Women - Kesha
Maratón 2-2
—Toma, este es mi regalo de graduación.
Cristal atrapa las llaves con sorpresa.
Trae un collar que le regaló Asher.
Resulta que Sebas no está listo para decirle lo que siente, una lástima.
La guio donde está el auto que acabo de comprarle.
—¿Esto es una broma?
—No.
La ventana del copiloto baja, dejando ver a Asher.
—Sube que tenemos que dar una vuelta por este precioso. Aunque yo quería algo más caro para ti.
Ella me arrastra, emocionada.
Conduce a una velocidad alta y yo me asomo por la ventana que tiene el auto en el techo para poder sentir el viento. Asher viene conmigo y compartimos una mirada cómplice cuando vemos que Tyler nos alcanza en su auto.
—¡Cristal, te reto a una carrera de aquí a Amnesia!
—¡Vas a perder!
Nosotros llegamos a la discoteca primero, por supuesto.
Cuando llegan los Walker los saludamos, no sin antes de que Cristal se burlara de mi novio porque le ganó.
Tyler me da una repasada muy obvia. Está tan cargada de lujuria que me pone nerviosa, incluso ciertas zonas de mi cuerpo palpitan.
—¿Por qué nunca te vi con ese conjunto?
Es un conjunto de falda que me llega hasta los muslos; el top es de mangas largas, también tiene un escote en V y es de color negro con brillos.
—Por lo regular solo lo uso para ir a una discoteca.
—Me gusta, pero preferiría quitártelo.
Enseña una sonrisa pícara y entramos al bar que por suerte no está tan lleno como me lo imaginaba.
Pasa su mano en mi espalda baja y la posa por un momento en mi trasero.
Miro a mi alrededor y los demás se perdieron.
—Bueno, parece que nos quedamos sol...
No termino la frase porque Tyler me da un beso provocador. Me arrincona en una pared para seguir con su ataque. Baja sus besos por mi cuello hasta llegar al escote.
Las demás personas nos pasan por alto por estar tan ocupados en lo suyo.
Nos escondemos en un rincón bastante apartado para seguir en lo nuestro.
Su mano sube entre mis piernas para acariciarme encima de las bragas. Despego mi boca de la suya para soltar un gemido.
Me aferro a él de la camisa, mientras mis piernas tiemblan. A lo que me toca directamente, cierro los ojos, sus dedos resbalan por lo mojada que estoy.
Lo beso para callar un poco mis gemidos y sus jadeos.
Dejo varias succiones por su cuello a lo que él responde con algunos gruñidos.
Acelera los movimientos circulares de sus dedos. Bajo mis manos por su abdomen hasta llegar al bulto en sus pantalones y con mi palma acariciarlo sobre la tela, por lo duro que está me pongo más caliente. Vuelvo a sentir sus dedos dentro de mí, echo la cabeza hacia atrás, mientras dejo de que salgan unos sonidos ridículos. A lo que sus movimientos se aceleran hago lo mismo con mis caricias.
Los dos alcanzamos el orgasmo al mismo tiempo.
Nuestras respiraciones están agitadas. Rompo el contacto visual cuando mi celular vibra en mi bolso.
—Es Cristal, dice que nos están esperando en una mesa. —Le aviso —
Nos arreglamos lo más rápido que podemos para adentrarnos al montón de personas hasta que los encontramos bebiendo.
—¿Dónde estaban? —Elena pregunta con mucha curiosidad —
—Por ahí. —Respondo —
Tomo asiento junto a Tyler y él agarra un mojito. Opto por la piña colada.
—¿Tyler, qué tienes en el cuello?
Los dos compartimos una mirada de sorpresa por la pregunta de Asher.
—Me lastimé.
—No se hagan, desde que llegamos se andan lanzando miraditas calenturientas. Somos adultos, tener sexo es normal.
—En ocasiones se me olvida tu nivel de sinceridad.
Sebas se encoge de hombros ante mi comentario.
—Con el tiempo te acostumbras.
Empezamos a bailar un poco, hasta que se acabó mi trago y tuve que ir a por otro.
Estoy en la barra esperando mi nuevo trago.
Se acerca un hombre bastante alto a mí y mis alertas se activan.
—Hola, cariño. —Apesta a tabaco y arrastra las palabras —
Hace años que no olía tabaco y solo me trae malos recuerdos. Digamos que la nicotina es uno de los varios problemas que tuve después de terminar con Diego, hasta que se volvió más recurrente, pero ahora no lo haría por nada del mundo.
Pasar por el proceso de desintoxicación es horrible, los mareos, temblores, la frustración, ira y los dolores son insoportables. Mejor es no volver a eso, además, no podría hacerle pasar eso de nuevo a Cristal y Asher.
No le presté atención al tipo y nada más seguí sumida en mis pensamientos.
—Hey, te estoy hablando.
Habla con un tono de impaciencia.
—La música es muy alta, no te escuché.
Ruego a que me traigan mi vaso rápido.
—Te voy a ser sincero, me gustaste y quiero invitarte una cerveza.
—No gracias, tengo dinero suficiente. —Aviso —
—Entonces ahorra en un trago, cariño.
Que hombre para más pesado, dios.
Se acerca más a mí, incluso uno de sus dedos roza mi brazo. Me separo.
—Deja de llamarme cariño y ya te dije que no.
Pone su mano en mi hombro, pero me aparto enseguida.
—Que arisca.
—No me gusta que me toquen desconocidos.
—Vamos, eres muy bonita. —Me atrae hacia él jalándome del antebrazo y su olor me da náuseas —
—Déjame en paz. —Le doy con mi rodilla en la entrepierna y lo empujo haciendo que caiga en el suelo —
—¡Hija de puta!
Se levanta tan apresuradamente que me dio miedo, aunque, como va ebrio le pongo mi pie haciendo que caiga hacia delante.
—Te dije que me dejes en paz.
—Tú eres la que me provoca.
—¿Yo?
—Usar ropa así es porque necesitas una buena follada o quieres atención, es lo que demuestras.
—Tú demuestras una severa falta de educación y de razonamiento lógico, por eso no te mando de nuevo a preescolar. Además, dudo que tú puedas follar bien, se ve de lejos que eres de esos que termina apenas la pone.
Nada más le dije eso último para herir su ego.
—¿Me llamaste idiota?
—Es lo que eres.
—Ahora verás.
Antes de que se me acerque, un señor de seguridad lo agarra de los hombros, deteniéndolo.
—¿La están molestando señorita?
Asiento con la cabeza y él habla.
—Ella me atacó sin razón. Primero se me insinúa y ahora se hace la idiota.
¿Disculpa?
Me le iba a abalanzar para darle una buena bofetada, pero antes de que llegue hacia él Tyler aparece entre los dos, haciendo que choque con su cuerpo y pone sus manos en mis omóplatos, aferrándome a él.
—Alice ¿Qué sucede?
No le pude dar una respuesta porque el de seguridad se puso a nuestro lado.
—Señorita, le pido que no responda con violencia para evitar problemas con usted y no se preocupe que el señor de ahí será echado de este lugar.
—Gracias.
El de seguridad se lo lleva y le sonrió con superioridad al tipo ese.
—¡No es justo que yo sea el que se va!
Va soltando maldiciones y quejas hasta que no logro escucharlo.
—Te dejé sola unos minutos y terminas en una pelea ¿Qué pasó?
—Es de esa clase de tipos que no aceptan un no como respuesta y me jaló hacia él.
Levanta un poco las mangas para ver si tengo algo, pero cuando se da cuenta de que estoy bien se queda más tranquilo.
—¿Le pegaste en los huevos?
—Sí.
—Se lo merecía ¿No te hizo nada más?
—No, el de seguridad llegó al instante.
—¿Te duele algo? ¿Te atacó?
—No me duele nada y sí, lo hizo verbalmente.
—Mejor vamos con el resto y no te preocupes que después venimos por otra piña colada.
A lo que nos dirigimos con el resto del grupo un tipo cae a mis pies, literalmente.
Doy un paso hacia atrás cuando veo que tiene sangre en la ropa.
Tyler se pone delante de mí por precaución.
—¡Levántate!
Asher camina hecho una furia hacia este sujeto.
—Aléjate de mí.
—¿¡Te crees que con eso se arreglan las cosas!?
A lo que este tipo levanta la cabeza lo reconozco. Es el mejor amigo de Diego.
Me escondo más de lo que quiero admitir atrás de Tyler.
—¡Primero apoyas al idiota de tu amigo y ahora intentas tocar a mi novia!
—¿Qué dices que intentó?
Tyler se intenta alejar de mí, lo agarro de la muñeca y se suelta.
—Alice, ayuda.
No recuerdo ni su nombre.
—¿Cómo te atreves a hablarle? —Asher, espeta —
Me quedo en blanco.
Algunos habían volteado, mirando todo con sorpresa.
—Solo déjenlo y vamos.
Los miro con súplica.
—No hasta que este estúpido se levante y tenga los huevos de enfrentarse conmigo.
El que está tirado en el piso obedece.
—A Diego le hubiera gustado ver esto, la verdad.
—Pues gracias a mí ya no puede ver ni la luz del día. —Suelto —
—Lo sé, por eso está molesto contigo y tengo un mensaje. Él quiere ve...
No termina porque dos puñetazos bastante fuertes se le son insertados en todo el rostro.
—Mándale mis saludos a esa basura, también dile que si vuelve a nombrar a Alice se va a arrepentir. —Tyler habla con tono agrio —
Detengo a ambos cuando veo que le iban a golpear entre los dos.
—Cariño, no lo vale.
Con eso Tyler se tranquiliza un poco, sin embargo, no sirve de mucho.
El sujeto intenta devolverle el golpe, cosa que no pudo porque se interpuso Asher y de una maniobra lo hace volver al piso.
Cristal, Elena y Sebastián se acercan, comparten una mirada confundida al ver mi expresión de miedo.
Vuelve a levantarse.
—Parece que la linda Cristal sigue en el grupo, creí que la habían apartado por ser la menos impor...
Otro puñetazo, solo que este es parte de Sebas.
—Si dices algo más te aseguro que tendremos un problema que no podremos resolver.
Antes de que se vaya Elena lo voltea para terminar de joderle la nariz.
—No quiero volver a verte y si vuelvo a observar tu estúpido rostro la nariz no es lo único que tendrás que arreglarte.
Se va casi que corriendo.
—¿Viste como le termine de arruinar la nariz?
Elena le habla con emoción a Asher y le hace chocar los cinco con ella.
—Sí, ahora tendré miedo de que me la rompas a mí. Deja verte la mano.
Él hace su revisión y me concentro en Tyler.
—¿Cómo se te ocurre golpearlo?
—Te estaba defendiendo, además, se lo merecía. —Comenta, indignado —
—Puedo hacerlo sola, mira, ahora por mi culpa tienes los nudillos lastimados.
—No es tu culpa nada de esto.
—Oigan, alguien de seguridad camina hacia nosotros ¿Deberíamos preocuparnos?
Sebas aparta con delicadeza su mano de la de Cristal para señalar a la señora que se acerca.
—Nah, este lugar es mío, así que no pasa nada. —Asher sigue examinando los nudillos de Elena —
Cristal y yo asentimos con la cabeza al ver la sorpresa en el rostro de los hermanos. Elena vuelve a hablar.
—No me habías dicho eso.
—¿No? Es que tengo tantas cosas que se me va la cuenta.
—Este es el bar que le di. —Le digo al oído a Tyler —
—Quiero ser así de asquerosamente rico para decir eso. —Sebas comenta —
—Después de que te acostumbras ya se te hace de lo normal olvidarte de unos bienes. —Aporto —
Los tres miran a Cristal como si esperara que dijera algo.
—Si creen que diré un comentario así no lo haré porque yo sí ahorro. —Nos mira de manera seria —
—Cuando me muera no me llevaré nada, así que, tengo que gastarlo.
—Eso, eso.
Ambos alzamos los hombros.
—Quiero ser rico, la verdad. —Sebas interviene —
La señora comparte unas palabras con Asher, parece algo más calmado que antes y yo no dejo de lanzar miradas a los nudillos un poco lastimados de Tyler.
Un sentimiento de culpa me invade en todo el tiempo que nos quedamos parados.
Después de eso solo quise beber agua, no me apetecía nada e incluso tengo un sentimiento de asco al volver a recordar a Diego. ¿Nunca me iba a dejar en paz?
Me levanto para ir al baño, por supuesto Tyler no me quiso dejar sola.
—¿Quieres que te acompañe?
No quería que lo hiciera.
—Elena viene conmigo ¿No?
Sin dudarlo mucho me acompaña y me adentro a un cubículo para agacharme. Arcadas bastante violentas hacen que me duela el estómago, unas lágrimas salen por el dolor, aunque más sea por lo que acaba de pasar.
Son muchos sentimientos mezclados, principalmente son malos y me revolvieron el estómago de una manera horrible. Vomitar no me ayuda de nada porque me sigo sintiendo así, asqueada por todo.
—¿Alice?
Elena me llama a través de la puerta, puedo ver su sombra por el pequeño espacio entre el suelo y la puerta.
Tomo una bocanada de aire bastante profunda.
—Es por el alcohol.
—Casi no has bebido nada ¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame a Tyler? —Noto la preocupación en su voz —
—No, solo lo vas a preocupar y es lo último que quiero.
—¿Quieres que llame a Asher o a Cristal?
—Tampoco, solamente quiero quedarme aquí por un rato.
—Entonces me quedo contigo.
Veo que se sienta con las piernas cruzadas y se recuesta en la puerta.
—¿Sabes que al sentarte puedes estar tocando miles de bacterias asquerosas?
—Lo sé, pero estoy aquí por si me necesitas.
—Te van a mirar raro.
—Lo puedo soportar.
Bajo la válvula y me limpio la boca con papel.
Salgo del cubículo.
—No me parece justo que tú seas la preocupada cuando ese sujeto te tocó.
—En realidad no lo hizo. Me asusté porque se acercó mucho, justo Asher se dio cuenta y ya sabes el resto.
—¿Segura que estás bien?
Asiente con la cabeza y da un apretón reconfortante en mi hombro.
—Vamos a divertirnos un poco.
Me lavo la boca para salir con Elena a la pista de baile. Solo que no me ayudó a despejar la mente del todo.