—Xingqiu ¿Te casarías conmigo?—Pregunta un pequeño Chongyun con una grulla de papel en las manos, han pasado toda la tarde practicando papiroflexia desde que el hermano mayor de Xingqiu les ha mostrado las figuritas de papel y ha accedido a enseñarles como hacerlas.
—Sí.—Asiente con la cabeza y las mejillas espolvoreadas de rosa.—Nos casaremos cuando tengamos la edad suficiente, hagámoslo una promesa.—Levanta su meñique para entrelazar el de Chongyun con el suyo, los dos acercan sus bocas para dejar un pequeño beso en sus propias manos; de esta manera cierran la promesa.
Xingqiu ha estado repitiendo esa vieja memoria en su mente a partir del momento que le han dicho que va a contraer matrimonio en beneficio del Gremio. No lo está llevando bien desde la prematura muerte de su hermano hace unos meses, ha sido de manera natural por una enfermedad y ahora la responsabilidad recae en él, su cumpleaños número 18 está próximo y al día siguiente, como sino fuera suficiente tortura, tiene que desposar a una mujer; no tiene palabra ni voto en esta situación.
—No te culpo de haberme dejado la carga del Gremio bajo mi custodia, pero ¿Por qué tenías que dejarme solo?—Lágrimas calientes y amargas corren por sus mejillas hasta bajar por su cuello, aprieta el marco de madera con la foto de él y su hermano hasta que sus nudillos se vuelven blancos.—Juraste que lo íbamos a dirigir codo a codo... Te extraño tanto.—Se desliza por la pared de granito hasta topar con el suelo.
Días después desde la perspectiva de Chongyun, quien acaba de llegar a la ciudad de su último viaje por un exorcismo es recibido con el rumor de que el segundo hijo del gerente del Gremio de Comercio se va a casar al día siguiente, que en realidad no es un rumor sino un hecho, se pone pálido cuando va a la reconocida asociación para preguntar por el tema y verifica su veracidad, le insiste a Xu que le diga donde puede estar Xingqiu pero no saben de su paradero desde esta mañana.
Así que recorre la Cordillera Tianheng, Paso Lingju y Estanque Chingxu hasta el anochecer, en el último lugar es donde lo encuentra observando el agua cristalina sentado junto a un avellano con algunas luciérnagas revoloteando a su alrededor, se acerca con pasos apacibles.
—Supongo que lo escuchaste.—Su voz es ronca y no se perturba por la reciente llegada.
—Sí.—Da bocanadas de aire intentando recuperar el aliento, se sienta a un lado rozando su rodilla con la de Xingqiu.—Yo quería felicitarte antes que nada, así que... Feliz cumpleaños Xingqiu.—En sus manos se haya una delicada mariposa de papel rojo, que posteriormente coloca en el regazo del chico.—Las mariposas de origami son sencillas a la hora de crearlas pero su significado es más profundo, representan la evolución de la vida, una transformación positiva y la capacidad de volar y ser libres.
—Te lo agradezco Chongyun.—Dice con voz rota.—Pero me gustaría estar solo antes de... Antes de tener que casarme mañana.
—No quiero dejarte en este estado, no puedo decirte que comprendo tu dolor pero puedo asegurarte que me duele verte así ... Y yo quería pedirte algo.
—Claro, todo el mundo tiene algo que pedirme.—Aprieta furioso los puños.—Xingqiu encargarte del próximo negocio de sedas, Xingqiu prepara un discurso para el funeral de tu hermano, Xingqiu conoce a tu prometida. ¡¿Qué hay de lo que quiero yo?!—Por fin se enfrenta a el otro chico, Chongyun puede ver sus ojos inyectados en sangre y el rostro hinchado, sus mejillas siguen frescas por las lágrimas y con el reflejo de la luz de la luna parece que tienen un leve brillo.
—Lo único que quiero pedirte, es que no te cases.
—¿Qué?—Está sorprendido de escuchar las palabras que más ahnela, se limpia las lágrimas para despejar su campo de visión.—Si estás hablando de nuestra estúpida promesa infantil entonces déjame decirte que no hay nada más de que hablar.—Se levanta del áspero suelo para caminar sin rumbo fijo.
—No puedo evitar amarte incluso aunque lo intentara, no puedo dejar de quererte, sé que moriría sin ti. Por eso te pido que no te cases mañana. Quédate conmigo un poco más, por favor...
—Me lo estás poniendo muy difícil, Chongyun.—Cierra sus ojos con fuerza e inhala profundamente sin observar como el otro chico también se levanta del suelo.
—¿Qué es lo que de verdad quieres?
—Creí que lo tenía claro... Lo único que sé es que no quiero casarme con ninguna mujer ni tampoco ser la cabeza del Gremio, entonces ¿Qué se supone que tengo que hacer?
—Me gustaría darte una opción.
—¿Cuál?—El chico se hace una idea de cual es esa opción después de todo ha escuchado como se ha expresado Chongyun acerca de sus sentimientos por él.
—Xingqiu ¿Te casarías conmigo?—Su tono de voz es firme y aunque no se hinca sobre una pierna le ofrece su mano a Xingqiu, dentro de sus pensamientos le implora a los siete Arcontes que Xingqiu acceda. Y entre lágrimas el chico le responde.
—Sí.—Y toma su mano.
Esa noche del 9 de Octubre dos almas se vuelven una sola y la promesa de hace 12 años se hace realidad.