Suspiro. Nada mejor que despertase con el hermoso ruido de la ciudad de Nueva York a lo lejos. Los suburbios cada vez están más silenciosos, y se escucha el ajetreo de Manhattan... ¿Qué horas será? Miro mi despertador y... ¡SANTA MADRE!
Me levanto de la cama tropezando con todo lo que decido posponer a ordenar, y a duras penas llego a la puerta del baño. Miro mi reflejo en el espejo y casi me da un paro cardíaco. Mis ojos azules están rodeados de unas bolsas negras, y en mi cabeza lo único que se ve es una gran maraña de cabello castaño.
Vuelvo a mi pieza y tomo lo primero que encuentro: una polera blanca, jeans azules y vans negras. Nada del otro mundo. Vuelvo al baño, y me doy una ducha rápida y lavo mis dientes.
- ¡Emily! ¡Vas a llegar tarde!- Grita mi madre desde la planta baja. Como si no supiera después de estos 4 años que llevo en el instituto, que si me levanto a esta hora, llegaré tarde.
- ¡Lo sé! ¡Voy lo más rápido que puedo!- respondí. Tomé mi mochila que tenía ya arreglada del día anterior con mis libros correspondientes, y bajé corriendo a la primera planta. Claramente el destino quería saludar, así que cuando llego al último escalón, mis pies dejan de funcionar y caigo de bruces al suelo.
Miro al cielo diciéndo- ¿Era necesario?- Sin esperar respuesta, me levanto y encamino a la cocina. Al entrar, me encuentro con mamá y mis hermanos pequeños.
- Hola demonios- beso primero a mi hermano Matt de 14 años, luego a Cody de 10 y por último a mi mamá - y Hola hermosa madre-
- Emily, no es necesario que finjas estar contenta.- me dijo Matt- Todos saben que odias el primer día de clases- Es cierto. Pero sí estoy contenta, al saber que es mi último primer día.
- Me conoces tan bien pequeño- le respondo desordenando su cabello. Afuera suena una bocina de un auto, indicando que me han venido a buscar- Adiós familia- Mi plan era salir, pero no así el de mi madre.
-¡Alto!- mi madre me dice y me vuelvo.- Aquí comienza la etapa final de tu época escolar. Quiero una foto-
- Mamá, Connor y Melissa me están esperándo afuera- No quiero fotos. Mi cara no es precisamente la de una modelo a estas horas de la mañana.
- Emily, sin peros. Acércate- Hago lo que mi madre dice y después de mucho intentar, encuentra la manera de sacar una selfie.- Perfecto. ¡Suerte hoy!-
Voy corriendo a la salida y escucho como Connor vuelve a tocar la bocina. Joder, que impaciente. Subo al auto en la parte trasera y veo que mis 2 amigos estan hablándo.
- Hola par de tórtolos. ¿Listos para el último primer día de la tortura escolar?- pregunto poniéndome el cinturón de seguridad
- ¡Claro que si! Tengo las tareas de todo el año en mi bolso- me responde Mel sarcástica. Ruedo los ojos.
- Que graciosa Melissa- digo tambíen sarcástica- ¿Por qué mejor no le dices al feo de tu novio que arranque? Estamos llegándo tarde-
-Hermoso novio ¿puedes arrancar?- dice Melissa a Connor.
- No hasta que me des un beso- le dice el cursi de Connor.Que empalagosos. Juro que me está dándo un coma diabético con tanta dulzura.
-Gracias por hacer que me ponga incómoda. Recuérdenme lo que acaban de hacer la próxima vez que les pida un aventón- digo. Los dos sólo se limitan a reir.
- Ok, enojona- Dice Melissa mientras Connor pone en marcha el auto.
Connor y Melissa son mis mejores amigos. Se conocen de casi toda la vida, pero hace un tiempo es que dejaron de verse como amigos y comenzaron a salir. A Connor lo conocí cuando tenía, más o menos once años. Nuestros padres trabajaban juntos y siempre nos llevaban a las reuniones de amigos de trabajo. Aún recuerdo la primera vez que lo vi. Sus ojos profundamente azules, denotaban inocencia pura. Pero bastaba que sus padres lo dejaran solo, para que saliese a buscar otra travesura que hacer. Desde ese momento hemos sido inseparables. Somos más como hermanos.
Melissa ha estado conmigo desde el jardín de niños. Siempre hemos sido como uña y carne. Cuando éramos niñas creían que éramos hermanas, debido a que teníamos el mismo color de cabello. Por detrás nos veíamos idénticas. Pero bastaba que nos diésemos vueta para que se mostraran mis ojos azules, versus los cafes de Mel, para que la gente se diese cuenta de lo equivocados que estaban. Y ya con el paso del tiempo nos fuimos diferenciando más. A Melissa se le fue aclarando el cabello hasta tenerlo castaño claro, mientras que el mío siguió igual.
Al mirar por la ventana veo que ya estamos en el instituto. Nos bajamos del auto y Connor se despide de nosotras y se va con sus amigos, mientras que Mel y yo, donde nuestras otras amigas: Claire y Lucy.
Al bajarnos vienen este par de tontas corriendo hacia nosotras y bueno, nosotras hacia ellas. Al llegar todas comienzan a preguntarse cosas del verano y yo como buena, paciente y calmada persona que soy, hago lo más inteligente...
-¡CÁLLENSE!- grito, haciéndo que me gane algunas miradas de los chicos que por ahí pasaban, cosa a la que le resto importancia, porque de nosotras 4 ya deben de estar acostumbrados.- ¿Y si hablamos de a una?-
-Tienes razón- dice Lucy -Hola- y nos saluda con un beso en la mejilla a mi y a Melissa.
-Gracias por ser civilizada Lu- le digo
-No me llames así Emilia- Respónde mirándome mal
-Touché- Definitivamente no me gustaba que me dijeran Emilia. El nombre no me disgustaba, pero me traía malos recurdos de una odiosa profesora que así me llamaba.
-Hola jirafa- me dice Claire, luego de ya haber saludado a Melissa. Es una pequeña broma que tenemos. A mi me dice jirafa por lo alta que soy.
-Hola hormiga- respondo.Mientras que yo le digo a ella hormiga, porque es bastante baja.
-Creo que es momento de buscar los horarios y pasar a dejar las cosas en los casilleros- Dice Melissa- No quiero tener una anotación el primer día por llegar tarde-
- Tienes razón- dice Lucy. Nos encaminamos a la entrada del edificio y vamos en busca de los horarios.
Despúes de buscar horarios y comparar clases con mis amigas, fui a dejar mis libros en mi casillero y saqué lo que necesitaba para mi siguiente clase: Biología. Y por desgracia, el primer período es sin ninguna de mis amigas.
Estaba por llegar al salón cuando recuerdo que se me olvidó mi estuche en el casillero. Veo mi reloj y me doy cuenta que aún queda tiempo para ir en busca de él. Cuando llego, me encuentro con una no muy grata sorpresa... La perr... Jenny ... está dándole un asqueroso beso a un chico que no logro reconocer, justo en mi casillero, impidiendo que pueda sacar mis cosas. Me acerco más a ellos y me aclaro la garganta para que puedan moverse y continuar lo suyo en otro lado. Pero al parecer las hormonas de estos adolescentes están tan altas, que ni se inmutan de mi presencia. Suspiro exasperda. No tengo todo el día. Los empujo y abro mi casillero.
- Perdón, pero estábamos ocupados- me dice el chico aún sosteniéndo a Jenny
- ¡Oh, perdón!- respondo de manera sarcástica, mirándolo- No me di cuenta que estaban compartiendo saliva en mi casillero. No me molesta que lo sigan haciendo, pero yo también estoy ocupada y me tapaban el paso- me doy vuelta y saco mi estuche del casillero.
- Ah, ya entiendo todo- dice él. Yo cierro la puerta de mi casillero y me vulevo a mirarlo. Ya soltó a Jenny, y ésta, nos mira con una aburrida expresión en la cara.-No pidas perdón, Clarkson, sé que es por celos- me dice el irritante de Will Thompson, el compañero de football de Connor. Lo miro sin comprender. A este chico si que le fallan neuronas.
- Cada año eres pierdes más neuronas William- digo y me voy chocándo mi hombro con el suyo al pasar. Típico de la gente de su especie. Jura que como es popular, todas las chicas que pasen cerca de él, caerán rendidas a sus pies. No sé que le ven a este complejo de ser humano. Cada vez que habla suelta gilipolleces. Y no es tan guapo. He visto mejores...
Bueno, no. Pero eso no quita el hecho de que abre la boca y todo su encanto se va por el carajo.
Al llegar al salón, me siento en uno de los puestos de al medio y comienzo a conversar con las chicas que estaban allí, acerca de temas triviales. Cuando el profesor entra me acomodo y presto atención a lo que va a decir. Me giro para hablar con mi compañera de puesto, pero me percato que se fue con otra chica. ¡Traidora!
- Bueno chicos, soy el profesor Guzmán y seré su profesor de biología este año. En esta asignatura veremos acerca de...- comienza a decir el profesor.
- ¿Puedo pasar?- lo interrumpen desde la puerta.
El profesor bufa- Señor Thompson, tarde. Primer día y ya con atrasos. Que no se repita, o tendrá una anotación. Vaya y tome asiento- miro alrededor y compruebo que el único asiento disponible es junto a mi. Miro a William y veo que viene sonriendo hacia el puesto.
Se sienta junto a mi y se acerca a decirme algo en la oreja- Veo que no te puedes separar de mi Clarkson- Se endereza en su asiento, pero mantiene su sonrisa burlona.
Miro al techo y suspiro rendida. Qué manera de empezar el año.