Que tal aquí empezamos con un fanfic que tenía antes en mi cuenta de YouTube. Espero y lo disfruten.
Quiero decir que este fanfic contendrá algunas ilustraciones hechas por mi para un mejor entendimiento.
Aclaró que este fanfic está prohibido de subir a Youtube a menos que sea yo, de lo contrario lo reportare.
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"Hace mucho tiempo, los dioses menores llegamos a su mundo."
"En la jerarquía de los dioses, somos gobernados por el rey del todo Zeno-sama, Seguido de los Ángeles guardianes que se encargan de vigilar a los dioses de la destrucción, después tenemos a estos mismos, quiénes se encargan de destruir para conservar el equilibrio del universo, y por consecuente, tenemos el otro lado de la moneda, los que se encargan de crear vida conocidos como "Kaio-shins."
"En la penúltima escala se encuentran los kaio-samas, quienes son los encargados de vigilar uno de los 4 sectores de su universo correspondiente."
"Y por último.... estamos nosotros los dioses menores o terrestres."
"Quién se nos dio la orden de vigilar a una de las razas que el había creado.... los humanos."
"Gracias a esto llegamos a su planeta."
"Disfrutando con ustedes la vida de dificultades e inconvenientes."
"Solo podemos ofrecerles una cosa. Nuestra bendición, es decir, el poder para pelear contra Monstruos."
"Aquellos que reciben este poder se convierten en nuestros sirvientes."
"Nuestra familia."
"Es un verdadero fastidio tener esta jerarquía, pero no nos podemos quejar, ya que así lo decidió el gran Zeno-sama."
"Sin embargo, nadie esperaba que un chico proveniente de otro planeta cambiaría el destino del mundo."
"En cierta ciudad. Hay un calabozo aparentemente infinito con diversos y numerosos pisos."
"En el interior habitan una gran variedad de horribles monstruos."
"Miles de aventureros arriesgan sus vidas cada día, con tal de ganar fama, fortuna y sobre todo vivir la aventura."
"Sin embargo, pocos logran hacer eso, ya que muchos mueren en el intento y más si son novatos."
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Quinto piso de la Torre calabozo.
Un enorme minotauro corría por los extensos pasillos de la Torre.
Este ser se encontraba totalmente furioso, dando un grito aceleró más el pasó.
Adelante de el, una figura con un peculiar cabello en puntas se movía a gran velocidad.
La Figura daba una sonrisa a su perseguidor, mientras poco a poco el se iba alejando con más velocidad.
"¿¡Que sucede!? Si no aceleras más no podrás atraparme."
Esta persona, llevaba un Dogi de combate color marrón, acompañado de un pantalón negro y botas igualmente marrones.
Sus músculos también eran de admirar, pues se veían muy marcados a pesar de su corta edad. La cual aparentaba alrededor de 17 años
El minotauro furioso dio otro rugido, incrementando de nuevo su velocidad por los pasillos del calabozo, su aliento se podía ver claramente, con furia solo pensaba una cosa atrapar al humano.
Mas delante de su posición actual el camino se agotaba. Dando una ultima sonrisa el joven mencionaba:
"Parece que se terminó el juego."
Una vez llegaron al final del camino, el joven se detuvo, dio la vuelta y espero a que su perseguidor llegara a él.
El minotauro rugió por ultima vez, al ver a su joven presa sin escapatoria.
Poniéndose en una pose algo peculiar, el chico esperaba el momento del ataque.
Aquel Minotauro, no espero y tan pronto como tuvo la oportunidad, soltó uno de sus poderosos golpes. Ese chico seguía manteniendo su sonrisa, mientras esquivaba el poderoso ataque de ese monstruo.
Los golpes resonaban con la base de la pared donde quedaban incrustados, si tan solo una persona normal recibiera uno solo de esos golpes seria lo suficientemente potente como para matarlo.
Sin embargo, este chico sonreía con gran energía.
El Minotauro se enfurecía más al ver que ningún golpe acertaba.
"Muy bien, ahora es mi turno."
Esquivando el último ataque. El misterio chico conecto un golpe en el rostro del gigante monstruo.
Al recibir el golpe este retrocedió, agarrando su nariz con fuerza, gotas de sangre brotaron, mientras esté comenzaba a perder el equilibrio.
"Vamos continuemos."
El chico daba señal para que continuarán su enfrentamiento.
El minotauro empezaba a retroceder, al parecer los papeles habían cambiado y el minotauro se había convertido en la presa.
De repente, en ese momento, varias líneas de luz aparecieron sin previo aviso en el cuerpo del minotauro.
Sangre fluía fuera de sus extremidades, la criatura solo daba gritos de dolor, hasta que una línea de luz llegó a su cuello cayendo muerto.
Una lluvia de sangre emergió al cortar su cuello, salpicando al Joven de cabello en puntas.
De entre la lluvia de sangre salió una espadachín rubia envuelta en equipo azul con ojos dorados.
"Este.... ¿Estas bien?"
Está pregunto al joven quien no sabía que decir.
Está chica había terminado con la vida del minotauro. Sin embargo, una gran sonrisa brotaba de él, mientras decía:
"¡Eso fue increíble!"
Ambos se miraban el uno al otro, sin saber que por ese incidente cambiaría el destino de ambos.
Son Goku el Guerrero Aventurero Capitulo 1.
Corriendo por las calles de la Ciudad Orario, el joven bañado en sangre aceleraba el paso muy feliz.
Las personas del lugar lo miraban, unas con horror y otras con desagrado, por el hedor que desprendía.
El llegaba a un edificio, este edificio era un gremio dónde los aventureros podían registrarse para poder emprender la aventura en el calabozo.
Pero no solo eso, también te permita cambiar cristales, mejor conocidos como piedras mágicas por grandes recompensas.
En la entrada del gremio una hermosa mujer se preparaba para entrar.
Como una asesora de la administración del Gremio, Eina Tulle cambió su enfoque del libro en su mano y levantó la cabeza.
Tenía un par de orejas delgadas y puntiagudas y ojos claros color esmeralda.
Su cabello castaño hasta los hombros tenía un brillo hermoso. Esa hermosa apariencia no era del mismo tipo que la de los Elfos que parecían ser puros y perfectos, sino más bien del tipo natural.
Llevaba un uniforme del Gremio en su cuerpo delgado, un chaleco negro y pantalones del mismo color, haciéndola extremadamente hermosa.
Su disposición como mujer profesional hacia que otros sintieran que era bastante accesible.
La verdad es que esta joven mujer era una mezcla entre un humano y un Elfo.
"¡¡Einaaaaaaaaaaaaa-saaaaaaaaaaaan!!"
Ella reconoció enseguida esa voz y volteo.
"¿¡Goku-kun!?"
Dijo, para verlo mejor, cubierto de sangre acercándose cada vez más.
La reacción que tuvo fue de espanto, al verlo en ese estado.
"¡¡Hola! ¡Cómo te va!!"
Llegando despreocupadamente, el joven Goku mostraba una sonrisa feliz.
Los minutos pasaron y ambos se encontraron en el gremio.
Goku se encontraba ahora sentado en un extremo limpiándose con una toalla, al parecer se había tenido que bañar y solo se estaba secando.
Mientras al otro extremo, Eina lo veía detenidamente con una mirada, que en breves instantes Goku sintio un escalofrío recorrer su cuerpo.
"¡Goku....! ¿¡Cuántas veces te he dicho que no debes aparecer en esas condiciones!?"
"Sé que te gusta pelear contra los monstruos del calabozo, pero creo que deberías tomártelo con calma."
"¿¡Qué crees que pensará la gente cuando te vea en ese estado!?"
"¡Rayos que voy a ser contigo!"
"Lo siento mucho, pero está vez no fue mi culpa Eina."
Decía Goku con una Gota sudor, esperando y su amiga no se enojará más con él.
"¿No? ¿Entonces?"
Pregunto ella curiosa, queriendo saber la razón de porque su amigo estaba en tal situación.
"¡Verás estaba en el quinto piso luchando contra un Minotauro, cuando una chica apareció de repente cortándolo!"
"¡Fue increíble! ¡A una gran velocidad acabo con el!"
"¡Sin duda, ella es alguien fuerte!"
"¡Cada vez que la recuerdo me dan ganas de enfrentarme a ella!"
"¡Vaya Goku, así que te enamoraste!
Su amiga decido burlarse un poco de él, sin embargo, pronto supo que no era una buena opción.
"¿Enamorar? ¿Qué es eso?"
Al escuchar eso, Eina cayó al estilo anime.
Era posible que este joven fuera tan inocente, como para no conocer de estas cosas.
"Rayos no sé cómo puedes ser tan inocente en esas cosas."
"Jajajaja."
Goku solo reía de su acción.
"Bueno.... ¿Y como se llama? o ¿Como es?
"¡Se llama Ais Wallenstein!"
"¡¡¡Ehhhhhhhhhhh!!!"
Eina se sorprendió por ese nombre.
"¿La conoces?"
"Si. Ella es de la familia Loki, si no mal recuerdo su nivel es 5."
"Dicen que es una de las mejores espadachines de Orario."
"Tanto que los dioses le otorgaron el título de la Princesa de la Espada."
"¡Waouuuuu!"
"¡Entonces ella es impresionante....! ¿Crees que pueda luchar contra ella?"
"Tu solo piensas en pelear, jajajaja."
"Me temo que no, recuerda que tú ya recibiste la bendición de la diosa Hestia."
"Y te convertiste en parte de su familia."
"Así que hay varías razones por la cual no podrás acercarte a una de las líderes de la familia Loki."
"Rayos no sabía que pertenecer a una familia con algún Dios fuera tan complicado."
"No digas eso y mejor ve a cambiar las piedras mágicas que conseguiste por dinero."
"¡Está bien!"
Goku no prestaba mucha atención en lo que Eina decía, en su mente solo pensaba en como luchar con aquella chica. Se dispuso a caminar unos metros y llego delante de un cajero, saco las piedras que obtuvo en el calabozo y las deslizo por la ventanilla.
No tardo mucho tiempo para que su deposito fuera cambiado por monedas de oro.
Había varias formas de conseguir piedras mágicas, la más fácil era vencer a los monstruos del calabozo quien de estos caían estás piedras.
Se dirigió de nuevo hacia Eina y estiro su brazo dio un pequeño saludo de despedida.
"Bueno, me tengo que ir te veo mañana Eina."
Con eso dicho Goku se retiraba de aquel lugar, su amiga lo veía pensativo así que antes de que saliera del edificio le dijo:
"A las chicas les atraen los tipos fuertes que parezcan confiables."
"Así que no te rindas, tal vez llegue la posibilidad de que luches contra ella."
"¡¡ENSERIO!!"
Los ojos de Goku cambiaron por un momento de emoción al escuchar a su amiga hablar de eso.
"Muchas gracias Eina."
Con una sonrisa ahora plasmada en su rostro se retiraba felizmente del lugar.
La tarde se hacía presente y nuestro Joven protagonista corría de nuevo por la cuidad.
Esta vez recorría un poco más lento las atestadas calles de la Ciudad Orario, ha esta hora todos habían terminado sus labores en el calabozo y se podía ver todo tipo de razas que estaban ahí.
Le costaba trabajo caminar a través de las grietas entre las personas. Enanos, Gnomos, Hombres Bestia, Hobbits. había algunos ciudadanos normales y también personas usando equipos.
Siempre le impresionaba la cantidad de razas que había cada día en la ciudad. De donde el venia no era muy común ver a otras razas conviviendo con los humanos. Regularmente se mantenían al margen unos a otros, pero en Horario era diferente y eso lo hacía feliz.
Solo tenía una incógnita en su vida y esa era saber que tipo de raza era.
Lo único que sabía, era que tenía una cola de mono y que su abuelo lo encontró en el bosque, fuera de eso no sabía que era.
Le pregunto muchas veces a su abuelo, pero el nunca le dijo algo en específico.
Al momento de hablar de su abuelo un recuerdo lo azoto.
Era una noche lluviosa, en el que un pequeño Goku tomaba la mano de aquel que lo crio.
El era conocido como Son Gohan un maestro de las artes marciales.
Mientras las lágrimas del pequeño salían, su abuelito sonreía felizmente. Sabia que sus horas estaban contadas, así que antes de morir le dijo estas palabras:
"Mi nieto Goku..... recuerda ser feliz.... no importa lo que pase.... y sobretodo protege a tus seres queridos.... en especial aquella persona que logre entrar en tu corazón."
Tras eso su recuerdo concluyo, sacudió su cabeza y siguió su camino. Ahora lo que menos quería era revivir eso.
Su camino lo llevo hasta a una pequeña iglesia abandonada donde entro.
"¡Hestia ya volví!"
Dijo Goku con gran alegría.
Una vez que lo dijo, una hermosa chica peli negra vestida atrevidamente de blanco se abalanzó sobre el en un fuerte abrazo.
"¡¡¡Gokuuuu bienvenido!!!"
"¡Hoy llegaste temprano!"
"¡¿Enserio?! ¡No me había dado cuenta estuve luchando todo el día en el calabozo!"
"¡¿Y no estás lastimado?!"
La pequeña chica examinaba a Goku en búsqueda de cualquier herida.
"Descuida, no me pasó nada, es divertido estar ahí."
Ante las palabras Hestia hizo pucheros, mientras miraba a Goku, con un semblante enojado.
"¡Tú siempre eres así!"
"¡Recuerda que eres el único que a aceptado ser parte de mi familia, no me puedes dejar sola, entiendes!"
"Jajaja claro que no lo haré."
"Te creeré así que más vale y no me decepciones."
"¡Es cierto!"
"Te prepare la comida ven y siéntate."
Goku asintió, siguió a Hestia hasta una pequeña mesa de madera y una vez llego sus ojos brillaron, una gran mesa estaba delante de ellos con suficiente comida para un mes.
"¡Vaya! ¡Muchas gracias Hestia!"
"¡A comer!"
Sin ninguna pizca de miedo se lanzó contra la comida y comenzó a devorarla a gran velocidad.
A Hestia le salía una gota de sudor, al parecer a un no se acostumbraba a ver a Goku comer de esa manera.
Una vez que terminó sobo su estómago con gran satisfacción.
"¡Que deliciosa estaba la comida!"
"¡¿Goku?!"
Hestia se sentó a su lado.
"Si dime."
"Aun no encuentro a nadie que quiera unirse a mi familia, me siento un poco triste por eso, pero supongo que es inevitable soy una diosa desconocida después de todo."
"Bueno, no entiendo muy bien eso de ser un dios, pero no te desanimes pronto conseguiremos amigos."
"Bueno aunque, por otro lado, no me importaría estar solo nosotros 2."
En ese momento Hestia le lanzo una miraba pervertida.
"Hmm, ¿Dijiste algo?"
"Este..... No nada Goku."
A Hestia esto la avergonzó como era posible que Goku fuera tan inocente. Pero rápidamente se quitó eso y dijo:
"Pero hay algo en que me molesta, y eso es que tú hagas todo el trabajo."
"Vamos no te preocupes por eso, siempre trabajas y me haces la comida, así que estamos igual."
"Pero es lo único que puedo hacer, desearía poder ayudarte con mi poder divino Arcana, pero las reglas me lo prohíben."
"Lamento haberte obligado hacer un contrato con una diosa inútil."
En Hestia una impotencia se formó, era obvio que quería ayudar a Goku pero no podía.
La cola de Goku se desenrollo de su cintura mientras se movía, y se dirigía hacia Hestia, la cual le provoco cosquillas.
"¡Jajajaja Goku para, por favor Jajaja Goku!"
Goku se detuvo
"Eso siempre te hace sonreír."
"No te preocupes ya te lo dije no, yo me siento muy feliz de estar contigo, así que quita esa cara."
Lágrimas de felicidad comenzaron a inundar el rostro de Hestia, mientras está se abalanzó de nuevo contra Goku.
"¡Gracias!"
"¡Tengo suerte de haberte encontrado!"
"Ves es mejor estar feliz."
En Hestia una sonrisa se formó mientras se apartaba de Goku y secaba sus lágrimas.
"Tienes razón ahora veamos tus estadísticas."
"¡Claro!"
Goku fue a la cama, se quito la parte de arriba de su Dogi de pelea, mientras se recostaba de espaldas.
Hestia fue enseguida de el, se subió a su espalda y comenzó a ver algo en especifico en la espalda de Goku.
Este tenía un símbolo extraño que le recorría toda la espalda, sin lugar este tatuaje o marca si se podía llamar así lo hacía ver más varonil.
Eso era lo que Hestia había grabado en el cuerpo de Goku.
Eso era un regalo de Dios.
Hestia no evitaba babear cada vez que miraba esos músculos.
Siempre tenía imaginaciones pervertidas de Goku y ella haciendo cosas atrevidas.
"No no pienses en eso ahora."
Se recriminó por sus pensamientos.
Después de ese pequeño desliz, Hestia tomo uno de sus dedos y en rápido movimiento se hizo un corte en este, una gota de sangre cayo en el tatuaje.
Y tan pronto como la sangre hizo contacto, una luz se generó de este y varios números y escritos se empezaron a movilizar en cadenas.
Utilizó el punto donde la sangre había goteado como el centro, y la pinto con sus dedos.
Desde el lado izquierdo, empezó a aplicar grabados adicionales.
A eso se le llamaba Estado.
Eso también era una Gracia de Dios.
Hestia utilizaba el texto sagrado y lo grababa en su espalda usando su sangre como medio.
Es un poder que sólo tienen los Dioses, y pueden mejorar en gran medida la capacidad del objetivo. Por supuesto, también hay cosas como Puntos de Experiencia.
Esos se obtienen a través de experimentar una variedad de eventos, así como su nombre indica, se basan en tus propias experiencias en la vida.
Por supuesto no es visible, ni puede ser creado por las manos de un humano.
Si tuviera que explicarlo, es equivalente a la historia de tus propias experiencias.
Los Dioses tomarían el evento oculto en la historia, digamos Derrotar un monstruo, extrayéndolo, y permitiendo que se convierta en alimento para el crecimiento.
El valor de los eventos completados en cantidad y calidad son los Puntos de experiencia.
Para los Dioses son visibles y pueden ser controlados.
Tal vez es similar a los antiguos rituales, es decir, después de derrotar a los enemigos, serías capaz de conseguir alabanzas y bendiciones.
Una vez que el texto sagrado en la espalda tiene una cantidad suficiente de Puntos de Experiencia, pasa un Aumento de Nivel y los valores de habilidad aumentan.
Ese poder básicamente es lo que los Dioses les dieron a los humanos.
Mientras estaban el el proceso, Goku no pudo evitar contar de la chica que conoció esta mañana en el calabozo. Esto no agrado mucho a Hestia quien se veía un poco celosa de la forma en que Goku hablaba de ella.
"Así que Goku, ¿esa tal Ais Wallenstein están fuerte y hermosa?"
"Así es, pero porque agregaste la palabra hermosa."
"No por nada en especial."
"Pero creo que deberías olvidarte de luchar contra ella."
"Recuerda que tú perteneces a mi familia y ella a la familia Loki."
"Si algo llegara a pasar entre ustedes, yo y esa vieja de Loki nos veríamos envueltas en una pelea."
"¡Pero.....!"
El rostro de Goku cayo en duda de porque una pequeña pelea causaría tanto embrollo. Mientras el seguía pensando en eso Hestia siguió argumentando.
"Olvídalo, si quieres a alguien me tienes a mi, no necesitas a nadie más."
"¡No! ¡Yo quiero luchar contra ella!"
"¡Ohhh! ¡vamos eres muy testarudo sabes!"
"Solo cuando se trata de un combate."
Hestia movió sus ojos hacia un lado, sabía que no importaba cuanto se lo dijera, una vez se ponía en ese plan nunca escuchaba. Opto por quedarse callada y seguir revisando sus estadísticas. Al hacerlo se decía a sí misma.
"Sus estadísticas son increíbles, ahora entiendo porque pertenece a la raza Saiyajin."
"Según por lo que tengo entendido, los Saiyajins son una raza de guerreros crueles y despiadados del universo 7."
"Pero Goku no es así, de hecho, no sé por qué motivo Goku llegó a la tierra."
"Esto lo he mantenido en secreto, ya que si los demás dioses se enteran de que Goku en un Saiyajin podría a ver problemas más adelante."
"En la historia de los dioses menores, ningún dios había tenido bajo su mando un solo guerrero de esa raza y ser la primera, aunque por accidente, me hace sentir orgullosa."
"Aunque también algo precavida."
"Su habilidad Zenkai es muy peligrosa, ya que al estar cerca de la muerte y recuperarse, se hace cada vez más fuerte."
"Sin contar que todos los días entrena intensamente."
"Me preguntó si tendrá un límite en su fuerza."
"¡¿Hestia te pasa algo?!"
Ante la falta de palabras de Hestia, Goku le pregunto si se encontraba bien.
"¿Has estado callada todo este tiempo?"
"¡Ehhhhh.... No nada Goku, solo miraba el gran progreso que tienes."
"¡Ya veo!"
"A un no puedo decirle que pertenece a esa raza, no sé cómo se lo tomaría, así que por lo mientras me seguiré guardando el secreto."
"Solo espero y los demás dioses no lo descubran."
La base de la Familia Hestia está en una habitación desconocida dentro de una iglesia.
Debido a que fue construida bajo tierra, el sonido del canto de los pájaros por la mañana no se podía escuchar aquí.
Un nuevo día había comenzado.
Goku despertaba levantándose poco a poco y sintió un peso extra.
Miro y era Hestia quien se había quedado dormida en su pecho.
Ella babeaba estando dormida, Mientras decía finamente.... "Goku."
Seguramente estaba soñando con cosas pervertidas.
Pero Goku no se daba cuenta de esto, y solo se levantó lentamente para no despertarla.
Tomo su Dogi de un pequeño perchero, se puso sus botas y salió de ese lugar.
Una vez fuera, respiro el aire fresco de la mañana, había de admitir que era un bello día.
"¡Muy bien!"
Diciendo eso, este comenzó a trotar por la cuidad.
Goku había decidido comenzar el día con un pequeño trote para calentar sus músculos y después ir al calabozo para luchar contra más monstruos.
Tal vez y con suerte se encontraba de nuevo a Ais.
Los minutos pasaban y el recorría la cuidad.
Los mercaderes apenas habría sus negocios.
Goku vio esto con gran alegría, mientras seguia trotando.
Algunos de esos puestos llamo su atención.
Pues estos eran de comida.
Goku había salido tan rápido que se le olvidó el desayuno.
Su estómago rugió unos segundos después.
Tenía hambre, pero en estos momentos no tenía dinero.
Lo había dejado en la base de la familia de Hestia.
"....Este....!"
Una voz lo llamo por detrás. De inmediato Goku cambio su postura y se giró hacia la voz.
La persona que hablo era una chica humana.
Llevaba una blusa blanca y una larga falda hasta las rodillas del color de las hojas.
Además de eso también llevaba un delantal medio largo alrededor de su cintura.
Su cabello negro que había perdido su brillo estaba atado en un pequeño nudo, y una cola colgaba por debajo de ese nudo. Parece que era un tipo de cola de caballo. Sus ojos, que tenían el mismo color que su cabello, eran aparentemente inocentes y lindos. En su dulce rostro blanco y liso.
"¿!Hola!?"
Dijo Goku sin más, mientras la chica se acercó hasta llegar con él.
"¿Sucede algo?"
"¿Eres un aventurero verdad?
"¡Si! Goku respondió con una sonrisa."
Aquella misteriosa chica se desconcertó por aquella sonrisa para después volver a sus sentidos.
"Ah.... Sí.... Se te cayó esto."
"Un cristal de color azul violeta estaba en su mano extendida.
"¿Eh? ¿Una ...?"
Pregunto ya que no recordaba haber tirado una o llevar una en primer lugar, se suponía que las había cambiado ayer todas.
"Lo siento, pero no es mía."
Dijo sin más para devolverle la piedra.
"¡No! Es suya yo ví que se le cayó cuando corría tómela."
"¿!Pero!?"
"¡Tómela le digo que es suya!"
Goku no tuvo más remedio que aceptarla.
La mirada de la chica le estaba comenzando a dar miedo.
"¿¡Gracias!?
Respondió el con una gota de sudor.
"No hay problema."
Ella respondió con una sonrisa que lo hizo sentir más cómodo por alguna razón.
"¿Te estás preparando para ir al Calabozo tan temprano?"
"Sí.... simplemente voy a la...."
Las palabras de él se detuvieron y solo dejaron paso a un rugido de parte de su estómago.
Esto fue oído por la misteriosa chica quien solo mostró una pequeña sonrisa.
"Oho, tu estómago, ¿Tienes hambre?"
"Sí."
"¿Podría ser que todavía no has desayunado?"
"Aun no. Sali tan temprano de mi casa que se me olvido."
Soltó Goku agarrando su estómago.
Ella hizo una pose como si estuviera pensando, y entonces de repente corrió.
Pasó una la cafetería cerca, y desapareció en el interior, pero un poco después regresó.
Cuando regreso traía una pequeña cesta acunada en sus manos esbeltas.
Desde el interior, se podía ver un pequeño pan y un poco de queso.
Si puedes, por favor come esto..... Ya que la tienda no ha abierto, esto no puede ser llamado una comida formal.
"¿¡Ehhhh!?"
"¡Enserio! ¿Me puedo comer esto?"
"¡Claro! Además tienes hambre."
Agradeciendo por el regalo lo tomo gustosamente.
Dio el primer bocado y se sorprendió por el sabor que tenía.
Era un sabor ligero y dulce fácil de ingerir.
Goku no esperaba que un solo pan supiera tan bueno.
"Delicioso, está muy delicioso."
Fueron las palabras que el formuló, mientras se acababa el contenido.
"¡Grácias por la comida!"
Goku volvió a agradecerle.
"Es un gusto que te haya gustado la comida de nuestro restaurante.
"¿A cambio por la comida que recibiste?"
"Esta noche, tendrás que cenar en la tienda en la que trabajo."
Ella señalo la tienda donde trabajaba, mientras varias miradas de adentro solo los miraban con una sonrisa.
Si se pudiera deducir, esa chica estaba publicitando su producto para atraer clientes al negocio.
Sin embargo, esto no era necesario para Goku, que con tan solo oír la palabra comida salta sin más a cualquier lugar.
"¡Claro tienes mi palabra está noche vendré!"
"Entonces, te veré esta noche."
Dijo ella sonriendo.
Estaba feliz, al igual que todas las de adentro, pues habían pescado un cliente.
Sin embargo, ellas no sabían que pronto Goku se convertirá en su mejor cliente.
Lo siento por no presentarme.
La chica se reprimió para después sonreír.
"Soy Syr Flover."
"Mucho gusto Syr."
"Yo soy: Son Goku"
"Goku-san."
"Qué bonito nombré."
"Gracias."
Con una gota de sudor, llevo su mano atrás de su cabeza.
Dando una sonrisa, y deseando un buen viaje, ella se retiró rumbo a la tienda, una vez solo de nuevo Goku siguió con su rutina.
Todavía tenía hambre, pero lo resolvería más adelante.
Pasaron unas horas.
Al final de la larga calle, en el centro de la ciudad, el Calabozo se encontraba debajo de las instalaciones del rascacielos bajo el cielo despejado matutino.
Miro por última vez el sol, mientras se adentraba en el calabozo.
Al ponerse el sol.
Goku había terminado la exploración del día de hoy en el Calabozo, regreso a la casa oculta dentro de la iglesia.
Solo para ser recibido por Hestia.
Quien miraba atónita sus estadísticas.
Goku estaba creciendo a un ritmo acelerado.
Sin embargo, había algo que le molestaba y era el hecho de que Goku hablara de nuevo de aquella chica Ais. Y su fuerte deseo por combatir contra ella.
No podía soportar más que la mencionara y sin previo aviso abrió la pequeña puerta del recinto y salió por esta sin decir nada.
Goku no entendió su comportamiento, pero pensó que tal vez se le pasaría, si pasara un tiempo fuera.
En ese momento, recordó que le había prometido a Syr ir a cenar a su restaurante.
Así que, sin más, tomo su bolsa de monedas de oro y salió por la puerta.
Desapareciendo la luz del sol, lo que salió fue la noche de color azul oscuro, la ligeramente brillante luna llena, y un sinfín de sonidos de risa. Los trabajadores que terminaban su turno, los aventureros que regresaban sanos y salvos del Calabozo como si estuvieran terminando hoy, todos estaban sumergidos en el vino.
Las perforantes voces precipitándose desde los bares, seguidos de rugidos y risas Junto con las luces de color naranja de las tiendas abiertas, múltiples figuras saltaron a la carretera asfaltada.
"¿Recuerdo que el lugar donde conocí a Syr esta mañana estaba en algún lugar cercano?"
Goku buscaba por los alrededores ese restaurante, finalmente después de unos minutos encontró la cafetería familiar, y se detuvo frente a ella.
Fue construida con piedras al igual que las otras tiendas.
Este edificio que tenía una altura de dos pisos, tal vez era más grande que los bares nocturnos de los alrededores. El bar nocturno en el que trabajaba Syr se llamaba:
"¡La Señora de la Abundancia!"
Extraño nombre, pero omitiendo eso entro.
Lo primero que vio al entrar fue a una enana bien desarrollada sirviendo comida en el mostrador esa debería ser la jefa entonces, vio un poco de la cocina, donde mujeres gato con orejas y cola de animal trabajaban afanosamente, y la camarera que tomaba los pedidos, parece que todas las que trabajan aquí son mujeres.
O debería decir que todos los trabajadores de esta tienda son mujeres.
Pero sin importarle aquello se acercó más.
"¿¡Goku-san!?
"¡Hola Syr!"
"Hola Goku me da gusto que vinieras, Se bienvenido."
"Gracias.
Syr lo llevo hasta la barra donde tomo asiento.
"¿Eres cliente de Syr? Haha, ¡Aunque eres un Aventurero, te ves un poco lindo!"
Frente a la barra la jefa enana miraba a Goku.
"¡Escuche que eres un gran comensal que nos haría avergonzar!"
"¡Esta anciana te servirá platillos continuamente, puedes relajarte y entregar continuamente tu dinero!"
"¡Muchas gracias ya que me estoy muriendo de hambre!"
"¡Bien dicho!"
Tras decir eso la jefa del bar coloco varios platos gigantescos en la barra.
Gracias por la comida!
Goku hizo una pequeña, mientras arrasaba con los grandes platos de comida.
Al paso de los minutos, los grandes platos disminuían rápidamente.
A la jefa le sorprendió el apetito de este chico.
Pues lo de ser un gran comensal, aunque ella se lo había inventado no era mentira.
Este chico podía ingerir grandes cantidades de comida en un segundo.
Soltó una sonrisa de satisfacción, había encontrado un cliente verdaderamente potencial que seguramente le haría ganar grandes fortunas.
Los minutos pasaron, y Goku ya iba por el plato número 30.
Las personas del lugar se acercaban con curiosidad por ver al chico que parecía no tener fin.
Todos miraban con expectativa.
Syr llegó a su lado y se sentó, asombrada por lo que veía, nunca espero encontrar a una persona así.
Pronto esto se convirtió en un mar de apuestas, varios aventureros como personas normales aposataban por ver cuántos platos podía ingerir.
El dinero fluia como viento esa noche.
El plato 40 llegó y todos solo seguían observando al saiyajin. Algunos habían perdido y otros habían ganado un gran botín, sin duda alguna esa noche el nombre de Goku se haría famoso.
Minutos después.
El bajo el último plato con satisfacción.
"Uffff, que bien comí, estaba delicioso."
La jefa anuncio 50 platos.
"¡El comió 50 platos grandes de comida!"
El anuncio de ella hizo que todo el público gritara en conjunto.
"¡Owwwoooooo!"
"¡¿Goku cómo puedes comer tanto!?"
Pregunto Syr a un sin podérselo creer.
"No lo sé exactamente, solo puedo decir que estaba delicioso.
Contesto el con una Gota de sudor rascándose la nuca.
Todos cayeron al estilo anime al escuchar la respuesta.
Pues era una respuesta muy simple.
La jefa del lugar tenía una gran sonrisa, mientras de sus ojos brotaron monedas de oro.
En cambio, sus trabajadoras estaban agotadas, pues no esperaban que solo una persona comiera por 50.
Goku sin saberlo estaba creando renombre este día.
De repente un grupo de diez personas entro en el bar.
Tal vez porque reservaron desde el principio, fueron directamente trasladados al gran espacio que estaba directamente en diagonal a su posición.
Como un golpe repentino, lo que entró en la visión de Goku fue un cabello rubio que brillaba como el oro.
Este reconoció ese cabello y supo enseguida de quién se trataba.
"¡Ais Wallenstein!"
Aquella guerrera aventurera con quién quería tener un combate.
Tan rápido como supo que era ella se levantó.
Sin embargo, una persona se puso de pie y tomó la delantera.
Posteriormente, los miembros de la Familia Loki comenzaron a celebrar, utilizaron los tarros llenos de vino para tener un brindis, luego se llevaron la comida y el vino en la boca.
Syr, al notar que Goku estaba viendo a la Familia Loki con los ojos llenos de curiosidad, acerco su rostro al de el, utilizo una mano para formar una pared y en voz baja dijo:
"La Familia Loki son clientes habituales aquí."
"Eso se debe a que este restaurante fue del agrado de su Diosa Loki-sama"
"Ya veo, pero creo que iré a verlos."
"¡Estás loco Goku!"
Syr dijo eso. Sin embargo, Goku ya se encontraba llegando a su mesa.
Se llevo una mano a la cara esperando y Goku no haga una tonteria.
"¡Hola!"
Dijo el, para captar la atención de ellos en especial la de Ais.
"¿¡Quien eres!?"
Pregunto un joven hombre bestia sentado.
"Hola Soy Son Goku."
"¡Espera! Ya recuerdo."
"Eres el aventurero que se encontraba en el quinto piso."
"El que fue manchado de sangre."
"Jejeje algo así."
"Y a qué has venido?"
Seguía preguntando el joven hombre bestia.
"Bueno, quería saber..."
Goku fijo su mirada hacia Ais.
"¡Ais!"
"¿¡Podría tener un enfrentamiento amistoso contigo!?"
"Desde que te vi cortar ese minotauro tuve el presentimiento de que eres alguien muy fuerte."
"Por favor, ten un combate contra mí."
Goku agachaba la cabeza en señal de respeto.
Esto sorprendió a todos que dejaron caer sus tarros de la impresión.
La más sorprendida era Ais, quien no sé esperaba algo así.
Ya que ayer después de conocerlo, le dijo su nombre y se retiró con su equipo.
Pero ahora le estaba pidiendo un combate.
"¡Oye! ¡Quien te crees que eres para pedir algo así basura!"
El joven hombre bestia se enfureció al escuchar eso.
"Ni siquiera pudiste contra un Minotauro, y te crees con la suficiente confianza de pedirle eso a Ais."
"Bueno respecto a eso."
"Yo solo estaba jugando con el Minotauro."
Ante lo dicho por Goku AIs se mostró interesada y decidió preguntarle.
"¿Eso es cierto?"
"Si."
"Pero, tus cortes fueron fenomenales, por favor acepta tener un combate contra mi."
Ais no sabía que decir.
"Oye basura, ya escuchamos suficiente de tus estupideces vete de aquí antes de que te mate."
Seguía gritando joven hombre bestia.
Goku no parecía prestarle atención y solo seguía insistiéndole a Ais.
"¡No me ignores!"
Ante eso el joven hombre bestia no aguanto más y se lanzo en contra de Goku.
Goku por reflejo estiro la palma de su mano y lo lanzo fuera del restaurante.
"UPS.... lo siento!"
"Fue un reflejo, ¿Te encuentras bien amigo?"
Goku fue en su ayuda para ver si se encontraba bien.
Todos los miembros de Loki miraban con sorpresa como ese chico había lanzado como si nada a uno de ellos.
"Ese chico, tiene una gran fuerza y agilidad, siento que ya lo he visto antes."
Pensaba una mujer de cabello Rojizo. Mejor conocida como Loki.
"¿Te encuentras bien amigo?"
Goku había llegado hasta donde lanzo a ese hombre bestia.
"Lo siento, pero fue un reflejo discúlpame."
Dijo Goku con su típica sonrisa.
El chico bestia se levantó tenía una mirada de odio ahora.
No sé podía creer como alguien como el, lo haya lanzado de esa manera.
"¡Eres hombre muerto!"
Exclamó él, mientras inclinaba sus rodillas.
"¡¡Ya es suficiente Beto!!"
Una mujer elfo de cabello esmeralda se puso delante de él deteniéndolo.
"¡Porque me detienes Riviera!"
"¡Ese maldito, oso atacarme!"
"¡A como yo lo veo, tu tuviste la culpa por hablar demasiado!"
Goku solo miraba con impresión como todos los miembros de la familia Loki como llegaban, En especial Ais.