zona — es un experto en escabullirse. Me hubiese gustado poder hacer algo más, Harry. Pero tu sabes que somos muy pocos aurores y es casi imposible abarcar toda la isla por nosotros mismos.
— Descuida — respondió Harry bastante frustrado — hablaré con mis cuñados. Estoy seguro que lograremos cubrir las guardias hasta que esto se resuelva.
— Si ocupas algo más. Tal vez en mi día libre pueda cubrirte, no dudes en llamarme, Harry, cuenta conmigo para ello — le dijo Stevens mientras, Harry admitía con decepción —
— Gracias — susurró Harry mientras que segundos después, el joven auror se retiraba.
Era un hecho, que ahora se había quedado casi solo para cubrir la seguridad de Ginny.
Se quedó en uno de los pasillos del Ministerio viendo como Stevens se marchaba para cubrir su nueva área de patrullaje cuando a lo lejos pudo ver a dos personas que él conocía bastante bien.
Eran Malfoy y Gabrielle abordando uno de estos elevadores, bastante juntos.
Eso no podía resultar más terrible de lo que él podía haber imaginado. Tuvo ganas de ir tras Malfoy, sacar la varita y apuntarle hasta que le soltara toda la verdad. Si detrás de Draganov estaba Draco Malfoy, eso sólo podía significar que Ginny estaba en doble peligro. Pero lo peor, era ver a Gabrielle junto con él.
Ella levantó la cabeza y se topó con sus ojos celestes bastante sorprendida. Él le sostuvo la mirada desafiante. Creía conocerla, creía que ella no sería capaz de traicionarlo, sin embargo, ahora que la puerta del elevador se cerraba con ellos dos juntos, pudo darse cuenta, que solo él se estaba engañando.
Caminó hasta llegar a la oficina de Hermione, apenas tocó, cuando decidió meter su cabeza sin aviso.
⎯ ¿ no debería de darte primero el acceso? — preguntó Hermione. Ella estaba escondida tras una enorme pila de archivos que estaban regados por su escritorio y sobre el piso. Tenía el cabello tan encrespado que Harry podía asegurar que no lo había lavado en varios días.
⎯ He venido a saludarte — Harry terminó de pasar, miró a su alrededor y la única silla que había, estaba ocupada por una larga torre de expedientes — ¿estás bien?
⎯ ¿me veo bien? — respondió Hermione. Esa era una pregunta que Harry no quería responder —
⎯ Oye, si he venido en un mal momento yo mejor...
⎯ No, pasa, adelante. Es solo que Ron me puso de malas y no debería de desquitarme contigo o con alguien más — Hermione se había parado con una taza en sus manos y caminó hacia la cafetera —
⎯ ¿y ahora que ha hecho Ron?
⎯ Ya sabes, le molestó que me quedara aquí a dormir, pero no podía salir — Harry miró a una cansada Hermione, caminando sin zapatillas, sirviéndose café —
⎯ ¿llevas aquí desde ayer? — Harry ahora lo entendía todo —
⎯ Si — respondió ella — tengo un caso importante que resolver para finales de agosto, algo que podría cambar las leyes mágicas y ...
Hermione se detuvo, Harry parecía bastante curioso sobre algunos de los expedientes, que en realidad, él no podía entender nada.
⎯ ¡Es confidencial! — le tiró un golpe en la cabeza haciendo que Harry se carcajeara —
⎯ Creí que tu proyecto sería la fiesta del Reencuentro de Hogwarts — se rio Harry sobándose su cabeza — ya sabes... hace dos años te tocó a ti organizarla.
⎯ No tengo tiempo ahora pare eso — Hermione se dejó caer sobre la silla — ¿tú y Ginny irán?
⎯ Ella quiere ir, pero yo no ...
⎯ Deberías de llevarla. Si crees que Malfoy irá, déjame decirte que rechazó la invitación, así que pueden ir tú y Ginny tranquilos a disfrutar de una velada.
⎯ Sabes que no soy muy bueno para esas cosas.
⎯ Pero Ginny sí. Es importante que hagan cosas juntos, Harry. Ya te lo había dicho, déjense ver, apuesto a que ella será muy feliz llegar tomada de tu mano al baile.
Y Harry se detuvo por un momento pensar en todo aquello, el también sería feliz, subiendo las escaleras, orgulloso de llevar a una Ginny embarazada sonriéndole y mirándole con tanto amor como ella lo hacía.
⎯ Tal vez, podría pensarlo ¿irán ustedes?
⎯ Ron amenazó en no asistir, si me vuelvo a quedarme otra noche aquí. Si supiera que en realidad tiempo es lo que me falta para terminar todo esto...
Ambos miraron la pila de expedientes derrumbados por todas partes. A Harry le costaba creer que todo aquel desorden viniera de su amiga.
⎯ ¿en realidad no me puedes decir de qué trata todo esto? — Harry señalo los expedientes regados por todas partes —
⎯ Será una audiencia privada, si suelto algo, por más mínimo que sea, probablemente alguien pudiera preparar un contra proyecto y tumbarme mi propuesta. Hemos trabajado demasiado para dejar que esto se caiga.
⎯ Me tienes intrigado
⎯ Lo sé. Pero y bien, ¿a qué se debe tu visita?
Harry se desconcertó un poco, había olvidado por completo a lo que iba.
⎯ Venía para saber si tenías alguna noticia de Malfoy o de Ga...
⎯ ...Gabrielle... — concluyó Hermione. Harry cerró la boca y dejó que Hermione continuara —
⎯ Creí que lo de ustedes dos...
⎯ ¡No! — apresuró a decir — no tiene nada que ver con eso, es solo que hemos estado siendo asechados por un conocido de Malfoy y quería saber si tu sabías algún rumor al respecto.
⎯ El Sr. Weasley ayer me comentó que estuvieron poniendo sortilegios de protección en tu departamento, no entendía el porqué.
⎯ Bueno pues ya lo sabes. Al parecer es un amigo cercano de Malfoy, un búlgaro de nombre Draganov, lo hemos visto alrededor asechando mi edificio y no hemos podido detenerlo.
⎯ ¿Está bien Ginny? — preguntó Hermione atinando a la preocupación de Harry —
⎯ Si, se encuentra bien. Ella no lo sabe, no he querido decirle de todo esto, quiero que esté tranquila.
Hermione aceptó las palabras de su amigo y abrió la boca para hablar:
⎯ Tal vez sea buena idea decirle a Bill, George y Ron, tal vez eso pueda ayudar a estar en guardia...
⎯ Al principio pensé en eso — soltó Harry — decirle a ellos que acompañaran a Ginny, pero seguro que ella se daría cuenta que algo no está bien.
Hermione suspiró.
— Ginny es bastante suspicaz para esas cosas. Seguro que torturaría a sus hermanos hasta hacerlos hablar.
Harry no pudo evitar pensar en un Ron, siendo atacado por un maleficio moco–murciélago por Ginny. Soltó una risita el solo imaginarlo.
⎯ ¿Cómo está resultando el embarazo para ella con todo esto?
⎯ Ha estado un poco cansada, también un poco sentimental, ya sabes...
⎯ ¿también para ti es cansado?
Harry alzó las cejas con sorpresa.
⎯ ¿esperas que te responda? — cuestionó Harry —
⎯ Eso espero
⎯ No puedo cansarme de eso, lo he estado disfrutando y mucho. Ella suele ponerse un poco sentimental eso sí, pero ella luce demasiado tierna cuando sucede.
Harry suspiró recordando las palabras que le había dicho a Teddy. Adoraba a esa mujer, sin duda alguna.
⎯ Ya lo veo — Hermione le tiró una mirada de "ya me enteré" — creí que Ginny trataría de encapricharse un poco, hacerse la consentida
⎯ Lo hace... — confesó Harry — pero yo, veras... no tengo problemas por cumplirle los caprichos. En realidad, sus caprichos suelen ser comida o ... — Harry pensó en los momentos de intimidad que tenía con su esposa y dudó en hablar — o sobre otras cosas...
⎯ Me alegra que ustedes se entiendan — le confesó Hermione. Levantó su rostro buscando el de Harry — ¿quieres que te averigüe un poco de Malfoy?
⎯ A eso he venido — respondió entusiasta Harry —
Hermione se levantó de su silla aun descalza y retomó el café. Giró para ponerse de frente a Harry.
⎯ Averiguaré quien es ¿Draganov, dijiste?
⎯ Yovkov Draganov — concluyo Harry —
⎯ Déjame averiguar y te mantendré informado.
Harry se paró no sin antes agradecer a su amiga
⎯ Y Harry por favor, te ayudaré solo si llevas a Ginny al baile. Espero que por fin se le haga bailar contigo al menos una pieza. Ella lleva deseándolo desde el baile de los campeones de nuestro cuarto año.
Y Harry aceptó con la cabeza. Salió de la oficina de Hermione camino a perderse por el largo pasillo.
Fingió tener mucho trabajo en el Ministerio para poder hacer guardia justo afuera de su edificio.
Sin decirle nada a Ginny, estuvo asechando los alrededores de la plazuela que se encontraba debajo de su departamento, así como las calles aledañas de la zona, misma que al estar entre edificios de grandes corporaciones, que para las ocho de la noche, ya se encontraban solitarios y solo había algunos chicos patinando en los alrededores.
La espera fue larga y Harry no dejaba de desear poder estar adentro de su departamento, cenando y charlando con Ginny y Teddy. Lo único que valía la pena de estar afuera, era que el clima era bueno y una ligera y fresca brisa, le llega para calmar sus ansias.
Subió alrededor de las once de la noche, Ginny y Teddy ya se había acostado a dormir, Gastón era el único que esperaba en el vestíbulo su llegada. Sonrió cuando lo vio, el pastor alemán movía la cola de lado a lado mientras se le subía al pecho para darle de lengüetazos en el rostro.
⎯ Lo sé, lo sé, yo también te quiero — le dijo Harry y el perro comenzó a chillar bajito — solo no despiertes a Ginny.
Omitió cualquier otro paso. Se fue directo a la bañera y utilizó las sales de baño curativas que Ginny tenía para él, se preparó un sándwich de jamón con queso mientras la bañera terminaba de llenarse. Entró a ella deseando poder quitarse todo el estrés y ansiedad que cargaba, no quería acostarse y que Ginny se diera cuenta de lo tenso que se encontraba.
Apenas llevaba 5 minutos y la puerta del baño se abrió.
⎯ Ni siquiera un "¿Hola, mujer, Ya llegué"? — era Ginny, estaba parada en la puerta del baño. Harry dejó de echarse agua en el rostro para girar a verla —
⎯ No quería despertarte — admitió. La vio suspirar y acercarse a él —
⎯ No estaba dormida, te estaba esperando — Ginny cerró la puerta y empezó a quitarse la ropa — ¿crees que últimamente puedo dormir mucho?
⎯ Me doy cuenta que no es así — vio a Ginny deshacerse de la camiseta de Harry que llevaba puesta, sintió un leve escalofrió — pero sé que es un poco difícil para ti descansar desde hace un par de semanas.
⎯ ¿puedes hacerme espacio? — le dijo Ginny, logrando de que Harry se reacomodara dentro de la tina y la dejara entrar para ponerse de espaldas a Harry — Sé que buscas un momento a estar a solas, pero no veo que hoy sea ese momento.
Harry sintió el cuerpo de Ginny acomodarse entre sus piernas, el contacto con su piel hizo que todo su organismo reaccionara.
⎯ Si no quisiera que estuvieras aquí, te lo diría — Soltó Harry. Ginny se giró levemente para verle de frente —
⎯ Últimamente sueles ser demasiado condescendiente conmigo, tanto que a veces siento que me estoy aprovechando de ti.
No pudo evitar soltar una risita, ella se volvió a dejar caer sobre su pecho; aquel reflejo hizo que involuntariamente, se excitara.
⎯ ¡Hola Sr. Potter! — exclamó Ginny saludando al pene erecto de Harry. Al parecer podía sentirlo crecer justo en su coxis — temo decepcionarlo un poco, pero hoy solo deseo hablar con mi esposo.
Harry volvió a reír, ella se volteó y lo besó de una manera nada sexual, era más que nada, un aviso para demostrarle que ella estaba presente y que lo quería.
Lo dejó descansar por un largo rato, tal vez, tanto que Harry pudo cerrar sus ojos y relajarse, mientras que Ginny suspiraba en plena tranquilidad mientras las manos de Harry acariciaban su enorme vientre. Todo estaba en silencio, un silencio que parecía bastante placentero y cómodo para ambos.
⎯ Probablemente no tengamos momentos así cuando nazca James — le dijo Harry después de un largo rato — no me animaría a dejarlo ni un minuto solo en la cuna, mientras tu y yo estemos tomando el baño.
⎯ Precisamente por eso he venido ahora — repuso ella aun con los ojos cerrados. El agua tenía esa efervescencia de suavidad que aun resultaba agradable — sé que se nos será difícil tener momentos para nosotros dos, quisiera aprovechar cada segundo.
El silencio confortante regresó, dejando que Harry se relajara un rato más.
⎯ ¿Cómo ha estado Teddy? — Harry aun tenía los ojos cerrados — ¿se ha portado bien?
⎯ Está un poco enfadado. Tal vez esperaba que saliéramos fuera de la cuidad, ir a Barcelona que se yo... es difícil para un adolescente estar encerrado todo el día.
⎯ El fin de semana buscaré algo que hacer — respondió Harry. Ginny se levantó, buscando el rostro de Harry, él abrió sus ojos para toparse con los de Ginny —
⎯ ¿Qué te sucede? — le soltó ella — sé que algo te inquieta — Ginny le acarició el rostro, Harry pudo sentir esa sensación de bienestar que ella generaba —
⎯ Solo son cosas del trabajo — le respondió Harry. Apretó la boca para evitar soltar algo más —
⎯ Eso no es verdad — Ginny se soltó y se sentó frente a Harry — puedo sentirlo, cuando me abrazas o me tocas, es como si no me quisieras soltar.
Harry se quedó callado, observó a Ginny sin saber que decir. Ella no era tonta.
⎯ No me volverás a dejar ¿cierto? Porque una segunda vez, no te lo perdonaría.
Sonrió con tristeza, ahora fue él quien le acarició el rostro.
⎯ Estas comportándote muy similar como cuando me dejaste para salvar el mundo — le sonrió con tristeza ella —
⎯ Te dejé para salvar el mundo, pero ahora tu eres mi mundo, Ginny. No podría dejarte, al menos que tu quisieras.
Ginny se le echó encima besándolo con mucha pasión. Lo besaba como si quisiera aferrarse a él por el mayor tiempo posible, haciendo que le dolieran los labios de la presión.
⎯ Cuando las cosas empiezan a ser difíciles, tiendes a alejarte y aislarte, eso es lo que estoy viendo ahora — Ginny había buscado su mano y la entrelazó con la suya — temo que te estés arrepintiendo en estar conmigo.
Ahora fue él quien la besó. Aferrado aun a sus labios buscó abrazarla para que ella no pudiese alejarse de ella.
Fue ella quien se despegó de él. Lo miró aun agitada por el beso, mirándole como toda una colegiala enamorada, aun así, había una preocupación en ella.
⎯ Creo saber qué es lo que tienes — se dejó caer sobre el pecho de Harry, refugiándose en él — y es momento que lo hablemos — levantó su rostro buscando la atención del moreno encontrándola de inmediato —
Harry empezó a sentir un frío que no tenía nada que ver con el agua de la tina.
⎯ Hemos estado viviendo en una burbuja en todo este tiempo, pero no tenemos ningún "plan b" por si las cosas no funcionaran. ¿entiendes lo que te digo?
Harry con todo el dolor del mundo, lo aceptó.
⎯ Y es aquí donde yo te pregunto — siguió hablando la pelirroja — si te pidiera que nos marcháramos del país ¿ lo harías? ¿te marcharías conmigo y con James?
Harry se enderezó de golpe, ella notó su preocupación inmediatamente, parecía arrepentida por preguntar por eso.
⎯ ¿quieres irte? — las miradas de ellos se entrecruzaron. Ginny aceptó moviendo su cabeza — entonces donde tu vayas, yo iré — Y sin decir algo más, la besó tan intensamente que no pudieron detenerse.
El agua de la tina terminó derramándose por todo el piso. Harry aquella noche, dormiría con una preocupación más; debían de marcharse y les quedaban pocas semanas antes de que naciera James. Si con eso lograría seguridad en ella, sin duda alguna lo haría.
⎯ No creo que sea buena idea — intervino Harry aquella mañana —
⎯ ¿te vas a poner estúpidamente protector? — le preguntó Ginny. Traía el sartén en la mano, lo cual la hacía peligrosa — respóndeme Harry.
⎯ Solo digo que no es buena idea ir de compras y tampoco lo es ir a ese estúpido baile — Harry encajaba con fuerza el pedazo de salchicha de su plato. Teddy miraba desde el sillón tomando distancia —
⎯ Bueno, por lo visto a ti no te interesa ir — Ginny bufaba, dejó caer de golpe el sartén haciendo un ruido bastante fuerte — entonces si tu no quieres ir, iré yo sola.
⎯ ¡No!
Ginny giró y apuntó con una espátula tal cual si fuese su varita. En otro momento, eso hubiese hecho reír a Harry, pero no ahora, no cuando la seguridad de Ginny estaba en juego.
⎯ Me vale que no quieras — le dijo determinada — si quieres quedarte en casa, quédate. Hermione vendrá hoy por mí y me iré a comprar un lindo vestido que pueda ponerme.
Y salió de la cocina.
⎯ Pues bien... — gritó Harry — dudo que vayas a encontrar un vestido lindo que sea XXx-xXL para ti, con esa panza... ¡AY!.
Ginny le había pegado con la espátula justo en la nuca, haciendo que los lentes de Harry cayeran sobre el plato de comida.
⎯ Vuelve a decir que estoy gorda y te juro que te mando a dormir con Gastón esta noche.
Harry comenzó a sobarse la nuca, no podía estar más enojado con ella justo en ese momento.
⎯ Gastón duerme justo debajo de nuestra cama.
⎯ ¡Justo ahí dormirás tú! — señalo Ginny — no me importará dejarte ahí dormido.
⎯ Veamos si es cierto. Terminarás por rogarme por que vuelva a la cama antes de medianoche — se burló Harry. Pero Ginny parecía hablar muy en serio —
⎯ ¿me estas retando? — lo miró con ojos endemoniados. Harry supo que esa no había sido buena respuesta —
⎯ ¿pueden dejar de pelear? — se escuchó la voz de Teddy, en ese momento. Harry se impresionó porque su cabello se había vuelto negro azabache, justo como cuando tenía 8 años — ustedes dos se ven demasiado inmaduros.
El joven se acercó y tomó del plato de Harry una pieza de waffle. Ginny le miró confundida y salió de la cocina para refugiarse en su habitación.
⎯ ¿Por qué no quieres ir? Ella ha estado hablando del baile por mucho tiempo
⎯ No entenderías — respondió Harry mientras trataba de comer su comida —
Gastón llegó justo en ese momento, parecía querer robarle su ultimo pedazo de tocino.
⎯ Ginny se siente mal por su apariencia — soltó Teddy masticando el pedazo de waffle —
⎯ ¿te lo dijo ella? — Harry se detuvo y le empezó a poner atención a Teddy —
⎯ Lo dice todo el tiempo, que esta gorda. A veces la descubro batallando para tomar las cosas que se le caen del suelo. Ella no quiere admitirlo, pero le cuesta moverse. Tal vez si ella saliera a ver a sus amigos, pudiera ponerla de buen humor.
Harry se empezó a tallar los ojos. Era verdad que él no disfrutaba de esos bailes, en otro momento él no dudaría en llevarla, pero tenía un gran temor y ese era el que Ginny se encontrara con Draco Malfoy y entonces las cosas se saldrían fuera de control, simplemente porque sabía que Ginny sería el detonante para que las cosas entre ellos dos explotaran.
⎯ Yo no tengo ningún problema por quedarme solo en casa — le respondió Teddy bastante maduro — si ustedes dos quieren ir, adelante.
Y tras decir eso, Teddy volvió a la sala para dedicarse a jugar en la consola. Harry sintió un par de patas recargándose sobre sus piernas, Gastón había metido el hocico a su plato y salía disparado con la mitad de su desayuno. Las cosas no podían ser tan malas.
Harry le había pedido de favor a Hermione que estuviera en alerta permanente todo el tiempo que habían salido al centro de Londres. Dennis Creevey había estado cuidándolas todo el tiempo desde una distancia considerable para que Ginny no pudiese darse cuenta de eso, sin embargo, aquella tarde que Ginny había llegado con varias bolsas en el hombro, caminó hacia la sala donde Harry estaba jugando con Teddy en la consola. La pelirroja se paró frente al televisor y le apuntó con el dedo.
⎯ ¿Por qué ha estado Dennis Creevey siguiéndonos toda la tarde? — la voz de Ginny sonaba muy similar a la Sra. Weasley cuando estaba enfadada. Harry se encogió ligeramente sobre el sillón —
Teddy, dejó a un lado el control y abandonó la sala sin decir absolutamente nada.
⎯ Estoy tratando de tener una tarde Padrino-ahijado y tu acabas de arruinarlo — le dijo Harry. Estaba buscando una excusa para no responderle —
⎯ Te estoy preguntando, Harry Potter.
Pero Harry se levantó y tratando de quitarle importancia a su pregunta, se encaminó al refrigerador para tomar una cerveza muggle.
⎯ Sabes que no me gusta traer a Dennis detrás de mi. — le respondió Harry —
⎯ ¿y por eso me lo mandas? — cuestionó Ginny con la mano en su inexistente cintura —
⎯ No había nada más que hacer en el cuartel. Era eso, o tenerlo detrás de mí todo el día alabándome — Harry le pegó un gran trago a su cerveza. Quería mantener esa coartada —
Ginny se detuvo por un momento, parecía estar analizando la respuesta de Harry.
⎯ ¿Por qué no me avisaste? Me empecé a preocupar, mi mente empezó a inventar historias donde podíamos estar en peligro todos nosotros.
⎯ En realidad, él debía de haber hecho un mejor trabajo. Agradezco porque me hayas dicho que lo descubriste, se supone que debe de ser mejor auror y...
⎯ No le vayas a despedir por eso — Ginny caminó hacia donde estaba Harry. Parecía sentir compasión por Creevey — es un buen chico, además al menos por una hora no nos dimos cuenta de su presencia.
Harry le sonrió a Ginny. Al día siguiente mataría a Creevey por ser descubierto por su mujer.
— Creo que llegué demasiado efusiva — le dijo arrepentida la pelirroja. Harry se le acercó y le puso el brazo en la espalda — te mereces una disculpa.
⎯ Descuida — y Harry la besó — digamos que fue James quien te puso así.
Ginny trató de hablar, pero justo en ese momento, Harry había llamado a Teddy para seguir con la revancha en el juego.
⎯ ¿puedes ser más cortes con tu esposa? — le reclamó Hermione al día siguiente en el Ministerio — ella ha estado bastante deprimida porque le has llamado "gorda"
⎯ No le dije gorda, le dije que tenía una enorme panza.
⎯ Es lo mismo, Harry ¿crees que ella se siente linda con ese vientre? Apenas y puede caminar. Fue difícil salir con ella el día de ayer, tuvimos que desviarnos a los sanitarios al menos cinco veces. Tuve que pedirle que dejara de beber agua sino jamás terminaríamos nuestras compras.
⎯ Su vejiga tiene menor espacio por el crecimiento de James, por eso tiene que ir seguido al baño y...
⎯ ¿esa es tu respuesta? — soltó Hermione, exaltada —
⎯ Si tú lo supieras, la comprenderías — contestó Harry con obviedad en sus ojos — ponte en sus zapatos, Hermione.
Hermione empezó a darle de golpes con un expediente que traía en sus manos.
⎯ No seas tan insensible con ella. Te dije que te ayudaría solo si la llevabas al baile, pero por lo visto, lo olvidaste y te negaste a llevarla.
Harry se cubrió los golpes de su amiga con una leve sonrisa. Ella parecía no poderse resistir a eso.
⎯ Hablando de eso, ¿tienes noticias?
⎯ No como tu quisieras. ¿llevaras a Ginny al baile? Sino para no dártelas.
⎯ ¿estas chantajeándome?
⎯ No, estoy tratando de negociar contigo
⎯ Pues bien — suspiró Harry desanimado — la llevaré.
Hermione quien dio un gritito, tomó su móvil y empezó a marcar un número.
⎯ Ginny, adivina que ... — Harry abrió sus ojos sorprendido, ese era un golpe bajo — ... Harry vendrá a la fiesta.
⎯ Hermione, como...
⎯ Dilo — le obligó Hermione a decir — ... vuélvelo a decir, que Ginny te escuche...
Harry apretó la boca bastante molesta.
⎯ Iremos — soltó Harry con enojo —
La castaña tomó el teléfono y siguió hablando con la esposa de Harry. Después de un minuto colgó y se dirigió hacia Harry de nuevo.
⎯ Me alegra que aceptaras
⎯ A la fuerza
⎯ No tienes nada de qué preocuparte, ya te dije Draco Malfoy ni siquiera está trabajando, no lo he visto en las ultimas audiencias en las que nos han convocado.
⎯ ¿Y eso te alegra? — preguntó Harry con preocupación —
⎯ Bastante. Generalmente el siempre vota en mi contra, así que si él sigue sin presentarse, por mi mejor.
Pero esa noticia, en lugar de calmar las cosas, empezó a preocuparlo más. Conocía el modus operandi de Malfoy, si él se estaba desapareciendo era porque algo tramaba. Giró para buscar en la mirada de Hermione algún indicio, pero ella parecía aún muy entusiasmada con la idea de que Ginny y él asistirían al baile.
⎯ ¿me dirás entonces? — preguntó Harry —
⎯ Estuve indagando un poco, Draganov, no hay mucho de él. Lo que dicen es que estuvo haciéndole unos favores a Lucius Malfoy por un par de años, hasta que algo los hizo cortar lazos. Por lo visto, tuvieron una disputa donde no pudieron concluir con una negociación.
⎯ ¿Cómo lo sabes? Que ellos...
⎯ Oh, le pregunté a Martha, su ex asistente. Al parecer está tan molesta de que haya sido sustituida por Gabrielle, que ahora parece estar soltando algunos secretos de Malfoy. Por lo que me comentó es que en su último arresto, fue Lucius Malfoy quien lo sacó de Azkaban. Al parecer el búlgaro amenazó con contar todas las veces que los Malfoy habían hecho negocio con él, hablaría si no lo sacaban de Azkaban, así que no les quedó más que mover las influencias para sacarlo de la cárcel.
Harry seguía sin comprender gran cosa. Si Draco Malfoy lo detestaba, ¿Qué es lo que quería Yovkov Draganov de Harry? Las posibilidades de los Malfoy estuviesen involucrados, se estaban reduciendo.
— No entiendo lo que Draganov trataba hacer con el ataque a mi casa. Creí que Draco Malfoy podría estar detrás de todo esto.
Hermione suspiró. Le acarició el hombro sin entender mucho.
— Harry, eres un auror. Tal vez está viendo que tan vulnerable eres. No debes de bajar la guardia y tal vez, deberías de comentárselo a Ginny, ella entenderá el por qué andas tan protector con ella.
— ¿acaso es tan evidente? — preguntó sorprendido Harry. Hermione soltó una risita —
— Lo es viniendo de ti. Me di cuenta que Dennis Creevey nos seguía desde que salimos de tu departamento. Ginny ha andado tan despistada que no se percató de la presencia de tu auror hasta pasada la hora.
— Estaba preocupado.
— Lo sé — le sonrió Hermione — Sin embargo, creo que Ginny está preparada para situaciones como estas, siempre y cuando se lo explicas, ella tiene un temple bastante rudo y entenderá que tu profesión requiere de este tipo de acciones.
— No quisiera que se preocupara, en lo absoluto, mucho menos ahora que falta poco para que James llegue con nosotros.
— Ginny es una gran mujer — Hermione se paró para servirse un poco de té — a veces no entiendo de dónde saca tanta fortaleza. Simplemente recuerdo que yo no resistí, no pude con la angustia de perder a Ron en una misión.
— Recuerdo cuando él llegó a darme la noticia. Parecía que se le había quitado un peso de encima...
Hermione sonrió, parecía que a partir de todo aquello, las cosas había mejorado muchísimo entre ellos.
— Supongo que no soy una gran esposa...
— Ron te adora, Hermione y en ningún momento lo vi titubear o arrepentirse por su decisión. Estoy seguro que eso tú lo sabes. Ustedes dos, han logrado tener una relación que nadie más se lo esperaba, bastante estable y bastante envidiable.
Los ojos de su amiga se le llenaron los ojos de lágrimas que acompañaron con una sonrisa.
— ÉL cree que soy buena esposa...
— Porque lo eres, Hermione
— Lo amo demasiado Harry, no fue fácil pedirle que dejara de ser auror. Fui egoísta, sin embargo, el tener la seguridad que volvería cada noche a casa, no tienes idea del confort que meda.
Harry suspiró y abrazó a su amiga. Claro que la podía entender, él mismo agradecía volver a casa y que Ginny estuviera ahí para él, que podía ser el hombre más feliz del mundo.
Le miró a su amiga y se despidió. Aquella charla había sido demasiado emotiva y necesaria para ella, sin embargo, los motivos por los cuales había visitado a su amiga, no habían sido fructíferos. No tenía información nueva de Yovkov Draganov, y si acaso, Draco Malfoy no tenía un lazo directo con aquel hombre, su instinto le decía que no era del todo cierto, era tal cual si un hilo transparente uniera al rubio y al búlgaro.
Harry miró su viejo reloj, sintió aquella sensación que debía volver a casa.