[Disponible en físico] | Todo...

By AusiMartinez

94.1K 4.4K 623

Esta es la reescripción de una novela ya publicada en mi perfil. Se publicará en físico vía Amazon el 16 de j... More

TODO COMENZÓ EN ESA ESTACIÓN EN FÍSICO
¡Noticia!✨
🤍REPARTO🤍
1: Todo por madrugar
2: Los chicos tan mayores no me van
3: Roncola NO, por favor
4: La bella durmiente despertó
5: ¿Príncipe azul?
6: Las drogas no son mi rollo
7: Aquí no traigo a mis ligues
8: Chulo, creído e idiota, ¿qué más podía tener?
9: No te agregues como amor
10: Esta mañana olías a sexo
11: ¿Me acababa de llamar sexy?
12: La pelirroja peligrosa
13: ¿Quieres jugar sucio? Pues jugaremos sucio
14: De flor en flor
15: Toma de tu propia medicina listillo
16: ¿También te lo montarías aquí conmigo?
17: Soy como tú ángel guardián, aunque de ángel tenga poco
18: ¿Prueba o verdad?
19: Podrías invitarla a cenar
20: Intentas retener lo que sientes
21: Siempre has sido tú
22: Me vas a gastar de tanto mirarme
23: Eres buena chica y no quiero corromperte
24: Cosa que veo, cosa que quiero
25: Kate, no seas una rajada
26: Se huele a kilómetros que estás desesperada
27: Conductor borracho e imbécil
28: Actuando cual mosquita muerta
29: ¿Desde cuándo tú lloras por chicos?
30: La manera más fácil de desahogarme
31: No debí confiar, todos son iguales
32: Si quieres te quito las ganas
33: ¿Por qué fingiste que te gustaba?
34: ¿Año nuevo, vida nueva?
35: Me apetece volver a besarte
36: Siempre te acabas mojando por mí
37: Te encanta hacerte la dura
38: La improvisada cita perfecta
39: Si pierdes, iremos a París
40: No me dejéis mal delante de mis suegros
41: Boutiques parisinas fuera de mi presupuesto
42: Te quiero
44: Tu falda es una clara distracción
45: La nota debajo de la puerta
46: No te van los chicos inmaduros
47: No te has podido resistir a mí
48: La peor pareja de toda la gala
49: Cometió el error de salir contigo
50: Epílogo

43: Un retorno inesperado e innecesario

1.3K 61 4
By AusiMartinez

Nos encontrábamos frente la mesa de Chris, conteniendo la respiración mientras esperábamos una respuesta que fuera satisfactoria. Con la mirada clavada en nuestros ojos y con la mente pendiente de la voz al otro lado de la línea, movió la cabeza de lado a lado indicándonos que las cosas no iban según lo previsto. Colgó el teléfono despidiéndose de manera seca y fijó la atención en la pantalla del ordenador.

—¿Y bien? —preguntó Jace intentando que la respuesta de su padre fuera lo más directa posible, para aceptar cuanto antes nuestro fracaso. Apreté más fuerte el brazo de Jace intentando descargar la tensión acumulada, hasta que por fin Chris volvió dirigirnos la mirada.

—Han aceptado el acuerdo —respondió con una sonrisa relajada. No me podía creer que nos hubiera hecho pasar por ese mal trago durante tantos segundos—. Estoy orgulloso de vosotros dos, hacéis un gran equipo.

Salimos del despacho para que su padre siguiera trabajando y nos dirigimos hacia el nuestro. Una vez dentro, asegurándome de que nadie más nos podía ver, me lancé a los brazos de Jace y posé mis labios sobre los suyos demostrándole la felicidad que sentía.

—¡No me puedo creer que sin tener ni idea de lo que estaba haciendo, las cosas hayan salido tan bien! —exclamé antes de volver a saborear sus labios.

—Debes admitir que ha sido gracias a mí, sabes que tengo un gran poder de la convicción. —Sonrió entre beso y beso. Me aparté de él y lo observé mientras levantaba una ceja. Me volvió a acercar de inmediato y me besó de nuevo, pero esta vez, con más intensidad.

—Eres idiota —solté a milímetros de su boca y noté como la línea de sus labios se curvaba en la dulce sonrisa que adoraba.

Hacía unos días que habíamos vuelto de París, y no sabía muy bien cómo definir la relación que habíamos formado. La noche en que nos acostamos me había soltado que me quería, y ninguno de los dos había vuelto a sacar el tema.

Por otra parte, no habíamos vuelto a tener un contacto tan sexual como aquella noche, y a pesar de haber pasado pocos días, ya tenía ganas de volver a probar su cuerpo.

—Ya me estás imaginando desnudo otra vez... —murmuró sacándome de mis pensamientos.

Puse mi cuerpo recto y me dirigí hacia la mesa de trabajo.

—No digas tonterías, estaba pensando en todo lo que tengo que hacer hoy —contesté poniendo los ojos en blanco y seguidamente me centré en el documento de Excel.

—No te lo crees ni tú. —Se rio de manera sarcástica sabiendo mentía.

Los días fueron pasando, y entre los exámenes y él trabajo, solo podía ver a Jace entre papeles. A penas podíamos hablar sin que alguien nos llamara la atención, y mucho menos besarnos. Cada cinco minutos entraba el secretario de su tío a informarnos de nuevos movimientos, y eso me estaba volviendo completamente loca.

Lo peor era que no nos podíamos ver fuera de la oficina porque en mis ratos libres debía estudiar para poder sacar unas notas medianamente decentes, y, además, eso conllevaba a que solo pudiera hablar con Hayden entre clase y clase. Ya no sabía casi nada de su vida y yo solo le había podido contar la aventura en París por encima.

—Te noto tensa. —Los brazos de Jace se posaron sobre mis hombros y de golpe todo mi cuerpo se calmó. Empezó a hacer movimientos lentos con las manos y después presionó en los puntos más endurecidos de mi espalda.

—Vaya, no conocía esa faceta tuya —solté casi quedándome sin respiración por lo relajada que me estaba sintiendo.

—Hay muchas cosas que aún no conoces de mí. —Giró la silla hasta ponerme cara a cara con él y me retiró un mechón de pelo detrás de la oreja—. Como, por ejemplo, que cada día pienso en empotrarte encima de esa mesa y hacerte gritar más que en el hotel.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y me fijé en sus ojos, llenos de lujuria y deseo.

No podíamos hacer nada allí, nos podrían pillar, y, aunque fuera algo que me parecía excitante, no quería acabar en problemas ni que sus padres se enterasen de que teníamos una relación tan estrecha.

Su mano empezó a bajar por mi cuello, pasando por mi pecho y abdomen, y acabando en mi muslo. Acarició mi pierna mientras tiraba para arriba mi falda y le rodeé con los brazos para acercarme más a él. Retiró poco a poco mi ropa interior y empezó a rozar esa zona que sentía tan húmeda. Pequeños gemidos salieron de mi boca y me besó con delicadeza para callarme y que no armara más escándalo.

La manilla de la puerta empezó a girar y sin pensármelo dos veces lo empujé al suelo haciendo que soltara un gemido de dolor. Me recoloqué la falda como pude y volví a girar la silla hacia el escritorio.

—¿Qué haces tirado en el suelo de esa manera? —preguntó Helen desde la entrada del despacho.

—No, nada, estaba buscando un bolígrafo que se me ha caído —respondió mientras se tocaba la cabeza por el golpe que se acababa de dar contra el suelo.

—Va, deja de hacer tonterías y ponte de pie que te vas a manchar todo el traje. —Se acercó a él y le ofreció la mano para que se levantara. Jace la rechazó y se levantó por sí solo mientras se sacudía la suciedad del traje.

—No hace falta que me ayudes, se cuidarme solo —puso los ojos en blanco y volvió a su silla. Su madre lo ignoró completamente y dirigió la mirada hacia mí.

—¿Cómo te va? ¿Te estás adaptando bien? Espero que Jace no te esté llenando de mucha faena, sabemos que también estás estudiando y mejor que no te agobie en exceso —dijo con una gran sonrisa.

—Sí, la verdad es que, aunque no tenga mucho tiempo, estoy bastante cómoda aquí. Creo que de momento las cosas están saliendo bien —contesté satisfecha.

La verdad era que sí estaba un poco ajetreada, pero eran las consecuencias de aceptar el trabajo. Sabía a lo que me enfrentaba.

—Bueno, en ese caso, me alegro que te guste nuestra empresa. —Se dirigió hacia la puerta—. Y piensa que a final de mes vas a ganar dinero, espero que eso también te sirva de motivación —dijo antes de salir.

Mi primer sueldo real.

Quedaban pocos días para que lo cobrara y a pesar de que ya había ganado algo dándole clases a Lucas, no era para nada comparable.

—Me invitarás a algún sitió cuando cobres, ¿no? —preguntó descaradamente.

—Eso tengo que decidirlo yo, no te auto invites —contesté con el ceño fruncido—. ¿Dónde te gustaría ir? —pregunté por pura curiosidad.

—A cualquier sitio mientras sea contigo —soltó antes de partirse de risa—. Lo siento, ha sonado demasiado cursi. —Asentí y los dos nos empezamos a reír más fuerte.

—Ya hemos ido al cine, a comer juntos y hasta de viaje. La verdad es que no queda mucho más —contesté alzando los hombros—. Me encantaría ir a un spa, pero sola. —Abrió la boca haciéndose el ofendido y me volví a reír.

—Si vamos a otro sitio juntos, deberás admitir que lo que tenemos sí que son citas. —Se cruzó de brazos y me miró fijamente.

—Eso nunca —contesté con una gran sonrisa.

Narra Jace

Desde que se había firmado el acuerdo, llevábamos unos días trabajando demasiado. Todo había sido muy precipitado y apenas tenía tiempo para descansar, cosa que me jodía muchísimo.

Lo que más me apetecía era pasar más tiempo a solas con Kate, aunque me costara admitirlo. Después de lo que había pasado en el hotel, no me la había podido sacar de la cabeza. Era más perfecta de lo que me imaginaba, incomparable a las otras chicas con las que había estado.

Tenía muchas ganas de que se volviera a sentir tan especial como esa noche, y, sobre todo, que admitiera que estaba loca por mí.

Esa incertidumbre de no saber si podía ser mía o si estaba realmente interesada en mí, me estaba matando. Nunca me había costado tanto conseguir a una chica.

Llegué a mi habitación después de un largo día en la oficina y lo primero que hice fue tumbarme en mi cama a revisar los mensajes.

Aún no me había escrito nada, debía estar haciendo faena o estudiando, como cada tarde, así que tuve que contenerme para no irla a buscar y llevármela para que se evadiera de todo.

Escuché el timbre de la casa y de inmediato revisé la hora en mi reloj. Aún era media tarde, era imposible que mis padres hubieran vuelto de trabajar, por lo que podía ser cualquier persona, y deseaba que fuera ella.

Bajé emocionado por las escaleras, imaginando que Kate había encontrado un hueco para venir a verme, pero por desgracia, todo se desmoronó cuando abrí la puerta y me encontré a mi hermano mayor detrás de ella.

—¡Qué pasa hermanito! ¿Me has echado de menos? —preguntó acercándose a mí para darme un abrazo.

Me quedé paralizado ante él. Habían pasado dos años desde la última vez que nos habíamos visto, y sin avisar, cuando toda mi vida empezaba a ir bien, volvía a aparecer para estropeármelo todo.

—¿De qué vas? —contesté al segundo apartándome de él—. Llevas todo este tiempo sin dirigirme la palabra y ahora me vienes de buenas pretendiendo que te trate como si nada. —Crucé los brazos y lo fulminé con la mirada dejando una distancia entre nosotros.

—Perdóname, es que Nueva York y Lindsay me han tenido demasiado ocupado. Además, continué estudiando y trabajando así que, imagínate el poco tiempo que he tenido. —Se rio para intentar calmar la tensión, pero a mí no me estaba haciendo ni puta gracia su vuelta.

—No me jodas. No me vengas con la excusa de que no has tenido tiempo ni para una puta llamada —espeté notando como mi rabia aumentaba por momentos.

—En realidad sí, pero prefería alejarme de la familia por un tiempo. Entiéndeme, vivir bajo la presión familiar es una mierda, mucho más teniendo este estatus tan importante que tenemos que conservar.

—¿Sí o qué? Lo he tenido que aguantar mucho más que tú, encima completamente solo. No tienes ni putísima idea de lo duro que he tenido que trabajar para mostrar la imagen de un hijo perfecto frente a sociedad.

—Entiendo que estés cabreado, pero ¿de verdad que no te alegras de verme? —preguntó con una mueca de disgusto—. Aunque no te lo haya parecido, yo sí que he echado de menos a mi hermanito pequeño, sobre todo he echado de menos molestarte.

—Que te den por culo —solté antes de volver a mi habitación.

No me podía creer que nadie me hubiera comentado nada de su vuelta, ni si quiera mis padres que seguro que estaban enteradísimos del tema. A lo mejor por eso se habían comportado de una manera tan extraña durante toda la semana, prestándome más atención y, sobre todo, preguntándome a cada rato qué tal estaba.

Me había costado dos años intentar destacar por encima de mi hermano, aunque solo fuera en el trabajo, y por culpa de su vuelta, mi éxito con Kate no se valoraría de la misma manera.

Tenía muchísimas ganas de coger el teléfono y hablar del tema con ella, pero decidí aguantarme y esperar a verla en persona. No me apetecía distraerla, y mucho menos molestarla con mis tonterías familiares.

—¿No piensas bajar a cenar? —dijo una voz ronca masculina desde la puerta de mi habitación. Entreabrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado sobado en la cama así que, me froté los ojos, y bajé al comedor sin ni siquiera mirarlo. Oí un suspiro detrás de mí y seguidamente me siguió por las escaleras.

—¡Jace! Ya nos ha explicado Blake que os habéis saludado esta tarde. En teoría llegaba por la noche, pero me alegra que os hayáis encontrado antes, así habréis podido poneros al día —comentó mi madre emocionada.

—¿Cómo se os ocurre no decirme esto? —pregunté conteniendo la rabia y respirando lentamente para no desatarme.

—Pensábamos que si lo guardábamos en secreto te haría más ilusión —respondió mi padre con una sonrisa—. Está muy fuerte y mayor, se nota que Nueva York le ha hecho crecer y madurar.

—Tampoco he cambiado tanto —dijo mi hermano humildemente. Provocando que la rabia volviera a mí. No podía dejar de intentar ser perfecto ni un puto segundo—. Jace sí que ha crecido un montón. Veinte añazos que tiene ya. Cuando me fui era un crio de dieciocho.

Asentí ante su comentario y seguí comiendo para intentar no hablar de nada más. Lo que menos me apetecía era que empezara a decir lo bien que le había ido en Nueva York y los planazos que había hecho.

—Aún no nos has contado porque has venido. Estoy muy intrigada. ¿Es una simple visita, algún trabajo, u otra razón que desconocemos por completo?

No tenía ni idea de que mi hermano había venido así como así. No era propio de él no justificarse y la verdad, eso me empezó a extrañar e hizo que me volviera a interesar en la conversación.

—Bueno, es algo simple. No solo he venido de visita. Ahora que ya he terminado el máster, pensaba quedarme aquí bastante tiempo. No sé exactamente hasta cuándo, pero no es un viaje pasajero.

—¿Me estás diciendo que vas a volver a vivir con nosotros? —pregunté con la boca abierta. No me podía joder más las cosas. No era el momento, no quería tener que verlo cada día y que se volviera a meter en mi vida—. ¿Por qué?

No entendía las razones, estaba perfectamente en su casa, viviendo con su novia y teniendo su soñado trabajo.

—No es que nos molesté que vuelvas, en absoluto. Tenemos sitio de sobras y también te queremos un montón, pero yo tampoco entiendo esta decisión repentina —dijo mi padre intentando comprender la situación.

—Lindsay y yo lo hemos dejado —soltó la bomba haciendo que todos dejáramos de comer y que le miráramos atentamente—. Y eso ha conllevado que me despidan del trabajo —acabó de decir sin que ninguno de los presentes nos lo esperáramos.

Al parecer el hijo prodigio, tenía defectos, cosa que realmente no me esperaba, pero que en parte me alegraba.

♥♥♥

AM: ¡Ha vuelto Blake a casa! Y al parecer a Jace no le hace mucha ilusión que digamos... Por no hablar de que no ha venido a pasar el rato, sino que se piensa quedar ahí por un largo tiempo, ¿Qué habrá pasado con Lindsay?

Quiero confesaros que aunque Blake haya aparecido casi al final de la trama, es uno de mis personajes favoritos, aunque soy consciente que es alguien que o odias o amas!!! Ya me diréis si os acaba cayendo bien o mal :)

¡¡Muchas gracias por leer y apoyar la novela!! No olvidéis dejar vuestro voto y algún comentario de esos que siempre me sacan una sonrisita.

IG: @ausi365

Continue Reading

You'll Also Like

55K 7.2K 45
🌷 Historias microscópicas del HunHan, inspiradas en fanarts y escritas en algún momento de melosa inspiración 🌷 🌷 Pareja: HunHan (Sehun/Luhan) 🌷...
2.6K 106 9
"El Colectivo que nos Presentó." Mili es una amante de las novelas de romance. Ella siempre quiso vivir una historia como las que lee. Pero sus exper...
23.3K 1.8K 29
-¿Hasta el fin Alegría?-Me pregunto con esos ojos que me volvían loca de pensar que solo me miraban a mi. ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~ Secuela de "¿Po...
72.9K 8K 48
Una chica que vive a la velocidad de la luz y sin parar de intentar cambiar su destino. Un chico de recorrido largo y calmado, sin muchos disturbios...