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Capítulo 35: "Pérdidas"
Olivia sintió que se quedó mirando aquella puerta durante un largo rato, con la respiración agitada a penas escuchaba los disparos que provenían de allí dentro a pesar de estar a pocos metros.
Aquel rato fueron un par de segundos ya que dejó de hacerlo en cuanto esos disparos dejaron de oírse, haciéndole sentir escalosfríos. Andrea no lo había logrado.
Abandonó su momento de shock y salió corriendo en busca de los demás.
Sin embargo, no tuvo que avanzar tanto cuando los encontró a pocos metros de ella, seguro atraídos por el sonido de los disparos.
—¡Olivia! —exclamó Daryl. Corriendo hacia ella.
—¿Qué ocurrió? —preguntó Rick acercándose preocupado. Con los demás detrás de él.
—Es... es Andrea... ella...
Se interrumpió a sí misma en cuanto el nudo en su garganta apareció.
—No pude... eran muchos y...
No logró sostener la mirada, todos estaban atentos a lo que estaba intentando decir pero no pudo evitar agachar la cabeza.
—¿Qué estás diciendo? —preguntó Michonne, algo exaltada.
—Lo siento —murmuró cerrando los ojos con fuerza. No quería llorar frente a todos, por lo que aguantó lo más que pudo—. Fuimos a los depósitos y había bastantes cosas para llevar y... y de un momento a otro aparecieron unos caminantes, más de diez.
Al levantar la mirada, todos lucían sorprendidos pero a la vez expectantes a que siguiera contando.
—Ella insistió que debíamos llevarnos todo y... la puerta se atascó. Eso nos atrasó más y cuando conseguimos abrirla... un caminante la alcanzó... y...
—No puede ser —murmuró Michonne, perpleja.
—Sólo fue un segundo. No... no creí que pasaría yo sólo... fui una idiota, no debí haberle hecho caso. Todo... todo pasó muy rápido.
Al finalizar sus palabras el silencio reinó el lugar, en donde todos se miraban entre sí, sorprendidos, dirigiendo la noticia.
Michonne no era la única afectada por supuesto, habían perdido a alguien importante para el grupo, alguien que estuvo desde un principio.
Sin embargo, nadie pudo decir nada al respecto ya que la presencia de los caminantes se hizo notar en cuanto aquella puerta fue derribada de un portazo que provocó un ruido sordo.
Rick fue el primero en reaccionar, gritando que debían largarse de allí, agarrando el brazo de Olivia, que aún estaba en su estado de shock.
Sin otra opción se marcharon de allí a toda prisa.
[...]
Siguieron corriendo y no fue hasta que estuvieron a mitad del bosque en que se detuvieron a recuperar el aire.
—¿Por qué? —preguntó Michonne de repente, dirigiéndose a Olivia, acabando con el silencio.
—¿Ah?
—¿Acaso no podías salvarla?
—Ya... ya lo dije, pasó todo muy rápido —explicó, mirándola a los ojos.
—¿Por qué no te creo? —murmuró.
—Hey, ¿qué estás diciendo? Mi hermana no haría algo como abandonarla a su suerte —protestó Daryl.
—Daryl, está bien. Michonne, de verdad. No creí que pasaría pero... pero es que ese caminante salió de la nada.
—Claro —masculló asintiendo con la cabeza.
Olivia frunció el ceño, con la mirada examinó al grupo, todos estaban angustiados, pero por alguna razón sentía que esas miradas le estaban echando la culpa ella, cuando realmente no era así.
—¿Acaso creen que lo hice a propósito? ¿Simplemente por que no nos llevábamos bien?
—Nadie dijo eso, Liv —respondió Rick acercándose.
—Es cierto, hiciste... lo que pudiste. Podría haberle pasado a cualquiera —agregó Glenn, intentando consolarla.
—Claro —dijo con sarcasmo, suspirando—. De verdad, lo siento mucho.
Lo dijo mirando a Michonne y otra vez el silencio reinó el ambiente junto con una tensión. La morena no dijo nada más que dar un leve asentamiento de cabeza.
—Es mejor irnos —ordenó Rick.
Todos comenzaron a caminar en dirección donde habían dejado la camioneta.
Durante todo ese camino nadie se atrevió a decir una sola palabra y justo cuando el silencio se estaba volviendo incómodo por fin llegaron.
Jade y Maggie, quienes se ofrecieron a vigilar el perímetro por las dudas, se acercaron con una sonrisa. Aliviadas de que regrasaran a salvo.
—¿Qué pasó? —preguntó Maggie, quien fue la primera en notar sus caras largas.
—¿Dónde está Andrea?
El silencio fue más que suficiente para responder aquella pregunta, aún así, Olivia habló.
—Está muerta —respondió Olivia dejando caer ambas mochilas en el baul.
—¿Qué? ¿Cómo? —preguntó Maggie frunciendo el ceño.
—¿Muerta? —agregó Jade en un hilo de voz, sorprendida.
—Dejemos la preguntas para después —dijo Rick con seriedad, preocupado por la reacción de Olivia.
—Bien.
Nadie dijo otra cosa más que subierse al vehículo. Abandonando el lugar con un gran mal sabor de boca.
En cuanto llegaron a la casa las preguntas no faltaron, Olivia no quiso hablar, se fue refugiándose en su habitación mientras que Rick explicó todo.
Rato después fue a verla, estaba sentada en la cama, con la mochila de Andrea entre sus manos.
Grimes supo esa sensación que tenía, de culpabilidad, lo entendía.
—Hey, vamos, Hershel quiere hacerle un funeral a Andrea —habló.
—Bien por él —murmuró.
Rick suspiró mientras se sentaba a su lado, tocando su rodilla.
—Amor, sólo dime, sé que no estás bien.
—Estoy perfectamente.
—No, no lo estás, nadie lo estaría, sabes que puedes hablarlo conmigo.
—Rick es que... —se interrumpió a sí misma, frotando su cara con frustración—. Fácilmente podría haber vivido, fue algo tan estúpido, y aunque la hubiesen mordido igual podría haber venido conmigo y pasar sus últimos momentos con nosotros pero no. Quiso sacrificarse para nada.
—Lo entiendo, pero tal vez fue su decisión porque sabía que no lo lograría.
—No lo entiendo —musitó agachando la cabeza, viendo sus manos—. Tal vez yo...
—No quiero que te culpes, que te sientas responsable por algo que estaba fuera de tu control ¿bien?
—Yo... lo intentaré —Aquellas palabras no se las creyó ni ella misma.
—Tranquila, ven, vamos —Rick tomó su mano tirando de ella.
Ambos salieron afuera donde los demás estaban reunidos, con Hershel en medio para resitar unas palabras.
—Decidimos que despediremos a Dale también, y a Oscar —informó Glenn.
Olivia se colocó al lado de su hermano, escuchando las palabras que Hershel recitaba para los difuntos.
Odiaba eso, odiaba los funerales, odiaba tener que decirle adiós a alguien.
Dejó que un par de lágrimas recorrieran sus mejillas, intentando que el llorar en silencio liberara un poco la angustia.
[...]
Finalmente la noche llegó luego de un día triste y agotador. Mientras algunos dormían y otros hacian guardia, Olivia tenía los ojos bien abiertos, sin poder conciliar el sueño.
De repente unos brazos rodeándola la alejó de sus pensamientos.
—¿Estás bien?
La voz media ronca de Rick cerca de su oído la hizo estremecer. Correspondió su abrazo acariciando sus manos que descansaban sobre su barriga.
—Sí... no, no realmente ¿tú?
—Tampoco —murmuró, para luego besar su mejilla—. Intenta dormir, hace rato que escucho tus pensamientos.
Olivia rió por lo bajo, haciendo que él también riera.
—Si eso fuera posible no creo que quisieras saber lo que pienso ahora —dijo pícara.
—¿Por qué?
—Dícelo a tu mano en mi bubi, idiota.
Rick soltó una risa que intentó callar, mientras quitaba su mano.
—Lo siento.
—Está bien, al menos me distrae —bromeó, o al menos, lo intentó, para que no se preocupara.
—Sí claro —rió, dándole un beso en la mejilla—. Ya duérmete.
—Eso intento.
Comenzó acariciarle el cabello, para ayudarla un poco lo cual Olivia agradeció, la relajaba y distraía de sus pensamientos destructivos.
Logrando por fin dormir.
[...]
Volvió a despertarse en cuanto escuchó que Rick le dijo algo que llegó a entender como "iré por agua".
Sin embargo, el sueño le ganó y siguió durmiendo hasta que sintió que la cama estaba vacía.
Abrió los ojos por completo dándose cuenta de que Rick no estaba a su lado.
Estaba algo confundida ya que aún seguía siendo de noche o al menos a punto de amenecer, solía tener sueño muy profundo y pocas veces se enteraba cuando él se levantaba.
Se levantó con algo de pereza yendo hacia la puerta.
Por alguna razón, sentía que había algo raro o tal vez el estrés le estaba afectando.
Al abrir la puerta le sorprendió no ver a alguien del grupo por el pasillo ya siempre había alguien en el baño y otro haciendo cola para entrar.
Siguió caminando y cuando se asomó por la escalera vio unas figuras masculinas allí conversando.
—¡No puede ser que se les hayan escapado y que no hayan atrapado a ninguno!
Por un segundo, sólo por un segundo creyó que uno de ellos era Glenn, pero su cabeza hizo click al no reconocerlo y logró alejarse antes de que ese tipo la notara.
Su corazón comenzó a latir rápido y sus manos comenzaron a sudar, obviamente algo malo estaba pasando.
Volvió a mirar atrás y retrocedió sobre sus pasos con sigilo y la respiración agitada.
¿Qué había ocurrido? ¿Por qué no había nadie? ¿Quiénes eran esos tipos? ¿Dónde estaban los demás? ¿Cómo es que nadie la despertó?
De repente, una mano tiró de ella arrastrándola a otra habitación mientras tapaba su boca, evitando que gritara, sin embargo, intentó safarse.
Pero prontó dejó de forcejear al reconocer ese tacto.
—Guarda silencio —murmuró Daryl.
—¿Qué carajos pasó? —preguntó exaltada.
—Entraron a la casa, nos están atacando.
Espero que les guste💕