La Nerd Más Hermosa; Horan1

By littlebluebites

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[LNMH#1] Primer temporada de La Nerd Más Hermosa. ⚠ÉSTO PUEDE LLEGAR A SER TAN MALDITAMENTE CLICHÉ. LO SIENTO... More

PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99
Capítulo 100
NOTA (IMPORTANTE)
NOTA II (IMPORTANTE)
NOTA III (IMPORTANTE)
Los Mellizos Horan

Capítulo 89

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By littlebluebites


Niall.

Me preocupaba demasiado el bienestar de Dayan, no podía estar del todo tranquilo sabiendo la clase de hombre que era su padre, saber que ese hombre cargaba demasiado odio sobre ambas mujeres —sin razón aparente— porque ellas no tenían culpa de nada, siendo todo lo contrario, porque fue él quien decidió arruinar su familia, decidió abandonarla como si no valiera absolutamente nada.

Ese tipo jamás se cansaría de estarme jodiendo la vida a los demás.

Por eso mismo, me sentía tan fatal, porque sé que no puedo cuidar del todo a Dayan, mucho menos que ahora está su madre de vuelta. Saber que ambas pronto estarán de regreso en su casa, hace que me sienta lleno de ira, tan incompetente.

Esta vez, los papeles se habían invertido de una manera que jamás creí que sería.

Era ella la que permanecía durmiendo cómodamente, con su cuerpo a un lado del mío, su cabeza sobre mi pecho, respiraba tranquilamente. La forma en la que su mejilla se presionaba contra mi cuerpo provocaba que sus labios se fruncieran ligeramente, haciéndola ver mucho más hermosa y adorable de lo que ya era.

Admirarla, esa era una de mis cosas favoritas por hacer.

El poder acariciar sus mejillas, poder delinear su piel con la yema de mi dedo... Era algo de admirar y de lo cual uno debería de sentirse orgulloso, claro que sí me sentía así, demasiado orgulloso y maravillado al tener tan semejante y hermosa obra de arte.

Dayan era mi gran obra de arte.

—Eres una de las tantas maravillas de este mundo. —Susurré para ella, mirando sus pestañas lisas casi tocar sus abultadas mejillas— ¿Qué hice para merecerte? 

Esto sí era felicidad. Era todo lo necesario para poder sobrevivir y estar por siempre bien.

Tenerla entre mis brazos y poder sentirla... De verdad, ¿Fue tan bueno todo lo que hice en mi otra vida?

—Te amo demasiado —Besé su frente, acariciando su cabello y cubriendo mejor su cuerpo— Eres todo lo que necesito.

Al verla que se removió, mostrando un pequeño puchero en sus labios, aparté mi mano de su rostro, solo dejando caricias en su cabello para que continuara durmiendo bien; miré hacia el techo, la oscuridad permanecía en la mayoría de la habitación, la ligera y tenue luz de una pequeña lámpara que ella había comprado hace unos días, era lo que me permitía lograr ver bien su rostro. Ponerme a pensar en las cosas, en cómo es que ambos terminamos aquí, juntos y con uno que otro problema, aunque nuestra felicidad era más grande que cualquier otra cosa que se nos fuera a cruzar en nuestro camino, tal como lo que sucedió el día de ayer, eso demostró que en verdad sí podemos. Ante cualquier situación, sí podremos. En pareja se logran solucionar mucho mejor los problemas.

Había tantas cosas en las cuales pensar y buscar soluciones para las mismas, sabiendo que vendrán muchas más cosas sobre nosotros y no estamos realmente seguros de si serán buenas o no.

Tendríamos que esperar por ello.










Desperté mirando hacia todos lados, la habitación se encontraba ligeramente iluminada, no podría siquiera imaginar qué hora podría ser, el invierno próximo estaba demasiado cerca, el clima lo mostraba de la mejor manera.

Al despertar un poco mejor, fruncí mi ceño al no tener a Dayan a mi lado. 

¿Qué hora era? 

No entendía del todo bien cómo es que podría levantarse tan temprano —si es que lo era— en nuestro primer día de vacaciones.

Con toda la pereza y las consecuencias de apenas haber dormido poco, me levanté de la cama. Bostecé mientras andaba hacia la puerta y salía de la habitación, no se escuchaba tanto ruido por la casa, el único lugar del que prevenían ligero ruidos era de la cocina, ¿Ya estarían todos allí?

Bajo a pasos cuidadosos, el sueño seguía en mi cuerpo, lo menos que ahora quería era terminar cayendo por las escaleras y armar todo un show.

Sigue siendo todo silencioso, estando mas cerca me doy cuenta de que los ruidos son leves, además de un suave tarareo. Con cuidado, me asomo hacía la cocina, sonrío de inmediato al ver a Dayan moverse de un lado a otro por la cocina, pareciendo muy apresurada.

Aprovechando que se encuentra distraída, me adentro a la cocina, me apoyo contra la misma pared y sonrío aún más; luce tan hermosa y alegre, vistiendo aquellas ropas que usa como pijama y la forma en la que sostiene su cabello en un moño alto.

Es inimaginable. Alguien increíble, alguien que se fijó en mi y me dio la oportunidad de poder estar con ella.

—Buenos días, amor —Sonreí. Más aún cuando dio un pequeño brinco girando hacía mi y terminar sonriendo.

—Buenos días... —Saludó por igual, volviendo su cuerpo hacia la sartén. Olía realmente bien, mi estómago empezaba a reclamar algo de comida.

Sin querer interrumpirla mucho, me mantuve a una distancia prudente, estaba segura de que sí le ofrecía mi ayuda, seguro que no la iba a aceptar, sabía que también de terca llegaba a ser y más aún cuando estaba tan emocionada.

No sólo estaba preparando el desayuno para su madre, sino que también para todos.

Miré como sacó los dos primeros pancakes de la sartén a un plato. Con rapidez y agilidad, vertió más mezcla para otros dos.

Se giró, se acercó a la mesa y empezó a cortar las fresas en láminas no tan delgadas. Hacia todo con una rapidez que me sorprendía que todo lo quedara tan bien.

—¿Necesitas que te ayude en algo?

—No... —Susurró, con una sonrisa. Le mostré un puchero— Bien, sigue cortando las frutas. Seguiré con los pancakes y... —Pausó unos segundos, encargándose de lo que tenía en la sartén— ¿Podrás después sacar los arándanos?

En verdad que ella era increíble. Con cada día que pasaba seguía sorprendiéndome demasiado. No sé con exactitud cómo es que lograba hacer de todo en tan poco tiempo, tenía una habilidad tan increíble. Eso me agradaba demasiado.

La amaba.

—Listo —Avisé terminando de cortar las fresas que me dejó, algunas enteras quedaron en un pequeño bowl.

Robé un arándano cuando los saque del refrigerador. Ella me miró mal.

—No debes de comerte así las frutas —Me reprende— Debes de lavarlas primero, Niall.

—Sí, mamá...

Me burlé.

Ya sabía a quién tanto me recordaba ella. A mi madre, con todo lo que hacía en tan poco tiempo y la agilidad que ponía, era así como una madre lograba hacer de todo.

La observé fijamente al pensar en eso.

Mire su cuerpo con tanto detenimiento, la ropa holgada que usaba para dormir no me permitía admirarla mejor, quería ver que más había, si en estos días hubo algún nuevo cambio en ella o... ¿Estaba siendo imaginación mía? No me sorprendía que mi mente me jugara algo así.

—¡Deja de mirarme de esa forma!—Alzó ligeramente la voz.

Fue ahí cuando me di cuenta de que estaba observando y pensando de más.

—Lo siento...

Dejé de hacer eso y concentrarme en lavar los arándanos y colocarlos en un nuevo bowl pequeño. Los dejé en el centro de la mesa.

Para este momento, ya llevaba otros cuatro pancakes más.

—¿A qué hora te levantaste? —Cuestione con curiosidad al ver que sacaba la jarra de jugo de naranja.

Ella sonrío una vez más. Se movió nuevamente hasta la sartén y volteó el desayuno.

—Estoy despierta desde hace como hora y media.

—¿Y en ese tiempo haz hecho todo esto?

—Sí.

—¿Estando de vacaciones y sabiendo que podrías haber dormido por mas tiempo?

—Sí.

Bien. No había palabras realmente buenas que demostrarán lo que pensaba de ella, no existían para decir todo aquello que estaba viendo en ella. No hay.

—Mhm, no te di los buenos días como era debido —Dijo al besar repentinamente mis labios, siendo un beso pequeño y rápido— Quise levantarme para hacer el desayuno para todos.

—Se sorprenderán. ¿Quién puede hacer todo esto en tan poco tiempo si no se trata de un chef?

La escuché reír por primera vez en el día. Su risa era magnífica, así como la manera en la que sus mejillas se abultaban al hacerlo y sus ojos se achicaban en el gesto.

Varios minutos después, se escucharon los primeros pasos venir desde las escaleras, pronto entraron Denisse y Greg, ella llevaba entre sus manos un biberón y Greg tenía a un sonriente y aún adormilado Theo entre sus brazos.

—Uh, buenos días... 

—Huele delicioso, despertaron aún más mi apetito.

Toma asiento con Theo en sus piernas, el pequeño empieza a dar pequeños golpes con sus manos sobre la mesa, mientras que su madre prepara su biberón. Dayan sonríe y sigue con los pancakes, me adelantó a ir acomodando los platos y vasos en la mesa, seguro que mi madre y Madison no tardaban demasiado en bajar.

En la espera de que mamá llegara junto con la madre de Dayan, la pareja se sentaron uno al lado del otro, Theo bebiendo de su biberón con leche, pareciendo que en cualquier momento terminaría por quedarse dormido. El pequeño me miraba por cortos segundos, pasando su mirada hacia Dayan, cuando volteaba yo hacía ella la encontraba haciendo muecas al pequeño, sacando de él varias sonrisas.

—Mamá ya tardó —Murmuró mi hermano— Debería de ir a hablarle.

—No, yo voy. Ustedes quédense ahí, iré a ver si están despiertas.

Me puse de pie, la castaña de pie frente a la sartén en la que tenía los últimos pancakes esponjosos.

Subí al segundo piso. Estaba todo silencio, jamás pensé que nuestra casa se mantendría llena en algún momento. Desde que Greg se fue a la Universidad todo era tan solitario —sabiendo que mamá y yo vivíamos en la casa— pero todo parecía diferente, mamá siempre trató de hacer de todo para que no sintieramos esa soledad, a veces sí lo lograba pero, otras simplemente parecía tan desierta la casa.

Ahora viéndolo, la casa se sentía realmente tan acogedora. Con mi hermano y su pequeña familia, así como la madre de mi novia y ella estando en casa. Todo se sentía bien hasta ahora.

—Mamá —Llamé, tocando a la puerta suavemente— El desayuno ya está listo, sólo las esperamos a ustedes dos. —Dije, pegando ligeramente mi frente a la puerta.

Por unos segundos no se escuchó algún ruido. Cuando estaba por irme, la puerta se abrió.

—Niall, en seguida bajamos. Madison sigue durmiendo pero ya la levanto... —Dijo con su ropa casual.

Me extendió en seguida la pequeña bolsa de los medicamentos de la señora Madison. Asentí solamente, observando con detenimiento la bolsa.

La puerta se entrecerró y seguí mi camino para bajar a la cocina.

—Las pastillas de Madison —Dejé la bolsa sobre el mesón ya despejado del desayuno— En seguida vienen.

Dejamos en el centro de la mesa el plato lleno de pancakes, dejando por igual la miel de maple y el chocolate derretido.

A los pocos minutos, ambas mujeres llegaron a la cocina. Madison estaba sonriente y aún adormilada.

Dayan rápidamente se acercó a ella y besó su mejilla, dando un abrazo largo a su madre para ayudarla a sentarse a su lado derecho. Por igual, saludó a mi madre, dejando un beso en su mejilla.

—¡Ah! —Gritó Theo a la vez que golpeó la mesa con el biberón, mirando hacía Dayan.

—Uh, ¿Me hablas a mi, pequeño? —Sonrío. Se acercó a él— Cierto, me faltó darte un besito.

El pequeño rubio sonrió, incluso se rió un poco al tener el beso en su mejilla. Actuó rápido, estando pronto en los brazos de Dayan.

—Bien, te sentarás conmigo.

—Tiene mucho parecido a Niall.

Las palabras suaves de Madison hacen que todos volteemos a verla. Ella sonríe como nunca, pero justamente hacia su hija, por unos pequeños instantes, observo como la castaña sonríe ligeramente y  pasa a dejar de hacerlo, mirando hacia el pequeño rubio que se remueve hasta acomodarse como él quiere.

—Sí, tiene mucho parecido a Niall. 

Ese pequeño tema quedó allí, empezamos a comer, degustando con cada bocado aquellos pancakes que nos hacían delirar. Todo estaba delicioso y las frutas ligeramente ácidas en contraste con la miel o el chocolate, era algo extremadamente bueno.

—Estuvo delicioso —Halagó su madre— Agradezco que te hayas tomado la molestia de preparar el desayuno, sé lo mucho que te gusta hacerlo... Y esto, me encantó, preciosa. Hace tanto rato que no comía algo así de rico.

—Mamá —Habla ella un tanto avergonzada— Gracias...

Denisse y mamá se ofrecieron a lavar los trastos. No nos negamos porque habíamos hecho mucho esta mañana —en realidad yo no, pero Dayan sí— y vi todo el esfuerzo que ella puso en ese desayuno, nos cautivó demasiado.

Ambos subimos a la habitación, con la esperanza de poder tomar un baño de agua tibia. Hasta ahora, no teníamos nada por hacer, solamente hacer un poco de limpieza y nada más.

Pensándolo bien, podría salir con Dayan a dar la vuelta por ahí.

—¿Vas tú primero? —Pregunté con una pequeña sonrisa— Porque no creo conveniente que entremos los dos y...

—¡Sí, sí! ¡Voy primero!

Se adelantó con su ropa limpia entre sus brazos y una toalla por igual. Sólo sonreí por eso, esperando en la cama a que regresara.



HazzaBoo:

Hey, Horan. ¿Tienen algo que hacer hoy?

Sé que es temprano pero... Qué importa.

Sólo responde a mi pregunta.

Te quiero.



Sí, tenía esos mensajes desde hace como veinte minutos, aún siendo temprano —en realidad no tanto— pero para ser un día de vacaciones... Ese chico, no sé bien cómo es que podía estar despierto tan temprano.



Ni siquiera los buenos días me das. El peor mejor amigo.

En fin, "mejor amigo", no tenemos nada que hacer por ahora. Estamos libres.

Es muy temprano, ¿Qué haces despierto a esta hora?




Envié los mensajes. No recibí una respuesta pronto, así que me levanté a buscar ropa limpia para mi y poder ducharme después.

Dejé todo en la cama, por igual, una toalla limpia y todo listo para ir apenas mire a Dayan entrar a la habitación.



HazzaBoo:

Sí, sí. Cómo sea.

Claudia quiere saliiiir. Aunque a mi me gustaría seguir durmiendo, realmente no puede.

Bueno, no sé a dónde quiere ir, pero sería mejor si vamos los cuatro.



Leí bien. He de imaginar la cara de él en este mismo momento, saber que su novia se encontraba despierta tan temprano...

La puerta de la habitación se abrió.

—¿Te gustaría salir hoy, amor?

Su rostro se muestra algo lleno de sorpresa, terminó sonriendo.

—Mhm, creo que estaría bien.

—¿Segura?

Asintió.

—Bueno, le diré a Harry que sí.

—¿Harry?

Fui ahora yo el que terminó asintiendo. Con el celular entre mis manos, empecé a escribir una respuesta afirmativa a Styles. Lo que recibí fue una respuesta corta, dando por terminada de una vez la conversación.

—Anda a ducharte —Besó mi mejilla— Iré con mamá para que se tome las pastillas y regreso.

—Bien, iré... —Susurré— Te amo.

—¡También te amo!



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