Don't Call Me Darling
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-Agradezco haberte ayudado a comprar la casa – dijo Gustabo mientras le servia café en una taza color azul a Jack.
- Tienes buenos gustos – le sonrio y le dio un sorbo a su café – Dios esto esta delicioso Gustabo ¿Qué le pones?
- Mucho amor Jack – le sonrio divertido – Tengo que darme una ducha.
- ¿Por qué?
- Te acompañare, quiero acompañar a mi hombre a su nuevo puesto de trabajo – se acerco a él – Ademas que asi estudio mejor a mi publico.
- ¿Estas ancioso por esto verdad? Quieres ser la victima.
- Por lo que estoy ancioso es por comenzar esta gran misión – le dio un beso en la mejilla – Me voy.
Jack tenia que comenzar a acostumbrar a las muestras de afecto, sonrojarse frente al mundo no es una buena señal de la pareja que van a representar. Y también sabe que él debe comenzar a ser mas receptivo con Gustabo. Pasaran un gran tiempo juntos.
Tomo sus papeles, les dio una repasada mas a todos los perfiles de sus policías ahora. Una vez los respaso, los guardo en su caja fuerte.
Se puso su camisa blanca y comenzó a abotonarla, mirando las fotos que se tomo con Gustabo en su mes de practica. Le agrada el chico, sin duda, será un gran compañero y tampoco duda en que será una gran pareja.
-Tengo algo que te hará ver jodidamente sexy y también un tipo rudo – dijo Gustabo que salia recién arreglado aun con el cabello húmedo.
- ¿Qué tienes? – pregunto mientras tomaba su corbata.
- Oh déjame ayudarte – se acerco, levantando el cuello de su camisa, tomo la corbata y se la puso. Jack miro la concentración del rubio al ponerle la corbata, estaban demasiado cerca, podia oler el aroma de su shampoo.
- ¿Vainilla? – pregunto con una sonrisa.
- ¿Qué? – lo miro confundido mientras anudaba la corbata.
- Tu shampoo.
- Oh si – sonrio – Lo robe de mi ultimo hotel de mi misión – solto una risita, le acomodo el cuello y la corbata – Esta perfecto.
- Gracias – le sonrio.
- Pero le falta el toque final – lo miro – Cierra los ojos.
- ¿Por qué? – lo miro divertido.
- Deja de ser desconfiado, cierra los ojos Jack.
- Esta bien – suspiro y cerro los ojos.
Gustabo puso los ojos en blanco, abrió la bolsa y saco lo que habia comprado antes de llegar a su casa.
-Bien abre los ojos – sonrio en grande, cuando abrió los ojos se lo mostro - ¿Y? ¿Te gusta?
- Son de piel – dijo pasando sus dedos por ellas.
- Las mejores, me asegure que fueran autenticas no estaria comprando plástico – bufo - ¿Y? Vamos dime, aguarde mucho por saber tu reacción ¿te gusta?
- Me encanta – se las puso – Jamas habia usado pistoleras asi.
- Por alguna razón crei que te vendrían bien – le sonrio – Y Dios, te vez espectacular.
- Gracias Gustabo, muchas gracias me gustaron – lo abrazo fuerte, el impulso y emoción, lo levanto del piso dando un par de vueltas mientras los dos reian.
- Me encanta que te gustaran, no se tus gustos pero no me resisti.
- ¿Me quedan, no?
- De puta madre – le sonrio – Ahora – se acerco a él acomodo sus pistoleras y lo miro – Superintendente Conway, hay que patear traseros.
- Sera un gusto Gustabo – los dos se sonrieron.
{...}
Jack llegaba a la comisaria del CNP, se quito sus lentes oscuros y miro toda la gente que pedia a gristos hablar con alguien, los oficiales los ignoraban, habia un par de ellos golpenaodse en la armeria, habia un perro dormido en las sillas de la sala de espera, dos agentes estaban fumando en la señal de no fumar.
-Pero que mierda es esto – dijo Gustabo – Ahora me dan ganas de ser policía y meterles una gran paliza.
- Tranquilo yo lo hare – carraspeo, saco su arma y disparo dos veces al techo provocando gritos y que todos se agacharan, incluso los policías - ¡Me algero tener su atención pedazos de anormales! ¡Quiero que todos los civiles salgan de una puta vez de mi comisaria y llévense a ese puto perro! ¡Ahora! – todos los civiles incluido el perro salieron. Gustabo tuvo que dejar de babear, ese rostro duro y furioso junto con esa voz gruesa y profunda, agradecia que fuera ya su pareja - ¡Muy bien anormales!
- ¿Quién demonios es usted?
- Soy su puto jefe, el superintendente Conway – los miro – No hacen su puto trabajo y por eso debo venir. Ahora quiero que reunas a toda la malla de payasos, los quiero en 15 minutos en la sala de reuniones y mas te vale lo hagas rápido o te despido ahora mismo.
- 10-4 Superintendente Conway.
Gustabo hubiera querido quedarse a ver como se resolvia todo, pero debia irse.
-Amor.
- ¿Qué? – dijo aun con su semblante serio y esa voz. Gustabo evito sonreir, ya están en publico debe bajar la cabeza.
- Yo – movio sus dedos nervioso, metiéndose en el papel de novio maltratado – Me voy, tengo que hacer compras.
- No me cuentes tu puta vida, anormal.
- Si, lo siento. ¿Qui... Quieres que venga a la hora de comer?
- Puedo comer solo, solo quiero que hagas la cena y espero sea buena cena.
- Si amor – susurro – Ten un lindo dia.
Toda esa escena no paso por alto ante los agentes que lo miraban, sin mencionar que eso les daba una idea de con quien lidiarían.
-¿Ya acabaron de interesarse por la vida de los demás? Muevan el culo, anormales.
Gustabo solto una risa que contuvo hasta que estuvo dentro de su auto.
-Dios esto será muy divertido – sonrio.
Tomo su teléfono y le mando un mensaje a su pareja "No te rompi la nariz porque eres mi novio, maldito. Te veo en casa, besos." Sin duda, le hubiera roto la nariz por hablarle asi, pero es parte de su trabajo.
Gustabo estaciono el auto en un garaje, cuando empezó a escuchar gritos de varias personas.
-¡Nos empapelan! ¡Nos empapelan! – dijo un gallego que lo tomo del brazo sacándolo del lugar.
No entendia que rayos pasaba.
-¿Qué ocurre? – dijo cuando llegaron a un badulaque.
- La policía nos quería fuera y protegi tu culo – le sonrio - ¿Eres nuevo? No te habia visto.
- Si, soy Gustabo con B de Bombon.
- Gustabo, un gusto – le sonrio mientras se acomodaba su gorro – Soy Segismundo.
- Segismundo, ese nombre se esta perdiendo – los dos se sonrieron – Y cuéntame Segismundo ¿Qué se maneja por aquí?
- Chico curioso.
- Me gusta saber de todo – se acerco a él – Debo mantenerme fuera de la policía – susurro.
- ¿Tienes hambre? Conozco un excelente lugar para comer.
- Claro.
Bueno, Jack debe hacer su trabajo como superintendente y él lo debe hacer en su lugar favorito, las calles.
{...}
-Llegue a casa – dijo Jack, se le hacia raro volver a avisar cuando llegaba a casa.
- Estoy en la cocina – dijo Gustabo.
- Hola – sonrio Jack al ver a Gustabo sacando algo del horno.
- Hey – le sonrio - ¿Cómo te fue sexy superintendente Conway?
Los dos rieron. Gustabo se quito los guantes y se acerco dándole un beso en la mejilla.
-Siento que me han salido canas y solo es mi primer dia – suspiro Jack sentándose sobre una silla.
- Lo note – le entrego una copa de vino – Habia un jodido perro.
- Si eso esta mal, deberías ver a los agentes – se rasco la nuca con fuerza – Podia jurar que todos tenían drogas en su sistema.
- No jodas – lo miro.
- Mande hacer estudios de sangre y orina – lo miro – Pero algo me hace decir que en el hospital también hay mierda metida.
- Te tienes que hacer escuchado, deben saber que eres el puto jefe de la ciudad. No será fácil esto.
- No lo creo, prefiero mil veces infiltrarme en una mafia pero esto – suspiro cansado.
- Si, lo se – se acerco y se sento junto a él, tomo su mano y la acaricio – Pero no estas solo, tú te metes en el mundo legal, yo en las calles – Jack lo miro – Conoci a alguien que resulta ser muy conocido en las calles, no negare que es guapo – sonrio divertido – Pero ¿Quién mejor para meterme en ese mundo?
- ¿No se le hizo raro?
- Coqueteando se le quita todo lo raro – suspiro – De hecho me invito a comer mañana, saldremos a algun lugar, no se muy bien aun.
- Gustabo – lo miro, tomo su menton para que le mirara – Debes tener cuidado, meterte en las calles muy rápido no siempre es bueno.
- Se cuidarme Jack – le sonrio – No debes preocuparte, yo debo hacerlo estas nadando con tiburones.
- Ya verán con quien se meten – acaricio su mejilla.
Los dos se miraron, la cercania era muy obvia.
-Si me vas a besar, solo hazlo – susurro Gustabo.
Necesitaba escuchar esas palabras para poder besarlo. Deseaba tanto sentir sus labios, encajaban tan bien, sus lenguas danzaban un sensual baile. Profundizo mas el beso. Gustabo le correspondia el beso con la misma intensidad, como si desde hace mucho hubiera querido saber que era un beso de quien seria su pareja.
Lo han confirmado.
Saben ahora como son sus besos.
-Fue un duro primer dia – jadeo Jack rozando su nariz con la del rubio.
- Lo se – susurro Gustabo aun aferrado al cuello de su camisa. Se dieron un corto beso mas y volvieron a tomar distancia.
- Me dare una ducha, ahora vengo a cenar.
- Claro, yo terminare de preparar todo.
Gustabo solto el aire que contuvo, paso sus dedos por sus labios y cerro los ojos. Besa de maravilla.
Jack respiro fuerte mientras relamia sus labios, deseaba tanto hacerlo.
Y a fin de cuentas, no estaban cometiendo ningún pecado, eran pareja. Aunque fuera una misión.