Fernando abrió la puerta, junto a su brazo estaba Mariana, con una enorme sonrisa. Yo intenté ver hacía dentro, para poder observar si ya habían llegado mamá y papá. Los extrañaba mucho, lo admitía; extrañaba a mamá y sus consejos y también extrañaba abrazar a papá.
"Hola hermosa, que bueno que has llegado" Mariana me abrazó de pronto.
"Has llegado muy puntual, que bueno eh...tu y Sebastián han sido los primero"
Abrí mis ojos de par en par "¿Sebastián esta aquí?"
"Sí, claro, esta cena es importante para nosotros, Sebastián es mi mejor amigo, debe estar aquí"
Asentí mientras entraba y me quitaba mi abrigo "¿Han llegado ya mis papás?"
"No, llegarán un poco tarde"
Mariana me tomó de la mano "¿Gustas algo de beber?"
"Si claro, vino blanco si tienes"
Asintió "Claro que si, vamos a la sala"
Caminé detrás de ella. Fernando ya estaba en la sala, preparando unas bebidas, y entonces lo miré. Sentado cómodamente, en una posición relajada y se veía condenadamente hermoso. En cuanto me vio se puso de pie y caminó hacia mí.
"Nina ¿Cómo te va?"
Asentí "Muy bien, ¿Cómo estás tú? Tanto tiempo sin vernos" me reí y me lamí los labios. Tan solo unos días antes nos habíamos cogido en mi departamento, pero claro, teníamos que actuar.
"Te miras muy bien, aunque ese vestido está muy corto"
Fernando asintió "Muy pegado al cuerpo hermana, no dejas nada a la imaginación"
Lo miré molesta "Bueno, solo me verán ustedes y mis papás"
Levanté mi mirada hacia la chica que venía saliendo del baño. No la conocía, no era amiga de Fernando, pero tal vez era de Mariana. Pero de pronto se paró de lado de Sebastián y sentí una enorme punzada en mi pecho.
"Hola" me dijo sonriendo y yo no le conteste.
Sebastián me miro, disculpándose con su mirada "Tania, mi acompañante"
Asentí "Mucho gusto"
"El gusto es mío...eres adorable, tu hermano no ha parado de hablar de ti. Estas hermosísima, te has quedado corto al describirla Fernando"
La miré con ganas de arrancarle esa horrorosa sonrisa, no necesitaba sus adulaciones para nada. Sabía que había heredado belleza y un buen cuerpo, no necesitaba escucharlo de esa tipa.
Mi hermano sonrió "Bueno si, por eso la cuidamos tanto"
"Pareces una muñequita" siguió la mujer y yo sonreí. Si quería que yo le dijera lo mismo a ella, estaba bastante equivocada, pues no tenía ningún cumplido para ella.
"Bueno, si gracias, están exagerando un poco de cualquier forma"
"Es hermosa" Sebastián confirmó y yo lo miré molesta.
Habíamos quedado de estar solamente él y yo por este año. Supongo que no podía cambiar después de todo, supongo que lo mujeriego iba a ganar siempre. Tania lo tomó de la mano y lo guió al sofá.
"Bueno, sigamos con esa copa chicos"
Fernando sonrió y le dio la copa "Claro, Nina, ¿Ya has pedido una bebida?"
"Si, pero iré a la cocina a ayudarle a Mariana...gusto conocerte Tania"
Corrí prácticamente hacía la cocina. Me sentía molesta, encabronada era la palabra correcta para lo que sentía en esos momentos. Sebastián era un cabrón, egocéntrico, poco hombre y enfermo sexual definitivamente.
Entré y Mariana estaba dando órdenes a sus empleados "Nina ¿Todo bien?"
"Si, solo, quería saber si necesitas ayuda"
"No, todo controlado, no te preocupes, eres nuestra invitada ¿Estás bien? Estas un poco pálida"
Asentí "Si, solo que pensé que era algo familiar, se que Fernando considera a Sebastián como su hermano, pero ¿Y esa mujer?"
"Ah, pensé lo mismo cuando los vi llegar juntos" se acercó a mí "Resulta que según él, no quería venir solo, e invito a esa chica"
"¿Sabes si están saliendo juntos?"
"Que se yo, ya conocemos a Sebastián, pero cualquier cosa que tenga con esta chica, sabemos que no es algo serio. ¿Sabes que es lo raro? Que Fernando y yo sospechábamos que estaba saliendo con alguien, en modo serio y todo, porque nos tenía tan abandonados, y siempre que lo invitábamos a algo nos daba una excusa"
"Bueno tal vez sea esa chica, Tania"
Frunció el ceño "No sé...no creo, espero que no, se ve muy falsa"
"¡Cuñada!" comencé a reírme "Eres una salvaje"
"Bueno de vez en cuando Nina"
"Me hubiera gustado traer a alguien también, me veré bastante tonta yo sola"
"No, claro que no" me tomó de la mano "Te haremos compañía toda la noche, no te preocupes" Me entregó la copa de vino "Toma, vamos afuera"
"Gracias"
"¿Hay alguien por ahí merodeándote?
Me reí y lamí mis labios "Bueno...no es serió, pero he estado hablando con un Italiano, se llama Leonardo, y esta que se cae de bueno, y me cae súper"
"Ah, qué internacional saliste cuñadita"
Me carcajee y asentí "Hay que explorar otros países"
Llegamos a la sala, y en cuanto entre Sebastián posó su mirada en mí. Yo lo ignoré, si quería jugar este jueguito, yo iba a ganar y con mucha ventaja, sabía cómo ser una perra.
Tania me miró mientras yo me sentaba frente a ellos y me sonrió "Nina, cuéntanos ¿Tienes novio?"
"No, ya llevo once meses soltera"
"Bastante tiempo"
Asentí "Sí"
"Pero, ya anda un galán rondando" Mariana dijo y Sebastián tensó su mandíbula.
Fernando volteo hacía mí "¿Quién?"
"No lo conoces"
"Un Italiano" Mariana contesto con una enorme sonrisa en su rostro.
Sebastián se sentó derecho y se inclinó hacia mí "¿Italiano?"
"Si, se llama Leonardo" le conteste, sonriendo maliciosamente y mirando a sus ojos fijamente.
"¿Dónde lo conociste?" Fernando me pregunto de pronto.
"Bueno, es una larga historia, y un poco privada"
"¿Esta aquí?" preguntó de nuevo.
"No, está en Italia"
Tania sonrió "¿Cómo te comunicas con él?"
"Bueno, mensajeamos, nos hacemos video llamadas y así, me cae bastante bien"
"¿En serio?" Sebastián preguntó, estaba muy molesto y me valía. No estaba mintiendo de cualquier forma, yo si tenía contacto con Leonardo.
"Si" le dije mirando directamente a sus ojos, y cruzando mis brazos, desafiándolo.
"Pues me da gusto cuñada, has estado bastante sola"
"No tanto...estaba saliendo con un tipo, pero bueno, creo que ya terminó todo"
Mariana me miró sorprendida "¿Porqué?"
"Es un adicto sexual, que solo piensa en chicas...se puede ir a la mierda" miré de nuevo a Sebastián.
"Pues él se lo pierde Nina, tu estas hermosa, y eres mucho para cualquier chico" Mariana dijo y Tania, que ni siquiera me conocía asintió.
"Si, la verdad estoy sorprendida, eres muy bella"
Me reí tan falsamente "Gracias Tania"
Gracias a Dios sonó el timbre en ese momento, y Fernando y Mariana se pusieron de pie para abrir. Mientras nos dejaron solos, podía sentir la mirada fría de Sebastián en mí, pero no voltee a verlo. No le iba a dar el gusto. Por el rabillo del ojo pude ver como Tania colocaba su mano sobre su muslo, y él no se la retiró, así, que aunque mi instinto me decía que me pusiera de píe y sacara a esa tipa del cabello, me comporté como la dama que debía ser. Fernando me había pedido eso, bueno con mi papá, pero ahora también tenía que controlarme con esta mujer.
"Bueno, ya llegaron mis papás, podemos pasar al comedor" Fernando nos anunció y los tres nos pusimos de pie.
Ya en el comedor, me encontraba justo frente a Sebastián y su querida Tania. Quienes no dejaban de reír y platicar. Lo único bueno de esa noche era la comida, estaba exquisita, ahora esperábamos el postre por fin.
Me serví la cuarta copa de vino y mi papá se aclaró la garganta "¿Vienes en tu coche Nina?"
Voltee hacía él "Si...pero estoy bien papá, no te preocupes"
"Has bebido bastante"
"Soy muy tolerante al alcohol, te lo prometo"
Mi mamá, quien estaba a un lado de mí me acarició el hombro "Te ves muy bien mi niña, y me da gusto saber que estás trabajando de maravilla"
"Gracias mamá"
Mi papa asintió "Me han dicho que eres buenísima"
"Si, que lastima que no lo hayas visto con tus propios ojos ¿Verdad papá?"
Fernando me miró advirtiéndome de pronto "Nina, ¿Le has contado a mis papás de tu pretendiente?"
"Fruncí el ceño y negué con la cabeza, muy molesta por ese comentario, ahora papá y mamá me interrogarían.
"¿Qué pretendiente mi amor?" mi madre preguntó.
"ES un Italiano, se llama Leonardo mamá, nada serio, apenas nos vamos conociendo"
"¿Cómo lo conociste?"
"En una fiesta muy lujosa y privada...ah no, creo que esa fiesta era informal, bueno no recuerdo, el caso es que nos conocimos en una fiesta" Sebastián se puso tenso y yo sonreí "Me dio su tarjeta y pues hemos estado compartiendo mensajes"
"Estas generaciones y sus mensajes, eso no lleva a nada bueno Nina" mi padre me dijo "¿Sabes quién ha preguntado por ti?"
"No papá, pero sé que me lo dirás"
"Aarón" sonrió "Dice que le debes una comida"
Asentí "Es cierto"
"Es muy buen chico Nina, deberías salir con él"me dijo mi madre sonriendo.
Miré a Sebastián, de nuevo desafiándolo "Tal vez salga con él"
Mamá sonrió "Ay si, Nina, sabes que viene de buena familia, ya fue tu novio, y se querían mucho"
"Vamos a ver" le dije sonriendo, pero de pronto mi sonrisa se borró. Cuando vi a Tania acariciando la mejilla de Sebastián y este le besaba la mano.
Qué bueno que Tania no había sido tema de conversación, ni a papá ni a mamá les había interesado su presencia, tal vez porque sabían que Sebastián siempre andaba con una y con otra.
Nos pusieron nuestros postres en frente y Mariana sonrió "Bueno, antes que comiencen con el postre, Fernando y yo queremos decirles algo"
Todos volteamos hacía ellos y Fernando sonrió "La razón de esta cena, nos tiene bastante felices, y queremos compartir esta noticia con ustedes" volteo hacía Mariana "Amor, haz los honores"
Mariana sonrió y entrelazo sus dedos con los de Fernando "Bueno, es que, vamos a ser papás"
Abrí mis ojos de par en par "¡Wow, que buena noticia, felicidades!" me daba mucha gusto.
"Si, Mariana tiene tres meses, casi cuatro, solo que había tenido algunas complicaciones, y quisimos esperar un poco antes de dar la noticia"
Sebastián estaba sonriendo "Me da gusto por ti hermano, ya era hora"
Papá miró a Sebastián "Ya deberías ir pensando en formar familia también Sebastián"
"Bueno, tal vez en unos años"
Mamá asintió "Cuando encuentres a la indicada"
"A lo mejor ya la encontré" de nuevo beso la mano de Tania y yo ardía de coraje.
Mamá sonrió "Eso no lo sabes querido, ya veremos en un mes"
No pude evitar soltar una carcajada, se que era de mal gusto, pero mi madre era la onda "Lo siento...es que mamá, bueno no sabía que andabas tan bromista" dije sonriendo y sentí la mirada molesta de Sebastián sobre mí.
Mariana pudo sentir la tensión y cambió el tema "Bueno, el caso es que queremos pedirle a ti Nina y Sebastián, que sean los padrinos de nuestro bebe"
Sonreí emocionada y asentí "Claro, claro que sí, que honor"
Fernando sonrió "Tienes que empezar a comportarte bien, debes dar un buen ejemplo"
Miré a Sebastián divertida "Pues no soy la única que debe cambiar, ¿No es así Sebastián?"
Sebastián iba a contestar pero Mariana interrumpió "Bueno, comamos, para poder ir a la sala y seguir celebrando"
Después del postre, pasamos a la sala, pero yo no podía seguir ahí, viendo a Tania ser tan cariñosa con él. Así que me puse de pie y me fui a la segunda planta. Estaba en el balcón, observando la piscina de mi hermano y Mariana, cuando sentí su presencia y suspiré.
"¿Así que tu y Leonardo?"
Voltee y lo miré a los ojos "Hemos estado platicando...y a ti no te importa"
"Ah mira que bien, y yo pensando que ibas a cumplir con nuestro trato"
Fruncí el ceño "Mira, no hablemos de quien ha cumplido, que tú has venido con esa tipa" me cruce de hombros "¿Ya te la cogiste? ¿Justo después de cogerme a mí o antes?"
"No me la he cogido, tal vez hoy"
"Eres un pendejo, y esta mas decir que lo que sea que teníamos, se acabo"
"¿Estás segura?"
"Totalmente"
Me tomó del brazo "Nina, espera, hay que hablar, déjame explicarte"
"Explícame rápido"
Suspiró de pronto "Mira, necesitaba una acompañante, tu sabes que si hubiera venido solo, no hubiese podido estar lejos de ti"
"Hay que lindo, pero te creo una mierda"
"Escúchame por favor" asentí "Es solo una amiga"
"Me alegro por ti"
"¿En serio saldrás con Aarón?"
Asentí "Es hora de que siente cabeza, mis papás tienen razón...ya jugué bastante contigo, y ya me cansé" me zafé de su mano "Estoy harta de que me uses a tu antojo, solo quiero sentirme amada, no hay nada malo en eso"
"Aún nos queda un mes"
"Al demonio con ese mes, no firmamos ningún contrato o acuerdo" caminé hacía la puerta "Suerte con tu nueva conquista, y diviértete cortándola a ella"