Ya había pasado una semana, después de recibir y firmar los papeles del divorcio Rosalie se encargó de hacerselos llegar a su ex, luego se dedicó a buscar propiedades cerca de la reserva pero sin estar dentro de su territorio, al encontrar una se encargó de los trámites necesarios para adquirirla.
Ya con la propiedad comprada decidió volver, además extrañaba al lobo, por lo que haciendo uso de su velocidad recogió todas sus pertenencias, se montó en su vehículo y puso calle hacia donde su lobo la esperaba.
Al llegar a Forks, se dirigió a su nuevo hogar, donde dejó sus pertenencias antes de adentrarse a pie al bosque, sin perder tiempo se acercó al límite del tratado sin cruzar, a la espera que su lobo o algún compañero apareciera.
- ¿Qué necesitas Cullen?-. Se escuchó el tono seco de uno de los hermanos de Jacob, la rubia dirigió su mirada a él.
- Estoy buscando a Jacob Black-. Dijo decidida.
- ¡Oh!-. Exclamó como si la reconociera-. Eres la impronta de Jake-, afirmó pero aún así la rubia asintió-. Puedes cruzar, no te haremos nada-. Informó el lobo-. Soy Jared, por cierto.
- Rosalie. Entonces... ¿Cómo es que puedo cruzar?-. Cuestionó curiosa.
- Bueno, eso debe explicártelo Jake-, se desentendió el lobo.
En algunos minutos llegaron a una pequeña y acogedora vivienda, de la cual salieron unos chicos en cueros, junto a una chica con el rostro marcado, y detrás de ellos Jacob. Al verlo la rubia se perdió en él, al igual que el chico, pero un carraspeo los hizo volver a la realidad, una donde cada uno de los presentes retenía una risita.
- Hola Jake-, saludó la rubia con una sonrisa boba, que ni Emmett podía provocarle.
- Hola preciosa-. Devolvió el saludo, acercándose a ella para besar su mejilla.
- ¿No nos presentarás Jake?-. Cuestionó el que parecía ser el más pequeño.
- Claro, Rose, ellos son Quil, Seth, Emily, Sam, Jared, Paul y Embry, falta Leah pero no ha llegado aún, chicos ella es Rosalie.
- Encantada-. Les sonrió la rubia, cegándolos a todos con su belleza.
- Bueno, nosotros nos vamos-, intervino Jake, la rubia lo miró curiosa-. En unos minutos llegarán las Swan, y no quiero que nos molesten-. Explicó.
- Solo les permitimos venir porque no queremos cargar con sus muertes en nuestra conciencia-. Dijo Embry.
- Si por mí fuera se las entrego en bandeja de plata a la pelirroja-. Se oyó una voz femenina, la rubia y su lobo giraron para ver a la única cambiaformas femenina que se acercaba a ellos con paso tranquilo-. Leah Clearwater, entiendo totalmente tu situación y si necesitas un cómplice para encargarte del asunto, no dudes en llamarme-. Ofreció con una sonrisa que fue correspondida por la rubia.
- Lo tendré en cuenta, Rosalie Hale, algo me dice que seremos grandes amigas.
Ese día la rubia ganó no solo una nueva oportunidad para amar y ser amada, sino una familia y nuevas (y reales) amistades.
Y finalmente la última parte, espero que haya sido de tu agrado.