Detrás de una mesa en una esquina de un bar que no pensó que volvería a ver en un buen tiempo se encontraba Minho con un vaso de contenido dorado y hielos en su mano derecha, su rostro se notaba cansado pero la sensación no se encontraba solamente en su cuerpo si no que también en el interior del pecho, comprimido como si tuviera kilos sobre él.
No quería pensar en ello por ningún motivo, sólo se dedicaba a quemar ese mal momento que quería subir a su cabeza y derramarse, respiraba profundo luego de unos pares de vasos vacíos en su mano, miraba hacia la pared con decoración que conocía bastante bien como para detestarla, esa misma pared había visto muchas de sus noches de juventud con un sentimiento parecido al que tenía ahora.
Minho sonreía de medio lado soltando aire por la nariz al darse cuenta de que estaba en el mismo lugar una vez más después de tres años, pensó que no volvería nunca más y aquí estaba aunque las circunstancias fueran completamente distintas esta vez.
Un tipo claramente borracho se sentó frente a él con total naturalidad como si se conocieran de toda la vida, tomando la botella del actor que estaba sobre la mesa empinandosela en un trago largo que lo hizo toser como loco.
—¿Creíste que podrías tomarte eso como si fuera agua? Lárgate de aquí—. Dijo realmente molesto, aunque no se movió ni un centímetro a pesar de que lo había sorprendido un poco su atrevimiento.
—Hey, eres rudo—. El hombre se levantó del asiento y se inclinó hacia adelante mirando fijamente a los ojos del actor—. Eres guapo ¿Qué haces aquí? Podría llevarte a otro lado ¿Qué dices?—. Soltó dejado salir el aliento fuerte de alcohol.
Minho levantó una ceja mirándolo despectivamente, lo estaba tomando con calma.
—¿Ahora estás mudo?—. El tipo insistió, está vez atreviéndose a tocar el pecho del contrario con la mano, acariciando el área.
En ese momento sintió su sangre burbujeando caliente por todo su cuerpo, llegó a sentir el aire arder saliendo de su nariz y con un movimiento rápido tomó de la muñeca del hombre que lo estaba molestando, apretandola de tal forma que logró escuchar el quejido que quería oír y arrojándolo bruscamente contra pared, Minho se levantó del asiento viéndose totalmente colmado de la paciencia que había intentado guardar desde que había entrado en ese maldito bar.
El hombre se intentó levantar pero estaba demasiado borracho y adolorido como para hacerlo, Minho chasqueó la lengua y se giró caminando hacia la barra, dejando el dinero por la bebida sobre ella, dirigiéndole unas palabras al chico que secaba unos vasos.
—La basura necesita ayuda allá atrás.
Al actor salió del lugar a pasos largos hacia la calle haciendo una llamada rápida, pidiendo un taxi que lo llevara de regreso al hotel, ya era momento de volver, estaba demasiado frío para estar solo esa noche en medio de la acera, el aire helado llegaba a sus pulmones y lo hacía tranquilizarse luego de esa situación anterior.
Sus problemas de hace tres años no se podían comparar con el de ahora, en ese entonces estaba completamente solo.
El auto negro llegó en cosa de minutos, subiéndose sin decir mucho y se bajó de la misma manera, subiendo a la habitación sin pensar demasiado, quitándose la ropa con olor a alcohol antes de subirse a la cama.
La camisa estuvo en el suelo al igual que los pantalones, acurrucándose lentamente tras la espalda encorvada del menor, abrazó su cuerpo dejándose sentir el calor de esa camiseta olgada que llevaba este sobre su piel, juntando sus cuerpos que habían estado lejos por un tiempo.
Las manos que debieron estar dormidas a esas altas horas de la madrugada tomaron de los antebrazos del mayor aferrandolo aún más a su cuerpo sin decir nada. Esos pares de ojos de los chicos se cerraron con fuerza, junto a respiraciones entrecortadas por unos segundos de un dolor agudo en ambos corazones, y soltando sólo dos palabras dejó su corazón al descubierto.
—Lo siento..
La mano abierta que apretaba el pecho del menor se movió un par de veces de arriba hacia abajo acariciando el área como respuesta, marcando el final del día, donde ambos terminaron cerrando sus ojos hasta la mañana siguiente sin decir más.
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El sol invadía la habitación y poco a poco Jisung fue abriendo los ojos acomodándose a la luz intrusa, se sentía cómodo y cálido, comenzando a mover lentamente la cabeza hacia atrás para ver al mayor dormir a su lado, sus brazos seguían rodeando su cintura y con cuidado se libró del agarre girándose para verlo en una posición más cómoda.
Estando ahí junto a él, pudo ver su rostro dormido en completa calma, su expresión era tranquila y parecía que no despertaría tan fácilmente, su cansancio debió ser fuerte como para que alguien que ama las mañanas se encontrara durmiendo aún.
Jisung apoyó su mejilla sobre la palma de su mano mirándolo en silencio, recordando la expresión en el rostro del mayor cuando lo dejó fuera del hotel, en ese momento se había sentido como el ser más despreciable del mundo, estaba consciente de su error y del daño que le había hecho al corazón del actor, sabía que había roto esa confianza que habían forjado todos esos meses de rodaje y relación juntos.
Cuando había subido a la habitación sin Minho a su lado, se sentía como si hubiera cometido el error más grande de toda su vida y no dejaba de preocuparse por el paradero del mayor, estaba oscureciendo rápido pero no había forma de que tuviera el valor de llamarlo, hasta él mismo se estaba odiando.
Y sentado en la cama comenzó a pensar y darse cuenta de que Minho había tenido un día terrible, ganándose en sus zapatos podía comprender por qué había estado sintiendo celos, estuvo todo el día aguantandolo sin decir nada al respecto por respeto a ambos, y cuando su paciencia se había acabado en el restaurante se había desahogado con palabras tan tranquilas aunque con tono agobiado, y aún así terminó enterándose de lo que le habían estado ocultando.
Era justo por todo ello que esa noche no había podido dormir hasta que lo escuchó llegar, pero de todas formas no pudo ser capaz de mirarlo a la cara, sino que permaneció en silencio fingiendo dormir hasta el momento en que sintió ser abrazado por la espalda. Invadido de esa culpabilidad por todo su cuerpo y el corazón apretado como si quisiera llorar, sintió la pena que le transmitía el cuerpo de Minho.
El olor a alcohol fuerte que emanaba era la prueba de lo que había estado sobrellevando toda esa noche. Y ahora estaba justo a su lado durmiendo, sin importar lo traicionado que se sintiera su corazón, había vuelto a él a pesar de tener los recursos para pasar la noche en otro lugar, Minho era tan hermoso y valioso, pero aún no sabía apreciarlo.
Su mano se dirigió suavemente hacia su frente, quitando algunos cabellos que se encontraban desordenados, rosando su piel con los dedos bajando por el costado dibujando su silueta con cuidado, pudo ver bien su rostro, suave y brillante, acarició sus cabellos con cariño y dejó un beso sobre su frente desnuda.
—No quiero volver a hacerte daño.. No volveré a hacer algo tan estúpido nunca más—. Susurró aunque sabía que eso no arreglaba nada.
Poco después lo vió abrir los ojos y se asustó un poco, pero su rostro no hizo expresión alguna y sólo mantuvo la mirada fija, por alguna razón el hecho de que no hiciera ni dijera nada era suficiente para que Jisung se sintiera regañado.
La mano de Minho llegó a su mejilla y pudo sentir la suavidad de su tacto aunque no duró lo suficiente, viendo como la bajaba dejándola en su posición original, en sus ojos no había enojo alguno ni rencor, pero si se podía ver lo lastimado que estaba.
Jisung dejó caer su rostro en el pecho del mayor sintiéndose horrible, su amabilidad y dulzura debía ser algún tipo de castigo, porque la forma en la que lo hacía sentir dolía demasiado. Minho acarició sus cabellos sin decir nada y se quedaron así por un momento, hasta que Jisung no pudo soportarlo más y se alejó para verlo a los ojos.
—Lo siento, realmente me arrepiento..
—Ya te disculpaste anoche, no es necesario—. La voz de Minho salió en completa tranquilidad.
—Debí decírtelo antes.. lo pasaste mal por mi culpa, herí tu corazón eso nunca me lo perdonaré.
—Debiste tener tus razones, pero no necesito saberlas, lo único que quiero de ti es tu sinceridad, sé que esto puede terminar algún día, así que no quiero pedirte que me mires sólo a mi como te dije afuera de ese restaurante, olvida aquello y sólo se sincero conmigo todo el tiempo en que estemos juntos.
Sus palabras fueron como una demolición justo al centro de su pecho, y no tenía voz ni derecho de quejarse por algo que él mismo se había buscado, y tal como lo había pensado, su confianza había sido dañada.
—¿Por qué dices algo como eso? Sé que estuvo mal no decírtelo, pero siempre he sido muy sincero contigo, y no quiero pensar que esto algún día va a terminar.. ¿Tan molesto estás?
Jisung habló asustado, dejando caer su mirada en la última frase, realmente no quería que las cosas fueran así ahora.
—Pídeme lo que sea, haré cualquier cosa por ti lo juro, pero no estés molesto.. estoy realmente arrepentido de lo que hice, digo la verdad—. Las cejas del menor se encorvaron hacia arriba en esa expresión triste, buscando la mirada del mayor.
Aquellas manos tibias llegaron a sus mejillas apretándolo levemente haciendo que se sintiera como un niño pequeño, y aunque Minho realmente sólo se sentía un poco decepcionado y triste, no era lo suficiente como para estar molesto con ese rostro frente a él, lo amaba y aunque tampoco quería que su relación terminara algun día, no estaba demás comenzar a darse cuenta de que podía ser posible, y desde abajo el actor comenzó a hablar nuevamente.
—Ya pedí lo que quería de ti, no deseo nada más, así estaremos a mano.
—Pero..
Su rostro fue acercado y en un beso donde sus palabras fueron bloqueadas, era dulce como siempre habían sido pero la sensación de distancia aunque fuera mínima entre ellos podía sentirla claramente, no quería que fuera así y debía buscar la forma de recuperarlo.
Se abrazó al pecho del mayor ocultando su rostro sobre su piel buscando calor, podía escuchar bien los latidos del corazón de Minho y por alguna razón lo hizo sentir triste, comprendió que no era momento de sentirse aliviado, aún debía remediarlo. Él era bueno ocultando sus sentimientos cuando eran tristes o molestos, pero su corazón no era bueno en ello.
Ese medio día Minho debía dejar el hotel para ir a trabajar en su última sesión programada, en un inicio había pensado llevar a Jisung para que lo acompañara, pero decidió que no era la mejor opción ahora que todo estaba así entre ellos.
—¿Por qué no puedo ir? Quiero ir contigo.
—Te aburrirás, no será divertido.
—Yo.. Iré de todas formas—. Jisung puso una expresión seria y tomando su teléfono caminó hacia la entrada sin mirar al mayor, estaba totalmemte convencido de ir.
Minho suspiró viendo lo obstinado que lograba ser, caminando hacia él tomándolo de la mano.
—Bien, entonces vamos.
Jisung sintió ese gesto ser más importante que nunca antes, la sensación de sus dedos entrelazandos lo sintió como si fuera un regalo, sus ojos brillaron por un segundo agradecido y siguió los pasos del actor hacia el estacionamiento.
—Anoche.. ¿Condujiste de regreso?
—No, llamé para que trajeran el auto y tomé un taxi, hacía frío para esperar.
—...
Se pusieron en marcha rápidamente llegando a un edificio muy grande, caminando tras él hacia una oficina amplia donde lo esperaba un hombre con aires a Bangchan, lo saludó estrechando su mano y también lo hizo con Jisung presentándose formalmente.
—Él es Han Jisung, es mi acompañante el día de hoy—. Habló Minho sin problema.
—Espero no incomodar—. Soltó el menor con respeto.
—Un gusto conocerlo señor Han, yo soy Antonio Fiore encargado del área de Marketing de la empresa, no hay problema con que se quede, nos encargaremos de que esté cómodo.
—Muchas gracias—. Respondió Minho amablemente, y finalmente siguieron los pasos de Antonio hacia el set.
Las relaciones entre el personal eran bastante tranquilas y todo fluía muy bien, el fotógrafo tenía un aire inteligente y profesional mientras miraba por el lente al modelo. Y tal como le había dicho, no era para nada divertido mirar desde lejos, pero si era muy interesante ver la forma en la que se desenvolvía ante la cámara, los ojos de Minho eran intensos y daba la impresión de que quería transmitirlo en las fotografías.
Cuando se iba a los probadores para cambiarse de ropa y volver a ser atendido por el personal de maquillaje y estilistas, Jisung se sentía solo, pensaba que tardaban demasiado y no salían nunca de los sets. Miraba sus manos para entretenerse, buscaba fotografías en su teléfono, miraba los rincones del set y los minutos pasaban siendo eternos. Y cuando por fin lo vió volver, ese rostro aburrido cambió al asombro puro, y con ojos brillantes lo vió volver caminando al centro del set y su producción.
No había forma de que Minho no fuera genial, la forma de trabajar y de expresarse con el personal era muy amable y profesional, no hablaba mucho pero era muy evidente el respeto y admiración que tenían los demás hacia él, se sentía orgullo de sólo mirarlo, era muy atento y más de una vez miró hacia su dirección verificando que no estuviera demasiado aburrido.
Y en silencio Jisung comenzaba a darse cuenta de lo que había hecho, las horas pasaron y por mucho que esperó y miró con atención, ninguna acción del mayor lo hizo sentir incómodo. Tragaba pesado sin poder autodefenderse, si tan sólo hubiera hecho las cosas bien no estaría sintiéndose así de mal.
Pensaba que tal vez era el castigo que merecía y Minho había intentado evitarlo al decirle que se quedara en el hotel.
Durante los descansos pasaba el rato con el actor, él se sentaba a su lado y hablaban un poco sobre la sesión. La jornada no terminó tan tarde como lo esperaban y volvieron al hotel antes de la cena.
Minho tomó una ducha rápida apenas llegaron al hotel, y aprovechando su ausencia Jisung bajó rápidamente y saliendo del edificio fue en busca de un café para el actor, y acompañado de unos dulces entró a la habitación encontrándose con el actor cerrando la puerta del balcón tras su espalda.
—¿Dónde estabas?—. Preguntó con un rostro bastante asustado, era evidente que lo había estado buscando.
—Sólo salí por un café para ti, no fui tan lejos ya aprendí la lección..
—No quise sonar así—. Minho se acercó pero Jisung se dió media vuelta caminando hacia la entrada.
Por un momento pensó que se había molestado, por lo que creyó que tendría que ir tras él en bata por el hotel pero lo que vió fue muy distinto a ello. El menor buscó lugar para dejar el café y la bolsa de dulces, para regresar al actor y abrazarse a su torso con fuerza.
—Ya no estés enojado conmigo por favor—. Su voz se oía tan sincera y triste, que Minho no pudo evitar sentir su corazón ablandarse.
—No estoy enojado—. Las manos del mayor llegaron a los cabellos de Jisung acariciándolo un poco, su voz era tranquila como siempre.
—Se siente extraño, no me gusta esto—. Soltó sin querer soltarse.
—Está bien, lo siento.. pronto volveremos a Corea, así que olvidemos todo esto—. Minho lo tomó de los costados de su cara y lo alejó con cuidado para mirarlo a los ojos—. Ambos nos equivocamos, dejemos esto aquí y vayamonos ¿Qué dices?
Jisung lo miró con ojos brillantes, y luego de escucharlo con detenimiento esbozó una leve sonrisa, asintiendo de inmediato sin necesidad de decir nada, fue la mejor propuesta que pudo recibir en el día, y aferrándose nuevamente a él soltó el aire que había guardado.
—Gracias..
Minho sonreía aliviado, sintiendo su corazón latir más rápido, la sensación cálida era grata, y luego de mucho tiempo por fin comenzaba a sentir ansias por volver a Corea. El viaje no había sido del todo bueno, pero al menos podían decir que habían concluido con sus trabajos sin mayores inconvenientes, habían recorrido el lugar juntos y también habían atravesado una de sus primeras disputas, la cual esperaban que nunca más se volviera a repetir.
Esa noche salieron a cenar, esta vez fueron lejos del hotel, el ambiente era tranquilo y la noche daba una buena impresión dejando que aquellas lámparas cálidas iluminaran el lugar, sus manos no se soltaron en ningún momento y sus ojos brillaban por sí solos cuando se miraban.
—Buscaré pasajes para irnos lo antes posible ¿O quieres quedarte unos días más?—. Preguntó Minho tomando un poco de su copa.
Jisung miró hacia el lugar por un segundo, pensando en que a pesar de todo la ciudad seguía siendo muy hermosa, encontrándose repentinamente con la silueta de Matteo Bianchi entrar al restaurante acompañado, sus ojos se encontraron y rápidamente volvió la vista a las grandes pupilas brillantes de Minho, que lo esperaban expectante, su corazón se movió por un instante y no había duda alguna.
—No, quiero irme pronto, volvamos a casa—. Soltó Jisung acariciando el dorso de la mano del actor, regalándole una sonrisa al ver el asentimiento del mayor.
No existía nada que quisiera más que a él.
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Holiis~~~ <3 ¿Cómo están?
Espero que les haya gustado este capitulo, estuve trabajando en el para publicarlo hoy a petición de ibettergohome- <3
Muchas gracias por seguir leyendo, por sus comentarios en el capitulo anterior y por el apoyo en este <3 los amo y nos vemos en el siguiente <33
a_stay.