A veces, perder una batalla no implica perder la guerra, pero en ese momento se sentía como si lo hubiesen perdido todo. El golpe a la moral del equipo había sido desbastador, Minji se sentía tan culpable y como una completa inútil por no ser capaz de seguir una simple orden "No se separen". Jennie no podía estar más consternada, no sabía si se sentía traicionada o como una tonta, y al mismo tiempo guardaba la esperanza en el fondo de que Lisa estuviera haciendo las cosas a su manera. Por otro lado, la que peor lo estaba pasando era Jisoo, justo cuando decidió depositar su confianza una vez más en Lisa como compañera de equipo, ésta tomó el puñal más grande que encontró y se lo clavó en la espalda sin chistar.
El camino de vuelta a la agencia resultó largo y silencioso, cada una hundida en sus propios pensamientos. La morena fue la primera en salir del transe, podía sentir desde el puesto del copiloto esa negatividad y aura oscura que emanaba de la mayor, no necesitaba un escáner para darse cuenta de lo turbia que estaba su psique justo ahora y eso le daba miedo, miedo de perderla a ella también si no era capaz de controlar su psycho-pass. Quiso tomar su mano y hacerle sentir que todo estaría bien, que lo resolverían juntas, pero no pudo hacerlo, porque ni ella misma estaba segura esta vez.
Llegaron a la sede derrotadas, era tarde, estaban cansadas y aun tenían un reporte que hacer para entregarlo a sus superiores. ¿Cómo demonios iban a explicarle a la directora que habían perdido a una de sus ejecutoras?. Jisoo entró en la oficina con pasos pesado, saco su chaqueta y la lanzó en la silla, para posteriormente sentarse con el cuello completamente extendido sobre el respaldo y la mirada perdida en el techo. La menor se quedó parada en silencio observándola con cuidado, sin saber exactamente que hacer o decir.
- Uhm... J-jefa yo... - Minji entró de última estrujando sus manos. Le aterraba una sola idea, volver a ese horrible lugar del que había logrado salir.
- Puedes retirarte Minji - Habló la castaña sin siquiera mirarla. La ejecutora tragó fuerte y volteó a ver a su otra superior con cara de preocupación.
- Jisoo, Jiu hizo lo que pudo - Intervino Jennie - Ella no tiene la culpa de los actos de Lisa.
- La única culpable aquí soy yo - Declaró la mayor para sorpresa de las presente - Minji, por favor retírate - Insistió y la chica pelinegra asintió con una reverencia antes de obedecer - Ve a descansar Kim - Se dirigió a su compañera una vez estuvieron solas - Yo haré el reporte y asumiré toda la responsabilidad de lo sucedido - Suspiró.
- No voy a permitir que hagas eso - Se apoyó sobre el escritorio con las palmas - Las dos estábamos a cargo durante la misión, somos igual de culpables.
- Manoban estaba bajo mi tutela directa - Refutó la castaña - Sabía perfectamente que algo así podría pasar y aun así le dejé la puerta abierta a un perro salvaje sin su correa - Murmuró entre dientes tensando la mandíbula y colocando los puños apretados en la mesa.
Todas las alarmas de Jennie se encendieron al leer el lenguaje corporal de su contraria, se notaba como se le hacía difícil controlar lo que parecía un inminente arrebato de ira.
- Jisoo - Tomó su rostro entre sus manos - Mírame - Dijo con voz suplicante, y así lo hizo la mayor - Tienes que intentar calmarte... Tus niveles de estrés están muy elevados, por favor... - Ambas sabían que la psycho-pass de la mayor cada vez se balanceaban más cerca de los límites permitidos, pronto no habría vuelta atrás - No me dejes sola en esto... - Susurró juntando sus frentes.
Sólo el sonido de sus respiraciones se pudo percibir por ese instante. ¿Qué tenía la voz de la menor que lograba aliviar su tensión? La calidez de sus manos sobre las mejillas de la castaña era tan agradable, y esos ojos felinos que la miraban con una preocupación tan sincera la hipnotizaban. El hecho de que Jennie parecía estar genuinamente preocupada por ella provocaba que se le apretara el pecho.
Al mismo tiempo, la morena cayó en cuenta que quizás había sido un poco impulsiva al invadir el espacio personal de su mayor de esa manera, pero simplemente no pudo evitarlo. Algo en Jisoo la atraía como un imán y no entendía porqué. Es decir, es normal que se preocupe por ella, es su jefa, su compañera ¿Su amiga? No estaba segura de eso último, pero sin duda querer estar físicamente cerca de ella no era normal, y mucho menos era normal que al desviar su mirada un segundo hacia los belfos acorazonados de su superior se viera tentada a revivir esos flashback que aparecían en su mente.
¿Por qué me siento así? Era la pregunta que atravesaba la mente de ambas.
Finalmente la menor dio un paso atrás avergonzada por sus actos y sus pensamientos, rompiendo el hechizo.
- D-disculpa no debí... Quiero decir - Jugó con sus manos apenada - Te hablé con demasiada confianza y fui irrespetuosa... - Hizo una reverencia como disculpa a su superior.
- Wow, después de tantas veces que fuiste confianzuda e irrespetuosa ¿Por fin te disculpas? - Soltó Jisoo con ironía y Jennie la miró con una mezcla vergüenza y preocupación - Sólo bromeo, Kim... - Sonrió de lado - Ve a descansar, le pediré a alguien que te lleve.
- ¿Te vas a quedar?
- Quiero tener listo el reporte a primera hora y poder arreglar este desastre cuanto antes... Si no me despiden - La morena puso cara de espanto - Es broma... - Jennie resopló aliviada.
- ¿Estarás bien? - Preguntó algo insegura de dejarla sola.
- Si, ve. Buenas noches - Resignada la menor le dio una pequeña sonrisa.
- Hasta mañana - Se despidió.
- Gracias... - Susurró cuando estuvo lo suficientemente lejos para no escuchar.
[...]
- Llegamos - Avisó la rubia cuando su compañera aparcó el Camaro negro que había sido su medio de transporte hasta llegar a ese subterráneo a las afueras de Seúl.
- ¿Dónde estamos? - Lisa la siguió fuera del vehículo para luego quitarse por fin esa estorbosa máscara.
- Bienvenida a mis dominios - Habló la peliplateada quien tras de estacionar su auto, pasó por al lado de las dos mayores girando las llaves en su dedo índice tratando de parecer cool. Lo hubiese logrado de no ser porque no calculó su fuerza y las llaves salieron volando hacia alguna parte - Mierda - Fue corriendo a buscarlas.
Lisa alzo la ceja y Rosé se carcajeo en voz alta. Típico de su compañera.
- ¿Quién es? - Preguntó la ejecutora curiosa por la peculiar joven que para nada parecía la secuaz de una mente maestra criminal.
- Kim Yoohyeon... Es una excelente hacker, y mi única amiga - Explicó.
- LA MEJOR HACKER - Corrigió ésta con un grito a la distancia.
- Es cierto - Susurró Rosé y la castaña arqueó sus cejas sorprendida - Pero no se lo digas o no se callará... Y LA PEOR JUGADORA DE PUBG QUE CONOCERÁS EN TU VIDA - Añadió la rubia alzando la voz para que escuchara eso último. La chica le levantó el dedo medio a lo lejos.
- Interesante...
- Ven - La rubia tomó su mano - Te enseñaré el lugar.
A primer vista parecía un búnker, de esos que mostraban en las imágenes de las clases de historia sobre la 3ra guerra mundial, en el estacionamiento improvisado había otro par de coches retro junto al Camaro que acaban de usar, un Mustang y un Charger.
- Son de Namu - Aclaro Rosé al darse cuenta que Lisa los estaba viendo.
- ¿Quien?
- Namu... Yoohyeon - Sonrió - Son sus bebés, aunque casi no puede usarlos.
Continuó el recorrido. Adentrándose un poco más en las instalaciones, la impresión inicial de la ejecutora cambió rápidamente. Era mucho más lujoso de lo que cabría esperar, como una pequeña mansión bajo tierra. Cuando llegaron a la cocina dos bolitas de pelo las recibieron, una un poco más grande que la otra que se acercó corriendo a la rubia en cuanto la vio.
- El es Hank - Lo alzó en sus brazos y el cachorro le lamio la cara. El otro perrito permanecía en la esquina asustado y le gruñía a la castaña - Y ella es Pie, la otra bebé de Yoohyeon - Rosé bajó al peludito y prosiguió con el tour.
Pasaron por varias habitaciones que estaban amobladas pero que no eran usadas, un jardín interno, el cuarto de la peliplateada que permanecía cerrado, el suyo propio del cual tampoco mostró más allá de la puerta, el estudio donde trabajaban con numerosas computadoras de la más alta gama con una pared entera cubierta de pantallas, incluso había un pequeño gimnasio. Y por último la habitación donde se quedaría la ejecutora.
- Puedes usar este cuarto - Abrió la puerta dejando ver el espacioso interior - Es de las más grandes, ponte cómoda.
Lisa entró y sus ojos ser perdieron en la amplitud del espacio, estaba bien iluminado con una decoración bastante neutra, sobria pero elegante, algo que quizá a ella nunca se le hubiese ocurrido pero que le gustaba. En el centro estaba una enorme cama de dos plazas, tal vez más, la castaña juraría que nunca había visto una cama tan grande.
- No creo necesitar tanto espacio... - Se sentó en la orilla de colchón que resultó muy cómodo y acarició las sábanas confirmando lo basto de la superficie. Habían pasado años desde que durmió en otro lugar que no fuera su cuarto en la agencia, que no era más que una gran celda con fachada de minidepa.
- ¿Estás bien? - Preguntó Rosé sentándose a su lado - Esto debe ser raro para ti... No debió ser fác...
- ¿Este lugar es tuyo? - Interrumpió cambiando el tema bruscamente - ¿Cómo es que tienen todas estas cosas un par de prófugas que ni siquiera pueden salir a caminar con libertad?
- Yo soy la única prófuga - Sonrió la rubia. Sabía perfectamente lo que estaba insinuando Lisa con esa pregunta - En realidad yo lo encontré y Namu financió parte las reformas. Se podría decir que es de las dos...
- ¿Financió? ¿Cómo?
- Yoohyeon es heredera de una enorme desarrolladora de tecnología, es estúpidamente rica - Comentó como si nada.
- ¿Qué? - Lisa se mostró sorprendida - Y ¿Por qué...
- ¿Está aquí? - Completó la pregunta y la castaña asintió - Ella es extraña - Se encogió de hombros - Hace lo que quiere y lo que le entretiene... No es una justiciera, no busca redención ni venganza... Simplemente nos hicimos amigas y encontró interesante mi causa. Creo que en el fondo le divierte burlar la ciberseguridad nacional. Sus padres creen que está estudiando en el extranjero, no tienen ni idea de que nunca salió de Corea.
- Entonces ¿Todo tu proyecto de desmantelar el sistema social depende de la fortuna de tu amiga la torpe? - Preguntó incrédula. Rosé rio.
- En absoluto, yo hice mi propia fortuna - Declaró orgullosa - Y si el banco de la nación no se hubiese quedado con el patrimonio de mi padre seguramente podría comprar la compañía de los padres de Yoohyeon - La rubia observó a su contraria que permanecía en silencio y pensativa - Creo que te dejaré descansar - Se levantó y la castaña la siguió con la mirada - Debe haber sido un día muy turbulento para ti, te veo en la mañana...
Rosé estaba feliz de que Lisa estuviera allí, pero no quería abrumarla, después de todo acababa de dejar todo lo que conocía por seguirla a un destino incierto que podía costarle incluso la vida, por lo que prefirió darle su espacio.
- Si necesitas cualquier cosa mi habitación está cruzando el pasillo - Concluyó guiñándole el ojo antes de salir.
La ejecutora quedó perdida un rato más divagando en su mente. Alzó la mano donde portaba su dispositivo de muñeca que estaba complemente si señal por estar varios metros bajo tierra.
Lo siento, no había otra forma. Debía ser así...
[...]
Esa mañana a primera hora Jisoo estaba plantada frente a la oficina de la directora. Ésta ni siquiera había llegado a las instalaciones y la castaña ya tenía una media hora esperándola bajo la mirada curiosa de Solar que estaba en su escritorio ordenando los pendientes que tenía para el día. La agente rebotaba el pie conta el piso sutilmente tratando de disimular su inquietud mientras miraba el piso con las manos entrelazadas frente a su rosto. De la nada un par de zapatos de vestir negros seguido de unas blancas y níveas piernas entraron en su campo visual. Levantó la mirada y se puso de pie de inmediato.
- ¡¿Jennie?! - Exclamó controlando los decibeles de su voz - ¿Qué haces aquí? Tu turno comienza en varias horas - Habló bajito.
- Sabía que te encontraría aquí... No puedo creer que de verdad pensaras asumir toda la responsabilidad - Le reprochó la morena en secreto para no llamar la atención de la secretaria - No me subestimes Kim Jisoo, no soy una niña que necesita que le cubran sus errores, soy perfectamente capaz de asumir mi parte de la responsabilidad.
- Yo no...
- Buenos días señoritas - Una voz que reconocieron de inmediato las abordó haciéndolas girase hacia la recién llegada y adoptar pose firme y un saludo formal.
- Directora, buenos días - Contestaron al unísono con una reverencia.
- No recuerdo tener agendada una reunión con alguna de ustedes hoy.
- Si, sentimos mucho interrumpir en su agenda sin previo aviso señora, pero debemos entregar un informe urgente sobre nuestro caso - Habló la mayor poniéndose adelante.
- ¿Y tenían que venir las dos? - Levantó la ceja la mujer.
- Si, era necesario. Se trata de algo sumamente urgente - La menor dio un paso al frente.
La insistencia de las dos agentes hizo que la máxima autoridad del departamento se tomara un tiempo en su apretada agenda para recibirlas. Les dio paso al interior de su oficina y les cedió la palabra. Inmediatamente Jisoo le hizo entrega del informe y procedió a explicar lo sucedido teniendo la pesada mirada de su jefa posada sobre ella inexpresiva. Jennie intervino en un par de ocasiones para complementar el relato de los hechos y al finalizar se quedaron en silencio esperando la reprimenda o quizás hasta su destitución.
- Realmente... - Lee Mi-Sook retiró sus lentes y los dejó sobre la mesa - No esperaba tanta incompetencia de parte de dos de nuestro mejores elementos - Ambas tragaron fuerte - Entiendo que no se les ha asignado un caso sencillo, pero más allá de no haber traído respuestas satisfactorias, permitieron que su personal escapara en medio de una misión no autorizada, he de recalcar... - Respiró serena - En otro momento, les habría revocado su cargo y prescindido de sus servicios aquí y ahora. Pero debido a la urgencia que nos demanda la situación, y que a pesar de todo si han logrado conseguir algunas pistas de la fugitiva, les daré una última oportunidad de enmendar sus errores... Se actualizará el estatus de la ejecutora Manoban a Desertora, y será su deber encargarse de ella y de Park.
- Le agradecemos su comprensión señora - Jisoo hizo una reverencia que fue seguida por la morena.
- Voy a gestionar la transferencia de un ejecutor que las apoye, a más tardar mañana estará completo el trámite. De momento pueden retirarse - Ambas inspectoras asintieron antes de dirigirse a la puerta - Y Kim... - Las dos voltearon - No más errores - Claramente fue una amenaza.
Luego de que las agentes abandonaron la oficina el informe entregado fue enviado por la directora a los altos mandos que esperaban respuestas impacientes. En pocos minutos una figura se materializó en la oficina frente a Lee.
- Esto es completamente inaceptable - Hablo el hombre con voz gruesa y distorsionada por un filtro - ¿De verdad va a permitir que sigan encargándose esas dos?
- Es menos problemático así... Cuando se deshagan de esas criminales, podremos "prescindir" de ellas.
- ¿Qué pasará con el proyecto R-Blue?
- Tendremos resetearla, o darlo por terminado. Una verdadera lástima, estaba siendo exitoso.
- Todo este asunto nos está costando muy caro Lee - Dijo el hombre perdiendo la paciencia - Soluciónalo y desháganse de los implicados cuanto antes.
- Así será...
[...]
- Entonces... ¿Lisa irá aislamiento si la encontramos? - Preguntó Jennie a Jisoo cuando entraron a la oficina.
- ¿Escuchaste lo que dijo la directora sobre el estatus de Lalisa? - Respondió en tono serio.
- Si... - Alargó en tono interrogativo. Lo había escuchado, pero no sabía las implicaciones. Jisoo respiró profundo y se giró para ponerse de frente.
- Cuando un ejecutor escapa, el sistema lo reconoce como un desertor. Su coeficiente criminal no tiene que ser medido, automáticamente el Dominator activa el modo de eliminación letal...
- ¿Qué?
- Si la encontramos... Tendremos que matarla...