- Boun, ¿podrías por favor dejar de untar tu maldito pene contra mi muslo?
- Mmm, no. – Gime el rubio, mordiendo el hombro delgado del omega.
- Tu celo fue hace dos días. – Se quejó el castaño.
- ¿Y?
Prem se ríe, apretando el miembro del rubio, haciendo que este gimiera.
- Haz eso otra vez. – pidió con una voz algo necesitada.
- ¡No seas asqueroso! – le golpea el hombro. – Párate o suéltame, debemos ir a la escuela, es nuestro último día.
- Ve tú. Yo estoy harto de toda esa gente. – Se acomoda, soltando a Prem, terminando por abrazar su almohada.
- Vamos Boun. – El castaño lo mueve para llamar su atención. – Por favooor.
- No.
- Cuento tres. – terminó sentenciando el pequeño cansado con la testarudez del rubio.
- Hasta mil sí quieres. No iré.
- Uno
- Lárgate.
- Dos
- Eres insoportable. – Dice el rubio levantándose para caminar al baño. El castaño sonríe ampliamente para terminar siguiéndolo por la espalda.
- Tres. – El omega cierra la puerta del baño detrás de sí.
(...)
Después de una larga ducha, compartida, ambos salen y se visten para su último día de preparatoria.
- Estoy tan feliz y triste a la vez. – Prem junta sus manos, caminando por los pasillos, mirando a todos lados.
- Odio a todos, así que estoy feliz. – A su lado Boun le comenta.
- No puedes ser tan agrio, Boun. – El castaño le da su mochila porque su espalda había ya comenzado a doler. – Deberías apreciar a la gente que Dios pone en tú camino.
- Aprecio más a la que me quita. – El rubio abre su casillero, masticando el chicle que el castaño le dio en el autobús.
- Ugh, no seas así. – Responde el omega haciendo un pequeño puchero.
- Soy así, lo siento, no puedo cambiar. – El rubio responde sin mirar al pequeño.
- Okay. – El castaño encoge los hombros, sacando un chocolate de su mochila. - ¿Irás al trabajo hoy?
- Me quedare en casa. – dice quitándole el chocolate al omega y se lo come, de un bocado.
- ¡OYE! – grita en protesta el castaño.
- Mucha azúcar.
Cada quien va a su clase correspondiente, según la clase que le tocaba. Prem compartía esa con Earth. El chico era una gran compañía, y más aún cuando no había nada que hacer. Como era el último día, los maestros no podían marcar tareas o hacer alguna actividad. Las calificaciones ya estaban dadas, o al menos la mayoría. Prem sentía frío por más que no hubiera ni una pisca de viento, pero quería sentir el calor de Boun cerca. El maestro dijo que podían salir y hacer lo que se les diera la gana, siempre y cuando no saliesen de la escuela.
Prem junto a Earth van al comedor, la mayoría de los estudiantes de último año estaban ahí, todos luciendo felices ya que por fin había terminado la escuela.
- ¿Es hora cuando todos se ponen a bailar? – Pavel llega sonriendo. – "We're all this together". – Canta Tratando de hacer el baile final de High School Musical.
- No seas idiota Pavel. – Prem se ríe. - ¿Irás al baile está noche?
- Claro que sí, mis padres me dieron permiso porque pasé algebra. – Éste abrazó al omega. – Muchas Gracias Premie.
- De nada. – El pequeño omega sonríe devolviéndole el abrazo.
- Te quiero lejos de mi omega ahora mismo. – Exclamó el rubio.
- Como digas, primito. – El alfa menor se aleja, no sin antes revolverle el cabello al castaño solo para molestar al rubio.
- ¿Irás al baile con alguien? – Le pregunta Earth algo curioso a Pavel,
- Naah. – responde el alfa.
- Ven Prem, vamos a conseguirte algo de comer. –
- ¡Yaay! - aplaudió el omega, antes de seguir al rubio.
Boun le compra a Prem un poco de fruta con miel y un yogurt para beber. El castaño no se refería a eso para comer pero bueno, comida era comida. En su último día no hicieron más que platicas y recordar viejos momentos. Prem sentía nostalgia, Ohm, Fluke y Earth tenían planes de ir a la universidad y no era precisamente en su ciudad.
- Entonces... ¿se irán? – El omega limpia sus mocos con la servilleta que Boun le había entregado. - ¿Nos van a dejar?, ¿Mi bebé no tendrá tíos?
- Dio, Prem, eres un llorón de lo peor. – Boun niega con la cabeza algo divertido.
- Lo siento, es que esto me pone muy sentimental.
- Ohm, recuérdame nunca quedar embarazado. – Dice Fluke ante la actitud de su amigo.
- A mi también. – Ahora era Earth el que hablaba.
- Tú no puedes. – Le recuerda Pavel.
- Pero si puedo dejar a alguien. – Le guiña un ojo.
(...)
Por la tarde Prem ha tomado otra ducha, su cuerpo ha decidido cambiar de temperatura cuando quería de nuevo. Con su cabello húmedo y vestido de un bóxer y una camisa vieja de Boun, comienza a buscar su mochila. Una que trajo hace poco y donde guardaba su ropa bonita. No se pondría un traje esa noche, con su barriga así se vería ridículo. Encuentra la mochilá en la parte superior del armario, odiando a Boun por ser una jirafa y más por haberla puesto ahí.
Va a la cocina por una silla, arrastrándola hasta la habitación con mucho cuidado. Subiéndose algo nervioso jala de la mochila haciendo que caiga al suelo junto con una misteriosa bolsa de super de color negra. Extrañado Prem se baja de la silla agachándose para recoger sus pertenencias y aquella bolsa. Se sienta en la cama y la abre con cuidado, al ver que dentro de ella queda completamente sorprendido porque Boun tenía dinero, mucho dinero.
- ¡Prem! – Oye la voz del alfa entrar a casa. – Ya llegué ¿Dónde mierda estas? – Su voz se va acercando hasta llegar a la habitación.
- ¿Para qué tanto dinero? – Es lo primero que pregunta el omega cuando el alfa entra en la habitación.
Boun le quita la bolsa de su regazo, amarrándola nuevamente, para luego tirarla al lugar donde estaba guardada anteriormente.
- Creí que no tenías. – Prem no podía quitar el tono de sorpresa en su voz.
- Iba a servir para algo. – Responde Boun, sin darle tanta importancia al cuestionamiento del menor.
- ¿Para qué exactamente? –
- Quería pagarte el viaje de graduación, pero cuando al fin tenía todo el dinero ya estaban cerrados los cupos y el último día de pago había pasado, así que decidí seguir ahorrando para el bebé.
- Oh.. eso es lindo. – Prem sintió como su corazón se hinchaba de felicidad ante las palabras de su alfa.
- Lo sé. – respondió el rubio.
- Egocéntrico.
- Tengo mis razones.
- Entonces... - Prem avanza quedando frente al rubio y picando su estómago habla. - Ibas a hacer algo romántico para mí.
- ¿Qué le ves de romántico a eso, Prem? – Respondió Boun sin entender los niveles compresivos del menor.
- Déjame soñar, al menos una vez. – Termina diciendo el pequeño, haciendo un leve puchero con los labios.
- Si, si. – habla, para luego dar un suave beso en los labios del omega. – Pero no sueñes tanto porque tenemos que ir a ese estúpido baile.
- Cierto ¿A dónde fuiste?
- Por ahí. – responde sin más el alfa, para darse vuelta para entrar al baño a darse una ducha.
(...)
Prem como un poco de frituritas en la sala mirando la televisión, mientras oía la regadera correr. Cuando su bolsa de papitas se acaba; "Lo cual lo pone triste" ; se lava las manos y comienza a buscar la ropa que se pondría para el baile.
- ¿Sabes? Para ir al baile tiene que vestirte mucho – Horas después Boun dice, viéndose al espejo abrochando su cinturón. – Y para quedarnos en casa no hay que usar nada, si entiende lo que digo.
- Lastimosamente lo hago. – Prem acomoda su camiseta, empujando al alfa para ver como lucía frente al espejo. - ¿Crees que es mejor está o la negra?
- ¿Qué negra?, casi todas tus camisas son negras.
- Me hacen ver delgado. – Se termina quejando el omega.
- Eres delgado normalmente, ahora solo estas embarazado. – dice el rubio de una manera casi obvia.
- Como digas, señor vientre marcado. –
- Está en mi naturaleza Prem. En la tuya está ser relleno, lo sabes. – Vuelve a comentar como si lo que hablará era lo más obvio del mundo.
- ¿Qué hay de Earth?, él tampoco es alfa como mucho y es delgado. – El omega habla, sin querer perder aquella discusión con el alfa.
- Es beta, los betas pueden hacer lo que quieran es su naturaleza.
- Entonces odio la mía. – El omega se cruza de brazos y frunce el ceño.
- Lastima. – Boun besa los rosados labios del omega, de una forma pausada y largo, sacando suspiros por parte del más bajo. – A mi me encanta. – Concluyó con la discusión.
(...)
Antes del famoso baile hay una ceremonia, una a la cual asisten todos los familiares de los graduados, los padres de Prem y Boun se están conociendo y al parecer se empezaban a caer bien. El alfa se pavonea orgulloso, cuando su omega le entregan su reconocimiento y diploma como uno de los mejores promedios de la generación. Prem sube al escenario con ayuda del alfa. Sus maestros lo felicitan por sus logros y el bebé algo atrasado, sí.
- Te tengo algo. – Dice Boun, buscando en los bolsillos de su pantalón.
- ¿Es por lo que saliste de hoy en la tarde? – pregunta emocionado él omega.
- Aja.
Saca una cajita transparente de plástico. Dentro hay una flor azul con brillos y destellos verdes artificial. Prem abre su boca llevándose las manos al pecho. Era una costumbre entregarle una flor y amarrársela al omega en la muñeca ya sea mujer u hombre, para hacerlo el emparejamiento oficial.
- Boun yo ...
- ¿Me vas a dejar ponértela? – El alfa alza una ceja, mirando al omega asentir repetidas veces.
- Mierda, sí, sí. – Casi grito emocionado el pequeño castaña, dando saltitos de emoción en su lugar.
El castaño extiende su brazo derecho, dejando que el alfa amarrara el listón negro de aquella hermosa flor.
- Listo.
Prem abraza el más alto con pequeñas lagrimas en los ojos y su abultado vientre entre ellos.
- Está pateando mucho. – Prem dice riendo.
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Una vida me demore en actualizar está historia, pero al fin estoy de vuelta, como siempre agradecer a las personitas que siguen leyéndola, muchas muchas gracias por apoyarla, espero que les guste mucho este capítulo.
No se olviden de votar y comentar.
Nos leemos pronto.