Encadenada al Amor [COMPLETA]...

By Gristel_art

244K 18.3K 5.4K

Síndrome de estrés post-traumático, dijeron ellos. Como si supieran todo lo que tuve que pasar, todo por lo q... More

Cap.1- Antes del todo.
Cap. 2 - Negación
Cap. 3
Cap. 4 - Pesadilla.
Cap. 5 - Ira.
Cap. 6 - Vulnerabilidad
Cap. 7 - Aleksei Wolf
PERSONAJES COLLAGE.
Cap. 8 - Primera impresión.
Cap. 9 - Inestabilidad.
Cap. 10 - Cicatrices.
Cap. 11
Cap. 12
Cap. 13
Cap. 14
PERSONAJES
Cap. 15
Cap. 16
Cap. 17 - Depresión.
Cap. 18 - La verdad.
Cap. 19 - Cuidala.
Cap. 20 - Delirio.
Cap. 21 - Discordia.
Cap. 22 - Fantasía.
Cap. 23 - Sueños húmedos.
Cap. 24 - Ansiedad.
Cap. 25 - Elección.
Cap. 26 - Suerte.
Cap. 27 - Sumisa.
Cap. 28 - Gisell
Cap. 29 - Respuestas.
Cap. 30 - La nota.
Cap. 31 - Inesperado.
Cap. 32 - Familia.
Cap. 33 - Esperanza.
Cap. 34 Parte 1 - El reencuentro.
Cap. 34 parte 2 - El reencuentro.
Cap. 35 - Consecuencias.
Cap. 36 - Responsabilidad.
Cap. 37 - Su razón de ser.
Cap. 38 - Los fantasmas del pasado.
Cap. 39 - Deseo.
Cap. 40 - Impulsivo.
Cap. 41 - Lydia.
Cap. 42 - Soledad
Cap. 43 - Libertad.
Cap. 44 Parte 1 - Celos.
Cap. 44 Parte 2 - Celos.
Cap. 45 - Caída libre.
Cap. 46 - Anhelo.
Cap. 47 - Penumbra.
Cap. 48 - Incertidumbre.
Cap. 49 - Lo que una vez fue.
Cap. 49 Parte 2- No volverá a ser.
Cap. 50 - Cicatrices.
Cap. 51 - Simbolo de fortaleza.
Cap 52 - Parte 1
Cap. 52 - Parte 2
Cap. 53 - Fortaleza.
Cap. 54 - Normalidad.
Cap. 55 -
Cap. 56. Parte 1 - Un simple conocido.
Cap. 56. Parte 2 - Un simple conocido.
Cap. 57 - Un equipo.
Cap. 58 - Control.
Cap. 59 - Perdida de la humanidad.
Cap. 60 - Empoderamiento.
Cap. 61 Parte 1 - Ciudad fantasma.
Cap. 61 Parte 2- Ciudad fantasma.
Cap. 62 - Daddy Issues
Cap. 63 Parte 1-
Cap. 63 Parte 2.
Cap. 64 - Un monstruo enamorado.
Cap. 65 - Mal Augurio.
Cap. 66 Parte 1 - Luna de miel.
Cap. 66 Parte 2 - Luna de miel.
Cap. 67 - Las dos caras.
Cap. 68 - Puntos de vista.
Cap. 69 - Un día en el paraíso.
Capitulo extra - Scott y Tom
Cap. 70 Parte 1 - Lástima.
Cap. 70 Parte 2 - Lastima.
Cap. 71 - Tormenta.
Cap. 72 Parte 1 - Veneno.
Cap. 72 Parte 2 - Veneno.
Cap. 73 - Locura y Cordura.
Cap. 74 Parte 1 - Acciones decisivas.
Cap. 74 Parte 2 - Acciones decisivas.
Cap. 75 Parte 1 - La ultima despedida.
Capitulo Extra - Garett, el trabajo más difícil.
Cap. 75 Parte 2 - La ultima despedida.
Cap. 76 Parte 1- Abrazo a la muerte.
Capitulo extra - Iván y Aurora.
Cap. 76 Parte 2 - Abrazo a la muerte.
Cap. 77 pt. 2 - Etapa de ira.
Cap. 78 parte 1 - Tercera llamada.
Cap. 79 Parte 1 - Venganza.
Cap. 79 Parte 2 - Venganza.
Cap. 80 - El final del camino.
Cap. 81 Parte 1 - El juicio final.
Cap. 81 Parte 2 - El juicio final.
Cap. 81 Parte 3 - El juicio final.
Capitulo Final. Parte 1 - Con amor, Alek.
Capitulo final - Con amor, Alek.
EPÍLOGO

Cap. 77 pt 1 - Etapa de Negación.

723 78 22
By Gristel_art

[Garett]


Ser sentenciado a muerte...

Podría parecer algo aterrador o tranquilizador, todo depende de cómo lo mires.

Las decisiones que tomé, la vida que forjé en la oscuridad, en el crimen, conviviendo con la peor basura sobre la tierra, me hicieron saber desde el principio que ese sería mi destino... yo mismo me había sentenciado a muerte una y otra vez. Podría decir que fui obligado a ello, pero la realidad es que todo fue completamente mi elección.

Me convertí en la misma clase persona que los que me habían arrebatado todo en el pasado, no para sobrevivir, no por una buena causa, sino más bien, para obtener poder.

Herí, maté, destruí vidas, hice todo lo necesario para obtener poder, respeto, admiración... para obtener todo aquello que la vida no me había concedido.

Estuve aquí desde el principio, viendo vidas siendo arrebatadas, personas siendo torturadas, haciendo el trabajo sucio yo mismo, sin hacer nada al respecto. Poco a poco el peso de esas almas que me perseguían en mi conciencia fue creciendo hasta volverse algo insoportable. Y aunque una parte de mi estaba satisfecha con los resultados, mi interior gritaba por un poco de redención.

Y entonces escuché la historia... no era diferente en lo absoluto a otras que ya había escuchado, cientos y cientos de historias parecidas, casi como un calco una de la otra. Pero fue cuando la conocí, cuando vi la llama encendida en su mirada que lo comprendí. Comprendí que, si había alguien que merecía una segunda oportunidad, era ella. Pues aún después de las aberraciones de las que había sido víctima, su espíritu en lugar de marchitarse, parecía estar en su punto máximo de apogeo. Como un ave extendiendo sus alas a punto del vuelo. Un alma libre. Una oportunidad de redención.

¿Quién lo diría?... que una niña terminaría enseñándome el verdadero significado de fortaleza, de valentía y de lealtad. Que terminaría haciéndome comprender a la fuerza que todas aquellas cosas por las que había luchado toda mi vida no tenían ningún sentido. Y hacerme ver la basura de persona que en realidad soy.

Siempre tuve elección, siempre tuve la oportunidad de dejar este mundo, esta vida, de reformarme, de hacer algo de provecho, de ayudar a cientos de personas que clamaron por un poco de piedad, pero no lo hice. Ella en cambio, que siempre fue forzada, encerrada y privada de tomar decisiones sobre sí misma, ayudó incluso a aquellos que la habían lastimado.

Al mirarla a los ojos, entendí que ella no se había dado cuenta de lo que estaba pasando, no realmente.

Entendí que aquel espíritu lleno de vida que vi en sus ojos la primera vez, se había ido por completo.

Despertarla de su fantasía en la que Alek se levantaría es probablemente una de las cosas más dolorosas que he hecho en mi vida. Pero tenía que hacerlo, Pues todos acordamos que, si alguien debía sobrevivir a todo este desastre, a este infierno, era ella.

Cuando sus ojos inundados en una mezcla de lágrimas y locura me miraron, sentí un escalofrío recorrerme por completo. La mirada de una persona completamente hecha pedazos. Y al decir mi nombre, no hizo más que empeorar. Pues como si su conciencia hubiera regresado a su cuerpo, se dejó sucumbir ante el dolor.

Llevó ambas manos a su cabeza, apretando su cabello con fuerza, comenzó a negar una y otra vez mientras lloraba desesperadamente. Se giró hacia el cuerpo de Aurora y dejó escapar un sollozo mientras se doblaba sobre si misma por el dolor.

Me giré para ver la respuesta de Scott, quien se encontraba sobre el cuadrilátero revisando los signos vitales de Alek, solo para confirmar lo que ya sabía. El simplemente me miró y negó con la cabeza. Alek se había ido, ya no había nada que hacer.


-No, él está vivo ¡tenemos que sacarlo! - Grito ella


Pero antes de que pudiera decir algo para calmarla, los hombres de Kronos comenzaron a disparar de regreso, más aún estaban comenzando a llegar por las puertas alternas y ganaban terreno contra nosotros. Si no nos dábamos prisa, estaríamos rodeados en poco tiempo y si eso pasaba estábamos muertos. Necesitábamos salir de ahí, necesitábamos sacarla de ahí, pero ella se negaba rotundamente a dejar a Alek. Repetía una y otra vez que él estaba vivo, que no podíamos dejarlo, que se levantaría en cualquier momento, lo decía de forma tan real, tan suplicante que cierta parte de mí también tenía la esperanza de que lo hiciera.


-¡Garett! Tenemos que irnos ¡YA! - Gritó Tom a mis espaldas mientras disparaba de regreso, intentando abrirnos paso entre lo que se había convertido en un campo de batalla.

-Garett, ya no tenemos tiempo, vienen más en camino – Dijo Duman tomándome del hombro.

-Entiendo... - Respondí y volví a mirar a Gisell quien se encontraba intentando subir al cuadrilátero a ver a Alek, llorando desconsoladamente, con su cuerpo entero temblando.

-Garett, yo... - Comenzó a decir Scott al ver la desesperación de Gisell, pero antes de que pudiera terminar, recibió un disparo en el hombro que lo hizo caer de espaldas.


Tom enseguida soltó el arma que estaba usando para correr hacia él y bajarlo de ahí. Entre toda la confusión por el impacto y el shock, Tom logró levantar a Scott y cargarlo sobre su hombro, los otros hombres lo cubrieron para salir.

Ya no había más tiempo, miré a mi alrededor, todo estaba sumido en el caos absoluto, el bar estaba completamente destruido, los cuerpos lograban divisarse por doquier y al mirar arriba, al tan famoso balcón desde donde veían las peleas, Kronos ya no estaba ahí. Solo Erick. Quien me miraba fríamente. Como una burla. Como una amenaza. Tan tranquilamente como si estuviera diciéndome que no importaba lo que hiciéramos o lo rápido que corriéramos, al final, siempre nos alcanzaría.

Sujeté a Gisell por la espalda y comencé a arrastrarla hacia atrás, pero se resistía hasta tal punto que mis heridas, las cuales había olvidado, comenzaron a doler demasiado. Tanto que mi vista comenzó a nublarse. Y sin ningún aviso, Duman le dio un golpe en la cabeza a Gisell con la parte posterior de su arma, dejándola completamente inconsciente y cargándola sobre su hombro para sacarla de ahí.

Lo miré con odio por la salvaje acción, pero de inmediato comprendí que no había otra forma, pues ella jamás se rendiría, jamás dejaría a Alek.

Salimos mientras nos cubrían de las balas que seguían volando por el aire. Y antes de subir al auto en donde ya se encontraba Duman con Gisell, miré una última vez hacia atrás, a aquel lugar y al cuerpo de Alek sobre el cuadrilátero.


-Adiós viejo amigo...


[...]


-¿Ya despertó? - Pregunté sin dirigirme a alguien en específico mientras me dejaba caer en el sofá individual. La casa a la que nos había llevado Duman en medio de una zona tranquila, pasaba lo suficientemente desapercibida como para que nadie sospechara que nos encontrábamos ahí. Lo cual se apreciaba, sobre todo en ese momento en el que nadie podía ir a algún lugar conocido, pues nos estarían buscando en cada rincón en el que tuvieran la sospecha que podríamos estar.

-No, todavía no... ya revisé sus heridas, no son graves - Respondió Tom mientras se acercaba a mí con una bandeja llena de utensilios de curación.

-Revisaste que... -Comencé, pero me interrumpió antes de terminar.

-Si... pero por el momento no hay forma de saber si el bebé está bien, al menos no hasta que ella despierte y nos diga si tiene algún tipo de dolor.

-Ya veo... Iván te enseñó bien ¿Cierto? - El silencio se apoderó del lugar y Scott se levantó del sofá de al lado con una expresión de dolor - ¿Durante cuánto tiempo fuiste su aprendiz? ¿Un año? -Tom se quedó en completo silencio ante mi repentina pregunta – Realmente aprendiste muy bien...


Al sacar el arma que aún tenía guardada en la espalda y apuntarle a la cara, este dejó caer la bandeja al suelo y levantó ambas manos con el rostro inundado de terror.


-¡Garett ¿Qué demonios?! - Gritó Scott quien al ver el arma se puso de pie para interponerse entre Tom y yo

-Dime, Tom... ¿tú sabías que Iván iba a traicionarnos? ¿Sabías que habían secuestrado a Aurora?

-Garett, yo... t-te juro que no se na-nada

-¿Estas seguro de eso? - Pregunté poniendo el dedo en el gatillo.

-!GARETT! Reacciona, nadie aquí sabía nada – Dijo Scott poniéndose insistentemente frente al arma, aunque la movía intentando no dejar de apuntarle a Tom en la cara – Te recuerdo que también se llevaron a León.


Los miré por un momento con los ojos entrecerrados, en el rostro de ambos se veía claramente el miedo, pues sabían perfectamente que sería capaz de matarlos sin problema alguno. Y, aun así, ellos me habían salvado.


-Tienen razón, lo siento – Dije al mismo tiempo que bajaba el arma y me hundía nuevamente en el sofá. Dejando caer el arma al suelo a mi lado y llevando una de mis manos a mi frente y parte de mis ojos.


El dolor de cabeza era insoportable. Además del dolor físico que comenzaba a ganar por encima de todo lo demás. Al voltear de reojo por entre mis dedos, ví a Scott abrazando a Tom mientras acariciaba su cabello para lograr tranquilizarlo, finalmente dándole un corto beso que al parecer logró calmarlo por completo.

Solté un suspiro mientras regresaba la mirada al frente, concentrándome nuevamente solo en el dolor.

Mientras Scott, levantaba la bandeja del suelo con los utensilios, Tom tomó un banco para sentarse a mi lado y comenzar a curar mis heridas. Al recibir la bandeja, pude notar que sus manos temblaban. Lo hicieron aún más cuando acercó las manos hasta la herida de bala en mi hombro la cual había vuelto a abrirse.

Finalmente, mi paciencia se agotó y le tomé la mano con fuerza, Tom se sobresaltó tanto que estuvo a punto de caer del pequeño banco. Es gracioso... pues había olvidado que después de todo, ellos también eran solo unos niños jugando a ser matones. Niños que tienen su propia vida en sus manos, su destino pendiendo del hilo que es forjado por sus decisiones. Ellos al igual que yo, tenían la oportunidad de salir de todo esto si así lo querían. Ellos tenían la oportunidad que Gisell no tuvo.

Tom me miró con miedo por un momento, pero simplemente lo tomé de la nuca y pegué su frente con la mía.


-Son tan débiles que estoy seguro de que no duraran mucho tiempo una vez que salgan al mundo real si siguen por este camino, háganse un favor y váyanse lejos cuando todo esto terminé – Le dije mirándolo directamente a los ojos, hasta que finalmente lo solté.


Ninguno de los dos dijo nada. Tom se limitó a curar mis heridas. Pero pude ver, por la expresión de ambos, que aquel mensaje les había entrado realmente en la cabeza y me harían caso. Ya fuera por miedo a mí, a Gisell o a Kronos.

Mi vida se la debo a ellos, pues si no hubieran llegado antes de que el auto en el que estaba encerrado en el maletero llegara a su destino, ahora mismo estaría muerto. También se lo debo a Duman, él viejo pero confiable ex entrenador de Vlad, el hermano de Alek. Quien diría que al final todos esos contactos lograrían darnos una nueva oportunidad...



-¿Y ahora qué? - preguntó Scott mientras se cambiaba de camiseta y volvía a poner sus armas en las fundas que colgaban de su cinturón.

-Tenemos que esperar a que el contacto de Duman venga por nosotros para sacarnos de aquí - respondí poniéndome de pie – Kronos tiene contactos en la policía, seguramente estarán buscándonos en estaciones, aeropuertos y carreteras. Así que no podemos simplemente irnos.

-Entiendo... iré a revisar si Gisell despertó

-No, yo iré - lo detuve antes de que comenzara a avanzar hacia la habitación - Tu revisa cuantas municiones nos quedan, no sabemos realmente hasta qué punto tendremos que volver a defendernos si alguien llega aquí o si nos encontramos con alguien indeseable en el camino.

-Bien – Scott caminó hasta la otra habitación no sin antes revolver el cabello de Tom quien seguía sentado en el pequeño banco curando sus propias heridas.


Caminé distraídamente hasta la habitación, esperando encontrarme con Gisell recostada, aún dormida. Pero al abrir la puerta me encontré con algo completamente diferente. Pues estaba ella sentada a la orilla de la cama, con las manos entrelazadas descansando relajadamente sobre sus piernas y la mirada completamente perdida en la nada. Lucía pálida, sus labios agrietados y algo en sus ojos me provocaba cierta inquietud. Pues su mirada nunca había sido tan oscura.

No pareció darse cuenta de mi presencia, ni siquiera cuando me senté junto a ella en la cama.


-¿Gisell? - La llame primero con la esperanza de respondiera o al menos diera alguna señal de que su mente realmente estaba aquí con nosotros, pero no obtuve ninguna respuesta.


Toqué su frente, no había indicios de que tuviera temperatura, pero estaba sudando frío. Antes de que pudiera decir algo, Tom se asomó por la puerta, pero enseguida llevé mi dedo índice a mi boca para que no dijera nada.


-Solo trae un vaso de agua, por favor – le dije a Tom prácticamente susurrando, a lo que solo asintió y se fue rápidamente - Gisell... entiendo como debes sentirte en este momento, pero por favor, solo por un momento piensa en el bebé... necesito que me digas si te duele, aunque sea lo más mínimo.

Intenté llevar mi mano hasta su vientre, pero antes de que pudiera hacerlo tomó mi mano con fuerza. Y al levantar la mirada, ahí estaban sus ojos sin brillo, viéndome directamente.


-Quiero que salgas, por favor – Habló ella tranquilamente – No me duele nada, solo... ¿Está aquí Scott?

-¿Scott? - Pregunté completamente confundido – Yo...

-Si, aquí estoy, Gisell - Respondió Scott con el vaso de agua en las manos.


Al verlo, ella se puso de pie y se abalanzó contra Scott, abrazándolo fuertemente y comenzando a temblar. Al ver esta acción me puse de pie y caminé hasta la entrada de la habitación. Comprendí que lo que ahora necesitaba era un buen amigo y que el lazo que nos unía no le permitía verme de esa forma en ese momento.


-No te preocupes, yo me encargo – Me dijo Scott al ver que los miraba fijamente.


Salí de la habitación dejando la puerta entreabierta y quedándome solo un momento más para ver lo que estaba sucediendo. Después de un momento, ambos se sentaron en la cama, pero Gisell no dejó de abrazarlo en ningún momento. Los sollozos que escapaban de su boca estaban cargados de tanta pesadumbre y dolor, que incluso Scott se vio contagiado por la melancolía que lo obligó a soltar un par de lágrimas de empatía. No necesitaba ver más, no podía ver más.

Casi dos horas después Scott salió de aquella habitación. Los tragos de Whisky no se habían hecho esperar, eran realmente necesarios en este momento. Y ya para ese momento habían logrado relajar mi cuerpo y mente un poco. Scott fue directamente a la barra de la cocina, tomó un vaso y se sirvió un trago que desapareció por su garganta prácticamente enseguida.


-¿Cómo está ella? - Le pregunté sintiéndome algo ansioso por la respuesta, aunque sabía que la respuesta en ningún caso sería buena.

-Se quedó dormida... Es una locura – Dijo él mirando a la nada.

-En este momento todo es una locura ¿pero a que te refieres exactamente?

- ¿Cómo es que una persona puede ser capaz de aguantar tanto? - Scott estaba pálido, parecía que vomitaría en cualquier momento – Yo... creo que yo no sería capaz de soportar algo así.

-Si... nadie debería ser capaz de soportar algo así - Mientras Scott comenzaba a revisar los estantes y el refrigerador, continué preguntándome una vez más sobre la razón de que Gisell pidiera específicamente ver a Scott - ¿Alguna noticia de León?

-No... todavía no, he tenido cuidado intentando indagar en el tema, la mayoría de mis contactos lo primero que preguntan cuando los llamo es en donde demonios estamos, eso o que no quieren involucrarse en nuestra mierda... La mayoría de ellos nos toman por muertos.

-Ya veo... ¿cuántos de tus amigos murieron hace un rato? - Pregunté con el vaso frente a mi cara.

-Tres... otros cuatro están siendo tratados por heridas de bala – Scott hizo una pausa intentando analizar si había algo más implícito en mi pregunta – si lo que te preocupa es nuestra seguridad, quedan 5 de ellos en la planta baja y confío tanto en ellos que dejaría mi vida en sus manos de ser necesario.

-No lo digo por eso... - Respondí seriamente mirando el líquido ámbar que daba vueltas en mi vaso –No te olvides de los muertos, después de todo, ellos no tenían ninguna razón de ir a ese lugar en primer lugar.

-Entendido – me respondió después de un momento de silencio -¿Dónde está Tom? - Preguntó poniendo sobre la mesa varias cosas que había encontrado en la cocina.

-Está durmiendo en la otra habitación... tú también deberías ir a descansar – Dije poniéndome de pie y estirándome un poco.

-Si, voy a hacerlo, solo voy a prepararle algo a Gisell

-¿Qué?

-Si... antes de quedarse dormida ella me dijo que tenía hambre y me pidió que le consiguiera algo para comer – Al ver mi reacción comenzó a hablar más lento y detuvo lo que estaba haciendo – Eso es bueno... ¿No? Digo, que tenga apetito...

-Si, si... es bueno – Me quedé pensándolo por un segundo y puse el vaso sobre la mesa – demasiado bueno.


Y como si una alerta se hubiera encendido en mi cabeza, mi mirada fue directamente hasta el cinturón de Scott. Rápidamente rodeé la mesa y abrí su chaqueta, dejando al descubierto las fundas de su cinturón completamente vacías. Sus armas no estaban.


-Mierda – exclamé mientras corría hacía la habitación en donde se encontraba Gisell, al abrir la puerta, se encontraba completamente vacía, con la ventana abierta de par en par.

-Estamos en un maldito segundo piso, no pudo haber salido por la ventana ¿o sí? - Preguntó Scott aterrado a mis espaldas.

-¿Qué más tenías contigo cuando entraste? - Pregunté mientras palpaba los bolsillos de su chaqueta. Al escuchar mi pregunta, instintivamente llevó sus manos a los bolsillos de su pantalón.

-Yo, yo... -Comenzó a decir mientras sus manos buscaban desesperadamente, hasta que se detuvo, resignándose, dándose cuenta de lo que había pasado – No está mi teléfono, ni las llaves del auto....

-!MIERDA! - Dije al mismo tiempo que corrí escaleras abajo. Alertando a los otros hombres que estaban abajo.


Y al salir por la puerta, claramente el auto no estaba. Gisell se había ido.


- ¿A dónde crees que fue? - Preguntó Scott agitado detrás de mí – Garett ¿Qué hacemos?


Llevé las manos a mi nuca mientras negaba con la cabeza e hiper ventilaba.


-Trae mi teléfono... - Dije, pero este se encontraba completamente congelado - ¡YA! - grité haciéndolo saltar y correr adentro de nuevo.  

Continue Reading

You'll Also Like

1.2M 194K 160
4 volúmenes + 30 extras (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso jus...
30.5K 1.4K 26
SEGUNDA PARTE DE "DEMANDADO" (Podéis leer esta parte sin haber leído la anterior, aunque recomiendo leer la primera) *** Nina Soley, una abogada de o...
286K 14.7K 50
Un mafioso... Un guardaespaldas... Una chica... ¿Será que el destino, hará que todos sean felices después de tanto sufrimiento?...¿ Que pasará en es...
61.2K 4.1K 47
Escapando de un pasado que insiste en regresar, Rebecca vive una vida en la que no se siente bienvenida. Las cosas no le han salido bien y su suerte...