1/3 MARATÓN
Estamos tan cerca que puedo sentir su respiración y el calor de su cuerpo...
Nuestras bocas están a escasos centímetros de separación y yo siento el deseo de... Besarlo.
Oímos el sonido de una cerradura abriéndose y nos separamos de golpe. Pocos minutos después entran la directora y nuestros padres.
— ¿Porque habéis tardado tanto? — pregunto carraspeando, intentando normalizar mi respiración y mi voz.
— Porque es viernes y todo el mundo se había ido ya a sus casas — dice mi madre.
— Bueno, no os habéis aburrido... — dice el padre de Kilian, señalando la pizarra.
— Y tampoco os habéis matado... — añade mi padre.
— Jaja, que graciosos — decimos Kilian y yo a la vez, nos miramos.
Al parecer nadie nota nuestro intercambio de miradas, ya todos están centrados en la directora que nos mira a todos con prisa.
— Bueno, hora de irse, que yo aún tengo que comer — nos dice la directora.
Todos salimos del instituto y nos vamos a nuestras casas.
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Llamo a Elena.
— ¡Elena! Escuchame, deja lo que estés haciendo y ven a mi casa, si ves a Josh, dile que venga — le digo.
— Vale, pero para el carro — dice Elena — ¿Porqué tanta urgencia?
— Ahora te lo digo tu sólo ven — le insisto.
Cuelga y yo espero a que vengan.
— ¡Ya estamos aquí!¡Mejores amigos al rescate! — dice Josh entrando por la puerta de mi cuarto con Elena.
— Venga, ¿que es eso que necesita tanta urgencia? — me pregunta mi mejor amiga impaciente.
Los dos se sientan en mi cama, esperando una respuesta. Me levanto de la silla y rápidamente cierro todas las puertas y ventanas, como siempre. Es que tengo miedo de que un vecino molesto y odioso oiga todo lo que decimos aquí...
— Parece esto una secta, con tanto secretismo y tanto escondite — ironiza Josh.
— Esto es mejor que una secta — lo calla Elena, poniendo su mirada sobre mi — ¿Vas a hablar ya?
— No sé por dónde empezar... — digo — Chicos puede que tengáis razón...
— A muy bien, eso ya lo sabíamos, pero... ¿tenemos razón en que? — pregunta Josh.
— Creo que tenéis razón con lo de... Kilian y yo — digo, me ha costado decirlo.
— ¿Que ha pasado? Yo lo único que sé es que os habéis quedado encerrados — dice Elena, encogiéndose de hombros.
— ¡¿Como que se han quedado encerrados?! — exclama Josh, armando escándalo.
Elena le pone un dedo en los labios.
— Shhh, déjala hablar — le dice de una manera dulce.
Los dos comparten miradas cómplices y luego de repente se alejan como si el otro quemase.
¿Estos dos?¿Que hacen?¿Me he perdido algo?
Alejo esos pensamientos de mi mente y me anoto mentalmente preguntarles después.
— Bueno, pues que nos hemos quedado encerrados en la clase de Historia y no hemos discutido. Es más, si nuestros padres y la directora no hubieran entrado, no sé que habría pasado... — digo.
— ¿Quieres decir que hubiera pasado algo entre vosotros? - dice Elena.
— Si, nos habríamos besado... Estábamos tan cerca que podía sentir su respiración en mis labios — digo medio embobada.
— Él te gusta, Anne... — me dice Elena.
— ¿Tú crees? — dudo.
— Si, estoy segura — me dice Elena, con una sonrisa.
— Nuestra pequeña Anne ha encontrado el amor... — dice Josh, claramente burlándose de mi.
- No te burles, tonto - le digo.
- No me burlo, tonta - me dice Josh.
Seguimos hablando y haciéndo bromas.
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Narra Kilian:
— Mateo, no sé que me está pasando, ¿porque me vuelvo tan idiota a su lado? - le pregunto - Estábamos a punto de besarnos y... Yo quería ese beso — le digo a Mateo.
— Quizás es porque, te... — no llega a acabar la frase, porque yo lo corto.
— ¿Me gusta? Ya no sé qué pensar... — digo.
Mateo me mira como si estuviese tonto.
— Bueno, puede que tengas razón, pero yo siempre la he odiado, siempre nos hemos odiado... — digo.
— Tal vez la cosa ha cambiado... — me dice Mateo.
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Siento que ha sido poquita cosa este capítulo, pero en los próximos capítulos se viene algo fuerte 😏😉.