Hoy es un día difícil, aunque en realidad, desde hace meses todos los días lo son. Desde que Aaron desapareció de mi vida, de una manera repentina y rápida, no sé lo que es la felicidad absoluta que él me proporcionaba, la estabilidad mental, pero también esos momentos de locura y de pasión que a ambos nos envolvían.
Llevo desde que se fue, pensando donde estará, que le hice para que se fuera así, y ninguna de estas preguntas tienen un significado en mi cabeza. Sé que debería volver a ocupar ese hueco en mi vida con otra persona que me haga sentir mejor, pero ahora mismo no me siento capaz de ser de alguien más, capaz de volver a follar con alguien que no sea él, o conmigo misma. Mi autoestima está por los suelos, ni un espejo puedo mirar, porque en el momento que me veo reflejada, me da asco, verme así, siempre desalineada, y totalmente cabizbaja.
-Alma, bajas o quieres que vaya yo a buscarte! - de repente ese grito me saca de mis pensamientos.
Decido bajar sin mediar palabra, será mejor para las dos que no hable, porque sé cómo puede acabar esto. Hoy vamos a ir a visitar a una amiga de la familia, la verdad, no me apetece una mierda, pero lo tengo que hacer para complacer a Sofía, mi madre.
Es que la hija de su amiga es un poco, como decirlo, rara, o tal vez promiscua. Siempre tiene a uno diferente cuando la veo, en realidad, me da envidia, que tenga esa capacidad para poder superar a uno y otro cada noche, y no creer en el amor, pero yo no soy así, necesito una estabilidad, necesito una guía contra mis impulsos oscuros.
Mientras reflexionaba sobre todo esto, me doy cuenta, que no se como, he llegado al coche, y mi madre se ha puesto en marcha, hacía un día super emocionante.
Alma, Alma, disfruta por una vez de un día en familia, bueno, familia, solas tu madre y tu, desde que a papá le pasó, bueno, eso. No me apetece aún por encima ponerme a recordar esa mierda, no sé que me pasa esta mañana...
- Podríamos tener una conversación madre e hija por primera vez en meses? Porque sigo sin saber que te ha pasado - Obviamente no se lo he contado, ¿qué le iba a decir? Hola mamá, soy menor de edad, tenía un novio que desapareció y tengo ganas de follar, pero no estoy preparada para estar con otra persona. Eso no se lo voy a poder decir nunca, la hundiría saber que ya no soy virgen. Es algo... Como decirlo, ¿clásica?
- Es por todo el jaleo de bachiller mamá, ya saber que no me gustan demasiado todas esas asignaturas de mierda que nos dan. - Lo más fácil es mentir, obviamente.
- Puedes salir con Clara algún día de fiesta, así te despejas, es buena niña - Mi madre me lo dice con una sonrisa en la cara, pero en realidad no sabe de qué está hablando, buenas son las orgías que se monta Clara con sus amigos y amigas, y las notas que trae. Aclaremos que ya ha suspendido tres veces, ella tiene 21, y yo en un mes cumplo 18.
- Supongo - respondo de una manera seca y bastante distraída. Solo me apetece follar, pero hacerlo con él, sabía como quería o necesitaba que me tocaran en cada momento.
No sé en qué momento, pero ya estamos en la casa de la popular del instituto, no me puedo creer que tenga que comer con ella, conversar con ella, y mucho menos, tener que fingir durante horas que estoy bien y que no quiero encerrarme en mi cuarto. Y vamos Alma, lo que quieres es seguir tocándote mientras recuerdas todo lo que hacías hace unos meses. Mi madre toca el timbre de la casa, y enseguida aparece Mar, con una gran sonrisa.
- Sofiaaa!!! - Grita Mar, pero mi madre no se queda atrás.
- Maarr!! - Le responde mi madre.
Pero alguien me puede explicar por qué gritan de esta manera? Son adolescentes o que les pasa. Al fondo veo a Carla, con una cara parecida a la que creo que tengo yo también, estamos las dos flipando mucho con estas dos mujeres, y ambas solteras, esto no puede terminar bien.
- Alma, no sé si te acuerdas de Carla. - Pero Mar, como no me voy a acordar, la veo todos los putos días en el colegio, esta mujer no debe de ser consciente de que a su hija la conoce todo el mundo.
- Sí, claro. Hola Clara. - Intento contestar de la mejor manera que puedo, sin que parezca una falsa de mierda, aunque, en realidad, lo estoy siendo, y muchísimo.
- Clara, llévala a tu habitación, comeréis ahí, os ponéis al día y nosotras haremos lo mismo. - Espera, espera. ¿Cómo qué comer en su habitación? Joder, esto no puede empeorar más, o eso creo, la vida nunca deja de sorprenderme.
- Sígueme. - Solo me dice eso, podía ser un poco más agradable, no sé, ya que nos vamos a tener que aguantar durante todo un día. ¿Qué más puede salir mal hoy?, mejor dejo de preguntarme esto, porque entonces, con la suerte que tengo, puede hasta caer una bomba en la casa. Hago lo que me manda, y según llegó a su habitación, veo demasiados detalles, dibujos y cosas que me sorprenden, como un estante lleno de consoladores y vibradores, yo no sería capaz de tener eso ahí puesto, sabiendo que mi madre puede entrar en cualquier momento. Esta tía es más rara de lo que creía, o sabía.
- Puedes mirar más cosas, total, tenemos que hacer tiempo, y si quieres, puedes pillar unas bolas chinas, si te apetece jugar un poco. - Prefiero no responder a eso último que me ha dicho, paso de ella, pero sí que me pongo a observar su habitación, me da curiosidad.
Me pongo a mirar foto por foto, tiene muchas con amigos, que sociable es, y qué asco me da eso, que pereza tener que hablar con tanta gente a la vez. Pero hay algo que me sorprende en una de ellas, no me lo puedo creer. Cojo un marco, con una foto en la que aparece ella y AARON!! Cómo es posible que ella conoce a Aaron, esto no puede estar pasando.
- A ver, puedes mirar, pero no me estrujes de esas maneras el cuadro que me lo vas a romper. - No sabía que contestarle, solo tenía demasiadas preguntas en la cabeza.
¿Sabrá dónde está? ¿Se lo habrá follado? ¿Cómo se han conocido? Necesito organizar todas estas preguntas en mi cabeza. Para hacer tiempo, decido soltar el cuadro, e intentar colocarlo de la misma manera que estaba.
- No lo tomes a mal, pero no hace falta que lo dejes exactamente como estaba, mientras no me lo rompas, a mí ya me sirve. - Pero esta tía no sabe callarse, o como va la cosa, que estrés tener que escuchar siempre a la gente, mientras tú decides como hacer preguntas, pero sin cagarse en todo lo que uno se puede cagar, joder, puta mierda de vida, y yo que me preguntaba si esto podía ir a peor, pues sí Alma, aún puede ir a peor, y si no te calmas, todo el mundo se va a enterar de lo que pasa. Voy a hablar, de una manera sosegada, calmada y como una persona normal. Bueno, o eso creo.
- Él es Aaron. - Consigo decir.
- Joder, eres acosadora, o tienes complejo de detective. - Su contestación me pilla por sorpresa, pero las ganas que tengo de darle una hostia son demasiado grandes. Tengo que contenerme, porque si no nunca voy a averiguar lo que necesito.
- No, Aaron salía conmigo, bueno, éramos novios, hasta que desapareció. - joder, que calmada he parecido, creo que debería ser actriz o algo, disimulo demasiado bien.
- ¿Cómo que novios? Nunca nos comentó nada de eso, y no ha desaparecido, se ha mudado a otro país, porque tenía un rollo por ahí que supuestamente era algo posesiva en la... .- Se calla de inmediato. Tengo demasiada información ahora en la cabeza, se ha mudado, por una tía posesiva en la cama. Entonces, si yo era la única, como él me juraba, se ha mudado por mi culpa, me ha dejado en toda regla.
- Quiero saber más.- digo tajante.
- Si claro, y que más, no tengo por qué contarte nada. - pero esta tía de que va, a parte de ser algo ligera de bragas, me va a decir que no me piensa contar nada de este imbécil. Me tiro sobre ella, le agarro de las manos, se me queda mirando fijamente.
- Quiero que me digas todo lo que sepas sobre ese cabrón de mierda, de una puta vez, no me hagas volver a pedírtelo. - digo con una voz ronca. No quería actuar así, pero a ella le hace gracia?. Me deja desconcertada con su actitud, pero me da igual, solo quiero que me cuente lo que le he preguntado.
Escucho unos pasos por el pasillo, entonces decido incorporarme, no quiero que me vean amenazando a la hija del año.
- Os dejo aquí la comida. Y me voy corriendo, que he dejado a tu madre sola.- Sin dejar que le contestemos, deja la bandeja y cierra la puerta.
Clara y yo nos miramos, quiero que me responda de una puta vez.
- Mi madre no ha traído vasos. - dice distraída
- Sinceramente, me importa una mierda que no haya vasos, bebamos por la botella, quiero que me contestes. - pero esta tía que le pasa, quiero que me conteste ya lo que está pasando, necesito entender, si mi manera de actuar mientras estábamos follando, le intimidó, y eso hizo que huyera.
- Te lo cuento, pero primero vamos a ir por los vasos.- Como me jode tener que ceder cuando necesito saber algo.
- Está bien, pero yo voy contigo. - Esta es capaz de irse, y no volver más, porque con las largas que me está dando, no me pienso fiar de ella.
- Pero, ¿Qué te crees, mi escolta? Voy a ir por los vasos y a volver a subir.- Joder, ni que pudiera leer los pensamientos. Intento no reírme de la situación, porque en realidad me hace gracia. Tengo que mantenerme fuerte, si quiero averiguar todo lo que necesito. - Vale, lo pillo, quieres bajar, pues bajemos juntas. ¿Nos damos la mano? Porque igual corro más que tú. - No pienso entrar en sus provocaciones, me acerco a la puerta, y la abro.
Ambas salimos de la habitación, y escuchamos la música que procede del salón.
- Hasta nuestras madres son más divertidas que tú.- Me espeta la promiscua de turno, no entiendo por qué la llamo así, si yo un poquito también lo soy, pero me gusta.
-La puta que me parió.- Digo en voz muy baja, y tiro de Clara para atrás.
- ¿Qué cojones haces? Estás loca o demente? .- Solo hago un gesto con la cabeza en dirección al salón.
- La puta que me parió.- repite exactamente mis palabras y veo mi oportunidad para devolvérsela.
- ¿Qué cojones haces? Estás loca o demente? .- La miro con cara de burla.
- No es momento para tonterías, pero estas ciega o que.- Obviamente no era el momento. La situación era de lo más surrealista, mi madre, doña perfecta, con la madre de Clara. Para ser más específicos, se estaban comiendo el coño. Quiero salir de ahí, pero hay algo que me lo impide, me apetece gritar, porque es como si le pusiera los cuernos a mi padre, pero, si lo pienso bien, ella ya no tiene nada que decirle.
- Clara, vamos.- decido irme hacia la habitación, pero ella no se mueve del sitio .- Qué coño estás haciendo? Es tu madre, no deberías estar mirando esto.
- ¿Dónde crees que aprendí yo todo este mundo? Siempre me sentaba a mirar como mi madre se tiraba a sus amigos y amigas, esto no es nada nuevo para mí.
Esto me toma totalmente por sorpresa, yo todo lo que se lo he ido aprendiendo, gracias a, espera, gracias a él, a mi padre. Soy mucho más parecida a Clara de lo que quería, o de lo que me gustaría ser o reconocer.
¿Ella también tendrá mis gustos sexuales? ¿Cómo se portará en la cama? Pero Alma, que cojones estás pensando, acuérdate de la conversación que tenías pendiente con ella. Sal de aquí, y averigua todo lo que quieres.
- Vamos, déjalas que hagan lo que quieran, tú y yo tenemos que hablar.- Ni se mueve después de lo que le dije. Entonces decido agarrarla del brazo y tirar de ella.
- Pero qué haces? Déjame, que sé caminar sola. - Me suelta casi susurrando.
Decido no contestarle, girarme y dirigirme a mi habitación. Prefiero dejar de ver ese espectáculo bochornoso que está dando mi madre, ya he visto bastante de mi familia, y eso que pensaba que ella era la normal.
Tengo muchas preguntas para mi madre también, pero otra parte de mí prefiere no saber que se le está pasando por la cabeza. Justo cuando mis pensamientos se están convirtiendo cada vez más negros, irrumpe Clara en la habitación, y se me sienta al lado.
- No quiero que me interrumpas, porque quiero hablar de Aaron, decirte todo lo que se, y terminar la conversación.- Toma aire, y yo me quedo mirándola, porque su reacción me sorprende mucho.- Aaron, me habló de que tenía una especia de amiga o folla amiga, para poder aprender a follar, que la tía se movía de puta madre, pero que era demasiado dominante, y que le estaba mandando hacer cosas mientras follaban. Y si me vas a preguntar qué cosas le mandaba hacer, no lo sé, porque nunca me lo dijo. Cuando le dieron la oportunidad de salir del país, no dudó ni un momento en irse, para poder huir de esa tía. No por qué la odiara, sino porque ella tenía mil veces más experiencia y el muy gilipollas se acojonó. Y eso es lo que sé, no tengo ni puta idea de dónde está, ni qué hace ni nada.
Le asusté con mis ganas de sadomasoquismo, le asusté con mis miedos y mis tinieblas internas, pero eso no es lo que más me molesta, sino que me jode que no tuviera los suficientes cojones de decírmelo y hablar conmigo,
- Y por este silencio, supongo que la gran dominante eres tu.- me dice Clara, mientras se acerca levemente a mí.
No tengo la suficiente confianza para decirte que sí Clara, soy yo. Pero tampoco te lo puedo negar, joder, que puto lío tengo ahora mismo encima.
- Si, soy yo. Ya puedes ir a burlarte con tus amigas populares.
- Burlarme, jamás, pero sí que quiero pedirte una cosa a cambio.
Como que pedirme algo, joder, esto se pone cada vez más jodido.
- Que coño quieres.-
- No lo puedes intuir?.- Me dice con cara pícara.
Pues quiero creer que lo que estoy pensando no es, la verdad.
- Quiero probar eso que tanto le asustó a Aaron.- Mientras comienza a subir la mano por mi pierna.
Vale no, esta tía me pide que me la folle, para no contarle a nadie que la famosa tía que asustó a Aaron, era yo. Esto es un puto chantaje en toda regla.
- Eh... A ver, que yo nunca he tenido nada con una tía, esto no puede salir bien.
Ella me mira con una sonrisa de oreja a oreja, y se acerca a mi.
- Tu inexperiencia con tías, con mi experiencia. Mis ganas de que me peguen, con las tuyas. Esto puede estar bien. ¿No crees?
Joder, eso si que me está llamando la atención, y no lo vamos a negar, Clara, está muy buena, y me está poniendo muy cachonda.
- ¿Y nuestras madres? No me apetece tener una conversación.
Según dijo esta frase, me acuerdo de lo que acabo de ver, y me arrepiento. Pero a Clara parece divertirle lo que le estoy diciendo, porque se ha echado a reír.
- Cariño, ellas están más que entretenidas. Y tú y yo, aún nos podemos entretener mejor.- Se acerca a mí, y comienza a besarme el cuello y por detrás de la oreja.
Me giro para que deje de hacerlo, pero según lo hago me encuentro con sus labios gruesos. Y no puedo resistirme.
- A la mierda.- Susurro, mientras me abalanzo sobre ella, y nos comenzamos a besar por todos lados. Le quito la camisa, y ella intenta hacer lo mismo.
- Para, no quiero que me desnudes de momento, quiero primero verte a tí desnuda.
Cuando observo como se comienza a quitar la camiseta, mis pensamientos de arrepentimiento comienza a aflorar de una manera que no puedo parar. Esto no puede estar pasando, hasta hace literalmente dos horas la odiaba, me caía mal y la llamaba promiscua. Y ahora me encuentro aquí, bajo coacción para que no cuente mi secreto. Pero oye, igual hay personas que pueden perder más que yo.
- No.- digo mientras me aparto de ella.
Ella me mira con los ojos realmente abiertos, mientras puedo escuchar como respira de una manera totalmente irregular. Pero esto tiene que parar.
- Que haces?.- me pregunta sorprendida por mi actitud. Se pone a toda prisa la camiseta.
- Es que...- en este momento me interrumpe la puerta que se abre de una manera bastante lenta.