N a r r a d o r
-E..Espera.. estás embarazada? Cómo lo sabes?- preguntó Sovieshu Incrédulo
-Suena incoherente.. pero lo eh soñado.. aparte que puedo sentir algo dándome suaves patadas.. creo que es bastante obvio que estoy embarazada, cariño..- dijo Navier con una sonrisita, Sovieshu miró al piso, a sus manos, a Navier.. en todas direcciones buscando el indicio que todo fuera una trampa.. pero no lo era, la condesa Eliza saltó de alegría y abrazó a Navier
-Mi emperatriz.. esto es una gran noticia! No puedo creerlo, debemos hacer una fiesta para la bienvenida de la princesa o príncipe! Ohh cielos, esto es espléndido!- decía con gran emoción la condesa, Navier asentía feliz a las ideas de su dama de compañía, pero en la mente de Sovieshu.. sólo estaba presente una palabra.
"Estéril"
Esa palabra que lo hizo llorar muchas veces, esa palabra.. que fue la razón de su ruina, si el no hubiera comido esas galletas, habría tenido un bebé con Navier desde hace mucho tiempo, cómo era posible? Era absurdo, simplemente era imposible, el se hizo distintos pruebas y métodos para saberlo y él era el del problema, Navier incluso tuvo mellizos.. estaba soñando otra vez.. verdad?
Todo era demasiado bello para ser realidad, era patético que de la noche a la mañana, él pudiera conseguir embarazar a su esposa..
Sovieshu comenzó a sentirse mareado, estaba dándole muchas vueltas a aquél asunto, Navier y él con un bebé? No paraba de sentir que si cerraba los ojos, todo iba a regresar a su estado original, distintos recuerdos le llegaron a la mente.. Navier cargando a un bebé rubio.. pero.. era cambiante, en un momento veía a Navier con los hijos de Heinrey y en otro.. veía a cuatro niños junto a ella.. porqué estaba pasando eso? No.. tenía que tranquilizarse.. no podía dejar que eso le afectara.
Respiró profundo y abrió los ojos, La condesa aún hablaba con Navier y a esta se le veía feliz, suspiró y pensó.. que no podía desear nada más, Navier embarazada, él siendo el padre, los dos aún casados y amándose.. esas simples cosas fueron suficientes para subirle el ánimo al pelinegro, se levantó y se acercó a la condesa, ella lo miró extrañada y la expresión seria del emperador cambió repentinamente a una muy feliz, abrazó a la condesa y le despegó un poco del suelo
-Voy a ser papá!- esas palabras fueron suficientes para estrujar el corazón de Navier, sintió una emoción y felicidad que llenaban rápidamente aquel pequeño hueco que estaba entre ella y su marido, Sovieshu lo repetía sin parar, la duquesa lo abrazó
-Va a ser padre, emperador!- dijo con alegría, Laura entró al cuarto
-Quien va a ser qué?!- dijo con asombro al oír el alboroto, al ver a Navier despierta, los ojos verdes de la mujer de apellido Tarital se llenaron de lágrimas, corrió y abrazó a la emperatriz
-Su majestad! La extrañé tanto!- lloraba Laura mientras abrazaba a Navier, Navier abrazó a la del pelo anaranjado
-Yo también te extrañé bastante Laura- dijo la rubia sin dejar de abrazarla, Laura se limpió las lágrimas y se enderezó
-Ahora si.. que quien va a ser qué?!- dijo Laura mirando a la condesa, unos brazos fuertes la rodearon y la alzaron por el aire
-Voy a ser papá!- dijo Sovieshu mientras pequeñas lágrimas le resbalaban por las mejillas, Laura hizo una mueca de asombro exagerada y miró a Navier, ella asintió
Los cuatro presentes empezaron a festejar por el nuevo miembro que iba a llegar al palacio.. sin saber que alguien más los oía desde la puerta..